Monday, January 29, 2024

SBK 2024. Cambios en el reglamento

A finales de enero la FIM publicaba el nuevo reglamento de competición para el Campeonato del Mundo de Superbikes. El nuevo reglamento técnico que incluye cambios en el límite mínimo de peso o en capacidad del depósito de combustible, traerá una nueva era al WorldSBK. 
Lastre añadido. Una de las novedades más importantes para 2024 es la nueva norma de peso mínimo, ya que algunos pilotos deberán añadir lastre a sus motos en función de su peso. El peso mínimo se ha fijado en 80 kg, y los pilotos por debajo de este peso tendrán que añadir 0,5 kg por cada 1 kg que les falte hasta llegar a la referencia, hasta un máximo de 10 kg. Por ejemplo, un piloto que pese 70 kg con el mono y todo el equipo de protección deberá añadir 5 kg a su moto. 
Reducción del depósito. También se han producido algunos cambios en la normativa sobre combustible. La capacidad del depósito de combustible se ha reducido a 21 litros, mientras que se están realizando algunas pruebas para evaluar el flujo de combustible para 2025. No sólo se ha reducido el depósito, sino que a partir de esta temporada, el 40% del combustible utilizado deberá ser de origen no fósil para aumentar la sostenibilidad dentro del paddock. 
Proceso de concesiones modificado. Como parte del paquete global de cambios, se ha modificado el funcionamiento de las superconcesiones. El punto de control de la concesión será ahora cada dos rounds (en lugar de cada tres) y los fabricantes pueden ahora obtener puntos de concesión en la Tissot Superpole Race (anteriormente, era sólo la Carrera 1 y la Carrera 2), contabilizando ‘medios puntos’. Todos los fabricantes empiezan con 0 puntos, y la diferencia con el más alto repercute en las concesiones. En un punto de control, cualquier fabricante con al menos 33 puntos menos que el primero será evaluado. 
Cambios en el régimen de giro máximo de los motores. También habrá un cambio con los límites de RPM. Los fabricantes empezarán 2024 como terminaron 2023 (excepto Ducati, que recupera su límite original de 2023) y no habrá reducciones excepto en un caso. Las superconcesiones son la única forma de que se puedan reducir los límites de RPM en 2024. Si una marca ha ganado RPM debido a una concesión, solo en este caso, se podrán revisar y reducir. Además, las piezas de superconcesión ahora se extiende a los componentes del motor. 
Infracciones en la asignación de motores. La sanción por exceder las normas de asignación de motor se ha cambiado para 2024. Ahora, un piloto que infrinja esta norma saldrá desde la parte trasera de la parrilla y también recibirá dos Long Lap Penalties. Antes, la sanción era salir desde el pit lane después de que todos hubieran pasado por la salida de boxes y cuando se encendiera el semáforo verde.
Cambios en la configuración de la parrilla. Las parrillas de la Carrera 2 de las tres categorías se basarán a partir de ahora en las vueltas más rápidas de la Carrera 1. La Tissot Superpole del viernes establecerá la parrilla de la Carrera 1 como de costumbre, y después entrarán en vigor los cambios. Las vueltas más rápidas en la Carrera 1 establecerán la parrilla de la Carrera 2 para las nueve primeras posiciones, y el resto de la parrilla se basará en los resultados de la Superpole. 

El Director Ejecutivo de WorldSBK, Gregorio Lavilla, se refería así a las novedades: "Hay bastantes cambios para 2024, tratando de mantener el equilibrio y las oportunidades para todos los fabricantes. Introducción de peso mínimo, ajustes de RPM, reducción de la capacidad de los depósitos, actualizaciones de las superconcesiones, no sólo en el chasis como hasta 2023, sino también en el motor. Se ha decidido añadir lastre a la moto a partir de una referencia de peso de 80kg con todo su equipo incluido, casco, mono y botas, al múltiplo de 0,5. Eso significa que si un piloto pesa 70kg, 0,5 por los 10kg de diferencia, significa que tendrá que añadir 5kg. Las RPM se establecen a partir de la homologación y no se pueden reducir a menos que la marca esté utilizando RPM extra debido a una concesión. Para mí, es un gran espectáculo, es el mejor. Tenemos buenos pilotos, equipos y gente entre bastidores que lo hacen posible, así que estoy muy orgulloso de lo que hemos conseguido. Hay razones para encender la tele y disfrutar". 
Sin duda el principal perjudicado por el peso será el actual campeón del mundo de SBK, el talaverano Alvaro Bautista. Veremos en qué medida le afecta.

Thursday, January 25, 2024

Rally Dakar 2024. Segundo Tuareg para Brabec.

La 46ª edición del Rally Paris Dakar se repetía por quinta vez en Arabia Saudí en sus habituales fechas de principios de enero. En este 2024 en concreto, se ha disputado entre el 5 y el 19. 

Si desde 2022 el rally Dakar es la primera fecha del Campeonato Mundial de Rally Raid, para esta edición los nombres de las categorías se modifican y se adaptan a la nomenclatura de la FIM y la FIA. Se renombran las categorías actuales de los autos, con los cinco grupos conocidos como T1, T2, T3, T4 y T5 de tal manera que T1 pasa a llamarse "Ultimate", que son los vehículos de mayor porte. La T2, vehículos de producción "Stock". La T3, prototipos todo terreno modificados, se llaman "Challenger" y los T4 de UTV son los "SSV". Los T5, son los "Camiones". El Campeonato Mundial FIA de Rally Raid para pilotos T3 se conocerá como Campeonato Mundial FIA de RallyRaid para pilotos Challenger. 
Con una distancia inicial de 7.923 km, repartidos en 12 etapas más una prologo, partía de AlUla y finalizaba en Janbu, al borde del mar Rojo, con un día de descanso en Riyadh. Más del 60 % del recorrido eran de tramos cronometrados por el desierto, es decir 4.676 km.
Con nueve campamentos diferentes en total situados en una franja muy ancha que discurre de oeste a este, la ruta atravesaba el país en ambas direcciones para llegar a la meta final en Yanbu, , siendo el inmenso desierto del Empty Quarter el escenario en el que se disputaba la nueva etapa «crono de 48 horas» del día 11. El terreno de la etapa maratón se prestaba a la confección de dos recorridos por separado: uno para motos y quads y otro para autos y camiones, por lo que los equipos punteros de la FIA no se beneficiarán de las trazadas de los pilotos sobre dos ruedas y dependerán en exclusiva de su talento para la navegación. Aplicándose el mismo sistema de «bonificaciones» de la última edición, para las motos que abren pista, al término de las verificaciones técnicas y administrativas, 547 participantes tomaban la salida en Jeddah, repartidos en 350 vehículos: 142 motos, 198 coches (70 Ultimates, 10 quads, 42 Challenger, 36 SSV y 47 camiones), además de los 78 vehículos clásicos. 
Las motos se reparten entre nueve marcas. Como de costumbre, KTM representa el grueso de la caravana con hasta 67 pilotos, por los 31 de Husqvarna y 12 de GasGas. Fuera del trío de marcas del grupo Pierer corren ocho Hondas, seis Kove, cuatro Hero, tres Sherco, tres Fantic y dos Yamaha. 
Un total de 239 vehículos (de 340 iniciales) llegaron a Yanbu, entre ellos 96 motos (de 132), 7 quads (de 10), 55 coches Ultimate (de 70), 3 Stocks (de 3), 29 Challengers (de 42), 28 SSV (de 36) y 21 camiones (de 47). 
El dato trágico a reseñar de esta edición ha sido la grave caída en la 2ª etapa del motociclista español Carles Falcón, por la que tuvo que ser hospitalizado inmediatamente, y que terminaba con su lamentable fallecimiento una semana después, a causa de su edema cerebral. 

Comenzando por las MOTOS, los principales candidatos al título eran por parte de las KTM y en ausencia del austriaco Matthias Walkner por lesión a última hora, sus compañeros el argentino Kevin Benavides vigente campeón (47), el norteamericano Toby Price (2) y el checo Stefan Svitko (142). Al frente de las Honda figuraban el estadounidense Ricky Brabec (9), el norteamericano Skyler Howes (10), los chilenos Pablo Quintanilla (7) y Nacho Cornejo (11), el francés Adrien Van Beveren (42) y el español Tosha Schareina (68). Las GasGas, con la misma montura KTM, estaban representadas por el británico Sam Sunderland (4) y el australiano Daniel Sanders (5). Con las Hero indias participaban Joan Barreda (88), el botsuanés Ross Branch (46), el alemán Sebastian Bühler(14) y el portugués Joaquim Rodrigues (27).  El argentino Luciano Benavides (1), se quedaba como único representante de Husqvarna y al mando de las Sherco figuran el español Lorenzo Santolino (15) y el portugués Rui Goncalves (19) llamando la atención la presencia de Kove con el norteamericano Mason Klein (98) a su manillar. 
Con la etapa prologo, el viernes 5 de enero, de tan solo 27 km cronometrados y 130 en total, a orillas del mar rojo a 225 km al norte de la salida, y que partía y llegaba a AlUla, lo que pretendía la organización era que los novatos tuvieran una primera toma de contacto con el desierto y estabular a todos los competidores para el orden de salida de la primera etapa larga. En meta se imponía la Honda del español Schareina por delante del australiano Sanders con la GasGas y el bostwano Branch con la Hero, con pocos segundos de diferencia. Howes se perdía y terminaba último teniendo que abrir pista por tanto en la 1ª jornada. 
La primera etapa, del sábado 6 con salida en AlUla y llegada en Al Henakilyah contaba con 541 km cronometrados. En la provincia de Medina, al noroeste de Arabia Saudí, era el escenario que desde el principio planteaba verdaderas dificultades a los pilotos y equipos del Dakar. Al salir de AlUla, el tramo de slalom entre los cañones se disputaba sobre arena, pero el terreno se volvía rápidamente más técnico y varios motoristas caían víctimas de las rocas, entre ellos el ganador de la prólogo Schareina, que debía abandonar. Sorprendía el piloto de la Kove china, Mason Klein que eligiendo salir primero y abrir pista conseguía finalizar tercero a 1' detrás de su compatriota Bravec y a 11' del ganador, el botswanés Branch, que arriesgando más sacaba el mejor rendimiento de la etapa. 
Los tres también son los líderes de la general, en ese orden, donde el mejor español es Lorenzo Santolino llevando la Sherco al 6º lugar por haber terminado séptimo en la etapa. Jordi Barreda, decimotercero, figura 15º a 23'49 de la cabeza con Albert Martín y Josep Pedro, 39º y 41º respectivamente, ya con más de 1 hora de retraso. 

La segunda etapa, el domingo 7, se desarrollaba entre las ciudades de Al Henakiyah y Al Duwadimi, con 655 km y 463 de especial adentrándose los pilotos en el corazón mismo de Arabia Saudí, en un recorrido que les ha permitido probar sus primeros tramos de dunas del año. Las dunas no han sido ni lo suficientemente duras ni tan numerosas como para hacer tambalear la clasificación. Por otro lado, los competidores han tenido que dominar sus dotes de navegación para orientarse entre las numerosas marañas de pistas y, por supuesto, hacer gala de sus dotes de conducción en una especial muy rápida. La navegación es la especialidad de Nacho Cornejo, el finalmente ganador de la etapa por séptima vez en su carrera. Si algo podía levantar los ánimos en la carpa de Honda tras el abandono prematuro de Schareina, era una victoria que llegaba de las manos de Cornejo. Entre medias, abandono prematuro de otro español. A los 15 km de especial, Santolino y su Sherco decían adiós al rally por un problema técnico dejando a Barreda como única alternativa española. En cabeza la lucha era a tres bandas entre los chileno Cornejo y Quintanilla y el argentino L. Benavides (que fue el primer líder de la especial). Al finalizar la etapa Cornejo le sacaba 5'59 a Benavides y 6'12 a Quintanilla que acababa cerrando el podio. 4ª era la Hero de Bühler, 5ª la Honda de Brabec, con Suderland, Price y Howes a continuación, cerrando el top ten Van Veberen y Svitko, con Branch 11º y Barreda 17º a 17' de Cornejo. Mientras tanto, tan ajustada como la lucha por la segunda plaza, fue el intento de la marca del ala dorada por firmar un triplete que debe seguir esperando. Porque a pesar de las bonificaciones, Brabec se dejó algo de tiempo por el camino y privó a los japoneses de esa recompensa. El botsuano Branch sigue siendo el líder en la categoría, pero tras el abandono de Rodrigues fue la peor de las cuatro Hero de una etapa exigente donde, afortunadamente, los sobresaltos fueron menos y después de dos días y medio sigue conservando el liderato por 2'55 frente al ganador de la especial y con Brabec 3º, pero a 7'15. 4º Quintanilla a 15'20, luego L. Benavides y Sanders en un pañuelo, con Sunderland, Price, Van Veberen y Michek completando el top ten en ese orden. Barreda es 13º a 28'56, penalizado con 8' por exceso de velocidad. Era de esperar que la Kove de Klein sufriera problemas mecánicos en algún momento. Así ocurrió en el km 46 de la especial, donde el estadounidense tuvo que detenerse para ponerse manos a la obra con la mecánica durante más de dos horas, perdiendo sus esperanzas de podio final, aunque sigue en carrera y tiene potencial de sobra para protagonizar alguna actuación sobresaliente camino de Yanbu.
La tercera etapa, el lunes 8, de 733 km de recorrido, de ellos 438 cronometrados, y 295 de enlace, con salida desde Al Duwadimi y llegada a Al Salamiya, se desarrollaban por el corazón de Arabia Saudí, en su largo camino hacia el desierto del Empty Quarter. Con una gran variedad de terrenos, muy propicios para cometer errores de navegación, las exigencias físicas de la jornada seleccionaban a los pilotos más duros, pero también a los más serenos. Nueva criba entre algunos de los pilotos de la cabeza, que pecaban de impetuosidad. Por orden de abandonos: a Sam Sunderland le fallaba la mecánica tras 11 km de especial, mientras que a Sebastian Bühler le ocurría, tras sufrir un duro accidente en el km 360. La mala suerte se volvía a cebar con el británico de la GasGas mientras la marca japonesa continuaba de fiesta con el triunfo de un Quintanilla que se adjudicaba la etapa por delante de un gran Barreda. Ambos pilotos eran posteriormente sancionados por exceder la velocidad máxima, acción que por segunda vez perjudicaban al español (12') cayendo al 15º y al chileno (6') que baja al 7º, además de 1' también de sanción para Branch y Brabec. 
Joan Barreda

Pero por el camino era Mason Klein quien amenizaba la jornada. El americano se hacía con el liderato marcando las mejores referencias al principio, pero según se fue endureciendo la etapa y antes de que decidiesen las sanciones, la pugna por el triunfo estuvo en la sede de Honda y Hero, pues el piloto de la Kove comenzó a ralentizar su avance a partir del km 270 y apenas 30 después, se debía detener para intentar reparar su montura. De esa manera Klein perdía todas sus opciones al triunfo y dejaba todavía más despejado el camino a sus rivales entre los que Quintanilla y Cornejo fueron los primeros en postularse como alternativa al triunfo. La pareja de Honda avanzaba en conjunto abriendo pista y aprovechando para hacerse con las bonificaciones en juego, mientras que por detrás Branch trataba de plantarles cara y Barreda iba resurgiendo poco a poco. El español más prudente al principio, volvía a sacar la esencia de ir con el gas a fondo para poner emoción en la lucha por el triunfo hasta el último suspiro. A partir del km 310 Barreda fue una alternativa real al triunfo y aunque el terreno, mayoritariamente de piedras, no era el ideal para exprimir las bondades de la Hero, el español se acercaba hasta los 20" de la primera posición. De todo ello el gran beneficiado era K. Benavides que además de mantener un ritmo elevado durante todo el recorrido no perdía el rumbo y volvía a ser noticia ganando la etapa. Segundo era Brabec a 1'11 y completaba el podio Van Beveren. 4ª era una tercera Honda, la de Skyler Howes. Tras un año lesionado la victoria del argentino le aúpa a la 6º posición en la general, a 20'32'' del líder Ross Branch (5º en la etapa) y reabre el debate sobre sus posibilidades de éxito. Lo más importante para Barreda era haber demostrado que no sólo Branch puede ganar con la Hero. Ahora son dos gallos en el mismo corral. En la general tras Branch se mantienen Cornejo a 3'11 y Brabec a 5'08, mientras Quintanilla ya está a 16'16 y el resto a más de 20'. 
La cuarta etapa, con 631 km discurría entre Al Salamiya y Al Hofuf, con una especial corta de 299 km. Con 5º de temperatura a primera hora de la mañana, salían los primeros participantes del vivac de  rumbo a la rápida especial del día, (con velocidades punta de 150 km/h),  que certificaba a Nacho Cornejo, como uno de los mejores navegantes. La jornada la abría K. Benavides con un agresivo  Branch marcando el mejor tiempo en el primer waypoint de la jornada. 5" más lento,  Cornejo tomaba el testigo y empezaba a firmar los tiempos más rápidos en los siguientes parciales. Por detrás, Brabec llegaba cada vez más rápido y recortándole tiempo, hasta lograr superarlo en el ecuador de la etapa. Cornejo recuperaba el primer puesto poco antes de que Brabec empezará a bonificar tras cazar a K. Benavides, que estaba minimizando el hándicap de abrir pista. Así que, entrando en el tramo final del día, parecía que solo las bonificaciones a Brabec podrían evitar el triunfo de Cornejo. El norteamericano iba recortando distancia hasta figurar a menos de un minuto en el penúltimo waypoint, hasta que Cornejo recuperando la diferencia en el último, la aumentaba en meta, completando la especial en 2h51'11 y, dejando al segundo, Brabec a casi 3' tras el cómputo de las bonificaciones, de las que también se beneficiaba Kevin Benavides, tercero, para ceder solo 3'18. Ross Branch completaba la jornada en una buena cuarta posición a 4'26 tras perder tiempo en dos caídas, 5º Van Beveren, 6º L. Benavides y 7º Barreda que se dejaba más de 8' (uno de penalización nuevamente por exceso de velocidad). 8º Gonçalves con la Sherco, 9º  Howes como cuarta Honda y 10º el mejor en Rally2, el francés Romain Dumontier. Fuera del top ten, Toby Price, que cedía 15' o Pablo Quintanilla y Daniel Sanders a 18'. 
Con la victoria, el chileno Cornejo se convertía en el primer piloto en repetir triunfo, además de ponerse al mando de la clasificación general superando por 1'15 al botsuanés Ross Branch. 3º se mantiene el estadounidense Ricky Brabec, a 4'56. El resto bastante más distanciados con K. Benavides, Van Beveren, L. Benavides, Quintanilla, Price, Michek y Dumontier en el top ten con Barreda 12º a 42', de los que 21' son de penalización. 
La quinta etapa, de 527 km entre Al Hofuf y Shubaytah, era la previa a la etapa maratón y ofrecía la especial cronometrada más corta de esta edición, tan solo 118 km. Había dos maneras de encarar una etapa tan peculiar: salir a por todas para intentar ganar algo de tiempo sabiendo que los pilotos de RallyGP saldrán a la súper maratón de 48 horas en orden inverso; o ser más precavido teniendo en cuenta que no se iban a marcar grandes diferencias y que los dos próximos días pueden marcar el devenir del raid. Los pilotos se ponían en marcha en plena noche para recorrer los más 500 km iniciales de enlace y zambullirse en el océano de dunas del Empty Quarter durante la corta especial. Rápidamente Quintanilla demostraba que era de la primera corriente de pensamiento, marcando el mejor tiempo en el primer waypoint, metiendo ya 16" a Brabec en un tramo de menos de 20'. Se fueron agrandando las diferencias ligeramente en el segundo, donde Brabec cedía posiciones tras haber atrapado a Cornejo y pasar a abrir pista juntos. Y si en carrera eran dos Honda las que rodaban delante, en los tiempos también, ya que tras Quintanilla se situaba Van Beveren, con Price en tercera plaza. No había mucho más donde abrir diferencias y así terminaban las dos Honda por delante, ganando Pablo Quintanilla en 1h32'53 y aventajando a Van Beveren en 37" y a la KTM de Price en 1'39. El chileno Quintanilla se desquita así, de lo sucedido anteayer, cuando perdía la victoria por sanción. Día propicio para pilotos rápidos así lo demostraban Daniel Sanders, Mason Klein y Ross Branch, 4º, 5º y 6º respectivamente, por delante de Brabec, Svitko y L. Benavides. Pero el hombre del día le correspondía al austriaco Tobias Ebster, sobrino de Heinz Kinigadner, y que pese a competir en la categoría Original se metíae en el topten de la etapa. Además de ser el mejor entre los pilotos de Rally2, Ebster terminaba la etapa por delante de muchos RallyGP como Skyler Howes, Kevin Benavides, Nacho Cornejo o Joan Barreda, en un día para olvidar: el de Hero se caía dos veces y terminaba último entre los RallyGP; por lo que, para colmo de males, tendrá que abrir pista en la importante jornada de mañana. 
En la general, el botsuanés Ross Branch recupera el liderato solo un día después de cederlo ante Nacho Cornejo y Ricky Brabec mantiene la tercera. Quintanilla asciende a la 6ª plaza y, Sanders se coloca 8º, detrás de Price y superando a Dumontier 9º y Michek 10º. Barreda se mantiene 12º. 

La sexta etapa, era la temida etapa maratón de 48 horas con partida y llegada a Subaytah con una distancia total de 835 km de los que 626 eran cronometrados. En pleno Empty cuarter, y previo al dis de descanso, discurría entre dunas de mayor o menor altura. Inspirada en el concepto de Jean-Claude Morellet Fenouil, director del Dakar en 1994, se dividía una misma etapa en dos (6A y 6B) y aunque la idea original era que cada competidor se detuviese a una hora determinada en el lugar en el que se encontrase en ese momento, la logística variaba un tanto los planes y desde ASO decidían que tras la parada obligatoria a las 16.00 los pilotos se desplazaran al vivac que tuvieran más cercano para pasar la noche y continuar corriendo a las 7.00 del día siguiente el resto del recorrido pendiente. Designados alfabéticamente de la A a la G. los competidores más avanzados deberían parar en el vivac F, teniendo la G de seguridad.. Allí les esperaban una tienda de campaña, seis litros de agua, un saco de dormir, una esterilla y raciones militares de comida para la cena y el desayuno. Para la noche del 11 al 12, los pilotos disponían de agua potable, personal médico y nada más, siendo la intención aislar a los participantes y que nadie supiera el resultado de sus rivales durante la etapa. Era Barreda el que abría pista y el que paraba más lejos, a las 16.00 junto a otros 11 pilotos en el vivak F, recorriendo 513 km con los mejores (Branch, K. Benavides, Price, Brabec y Van Beveren). La arena suelta hacía estragos en el consumo y muchos pilotos tenían problemas para llegar al repostaje,  Quintanilla, entre ellos ( y al que tuvieron que prestar gasolina para poder seguir) mientras que Skyler abandonaba a los 40 km de la salida por problemas de motor. 
El segundo día, con unos 100 km por delante para los mejores, se planteaba con diferentes estrategias. Aunque los tiempos hasta entonces eran secretos, quien más quien menos tenía su información particular para a partir de ella, encarar el resto de etapa, de forma más agresiva o más conservadora. Uno de los grandes perjudicados era Barreda que debía abandonar tras quemar el motor de su Hero en las dunas. El ganador final era Van Beveren seguido de Price, a 4'. La general la comanda ahora Brabec, tercero en la etapa, con 51" de ventaja sobre Branch (5º en la etapa a 9'40) y casi 10' sobre Van Beveren. 4º es Cornejo a 14' y 5º Price ya a 27', con K. Benavides, Sanders y L. Benavides a continuación con  Svitko 9º, a más de 1h. El mejor español ahora es Albert Martín, 38º a 6h51. 
Con el desplazamiento de los participantes en avión a Riyadh se efectuaba la jornada de descanso el sábado 13.
El domingo 14 se reanudaba la carrera con la séptima etapa, que enlazaba Riyadh y Al Duwadimi a través de 873 km, con 483 km de especial. En este largo periplo y, en concreto, en el sector cronometrado, había terrenos para todos los gustos. Una sucesión de cañones, fuera pista o dunas y donde los pilotos debían mostrarse solventes en todos los terrenos. Después de la escabechina dejada por la ‘Chrono 48 horas’, donde abandonaban 4 de los 17 pilotos de RallyGP que la empezaron (Howes, Barreda, Klein y Giemza), el día de descanso había servido para cargar pilas antes de encarar la segunda y definitiva semana, que arrancaba con un póquer de pilotos destacados en la general, conformado por Branch sobre la Hero y Brabec, Van Beveren y Cornejo con Honda. Era Van Beveren el encargado de abrir pista y lo hacía con solvencia, tanto que tardaría unos 200 km en ser atrapado por Brabec y Price mientras Quintanilla, la cuarta Honda en carrera, (sin opciones al quedarse sin gasolina en la anterior etapa), salía a reivindicarse y lo hacía marcando el mejor tiempo en los dos primeros puntos cronometrados, pero en el km 112 de la especial tenía que detenerse por problemas mecánicos en su Honda, perdiendo casi hora y media. El mando lo heredaba su compatriota Cornejo, que desde el tercer waypoint mantendría una bonita lucha en la distancia con Benavides. El toma y daca por la victoria de etapa se mantendría hasta el final: el mayor de los Benavides se ponía al frente en el ecuador de la especial, pero Cornejo ponía el turbo en el tramo final para conseguir su tercera etapa al lograr imponerse por 32" a Kevin Benavides. Tercero quedaba Luciano Benavides a más de 3', con Branch cuarto, cediendo 6'36 pero recuperando 50" a Brabec quinto. 6º era Sanders en otra etapa bastante discreta, con Gonçalves 7º, cuajando una gran actuación para devolver a Sherco a las primeras posiciones, por delante de Svitko, 8º. El top 10 lo completaban Price y Van Beveren, que una vez compensadas las bonificaciones por abrir pista cedían once y doce minutos, respectivamente (los Benavides finalmente intercambiaban posiciones por sanción de 3' de Kevin). En la general Brabec, conseguía salvar el liderato por tan solo un segundo respecto al botsuanés Branch gracias a cosechar casi 4' de bonificación. Cornejo completa el podio a 6'48, superando a Van Veberen 4º ya a 14'39 y 5º K. Benavides a más de 24'. A continuación 6º Price a 31', Sanders, L. Benavides, y a más de 1h Svitko y Michek, completando el top ten. 

El mejor español continua siendo Albert Martín, 37º a más de 8 h. 
La octava etapa. continuaba el recorrido hacía el norte rumbo a Hail y partiendo de Al Duwadimi. Con una especial de 458 km, previamente había un enlace de 220 para un total de 678 km. Era  Brabec el que aprovechaba su posición de salida para apretar desde el inicio y dar caza rápidamente a  Branch, que había salido tres minutos antes que él. Eso le permitía marcar los mejores tiempos hasta el km 165, (donde además del repostaje comenzaba un enlace de dos horas),  y al que llegaba con más de un minuto sobre su compañero Van Beveren y 2' respecto a K. Benavides. Las tornas cambiarían en la segunda parte de la etapa, pues por una cuestión estratégica, Brabec aflojaba ligeramente y era Van Beveren el que se situaba al frente. Siempre marcando el tercer tiempo rodaba K. Benavides, aprovechando las huellas dejadas por Cornejo y su hermano Luciano y que habían llegado ya juntos al ‘refuelling’. El tramo final de la etapa, de tan solo 10 km, cambiaría el rumbo de la misma. Tanto Van Beveren como Brabec se dejaban seis minutos extra, a conciencia, dejando la victoria en manos de K. Benavides el que se hacía con la victoria en la etapa con un crono de 3h35'. Gracias al más de minuto y medio de bonificación recibido por abrir pista desde antes de la mitad de etapa, su hermano Luciano terminaba segundo a apenas 31", con Van Beveren tercero a minuto y medio justo por delante de Cornejo, que lograba minimizar de forma magistral las pérdidas por abrir pista. A poco más de 2' terminaban Price y Gonçalves. Finalmente, Brabec 7º, cedía algo más de cuatro minutos en meta, 41" menos que Branch 8º, que también cedía tiempo en el sector final. Tras ellos quedaban Sanders y Svitko para cerrar el top 10, con el indio Harith Noah undécimo y logrando su primer triunfo de etapa en Rally2. La segunda victoria de Kevin Benavides (décima en total), le permite igualar a ‘Chaleco’ López como el piloto americano con más triunfos de etapa. 
En la general, el estadounidense Brabec aumenta ligeramente su renta respecto al botsuanés Branch, que pasa de 1" a 42", con el chileno Cornejo tercero, acercándose a ambos, ahora a 4'21, 4º es Van Beveren a 11'58 y 5º K. Benavides a 20'31. A continuación 6º Price a 29', Sanders, L. Benavides, y a más de 1h Svitko y a casi 2h Michek, completando el top ten. El mejor español continua siendo Albert Martín, 35º a más de 9 h. 
La novena etapa, era una de las clásicas de Arabia, entre Hail y AlUla, recorría 639 km 661 de recorrido con 417 de especial, Aunque en su mayoría eran pistas de tierra y arena, también había un tramo de piedras y dunas. Tales condiciones la convertían en una de las más rápidas de la edición, superando medias de 100 km/h. Las diferencias no fueron amplias entre los primeros, pero tres pilotos de Honda destacaron sobre el resto. Era, K. Benavides, ganador del día anterior, el encargado de abrir pista justo por delante de su hermano Luciano. A los argentinos les seguían los pilotos de Honda Van Beveren y Cornejo, mientras que Brabec, partía 7º, seguido por su más inmediato perseguidor en la general, Branch. Brabec, con las referencias de los de delante, marcaba un alto ritmo dispuesto a llevarse la etapa y aumentar su diferencia con la Hero. El estadounidense, marcaba el mejor tiempo en el primer punto, pero era su compañero Van Beveren el que arriesgando, adelantaba a los Benavides, y aun abriendo pista lograba llegar a meta con el mejor crono, 4h36'46 ganando su segunda etapa de esta edición. Segundo a 42" finalizaba Brabec, que se servía de las referencias de su compañero para distanciar a Branch, quinto a 6'59. Completaba el podio otra Honda, la de Quintanilla a 4'29, siendo cuarto Price a 6'29. Sexto finalizaba K. Benvides, 7º Cornejo, 8º L. Benavides, completando el top ten Svitko y Cox. Pedró y Martín 34º y 35º, entraron juntos a más de 1h, manteniendo sus puestos en la general. General que lidera con más comodidad Brabec, pues Branch figura a más de 7' y Van Beveren, ahora tercero, a más de 11', sin sufrir variación en los puestos el resto de clasificación. 
La décima, con inicio y término en AlUla, era un bucle de 609 km, con 371 km de especial. El diseño de la etapa, apuntaba ya a que la especial sería un hueso duro de roer en un terreno arenoso donde los pilotos debían imprimir velocidad, ya en pista o en fuera de pista, en ocasiones en tramos pedregosos y siempre con la necesidad de descifrar las sutilezas del road book. Era Van Beveren el encargado de abrir la carrera tras ganar la etapa de ayer, con Brabec partiendo 3' por detrás. Un día más, enfrentarse a lo desconocido no parecía suponer un gran hándicap, ya que tanto el galo como el estadounidense. que alcanzaba a su compañero antes de refuelling, iban compensando,como matrimonio bien avenido, la mínima pérdida de tiempo con las bonificaciones obtenidas. Los tiempos estaban en un pañuelo y el checo Michek sorprendía al ser el más rápido en el primer ‘waypoint’ del día, el botsuanés Branch tomaba el mando en los dos siguientes y desde el repostaje era el propio Brabec el que se ponía al frente, incluso sin el cómputo de las bonificaciones. Pero en el tramo final de la etapa, parecían aflojar, lo que dejaba como líder virtual de la misma al indio Harith Noah en el último punto previo a la meta. Sin embargo, gracias a 2'25 de bonificación, Brabec se hacía con la victoria en la etapa con un tiempo de 3h51'39, por tan solo 2" sobre Cornejo y 20" sobre Van Beveren, que completaban el triplete de Honda y que se acercan a la segunda posición de la Hero de Branch en la general. Cuarto a 47" finalizaba el Sanders, con Noah finalmente quinto. La sexta posición en la etapa era para L. Benavides a 2'30 y séptimo, a 3'45 finalizaba Branch, que se quedaba a casi 11' de Brabec en la general y con menos de uno de ventaja sobre Van Beveren. Sin embargo, el botsuano mañana tendrá una posición privilegiada de salida para atacar e incluso buscar la machada de asaltar el triunfo final. Tras él, completaban el top 10 K. Benavides, Doveze y Price. 

Con la victoria, el estadounidense Brabec daba el antepenúltimo paso para llevarse el triunfo final aunque en la siguiente y decisiva etapa 11ª, le tocaría abrir pista. Mientras en Rally2, la victoria quedaba en el aire, con el indio Noah, 5º en la especial, remontando hasta el 2º puesto de su categoría, a 4’31’’ por detrás de Romain Dumontier. Es la segunda vez que un motorista de Rally 2 se cuela en el Top 5 en la presente edición y el piloto indio de la Sherco oficial lo conseguía en su quinta incursión en la prueba (sólo finalizaba una, en 2021). 
La undécima etapa era la penúltima oportunidad del piloto de la Hero para recortar diferencias con sus rivales de Honda, en especial el líder Brabec. Esta vez con 107 km de enlace y 480 de especial en una jornada que partía de Al Ula y finalizaba en Yanbu. Los dos cumplieron con los deberes que tenían: Branch salía al ataque y ganaba la etapa mientras Brabec los resistía, pese a abrir pista durante toda la especial, cediendo sólo 32" con el piloto de Hero gracias a las bonificaciones. Fue un día de todo o nada para Branch, que ya en el segundo waypoint estaba liderando la clasificación de la jornada. Siguió así hasta el final, pero la solidez de Brabec hizo inútiles los esfuerzos del botsuanés para dar la vuelta a la tortilla. 
A falta del 'paseo triunfal' en Yanbu, Brabec mantiene 10'22" de renta, por lo que sólo un infortunio a modo de caída o avería le separaría de su segundo Toaureg. Más allá de la lucha por la victoria final, Van Beveren también consolidaba su tercera posición con idéntico resultado en la etapa de este jueves. Si no pasa nada extraño en la última, será el primer podio del piloto francés, que hasta ahora siempre había tenido su techo en el cuarto puesto. Mal día para Cornejo, que se dejaba más de 25' y perdía cualquier opción de pelear con su compañero Van Beveren por el podio. Además del mal día para Cornejo, la general no sufre grandes cambios en los primeros puestos en la que L. Benavides y T. Price cerraron, en ese orden, las cinco primeras posiciones. 
Para despedir el Dakar, la duodécima etapa era un corta jornada que discurría por las orillas del mar Rojo con partida y llegada en Yanbu. De 328 km y tan solo 175 de especial, no eran suficientes para producir cambios en la cabeza y sin problemas para el líder, han coronado a Brabec nuevamente como campeón del Dakar tras cuatro años de espera. El ganador de la corta etapa era K. Benavides. El vigente campeón del Dakar no tenía ninguna opción en la general por subirse al podio, pero quiso despedirse de su corona con una última especial (undécima ya). Por un recorrido corto y sin mucha dificultad, en segunda posición finalizaba Price, a exactamente 1' del argentino y con 14" sobre su hermano Luciano y donde Brabec finalizaba séptimo a 3'31'' gestionando perfectamente su ventaja sobre Branch, noveno y más cauteloso hoy a +4'02''. Entre medias Van Beveren terminaba 4º y 5º, un sorprendente Diego Llanos, con Romain Dumontier 6º, para llevarse la Rally2. Cornejo tenía muchos problemas y penalizado con 11'25 terminaba 20º, perdiendo tiempo con sus rivales. 
En esta última etapa el mejor español era Josep Pedró, 25º. En cuanto a la general después del podio Brabec, Branch y Van Beveren, el cuarto lugar era para K. Benavides que junto al 5º Price, superaban ambos a Cornejo 6º. Séptimo era L. Benavides con su Husqvarna, 8º Sanders con la primera GasGas, 9º Svitko y completando el top ten el checo Michek, ambos con KTM. 
Líder del rally desde las dunas del Empty Quarter y la despiadada etapa crono de 48 horas que puso al límite a muchos pilotos, Ricky Brabec nunca cedió el primer puesto adjudicándose su segunda victoria en el Dakar tras la del 2020. Un éxito aún más sabroso que aquel, ya que en esta edición Branch le presionaba hasta el final. Para resistir, Brabec pudo contar con el apoyo de sus compañeros de equipo, Van Beveren en particular, que abrá pista en más de una ocasión con el californiano. El francés aprovechaba para terminar tercero y subir a su primer podio en nueve participaciones. Adrien debe su éxito tanto a sus progresos en las piedras como a su Honda, que le ha permitido atacar con confianza de principio a fin. El constructor japonés colocaba a dos de sus representantes en el podio para adjudicarse su octavo éxito en el Dakar. Y de no haber sido por un problema con la bomba de combustible al final del rally, Nacho Cornejo también podría haberse unido a sus compañeros de equipo para completar un podio totalmente rojo. Para ello, él y Van Beveren hubieran tenido que adelantarse a la heroica Hero de Ross Branch. El botsuano siguió siendo un aspirante a la victoria hasta el final. Sin embargo, se vio privado de sus compañeros de equipo, que desaparecieron uno tras otro debido a caídas o problemas mecánicos. Branch lideró la primera semana antes de perder ante un Brabec en su mejor momento. No obstante, el botsuano dio al continente africano un podio que no se veía desde Alfie Cox en 2005 (tercer puesto). Además, gracias a Ross Branch, Hero se convierte en el primer fabricante indio en subir al podio del Dakar. Por el contrario, ha sido una mala edición para la galaxia KTM en el sentido más amplio. Los hermanos Benavides, Toby Price y Daniel Sanders nunca pudieron desafiar el dominio de los pilotos de Honda. Desde 2020, KTM siempre había colocado a uno de los suyos en el podio. 
Sin los tres representantes españoles de RallyGP por abandonos (Barreda, Santolino y Schareina), el mejor de los nuestros en la general era Albert Martín, 35º a 12h51'09'' del ganador estadounidense. Entre los españoles, terminaban el Dakar 10 de los 19 que tomaron la salida. Además de Josep Pedró 37º, y con susto en la última etapa (pues la moto de Josep Martí tuvo un problema mecánico y le estuvieron remolcando y 'escoltando' hasta meta Javier Amat, Carlos Llibre y Javi Vega). Además de los citados también concluían Eduardo Iglesias, Mario Garrido, Rachid Al Lal y Javi Campos. 
No conseguían finalizar Isaac Feliú, Fernando Conde, Cesar Rojo, Toni Vingut, Dominique Cizeau, Xavier Pes además del finalmente fallecido, Carles Falcó. 
Además del triunfo de Ricky Brabec en la general absoluta, el austriaco Tobias Ebster (20º en la general) ha sido el campeón en Original By Motul (sin asistencia) y también el mejor rookie. Jane Daniels (48ª) ha llegado a meta como única participante en la categoría femenina, Konrad Dabrowski (24º) ha ganado en Junior, y Mario Patrao (29º) en Veteranos. Mención para Harith Noah. Único representante de Sherco en la meta, el piloto indio aceleraba el ritmo en la segunda semana para tomar el mando de la categoría Rally 2 finalizando 11º, éxito histórico, ya que es la primera victoria india en el Dakar. 
Completaban este Dakar 103 de los 142 pilotos que tomaron la salida en AlUla. 

En coches, triunfo final para el español Carlos Sainz. No muchos apostaban por un final feliz para la aventura de Audi en el Dakar. En 2022, cuando la marca alemana se embarcó en la arriesgada apuesta de hacer triunfar un vehículo de propulsión híbrida, lo hizo con todo su potencial asegurándose los servicios de Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz y Mattias Ekström. Entonces causaba una gran impresión al ganar cuatro etapas desde el principio, siendo el campeón español el primero ese año en dar forma a tan ambiciosa revolución tecnológica. Tal vez fuera una señal del destino, incluso cuando los RS Q e-Tron atravesaron los tiempos de vacas flacas del año 2023, y nada más que uno de los tres vehículos, el de Ekström, llegó a la meta en el puesto 14º de la general. Esta edición no parecían ir mucho mejor las cosas, a pesar de la única victoria de Audi de la mano de 'Peter' en Abu Dhabi. Y el trío, al completo, parecía llegar a AlUla con la moral por los suelos. 
Todo cambió en el Empty Quarter, donde Carlos Sainz se presentaba sin haber cometido ni un solo error, y resistió la contrarreloj de 48h mientras que dos de sus rivales se encontraban con problemas: Yazeed Al Rajhi volcaba y Nasser Al Attiyah debía abandonar en su terreno de juego favorito, mientras Sébastien Loeb regresaba a la lucha para ganar, suponiendo una amenaza real durante la segunda semana de carrera. El duelo se resolvía a favor del madrileño Sainz que pudo beneficiarse del apoyo de sus dos compañeros de equipo, descolgados en la general pero capaces de proporcionar un convoy seguro a su líder. Por su parte Loeb se lanzaba a una persecución arriesgada,fracasando finalmente en su "remontada", pero salvando en el último momento el tercer peldaño del podio final, el quinto de su carrera en las ocho veces que ha participado en el rally. Sainz llegó a Yanbu como un héroe de la marca de los anillos, sellando una cuarta victoria en el Dakar, que le sitúa a la altura de Ari Vatanen en los libros, pero habiendo ganado con cuatro marcas diferentes (Volkswagen, Mini, Peugeot, Audi) y en un intervalo de 14 años. Entre el Audi de Sainz y el Hunter Prodrive de Loeb, se intercalaba una tercera marca (por primera vez desde 2019 tres marcas diferentes en el podio), si bien no ha sido ni con Al Attiyah, ni con Yazeed Al Rajhi, en los que Toyota tenía puestas todas sus esperanzas. No fue así, teniendo que recurrir a la carta del joven piloto belga Guillaume de Mevius, que terminaba segundo con un Hilux en su primera aparición en la categoría reina. Cuarto finalizaba Guerlain Chicherit , penalizado por su mal comienzo, perdiendo hora y media en la cuarta etapa y malogrando sus oportunidades. Sin embargo, el francés reaccionaba y con dos etapas más en el bolsillo (10ª y 11ª) remontaba para finalmente lograr el mejor puesto de su carrera, al pie del podio. En el clan Toyota (Overdrive y Gazoo Racing combinados), esto era suficiente para compensar el accidentado debut de Seth Quintero (40º) y la caída del brasileño Lucas Moraes del tercer puesto al noveno, a falta de dos días para terminar. Los puestos en el Top 10 se iban a vender caros y el checo Martin Prokop con el primer Ford Raptor, el tercer ex piloto del WRC en el Top 5, los restantes cinco miembros de la élite estaban todos a menos de 25 minutos unos de otros y todos cambiaron de posición en los últimos tres días: mejoraban los sudafricanos Guy Boterill (6º) y Giniel de Villiers (7º) además del lituano Benediktas Vanagas (8º), pero no así Moraes (9º) ni el francés Mathieu Serradori (10º). Al tercer galo clasificado le costará consolarse con el título de dos ruedas motrices y eso que era sexto al inicio de la decimoprimera etapa. 


En camiones ganaba el checo Martin Macik, obteniendo su primera victoria en el Dakar, con 54h34'48 sobre su Iveco. La bandera checa ondeando al viento en el podio del Lago Rosa era una imagen clásica del Dakar de los años 90, durante la era Tatra de Karel Loprais, que se anotaba su último éxito en 2001. En casa, por supuesto, tenían puestas las esperanzas en Aleš Loprais, el sobrino, que estuvo a punto de ganar el Dakar sin conseguirlo (3º en 2007, 4º en 2015 y 5º en 2019-21). Y al final ha sido su compatriota Martin Macík quien ha devuelto a su país a lo más alto de la categoría de camiones, a lo grande y con honores. Y sin embargo, nadie parecía estar en condiciones de batir al neerlandés Janus Van Kasteren en la lucha por el título, ni siquiera Aleš Loprais, su principal rival el año pasado antes de retirarse. Loprais se esforzó al principio, pero Van Kasteren siempre estuvo un peldaño por encima de él. Por su parte, Macík se tomó su tiempo para recuperar la forma. Con una desventaja de más de tres cuartos de hora en la tarde de la cuarta etapa, hizo gala de su paciencia, esperando el más mínimo error de sus rivales. Como dice el refrán, lo bueno se hace esperar. Durante la sexta etapa, la crono de 48h, disputada en dos días y que Macík considera la más dura de las doce ediciones del Dakar en las que ha participado, Loprais perdió más de una hora en las dunas del Empty Quarter, una penalización casi tres veces más severa para Janus Van Kasteren, destrozando las esperanzas del neerlandés de revalidar su título. Esto fue suficiente para impulsar a Macík a lo más alto de la clasificación. A los mandos de su fiel Iveco, cariñosamente apodado "Cenda", Macík siempre ha estado entre los tres primeros de todas las etapas desde el quinto día de la carrera. Con cuatro victorias a sus espaldas y una ventaja de casi dos horas en la meta de Yanbu, la tripulación del "Cenda" no pasó apuros durante la segunda semana. Segundo escalón del podio para su compatriota Loprais y tercer puesto para Van Kasteren, a casi 5 horas. 

En SSV, Xavier de Soultrait y su copiloto Martin Bonnet ya pueden respirar tras haber conseguido el titulo en esta edición. Sin embargo, los dos franceses han pasado calor en su Polaris. Para este Dakar, la fábrica americana se esforzó al máximo y desarrolló un RZR PRO R más ligero, más afilado y con mejores prestaciones. La receta funcionaba a las mil maravillas desde el principio, ya que el equipo Sébastien Loeb Racing (SLR) ganaba el prólogo, dando un anticipo de lo que estaba por venir. Xavier de Soultrait, regular y constante, también aprovechó los altibajos de algunos de sus rivales, como Gerard Farrés, para abrirse paso hasta la cima de la clasificación, que alcanzó en la tarde de la séptima etapa. Con tres victorias en su haber, João Ferreira intentó jugar al despiste, pero el portugués perdió más de una hora al final de la novena etapa. Sara Price y Jérôme de Sadeleer, ganadores de las etapas 10ª y 11ª respectivamente, se encontraron entonces entre los aspirantes. Penalizado tras la 10ª etapa, De Soultrait solamente tenía una ventaja de algo más de 10' sobre la estadounidense, que se autoexcluyó de la lucha por el título al día siguiente al perder más de una hora. Jérôme de Sadeleer estuvo a punto de cumplir su misión, acercándose a 3' a falta de 174 km para meta. Pero, como viejo veterano del Dakar, Xavier aguantaba el acoso, sin perder de vista a su rival suizo y cediendo tan solo 20" en la general. Se adjudica así su primer título del Dakar. En tercera posición finalizaba el saudí Yasir Seaidan con la misma montura del suizo. Fue una apuesta exitosa para Polaris, que pone fin a un reinado casi indiscutible de los Can-Am. 

En challenger, ganaba la española Cristina Gutiérrez con su copiloto Pablo Moreno con un tiempo de 53h59'47 y que superaba en la última etapa a su rival y dominador hasta entonces el norteamericano Michell Guthrie, quedando en tercera posición el lituano Rokas Baciuska. La descalificación de los polacos Eryk Goczał y de su tío Michał, así como la retirada de su padre Marek, fueron el acicate definitivo para sus rivales en la lucha por la categoría. 
En la tarde de la jornada de descanso, Mitch Guthrie se encontró al mando de la clasificación general, con unos 20' de ventaja sobre Cristina Gutiérrez, su perseguidora más cercana. Ganador de la séptima etapa y en el podio de la siguiente, Guthrie siempre consiguió mantener un colchón de tiempo suficiente para llegar hasta la meta final y parecía destinado a la victoria en la general. Después de todo, habría sido suficiente recompensa para el hombre que desarrolló la versión inicial del Taurus T3 Max. Pero el refrán de que hasta el rabo todo es toro, resultó cierto una vez y de la forma más impredecible. No le quedaban nada más que 174 km de especial para suceder a su compatriota Austin Jones en el trono del Dakar, pero no contaba con un problema mecánico que se producía nada más comenzar la especial. Apoyado por su navegante Kellon Walch consiguieron volver a la pista, pero su ventaja se reducía a poco más de minuto y medio. Fue un duro peaje que se hizo más pesado a medida que avanzaba la carrera y que pronto se resolvía a favor de Gutiérrez. "Nunca se sabe lo que puede pasar, así que seguí atacando hasta el final. No rendirme nunca es uno de mis valores", explicaba la española. Guthrie intentó salvar el día, pero la transmisión de su Taurus no aguantaba. El estadounidense conseguía llegar a meta, pero con más de media hora perdida con su rival. Aun así, puede consolarse con el segundo escalón del podio final completado por Rokas Baciuška, que hace un año perdió el Dakar en circunstancias similares en un SSV. 
Gutiérrez se convierte en la segunda mujer en ganar un título en el Dakar después de que Jutta Kleinschmidt, se impusiera en coches en 2001. 

En quads, el ganador fue el piloto argentino Manuel Andujar que conseguía completar el recorrido en 64h 16'53, en dura pugna con el francés Alexandre Giroud, a 7'59, completando el podio el eslovaco Juraj Varga a más de 4 horas, todos con Yamaha Raptor. El francés ganador de las dos últimas ediciones, cedía esta vez ante el argentino, cuya última victoria se remontaba a 2021. 

La cuarta edición de la categoría Classic, que reunía a 78 vehículos, se saldaba con 71 equipos finalizando la carrera de la regularidad que ganaba un español llamado Carlos. No Sainz, sino Santaolalla. Un competidor feroz, como 'el Matador' ,que lleva tres ediciones persiguiendo la victoria. Sexto en 2022 y segundo el año pasado, este 2024, el otro Carlos dominaba con la cabeza y las alas de su Toyota HDJ 80 una edición que pasará a la historia como una de las más disputadas desde su creación. Desafiado por Ondřej Klymčiw en la primera semana, otro habitual de los puestos de honor, fue en la segunda Lorenzo Traglio quien se mostraba más amenazante, hasta el punto de volver a situarse a un punto de diferencia a falta de dos jornadas y finalizar segundo, a 12. Tanto el Škoda del checo como el Nissan Pathfinder del italiano sufrieron pequeños problemas mecánicos. Es un detalle que no se puede perdonar cuando te enfrentas a un '80'. Carlos Santaolalla y Jan Rosa i Vinas ganan en Yanbu. Completaba el podio otro italiano, Paolo Bedeschi. 

Por último, el desafío Mission 1000, brindó a 10 vehículos con tecnologías innovadoras de motores alternativos la oportunidad de probar su valía en el Dakar y fijar una fecha para el futuro. 
Un total de 239 vehículos (de 340 iniciales) llegaron a la meta de Yanbu, entre ellos 96 motos (de 132), 7 quads (de 10), 55 coches Ultimate (de 70), 3 Stocks (de 3), 29 Challengers (de 42), 28 SSV (de 36) y 21 camiones (de 47). Pilotos y copilotos de 182 vehículos podían subir al podio final para recibir una medalla de 'finisher', mientras que el resto no llegaban a completar todo el recorrido.