El sorteo de los grupos se llevó a cabo el 21 de junio de 2019 en Tokio y deparó que España compitiera en el C, en compañía de Hungría, Kazakhstan, Montenegro, Rumanía y Senegal. La actual campeona Francia, lo hacía en el grupo B junto a Alemania, Australia, Brasil, Corea del Sur y Dinamarca mientras que la anfitriona Japón, lo hacía en el grupo D con Argentina, RD. Congo, China, Rusia y Suecia. Por último, el grupo A lo integraban Angola, Cuba, Eslovenia, Holanda, Noruega y Serbia.
Volviendo al anterior formato de competición (Main Round), utilizado por última vez en Suecia 2011, y empleado ya en el campeonato masculino, tras una fase previa de grupos (primera ronda) de liga todos contra todos, pasan los tres primeros de cada grupo inicial (con sus resultados mutuos) a la segunda ronda, donde se conforman dos nuevos grupos de seis equipos cada uno, disputando las semifinales los dos primeros, que se cruzan primeros contra segundos de cada uno. Los perdedores de semifinales se enfrentaban para el bronce y los ganadores por el oro.
El grupo de 17 jugadoras convocadas por Carlos Viver para el campeonato fue:
porteras # 12 Silvia Navarro (Rocasa Gran Canaria), #16 Mercedes Castellanos (Super Amara Bera Bera) y #47 Darly Zoqbi (CSG Bistrita).
centrales: #34 Alicia Fernández (HCM Ramnicu Valcea), #8 Silvia Arderius (Super Amara Bera Bera) y #25 Nerea Pena (Siofok KC).
laterales izquierdas: # 86 Shandy Barbosa (Nantes Atlantique Handball) y #27 Lara González (ES Besançon).
laterales derechas: #39 Almudena Rodríguez (HC Thüringer) y #99 Mireya González (HCM Ramnicu Valcea).
extremas izquierdas: #30 Soledad López (Rincón Fertilidad Málaga) y #17 Jennifer Gutiérrez (Balonmano Elche).
extremas derechas: #18 Maitane Etxeberria (Super Amara Bera Bera) sustituyendo a la lesionada Carmen Martín (CSM Bucuresti) y #2 Marta López (HCM Ramnicu Valcea).
y pivotes: #44 Ainhoa Hernández (Zubileta Evolution Zuazo), #10 Eli Cesáreo (Super Amara Bera Bera) y #5 María Núñez (ES Besançon).
Fase de grupos:
En el igualado grupo A consiguieron pasar Holanda, Noruega y Serbia. Las dos primeras perdiendo un solo partido y Serbia, dos. Holanda sorpresivamente lo hizo ante Eslovenia y en su primer partido, mientras Noruega lo hizo ante las holandesas. Las serbias perdían ante ambas. En cuarta posición finalizó Angola, perdiendo ante las tres primeras y ganando a las dos últimas, Eslovenia y Cuba, quinta y sexta, respectivamente; Eslovenia ganando a primeras y a últimas y Cuba con su casillero de victorias a cero.
El grupo B ha sido el de los empates, tres, y dos de ellos entre las primeras clasificadas, Corea del Sur, curiosamente con las segundas, Alemania y las terceras, Dinamarca, que también pasaron a la siguiente ronda. Las tres ganaron sus otros tres enfrentamientos, ante Francia, Brasil y Australia, cuarta, quinta y sexta respectivamente. Francia ganó a alemanas y australianas y empató con brasileñas y estas además ganaron a las australianas, que se fueron en blanco sin ganar un partido y anotando tan solo 56 goles en sus cinco enfrentamientos.
En el grupo C, España no tuvo grandes problemas para pasar a la segunda fase, junto a Montenegro y Rumania, liderando el grupo con sus cinco partidos ganados. Con holgura a Rumanía en el primer partido, Rumanía - España (16-31), con suficiencia a Hungría en el segundo, España - Hungría (29-25), con autoridad al equipo africano España - Senegal (29-20), con contundencia a Kazajistan en el siguiente, Kazakhstan - España (16-43) y por los pelos a Montenegro en el último, Montenegro - España (26-27) en un partido trascendental para la continuidad de las guerreras en el torneo y que llegó empatado al descanso (14-14). Las montenegrinas, segundas, solo perdieron con las españolas, mientras que las rumanas, terceras, perdieron con ambas. No pasaron el corte Hungría, cuarta que ganó dos partidos, Senegal quinta que ganó a Kazakhstan y las kazajas, últimas sin poder ganar un partido.
En el último, el grupo D, dominio absoluto de Rusia que ganó sus cinco partidos a sus cinco oponentes. También pasaron Suecia, que solo perdió con Rusia y el equipo local, Japón que perdió con las dos primeras. Cuarta finalizó Argentina, que ganó a las dos últimas, Congo y China y perdió con las tres primeras; quinta R.D. del Congo que se impuso sólo a China, y estas finalizaron últimas sin conseguir un punto.
Los 12 equipos que continuaban a la siguiente fase quedaban conformados en dos grupos, de la siguiente manera. Al grupo I, pasaban los tres mejores de los grupos A y B, esto es Holanda que lo hacía con (4p), Noruega con (2p) y Serbia con (0p) junto a Corea (2p), Alemania (2p) y Dinamarca (2p), mientras que en el grupo II, lo hacían los tres mejores del C y D, o sea España (4p), Montenegro (2p) y Rumanía (0p) del C, junto a Rusia (4p), Suecia (2p) y Japón (0p) del D.
En el Grupo I, Holanda partía con ventaja de dos puntos sobre sus rivales, Corea, Alemania y Dinamarca y gracias a ello pudo meterse en semifinales, pues sólo pudo ganar a Corea perdiendo con Alemania y Dinamarca. También pasó a semifinales como primera de grupo Noruega que ganó sus tres partidos En tercera posición acabó Serbia que ganó dos y empató el otro. Cuartas fueron las alemanas, quintas las danesas y últimas las coreanas que perdieron sus tres enfrentamientos.

Grupo II. En el grupo de España el primer obstáculo era Suecia, el ogro al que solo se ha conseguido vencer en partido oficial una vez en todos sus enfrentamientos y el vértigo a ganar volvió a aumentar la estadística. España- Suecia (28-28). La primera mitad fue un espejismo, pues Suecia perdía balones, fallaba lo que nunca, y mientras España sumaba y sumaba. El 6-0 español, con las zurdas saliendo a los cortes, presionando a las laterales rivales, le dio mucho brío al juego del equipo de Carlos Viver y el 14-8 del descanso era una evidencia de ello.

El empate retrasa la clasificación para el preolímpico, pero las españolas siguen invictas, segundas de grupo, y practicando un buen juego. En un encuentro en que no brillaron las estrellas, Nerea Pena o Shandy Cabral, cuajaron una actuación excelente en defensa y tuvieron un protagonismo especial la pivote Ainhoa Hernández (5 tantos) y Almudena Rodríguez (4) a pesar de no acabar el partido por tres exclusiones.
En el siguiente partido, Japón - España (31-33), era obvio que se iba a sufrir, pero de esa manera, no. Se esperaba a Japón con un estilo de juego diferente en ataque y se controló bien por momentos. Viver planteó un ataque distinto, con dos pivotes y sin extremo izquierdo. Y como Lara González estaba indispuesta, concentró el juego casi sin el relevo ataque y defensa. Japón, por su parte arriesgó a actuar en ataque con siete de pista, aunque lo fue alternando, para sacar superioridades, sobre todo por la izquierda donde más agua hacia España. Con esa tónica el encuentro se mantuvo en un tú a tú constante, sin diferencias, hasta los cinco últimos minutos cuando una inferioridad española catapultó al equipo, que se fue al descanso con cuatro de renta gracias a un penalti parado por Darly (17-13).
Lo que pasó en el inicio de la segunda parte fue...que España se puso con cinco de renta pero iniciando una serie de pérdidas de balón con malos pases, manos blandas, indecisiones... que complicaron el resultado. Y cada regalo era un gol al contragolpe, con remontada de Japón. Las españolas lograron superar el caos con alguna acción de fortuna, y con una inconmensurable Ainhoa, a la que luego se unió Alicia Fernández para completar con éxito un partido que se había complicado, encajando 31 tantos, 18 en a segunda mitad, ante un rival sin lanzamiento desde los nueve metros y que fía sus posibilidades a llegar a los seis metros con ventaja. La pivote arrolló a las niponas, y aunque sea por poco, cumple el objetivo con el que viajó al Mundial: una plaza para el Preolímpico, con un salto cualitativo importante entre el duodécimo puesto del Europeo a, como poco, sexto en el Mundial. Ahora la meta es aún más grande: estar en las semifinales. Si, a continuación, Suecia no gana a Rumanía, estaría conseguido.
España- Rusia (26-36). Rusia con la clasificación ya conseguida se presentaba al partido sin ninguna presión. Enfrente España dependía de sí misma para ser finalista. Ganando a Rusia, quedaría primera y con el empate, segunda. Incluso puede ser segunda si Suecia no gana a Montenegro (en un empate a puntos con las suecas, si España pierde y Suecia gana, habría que mirar la diferencia de goles, en este momento favorable para las españolas de 18 a 12). A Suecia solo le vale ganar para meterse en semis. Su ventaja es que juegan después y conocerá el resultado. Y el partido fue un desastre. Si antes, durante todo el campeonato, España había hecho sus deberes, superando con nota las exigencias, que habían aumentado por el buen todo que daban, frente a Rusia, eso cambió. No fue el día de nadie. Entre la responsabilidad, el cansancio y la superioridad física rusa, no hubo chispa en la cancha. Y sin ese grado de inspiración el equipo se encoge y las guerreras dejan de ser atrevidas. Salvo el 2-0 inicial de España, el resto del choque fue ruso; sin fisuras, un bloque sólido en defensa y en ataque buscando siempre el uno contra uno, bien con desplazamientos largos, o bien con bloqueos directos. Así evitaban las ayudas españolas que no llegaban a tocar a las lanzadoras potentes de la selección de Ambros Martín. Se llegaba con 12-16 al descanso, que aún dejaba un resquicio a las matemáticas.
Pero no lo hubo. Antes del 26-36 final Viver había apostado por una carta desesperada: atacar con siete, retirando a la portera. Un riesgo necesario y que salió mal, porque las guerreras perdieron ataques poco elaborados, y encajaron goles desde 50 metros, sin que nadie tapase el tiro.
Con Rusia primera, si ganaba Suecia, España pasaba como segunda y, Suecia perdió, Montenegro - Suecia (26-23). Las montenegrinas con la victoria terminaban terceras, superando a Suecia, cuarta y metían a España en semifinales. Quinta finalizó Japón que ganó a Rumanía, finalizando estas en última posición y sin conseguir puntuar.
Para el cruce de semifinales a España como segunda de grupo, le correspondía Noruega, la primera del otro grupo.
En el otro duelo las rusas se medían con las holandesas. Rusia - Holanda (32-33). Las pupilas del francés Emmanuel Mayonnade, con su trepidante balonmano impidieron que Rusia se sintiese cómoda en ningún momento del encuentro y que a pesar de contar con una ventaja de dos goles (26-24) mediada la segunda parte, las dirigidas por el español Ambros Martín siempre parecieron ir a remolque del conjunto neerlandés, llegando al último minuto de juego con empate (32-32) en el marcador. Igualdad que se encargó de romper definitivamente el equipo neerlandés con un gol de la lateral Van der Heijden, que puso el definitivo 32-33 a falta de tan sólo diecinueve segundos para el final y al que no pudo responder en esta ocasión Vyakhireva, la mejor del partido con 9 tantos y que vio como su lanzamiento final se marchaba fuera.
Noruega - España (22-28). La selección española volvía a luchar por las medallas, un territorio que no visitaba desde la plata en el Europeo de 2014. Tampoco se esperaba en esta ocasión. La nueva versión de las guerreras llegaba al Campeonato en pleno periodo de transición y aprendizaje y las semifinales asomaban como un objetivo remoto cuando aterrizó en Japón. El desafío era ocupar una de las seis plazas que daban acceso al Preolímpico. Objetivo cumplido, los demás era un bonus. Y aunque fuera de carambola España estaba en semifinales. Enfrente Noruega, la mejor selección de la década aunque no pase por su mejor momento. En un partido en el que los guiones saltaron por los aires. De entrada, España no se sintió presionada por la fama de las noruegas, no rehuyó el contacto, no se amilanó, no entró en el mar de dudas de medirse a estrellas que han sido referentes para muchas de las nuestras. Se trabajó tanto en defensa, que se llegaba antes a cerrar los espacios; Oftedal, el motor noruego, no conseguía conectar con sus laterales, perdía balones y dejaba huérfanas a las extremos y a la pivote. Fantástica Shandy Cabral en el inicio, magníficas Nerea Pena y estelares la portera Silvia Navarro y la zurda canaria Almudena Rodríguez, (una jugadora hasta ahora de reparto) MVP del partido con seis tantos de siete lanzamientos y que ha sido clave para meter a España en la final.
Empate al descanso y Noruega tras haber tenido cuatro goles de renta (13-13) no reaccionaba. Entró en crisis de ataque, desbordada en defensa y sin las piernas de las españolas capaces de superar hasta las dobles inferioridades. En quince minutos (18-22) las nórdicas sólo habían marcado cinco goles y habían cambiado varias veces la composición ofensiva. Y mientras, las guerreras en ascenso: Nerea tomó el mando, y compartió lado con Alicia Fernández, providencial en los pasivos para lograr goles desalentadores. Ainhoa Hernández, bastión con Lara González en el centro del 6-0, Marta López tirando de muñeca en la esquina al contragolpe y las dos estrellas... Así acabó Noruega, desbordada y sin saber cómo le había pasado España por encima.
Tercera victoria oficial de las españolas ante las noruegas en lo que va de siglo, (la última ya hacía siete años), que les permite meterse en la final y aspirar a todo.
En el partido por el tercer puesto las rusas se impusieron a las noruegas en un gran partido Noruega - Rusia (28-33) La selección rusa se colgó la medalla de bronce tras imponerse a Noruega en el partido por el tercer y cuarto puesto, teniendo a su portera Kalinina como principal estrella. La portera rusa se convirtió en una inesperada protagonista del partido realizando doce paradas, más del doble que su rival, la noruega Solberg, que sólo pudo contabilizar cinco intervenciones. Si el dispar rendimiento de las porteras de ambos conjuntos fue fundamental en el triunfo ruso, la máxima responsable de que las rusas se colgaran el bronce fue Vyakhireva. La lateral, que ya en la semifinal ante Holanda anotó 11 tantos, tardó quince minutos en firmar su primera diana ante las noruegas, pero concluyó el encuentro con nueve tantos, tres de ellos de penalti. La jugadora del Rostov Don no solo destacó en la faceta goleadora, sino que también lo hizo asistiendo diez veces a sus compañeras, aprovechando la especial atención que le prestaba la defensa noruega. Generalmente a la pivote Makeeva, que convertía cada balón que recibía en gol o en un lanzamiento de penalti. Rusia, que remontó un 3-0 adverso de inicio, alcanzó una ventaja de cuatro goles en la primera mitad (11-15) y encarriló definitivamente el partido mediada la segunda mitad (21-27) con un renta de seis, que supo administrar hasta lograr el 33-28 final.
Y en la final, España se enfrentaba con Holanda, España - Holanda (29-30). España necesitaba hacer un partido tan completo como los que había realizado a lo largo de la competición y tuvo el arranque que se soñaba, con defensa y contragolpe que la puso por delante (5-2) y le dio la iniciativa hasta el 9-5. Ahí sufrió un atasco de 10 minutos, en una serie de ataques no transformados. Empezaron a dejarse notar enfrente la portera Wester y la central Polman, que arrancando desde atrás desbordaba continuamente a la defensa española para igualar el marcador (9-9). España recuperó la luz con Alicia Fernández, rompiendo el dique holandés, pero la 'naranja mecánica' ya carburaba a máximas revoluciones y llegaron al descanso con tres goles de ventaja (13-16).
Comenzó la segunda parte con las holandesas aumentando la diferencia. Las españolas estaban perdiendo su proverbial fortaleza defensiva y Viver tuvo que arbitrar un 5:1, que derivó en un marcaje individual para intentar frenar a Polman, algo que nunca se consiguió. Aun con cinco goles abajo, España no se rindió. Por fin la portería empezó a carburar, se pudieron montar varios contragolpes y el equipo entró en los diez últimos minutos con el partido abierto (21-23). La tendencia había cambiado y aunque la primera línea holandesa seguía mostrando todo su potencial, España no perdía comba y las holandesas podían sentir su aliento en el cogote. Varias recuperaciones defensivas permitieron igualar el choque (29-29). Ninguno de los dos equipos aprovechó sus últimas posesiones. España provocó el pasivo holandés, y tras el tiempo muerto español, se la jugó Barbosa antes de madurar lo suficiente la jugada. Su tiro lo atajó Wester, que cuando buscó el pase largo, fue interceptada por Hernández saltando desde fuera del área. La árbitro de portería pitó, señaló dos veces hacia el suelo del área, decidiendo que la española había incurrido dentro del área en una acción antideportiva, castigada en los últimos 30 segundos de juego con descalificación y penalti. Penalti que transformado y a seis segundos del final significó el título para Holanda y la decepción para las Guerreras.
Una decisión arbitral trascendental, de una pareja muy capacitada como las gemelas Bonaventura francesas, despojó a España de su derecho a pelear el título Mundial hasta el último segundo en la final. Las 'Guerreras' lo pelearon hasta el límite de sus fuerzas y la plata premia la actuación sobresaliente de una selección que ha recuperado protagonismo en el balonmano mundial.
Holanda, que venía llamando repetidamente a las puertas desde hacía cuatro años se lleva el título por primera vez en su historia