
Alemayehu Bezabeh, 1/1/1986, Addis Abeba, atleta nacido en Etiopía, se ha convertido este domingo en Dublín en el primer español que conquista el título masculino de campeón de Europa de cross. Juan Carlos de la Ossa (tres veces), Alberto García y Alejandro Gómez habían logrado medallas de plata, pero ningún español había subido a lo más alto del podio en las 15 ediciones anteriores.
La historia de Bezabeh está marcada por un pasado difícil, llegando a España en situación irregular y durmiendo en la calle, hasta que fue auxiliado por una asociación madrileña y obtuvo posteriormente el permiso legal para permanecer en el país, nacionalizándose español el año pasado.
Este año Bezabeh, segundo en el cross de Atapuerca plantando cara al campeón mundial, el etíope Gebre Gebremariam, y vencedor en Quintanar, venía anunciando un gran momento de forma que ha plasmado con una victoria impecable delante de un entusiasta público. Dos años después de que Marta Domínguez obtuviera en Toro (Zamora) el primer título continental de cross para España, Bezabeh dominó el recorrido de 9.997 metros, con más barro cada vuelta que daban (era la última carrera), que recorría un parque del este de la ciudad, confirmando su progresión y batiendo por diecisiete segundos al británico Mo Farah, segundo el año pasado y por 42 al ucraniano Sergiy Lebid, vigente y ocho veces campeón de la competición.
La carrera respondió a las expectativas. Mo Farah, que se había entrenado también en la altitud de Addis Abeba, marcó la pauta en los primeros kilómetros, con Bezabeh y Lebid a su lado. Ayad Landassem y Sergio Sánchez marchaban en un segundo grupo. Mediada la prueba Farah y Bezabeh se habían quedado ya solos en cabeza, diez segundos por delante de Lebid.
La ventaja de los dos fugados fue aumentando y a tres kilómetros del final, Lebid, quince segundos por detrás, ya podía dar por perdida toda opción a ganar el noveno título. (Justificó su tercer lugar por un dolor en los aductores que arrastraba durante la semana).
Bezabeh, que el año pasado en Bruselas hubo de resignarse al séptimo puesto después de haber salido a todos los ataques, aprovechó la lección y esta vez fue él quien, una vez que se quedó solo con Farah, le atacó sin complejos en los dos últimos kilómetros hasta dejarlo irremisiblemente atrás. Farah llegó exhausto a la meta y se desmayó al cruzar la línea de llegada. Varios minutos más tarde y tras numerosas transfusiones, el británico recobró el conocimiento.
El cuarto puesto de Sergio Sánchez y el quinto de Ayad Landassem permitieron a España revalidar su título por equipos en categoría masculina, por delante de Gran Bretaña e Italia.
En categoría femenina, Rosa Morató completó el éxito español consiguiendo la medalla de plata dos años después de haber subido por primera vez al podio, al ser tercera en Toro (Zamora), cuando fue campeona Marta Domínguez.
Sobre un recorrido de 8.018 metros, la victoria fue para la británica Hayley Yelling, campeona en 2004 que a pesar de sus 35 años y su retiro voluntario de la competición, ayer se mostró intratable,marcandóoel ritmo desde el primer momento y no cediendo hasta la meta. Morató llegó con fuerza al último kilómetro e incluso intentó alcanzar a la británica, pero al final hubo de resignarse a defender su segundo puesto. Yelling se impuso por siete segundos a la española y por quince a la holandesa Adrienne Herzog.
La historia de Bezabeh está marcada por un pasado difícil, llegando a España en situación irregular y durmiendo en la calle, hasta que fue auxiliado por una asociación madrileña y obtuvo posteriormente el permiso legal para permanecer en el país, nacionalizándose español el año pasado.
Este año Bezabeh, segundo en el cross de Atapuerca plantando cara al campeón mundial, el etíope Gebre Gebremariam, y vencedor en Quintanar, venía anunciando un gran momento de forma que ha plasmado con una victoria impecable delante de un entusiasta público. Dos años después de que Marta Domínguez obtuviera en Toro (Zamora) el primer título continental de cross para España, Bezabeh dominó el recorrido de 9.997 metros, con más barro cada vuelta que daban (era la última carrera), que recorría un parque del este de la ciudad, confirmando su progresión y batiendo por diecisiete segundos al británico Mo Farah, segundo el año pasado y por 42 al ucraniano Sergiy Lebid, vigente y ocho veces campeón de la competición.
La carrera respondió a las expectativas. Mo Farah, que se había entrenado también en la altitud de Addis Abeba, marcó la pauta en los primeros kilómetros, con Bezabeh y Lebid a su lado. Ayad Landassem y Sergio Sánchez marchaban en un segundo grupo. Mediada la prueba Farah y Bezabeh se habían quedado ya solos en cabeza, diez segundos por delante de Lebid.
La ventaja de los dos fugados fue aumentando y a tres kilómetros del final, Lebid, quince segundos por detrás, ya podía dar por perdida toda opción a ganar el noveno título. (Justificó su tercer lugar por un dolor en los aductores que arrastraba durante la semana).
Bezabeh, que el año pasado en Bruselas hubo de resignarse al séptimo puesto después de haber salido a todos los ataques, aprovechó la lección y esta vez fue él quien, una vez que se quedó solo con Farah, le atacó sin complejos en los dos últimos kilómetros hasta dejarlo irremisiblemente atrás. Farah llegó exhausto a la meta y se desmayó al cruzar la línea de llegada. Varios minutos más tarde y tras numerosas transfusiones, el británico recobró el conocimiento.
El cuarto puesto de Sergio Sánchez y el quinto de Ayad Landassem permitieron a España revalidar su título por equipos en categoría masculina, por delante de Gran Bretaña e Italia.
En categoría femenina, Rosa Morató completó el éxito español consiguiendo la medalla de plata dos años después de haber subido por primera vez al podio, al ser tercera en Toro (Zamora), cuando fue campeona Marta Domínguez.
Sobre un recorrido de 8.018 metros, la victoria fue para la británica Hayley Yelling, campeona en 2004 que a pesar de sus 35 años y su retiro voluntario de la competición, ayer se mostró intratable,marcandóoel ritmo desde el primer momento y no cediendo hasta la meta. Morató llegó con fuerza al último kilómetro e incluso intentó alcanzar a la británica, pero al final hubo de resignarse a defender su segundo puesto. Yelling se impuso por siete segundos a la española y por quince a la holandesa Adrienne Herzog.
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