Monday, September 9, 2013

Bandera de La Concha. 2ª Jornada


En la tanda de consolación bogaron Donostiarra, Portugalete, San Pedro y Tiran. Desde el principio Portugalete enseñó la proa a sus rivales intentando recuperar el tiempo perdido el domingo pasado. En la ciaboga a más de seis segundos giraban Tirán y San Pedro (por ese orden) y a más de 20, Donostiarra. Como de costumbre Tirán sacó su mejor remada en el largo de vuelta. Primero para comenzar a reducir diferencias de un modo paulatino, hasta pegarse a Portugalete y a falta de 300 metros para dejarla atrás de manera definitiva aunque el crono solo marcase dos segundos de margen en la línea de meta. Por detrás (a doce seg) llegó San Pedro, cuyo rendimiento fue diametralmente opuesto con respecto al primer día. Únicamente la donostiarra se mantuvo en su papel en las dos jornadas.
En la tanda de honor los gallos, con Kaiku por la uno, Orio, Urdaibai y Hondarribia nos ofrecieron un espectáculo, un canto al remo. Una de esas regatas que hacen afición. En el aspecto deportivo, hubo de todo: alegrías, tristezas, mucha emoción y una tensa polémica final. A diferencia de lo que se preveía en un principio, y en beneficio del espectáculo, las calles no fueron un factor clave. El inicio de la prueba estuvo marcado por un intento de romper la regata por parte de Kaiku. La Bizkaitarra salió a todo gas, imponiendo una buena remada, pero no consiguió coger la proa de la regata con solvencia, con lo que Urdaibai y Orio rápidamente le dieron caza. Por detrás, Hondarribia sabía lo que tenía que hacer para llevarse el título y se dejó unos metros en la parte inicial. Nada alarmante.
Pasada la isla de Santa Clara las cuatro embarcaciones enfilaron emparejadas la ciaboga exterior. Todos tuvieron una maniobra limpia y el show continuó su curso. Era la hora de volver y de empopar bien el bote para aprovechar lo mejor posible las pequeñas olas que se presentaban en el camino. Es públicamente reconocido que Ioseba Amunarriz, patrón de Hondarribia, es un sheriff en estas lides, y ayer volvió a demostrarlo. Puso a su trainera en cabeza en el tramo medio del retorno a tierra, haciendo soñar a sus vecinos con lograr una victoria épica. En el otro lado de la balanza estuvo Gorka Aranberri. El joven se erigió, sin quererlo, en una parte importante del resultado final de la regata. Corría el minuto trece de la regata y la Ama Guadalupekoa lideraba con menos de un segundo de diferencia con respecto a Orio y a Urdaibai. Los txos eran vecinos de calle de los verdes y se acercaron demasiado a la calle 4. Tanto que chocaron palas. La Bou Bizkaia siguió con su remontada en busca de la victoria en la jornada y en la regata.

Ese fue el gran momento de los bermeotarras, que repitieron la misma gran txanpa final del pasado domingo y cogieron un segundo de ventaja que a la postre fue definitivo. Los últimos 200 metros fueron de lo más excitante. Emparejados los tres de cabeza, nadie podía aventurar quién se llevaría el gato al agua y, entonces, apareció Orio, forzaron una última serie de remada corta, adelantaron a Hondarribia y a punto estuvieron de adjudicarse la victoria de la jornada. Finalmente, Urdaibai aguantó  el tirón de los aguiluchos y se llevó la victoria por 0.66 segundos. A 1.06 llegó la Ama Guadalupekoa, cerrando el trío de los mejores. Por contra, Kaiku no levanta cabeza y se volvió a dejar un mundo en popare, terminando a 15 segundos. Tras la reclamación de Hondarribía y la consiguiente descalificación de Urdaibai, todos mejoran una posición, la regata se la lleva Orio y la bandera se fue a Bidasoa por undécima vez y después de 45 largos años.  

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