Wednesday, June 10, 2015

Enduro Extremo Hare Scrambler 2015

La de 2015 ha sido la edición en la que menos pilotos han acabado. Solamente cinco: los cuatro ganadores y otro, el español Mario Román, que pese a estar lesionado de la rodilla pudo completar la carrera. Cuatro ganadores, sí, el español Alfredo Gómez, los ingleses Jonny Walker y Graham Jarvis y el alemán Andreas Lettenbichler lograron la victoria en esta, la 21ª edición del Erzberg Rodeo, tras pasar de forma conjunta por la meta.
Esta carrera se ha convertido prácticamente en una prueba de supervivencia. Como sólo pueden participar 500 pilotos, dos días antes se establece una prólogo de la que salen los mejores tiempos. El domingo a las 11 de la mañana llegan a la explanada de la mina y justo a las 12 h y en filas de 50 pilotos van tomando la salida. Es una carrera por eliminación. El tiempo máximo para acabar son cuatro horas y el vencedor suele invertir tres más o menos, aunque esta vez no fue así.
Walker fue el primer líder de la carrera, llegando a aventajar a Jarvis en casi cinco minutos en el inicio de la misma. Pero el británico se cayó y dañó de manera considerable el radiador de su moto teniendo que aflojar el ritmo. Este hecho fue aprovechado por Jarvis y Gómez para acercarse a menos de un minuto. Para cuando llegaron a la nueva sección de este año, Downtown, en un área boscosa, solo quedaban 12 participantes. El primero en llegar fue Walker y ante la imposibilidad física de afrontar la zona en solitario, decidió esperar a su compañero de equipo Gómez que circulaba a continuación. Como explicaba Alfredo Gómez " La idea que teníamos era ayudarnos a subir nuestras motos rápido y reiniciar la carrera los dos. Pero con el cansancio no podíamos y eso hizo que los de detrás nos alcanzaran. Decidimos ayudarnos entre todos, pero respetando las posiciones". "Preguntamos si alguien tenía una cuerda y nos dejaron una" (la ayuda física del público no está permitida, pero sí de otro tipo).
Así los cinco pilotos (con el sudafricano Wade Young luego descalificado por saltarse un control) alcanzaron la cima arrastrando las motos. Necesitaron una hora y media para poder salir de la trampa de raíces, rocas y piedras. Para entonces solamente quedaban 30 minutos para agotar las cuatro horas reglamentarias. Los tres controles restantes los hicieron los cuatro en grupo llegando a la vez a meta, cruzándola con menos de dos minutos de margen (3 h 58´25") respecto al horario establecido por la organización.
Mayor mérito tuvo Mario Román, que rodaba detrás de ellos, pues encaró la trialera en solitario, por su cuenta, sin ayuda y con la rodilla lesionada. Apenas entró un minuto por detrás de los ganadores ( 3h 58´58") a 62 seg del fuera de control, con lo que se convertía en el autentico héroe del día.

Jarvis era el menos contento de los cuatro al llegar a meta, pues era líder de la prueba con diferencia hasta llegar a Downtown. Ha participado en cuatro ediciones: rompió la moto en la primera, fue tercero en la segunda y cuarto en la tercera. Este año logró su mejor resultado con este primer puesto, aunque él no se vea ganador. "Casi gano", dice. "Una victoria compartida entre cuatro no sabe igual", argumentaba.


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