Ganar el primero de los majors (y de manera similar al resto), el Masters otorga al golfista que lo consigue ciertos privilegios: aquí, ser invitado automáticamente a jugar los otros tres majors durante los siguientes cinco años y conseguir una invitación de por vida para jugar el Masters. También entrar a formar parte del PGA Tour y ser invitado para jugar The Players durante los siguientes cinco años.
El Torneo cuenta con una tienda de merchandising, únicamente abierta durante esa semana, que factura en torno a 40 millones de dólares en los siete días.
Entre las peculiaridades de Augusta es obvio que no hay marcadores electrónicos (todo se escribe a mano); el público no puede exhibir banderas ni ningún tipo de simbología; está vetado correr, gritar e incluso llevar la gorra al revés; y es el único torneo donde el uso del teléfono móvil está rotundamente prohibido.
El presupuesto para premios fue de 11,5 millones de dólares aunque el premio más significativo del torneo, sin embargo, es la codiciada chaqueta verde que lo identifica como socio del club. Además de este premio, el ganador del torneo recibe una Medalla de Oro y su nombre es grabado en el Trofeo de los Maestros. Este trofeo, que representa la sede del club, fue entregado por primera vez en 1961 y permanece en el club.
Desde 1993, se entrega una réplica del trofeo al ganador como reconocimiento. Por su parte, el finalista recibe una medalla de plata, y desde 1978, una bandeja de plata.
El Masters de Augusta sigue el formato de juego Stroke Play, es decir, un recorrido de 72 golpes en 18 hoyos a realizar cuatro veces a lo largo de cuatro jornadas. El torneo se rige por las normas dictadas por la "Asociación de Golf de los Estados Unidos" y por normas propias dictadas por el comité encargado de su organización.
Debido a que este evento tiene un campo relativamente más pequeño que el resto de los torneos, los grupos se forman con tres jugadores durante los primeros 36 hoyos (las dos primeras jornadas del jueves y viernes). Después se procede a hacer un corte, es decir, se elimina a los jugadores que hayan hecho más de un número determinado de golpes. Los jugadores que "pasan el corte" se eligen al menos por uno de los siguientes criterios: Los 50 jugadores con menor número de golpes (se incluyen aquellos jugadores que se encuentren empatados con el jugador que tenga el peor resultado de los 50);
o aquellos que no hayan realizado 10 golpes más que el líder.
Tiger Woods, el ganador de 15 'majors' y cinco Masters (a tres y uno respectivamente de Jack Nicklaus) cambió con su victoria en 1997 con 21 años los estándares de un lugar inmaculado y rígido situado seguramente en el estado más racista de EE UU, donde hasta entonces los negros sólo participaban como caddies salvo en tres ocasiones (Lee Elder, Jim Thorpe y Cal Peete).
Woods focalizaba la atención de todos los medios, pero entre los otros 90 jugadores, además del defensor del título el japonés Hideki Matsuyama, había seis nombres que centraban a priori la máxima atención y que llegaban con una doble misión: ganar el Masters y salir de Augusta como número uno del ranking. Son Scottie Scheffler (uno del mundo), Jon Rahm, (2º), Collin Morikawa (3º), Vikton Hovland (4º), Patrick Cantlay (5º) y Cameron Smith (6º). Los tres norteamericanos, el español y el noruego dependían de sí mismos; si ganaban el Masters salían como líderes del ranking, mientras que el australiano necesitaba además de vencer en Augusta, esperar el puesto del resto de adversarios.
El vasco de Barrika con 27 años capitaneaba la terna española junto a Sergio García de 42 (ganador en 2017), que ha jugado 23 de las 24 últimas ediciones del torneo, (sólo se perdía la de 2020 por no superar un test de coronavirus) y Chema Olazábal de 56 (vencedor en 1994 y 1999) que disputa su 103ª ronda en el Augusta National, 39 de ellas bajo par, y que abrirá el campo en la jornada inicial compartiendo partido con el local J. J. Spaun.
La primera jornada empezaba retrasada media hora por la tormenta de las horas previas y tras los honorables Tom Watson, Jack Nicklaus y Gary Player, el pistoletazo oficial de salida se daba con la pareja Chema Olazabal y JJ Spaun abriendo pista. Cinco horas mas tarde lo haría Sergio García con Thomas Pieters y Harold Varner III y media hora después el tercer español en liza, Jon Rahm con Will Zalatoris y Patrick Cantlay.
Im Sung-jae se convirtía en el primer coreano en salir líder después de una ronda en el Masters, al marcar la mejor tarjeta de la jornada con 67 golpes, cinco bajo par gracias a los birdies en sus primeros tres hoyos yendo cuatro bajo par después de siete hoyos y antes de conseguir dos bogeys consecutivos en los hoyos 10 y 11. En el par 5 del 13, Im hizo su golpe de aproximación a 12 pies e hizo el putt para eagle antes de hacer birdie también en el 15.
En segunda posición y con un golpe más, Cameron Smith, abría con un doble bogey en el primer hoyo. Comenzando con un chip-in para birdie en el quinto, sin embargo, Smith se fue ocho bajo par en un lapso de 14 hoyos. En el par 3 del 16, Smith golpeó su golpe de salida a cinco pies e hizo el putt para llegar a seis bajo par para la ronda antes de que otro doble bogey en el 18 lo devolviera a cuatro bajo par y una ronda de 68.
En tercera posición acababa el recién estrenado nº 1 del mundo, Scottie Scheffler, que no conseguía un bogey hasta el hoyo 18, para situarse con 69 golpes, tres bajo par. Los mismos que los ex campeones Dustin Johnson y Danny Willett, así como Joaquin Niemann, que embocaba un eagle en el par 4 del noveno hoyo.
Harold Varner III , en su debut en el Masters, se fue cuatro bajo par en un tramo del hoyo 13 al 16, incluido un casi albatros desde los pinos en el hoyo 13. Terminó con 71 golpes, uno bajo par.
También
Tiger Woods finalizaba décimo con 71, empatado con el británico Matt Fitzpatrick y siete estadounidenses más.
Mientras el vigente campeón Hideki Matsuyama terminaba bajo el par del campo en el puesto 19º al igual que el mejor de los españoles Sergio García." El par del campo fue un resultado decente para el viento que había soplado" decía el de Borriol que le quitaba honores a su batalla "porque con la lluvia que ha caído, los greenes estaban más receptivos. Si llegan a estar como el martes...". Un acierto más, o haber minimizado los dos únicos errores que tuvo de verdad (la salida al bosque de la derecha en el hoyo 2, que se le quedó injugable y tuvo que dropar con penalidad, y otro en el deficiente segundo tiro al green del hoyo 13), le hubiesen colocado en el top 10 con otro talante. Jon Rahm igualmente terminaba con dos sobre el par en la posición 43 y caliente con el barro y el estado de la pista con Chema Olazabal con +5, terminando muy atrás y sin posibilidades.
La segunda jornada amanecía con cielo despejado y despejaba también, las dudas de su candidatura, el nº 1 del mundo, Scottie Scheffler.
El golfista de 25 años, con un comienzo trabado como todos, dos bogeys en los tres primeros hoyos, jugaba el último tercio del recorrido cuando el viento, (había alcanzado casi 50 km/h), bajaba hasta desaparecer. Fue el tramo en el que lograba cuatro birdies que lo dispararon hasta la cabeza para firmar la mejor vuelta del día (67 golpes) junto al maravilloso Justin Thomas. Y eso le concedía un margen notable. Cinco golpes de ventaja para el jugador del año (ha ganado Abierto de Phoenix, Arnold Palmer y Mundial Match Play en seis semanas) es un buen botín y que además sabe cómo se juega este campo consiguiendo birdies en todos los pares 5 para terminar la ronda con una tarjeta de 67, cinco bajo par, lo que sumado a su primera jornada de 69, sumaba un total de 136, ocho bajo el par, que le situaban líder destacado, empatando el record de 36 hoyos del campo (4 de los 5 poseedores de récords anteriores ganaban posteriormente el torneo: Jordan Spieth (2015), Raymond Floyd (1976), Jack Nicklaus (1975) y Herman Keiser (1946) hicieron buena la ventaja, mientras que Harry Cooper (1936) acabó segundo, cediendo por un golpe ante Horton Smith y en una edición condicionada por las tormentas que obligó a jugar el lunes las dos últimas rondas).
Para la segunda posición a cinco golpes de diferencia, empataban cuatro jugadores, incluido el líder de la primera ronda Im Sung-jae y el campeón defensor Hideki Matsuyama, con 141 golpes y tres bajo par.
Mientras Tiger Woods, aunque lisiado, quería prolongar su racha de cortes superados en el Masters (22 y la tercera más longeva de la historia). Esperando su momento, a partir del hoyo 8 (segundo más fácil del campo) donde embocaba su primer birdie, para luego sumar cuatro más, también dos bogeys, ya sin viento, y asegurarse una plaza en el recorrido del sábado. Incluso jugando para birdie en un par de ocasiones más, sin éxito, marcaba una tarjeta con 74 golpes, para un total de 145, uno sobre par, pero a nueve golpes del líder y empatado en el puesto 19 con Stewart Cink que lograba un hole in one en el par 3 del hoyo 6.
Tan solo 52 de los 91 jugadores pasaban el corte, situado esta vez en 148 golpes, (4 sobre par) y entre ellos no figuraba ninguno de los seis aficionados inscritos. Entre los ausencias notables que no superaban el corte se incluyen al campeón del 2015, Jordan Spieth, los subcampeones del 2019, Brooks Koepka y Xander Schauffele o el campeón del US Open de 2020, Bryson DeChambeau.
Tampoco Chema Olazabal con 161 golpes, a trece del corte.
Si lo hacía Sergio García cerrando el recorrido con dos birdies seguidos que le alejaban dos golpes del corte, 146 para él.
En la tercera jornada, el sábado 9 comenzaba el recorrido Scottie Scheffler, con una ventaja de cinco golpes, para finalizar con -11 y conseguir con el resto una segura diferencia de 6 golpes. Hizo cuatro birdies en los primeros nueve para llegar a 11 bajo par y abrir una ventaja de seis golpes a la mitad del recorrido, para en la segunda parte, fallar en el hoyo 12 (bogey), birdie en el 13, bogey en el 14 y bogey en el 15. Con su ventaja reducida ahora a solo tres golpes, Scheffler hizo birdie, para volver a -10 en el 17 y, en el 18, verse obligado a dropar desde debajo de un árbol, después de un golpe muy a la izquierda, pudiendo conectar con su tercer tiro desde la paja hasta el green y salvar con un bogey y terminar con 9 bajo par y un recorrido de 71.
Cameron Smith comenzaba la ronda seis golpes por detrás, pero se fue a -5 del hoyo 6 al 15. A pesar de forzar un bogey en el par 3 del 16, después de tener problemas para salir del búnker junto al green, Smith entregaba un 68, cuatro bajo par, la mejor ronda del día por dos tiros, para terminar seis bajo par, tres por detrás de Scheffler.
El líder de la primera ronda, Im Sung-jae , hizo doble bogey en su primer hoyo y dos más en el 5º y 6º, pero luego jugó el resto del recorrido en cinco bajo par para terminar con un 71, sumar 212 y saltar al tercer lugar en solitario con cuatro bajo par, a cinco de Scheffler.
Mientras el campeón de 2011, Charl Schwartzel, que jugaba en el grupo final con Scheffler, embocaba desde la calle en el 10, para con un eagle acercarse a la cabeza con -3. Pero en sus últimos ocho hoyos hacía cuatro bogeys volviendo a caer a dos bajo par, sumar 214 y empatar por el cuarto lugar con Shane Lowry a -4 y siete golpes de la cabeza.
En cambio el cinco veces campeón Tiger Woods en una pésima jornada tuvo cuatro bogeys y un cuatro putts, los primeros en este torneo desde 2005, en una ronda de +6 y 78, la peor puntuación de su carrera en el Masters y se despide de la chaqueta verde con 223 golpes +7 a 16 golpes de la cabeza.
En cuanto a los españoles, el León de Barrika firmaba también una desastrosa ronda de +5 (+7 en el cómputo combinado) con cinco bogeys, un doble bogey y dos birdies, el último en el 18, única oportunidad en que sonreía al embocar con un gran putt. Puesto 41º para Rahm.
Por su parte, algo mejor el de Borriol, cerraba los 3/4 de major con +4 en total, tras cuatro bogeys (hoyos 10, 12, 16 y 18) y dos birdies (hoyos 1 y 13) y 74 golpes que sumaban los 220 que le situaban a 14 golpes de Scheffler.
Después de los 54 hoyos perdían sus anhelos de chaqueta verde (algo que ya habían hecho otros por ni siquiera pasar el corte) gente como Spieth, Koepka, De Chambeau, Schauffele, Rose o Molinari.
Augusta pasa factura sin mirar documentos de identidad.
La tristeza e incomodidad de la mayoría, una constante cascada de errores que iban estropeando sus números a lo largo del paso de los hoyos tenía, como suele ocurrir, una parte B. La de los elegidos que parecen no sufrir los mismos problemas. Y por encima de todos, Scot Scheffler. El número uno sigue en un estado de forma que asusta y camina firme a ganar su cuarto torneo de los últimos seis disputados... y tras no ganar ninguno de los 70 primeros desde su llegada al PGA Tour. Su portentoso físico (1,91 y 91 kilos) le hacía avanzar por el Augusta National como un titán que encadenaba golpe tras golpe que le abrían muchas opciones de birdie. Prácticamente no sufría, salvo en el postrero 18, como el resto de ‘mortales’ para cumplir con los impactos pedidos. Únicamente el australiano Cameron Smith, parece poder estar en condiciones de superar la desventaja con la que parte a los 18 hoyos finales.
En la última jornada, en un día especialmente soleado
Scottie Scheffler que comenzaba la ronda final con 207 golpes y una ventaja de tres sobre Cameron Smith, (su pareja del día) terminaba sumando 71 más, uno bajo par, y 278 en total, suficientes para ganar su primer Masters con tres golpes de diferencia y seguir mandando al frente de la clasificación de la PGA.
Scheffler, veía como su ventaja se reducía a uno después de que Cameron Smith lograra un birdie en sus primeros dos hoyos. Ambos jugadores fallaron sus drives a la izquierda en el par 4 del tercer hoyo y se quedaban cortos en sus segundos tiros. Pero Scheffler, jugando primero, hizo un tiro bajo que rodó hasta el hoyo para un birdie, mientras Smith se pasaba y fallaba su putt para par y caer a tres por detrás. Smith también hizo bogey en el par 3 del cuarto, desde el búnker del lado del green. Ambos hicieron birdie en el séptimo después de aproximaciones cortas y Scheffler acababa la media vuelta con una ventaja de cuatro golpes y 11 bajo par.
En el par 4 del hoyo 10, los dos se pasaban en un golpe pero Smith lograba birdie en el siguiente (hoyo 11 par 4) al hacer un putt de 15 pies, redujo su desventaja a tres golpes al dirigirse al 12. Y ahí se acabó la emoción, pues el drive de Smith en el par 3 del hoyo 12 se quedó corto y aterrizó en Rae's Creek y jugando para su tercer golpe, la pegó sobre el green terminando con un triple bogey para quedar fuera de la contienda. Scheffler también fallaba el green con su golpe de salida, pero pudo escapar y salvar el par. Después de igualar los dos el par 5 del 13, Scheffler en el 14 lograba otro birdie mientras Smith sumaba otro bogey. Sendos birdies en el hoyo 15 y otro más en el 16 para Cameron, rebajando su ventaja a cuatro, no inquietaron al ya casi campeón que en el 18 se permitía el lujo de cometer doble bogey por el par de su compañero y cedía dos golpes más. 71 para el americano y 73 para el australiano, sumaban 278 y 281 golpes, respectivamente en los cuatro días.
Smith terminaba cinco bajo par y empatado en el tercer lugar con Shane Lowry.
Un portentoso Rory McIlroy comenzaba la jornada 10 golpes por detrás de Scheffler antes de hacer cuatro birdies en sus primeros nueve. Luego consiguió un birdie en el 10, hizo eagle en el par 5 del 13 y embocó un tiro desde un búnker junto al green en el 18 para sumar 64 golpes, 8 bajo el par, empatando el récord del Masters por la ronda final más baja. Terminando con 281 golpes y siete bajo par se subía al segundo cajón del podio en solitario, su mejor resultado en un Masters. McIlroy además conseguía la única jornada sin bogey de cualquier jugador durante el torneo en su ronda final.
La última ronda de los españoles fue mejor para el vasco con una gran tarjeta de 69 golpes (-3) a cinco golpes del espectacular recorrido de McIlroy, que le situaban en el tercer puesto de la jornada y ascendía con 292 golpes al puesto 27 final (74, 72, 77 y 69).
Para el castellonense García con 71 golpes (-1), también fue su mejor jornada (72, 74, 74 y 71) y sumando 291, uno menos que Rahm, que le situaban cuatro puestos mejor, en la 23ª posición.
Como vencedor de la cita, Scottie Scheffler se lleva 2,7 millones de dólares (2,5 millones de euros) y como subcampeón, Rory McIlroy recibe 1.620.000 dólares (casi millón y medio de euros),mientras que Cameron Smith y Shane Lowry, que cierran el podio, se llevarán cada uno 870.000 dólares del tercer premio.
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