La lista de favoritos la encabeza el neerlandés Remco Evenepoel, comandando al Quick Step, junto a los británicos Geraint Thomas y Tao Geoghegan al mando del potente Ineos, con el esloveno Primoz Roglic como jefe de filas de Jumbo y se completaba con el portugués Joao Almeida al mando del UEA. Nombres importantes a tener en cuenta eran Jack Haig capitaneando al Bahrein, Thibaut Pinot al Groupama o Alexander Vlasov como jefe de filas del Bora. Dos ausencias importantes eran Tadej Pogadcar, o el vigente campeón Jay Hindley.
Por tanto 176 ciclistas, englobados en los 22 equipos participantes, uniéndose a los 18 World, 4 invitados (los italianos Bardiani CSF, Eolo Kometa y Corratec más el Israel).
La representación española era de solo siete ciclistas (la más baja de la era moderna) y en el que sólo repetía Rojas. Eran los Movistar (Carlos Verona, José Joaquín Rojas, Oscar Rodríguez y Albert Torres), Jonathan Lastra (Cofidis), Luis León Sánchez (Astana) y Diego Pablo Sevilla (Eolo).
PRIMERA SEMANA.
La primera etapa se disputaba el sábado 6 y era una CRI de 19,6 km entre en desde Fossacesia Marina y Ortona, por un carril bici. Los 176 corredores salían de minuto en minuto comenzando con el belga Laurens Huys y finalizando con Stefano Oldani. El vencedor fue el favorito Renco Evenepoel (Quick Step) que saliendo 12º por la cola, marcaba un tiempo de 21'18 arrasando a todos los anteriores competidores, incluido el mejor tiempo hasta entonces del portugués João Almeida (UAE Emirates) 21'47 (finalmente tercero a 29"), y registro al que ninguno de sus posteriores rivales se podía acercar. Ni Roglic (Jumbo), a continuación, sexto a 43"; ni después Kung, 5º también a 43"; ni Ganna (Ineos), segundo a 22". Mientras que los británicos Tao Geoghegan (Ineos) y Thomas Geraint (Ineos) eran 4º a 40" y 9º a 55" respectivamente mientras que el danés Mads Pedersen (Trek) era 12º a más de 1'. El mejor español era LL. Sánchez, 73º a 2'12.
La segunda, entre Terano y San Salvo, era una etapa con un recorrido llano de 202 km y con dos tachuelas de 4ª a mitad de recorrido. La primera cita con el sprint estuvo animada por una escapada que comenzaba su aventura nada más salir de Teramo con Lapeira, Champion, Bais, Gandin y Verre y que conseguía hasta 6', siendo disuelta a 35 km de San Salvo. Un accidente alteraba el guion a 3,5 km de meta con Cavendish y Pedersen en el suelo, quedando el pelotón dividido, con 50 hombres delante. La sorpresa la daba el italiano Jonathan Milan, que ganaba su primera etapa, en casa y ante sus paisanos, imponiéndose a David Dekker y Kaden Groves.
La tercera etapa, el lunes, era también llana, de 213 km entre Vasto y Melfi, con una última parte más quebrada y contemplaba una escapada inicial de dos hombres del Corratec, el serbio Stojnić y el italiano Konychev. Bajo la lluvia y sin inmutarse el pelotón al inicio, se activaba al superar la diferencia los 6' en el último tercio de la etapa, la parte complicada con dos ascensos, Valico dei Laghi di Monticchio (6,3 Km al 6,4 por ciento), a 37 de meta, donde los fugados eran atrapados y Valico la Croce (3,1 Km al 6,1%) cuando la carrera se rompió en dos partes quedando rezagados Ganna, o Pedersen. La etapa cobraba emoción como lo demostraba la lucha por el sprint intermedio de Rapolla (Km 203), entre Evenepoel y Roglic por los 3"de bonificación, que se llevaba el neerlandés. En la aproximación a meta los equipos de los esprinter lanzaban la carrera, sobre todo el Trek para Pedersen, pero en la recta de meta sobresalía la figura del australiano M. Matthews, el primero en lanzar el ataque por la victoria y conseguirla, imponiéndose al danés M. Pedersen y al australiano K. Groves sin suponer cambios en la general.
En la cuarta, comenzaba la montaña. La jornada partiendo de Venosa finalizaba en el Lago Laceno tras recorrer 175 km y ascender tres cimas de 2ª, la última a sólo 3 km de meta. La primera cita para los escaladores, tenía a la lluvia de testigo. En esta etapa tardaba en conformarse la fuga sin conseguirse en el ascenso a La Crocelle (2ª Cat. con 13,5 Km al 4,3%), ya con lluvia y niebla a medida que se iban ganando metros de altitud. Cruzaban en cabeza Pinot y Buitrago y sería en las rampas del Valico di Monti Carruozzo (2ª Cat. con 8,8 Km al 4,9%), cuando 7 hombres pusieron asfalto por medio: Ghebreigzabhier, Skujins, Albanese, Barguil, Conci, Leknessund y Paret-Peintre. Era el eritreo Ghebreigzabhier el primero de la fuga en coronar, con 3'45 de ventaja sobre el grupo de favoritos, sin estress a la espera de un final más ajetreado. Con la fuga tomando distancia y haciendo peligrar la maglia rosa de Evenepoel, (Leknessund figuraba en la general a 1'40 del belga), el septeto empezaba las rampas del Colle Molella (2ª Cat. con 9,7 Km al 6,2%), con una ventaja de 4'30 sobre el grupo en el que Evenepoel marchaba sin compañeros en el grupo de favoritos. Por delante y a 2 km de la cima Leknessund tensaba la cuerda en la parte más dura del puerto, llevándose a rueda a Ghebreigzabhier y Peintre. El eritreo se quedaba y los otros dos coronaban con 2'33 sobre el pelotón siendo en meta más rápido Paret-Peintre, mientras Luknessund, 2" detrás, se contentaba con la maglia rosa, pues Evenepoel y el grupo entraban a 2'01. Sus compañeros de fuga lo habían hecho a casi 1' encabezados por el letón Skujins. En la clasificación general, ahora el nuevo líder el noruego Andreas Leknessund saca a Evenepoel 28" mientras Paret Peintre es 3º a 30" y Skujins 8º a 1'29.
La quinta etapa, era escarpada, con dos cotas de 3ª C y de 171 km, transcurría entre Atripalda y Salerno. Castigada por la lluvia desde la salida, el inicial Passo Serra, fragmentaba la carrera con tres hombres por delante el francés Champion y los italianos Gandin y Zoccarato. A los 20 km caía Evenepoel, pero, sin consecuencias, podía enlazar pronto con un pelotón que esperó al campeón del Mundo. La fuga mantenida "al baño maría" por el pelotón, coronaba el Oliveto Citra (2,9 km al 8%) con Zoccarato al frente y una ventaja mínima de 1'25 que era neutralizada cerca de meta. Una caída a 7 km de meta afectaba a Roglic, quien también se reincorporaba al pelotón; después a 2,8 km caía por segunda vez Evenepoel. El pelotón se redujo para el sprint, y en la recta de meta atacaba de lejos Groves para apuntarse su primera etapa de un Giro, mientras por detrás Cavendish se iba por los suelos y su bicicleta arrastraba a numerosos ciclistas. Segundo terminaba Milan y tercero Pedersen. Jornada muy accidentada y que pasada por agua, no produjo cambios sustanciales en la general.
La sexta etapa que salía y llegaba a Nápoles, transcurría por las faldas del Vesubio. Quebrada y de 162 km, tenía dos puertos puntuables y una parte final llana. Con la baja por Covid del galo Clement Russo, se iniciaba la carrera con fuga inicial de cinco ciclistas Delettre, De Marchi, Clarke, Quartermann y Gavazzi y montonera por detrás que implicaba a Gaviria. La escapada llegaba a disponer de 5', aunque siempre controlada, esperando el pelotón a los últimos 30 km. Sería a 10 km de meta, aguantando Clarke y De Marchi, hasta la recta final cuando aparecieron los sprinters con Gaviria iniciando la lanzada pero siendo sobrepasado por Pedersen que rubricaba su trigésima victoria, (consiguiendo triunfo en las tres grandes), Milan y Ackermann para completar el podio y K. Graves. La clasificación general no sufre cambios.
La séptima era de 218 km, la segunda más larga, montañosa, en los Abruzzos, partía de Capua y finalizaba en el Gran Sasso d'Italia afrontando previamente dos dificultades montañosas, los pasos de Roccaraso (2ª Cat. con 7,3 Km al 6,1%) y Calascio (2ª Cat. con 13,5 Km al 6%). La pertinente fuga se formaba desde el comienzo con el italiano Davide Bais del checo Karel Vacek y del también italiano Simone Petilli. Rodando a buen ritmo llegaban a contar con más de 12' de ventaja sobre un pelotón que dejaba hacer al grupo de aventureros. Los tres ciclistas llegaron juntos a los últimos 100 m del Gran Sasso (1ª Cat. con 26,4 Km al 3,4 % y rampas de hasta el 13 concentradas en los 6 km finales), donde Bais lanzaba un agónico sprint para hacerse con su primera victoria por delante de Vacek y de Petilli. Cuarto a 3'10, y dando tiempo al grupo, entraba Evenepoel, con Roglic, Pinot, Thomas y Almeida a su rueda. Etapa muy tranquila para los favoritos, que permitía a Leknessund mantener el liderato un día más, tras aguantarles la rueda.
La octava etapa era una jornada quebrada, de 207 km de recorrido entre Terni y Fossombrone con dos partes bien diferenciadas; unos primeros 150 km sin mucha complicación, y unos últimos 57 de intensas subidas y bajadas en torno a la propia Fossombrone con dos pasos diferentes por I Cappuccini (4ª Cat. en el Km 156,8) y un intermedio de Monte delle Cesane (2ª Cat. en el Km 170,6). Nada más darse la salida se formaba un primer grupo de cuatro unidades que se incrementaba a lo largo de los kilómetros hasta los 13 finales, y entre los que se encontraban el irlandés Ben Healy y el español Carlos Verona. Con el visto bueno del pelotón, a 68 km para meta, mantenían más de 5' de diferencia. Sería en el primero de los pasos al Cappuccini, cuando un potente y peleón Healy se iba por delante sin esperar a nadie y con más de 50 km hasta meta, aumentaba la diferencia en la bajada hasta meter más de 1' al resto de fugados. El determinado irlandés aguantaba el ritmo para llegar hasta meta en solitario, completando el podio el canadiense Gee y el italiano Zana. En el pelotón y a falta de 5 km, Roglic atacaba viendo que Evenepoel flaqueaba y conseguía recortar 15" en su pelea por la general, entrando junto a Thomas a 4'34 de la cabeza, mientras que el noruego Leknessund, pegadito a Evenepoel, mantenía el liderato aunque solo por 8" sobre el belga y 38" sobre el esloveno.
La novena, el domingo, era la segunda CRI de la ronda italiana. Se disputaba al pie de los Apeninos, entre Savinagno sul Rubicone y Cesena, con 35 km totalmente llanos, la baja de Ganna por Covid y bajo una incesante lluvia. Siguiendo el guion previsto Evenepoel cumplía con su cartel de favorito y finalizaba primero con un tiempo de 41'24 respondiendo en su terreno al ataque de Roglic el día anterior, pero con una sensación agridulce al conseguirlo por solo 1" de diferencia con Thomas y 17" con Roglic, cuando se esperaba que Evenepoel sacara más distancia a sus rivales para poder gestionar la diferencia en la montaña restante. Mucho tiempo tuvo el mejor crono el Movistar William Barta con 42'16 hasta que empezaron a llegar los mejores y sobre todo la pareja del Ineos Tao Geoghegan y Geraint Thomas, 3º y 2º respectivamente a 2" y 1" y que les sirve para colocarse en la general, Thomas segundo a 45" y por delante de Roglic, 3º a 47" del líder y Geoghegan 4º a 50". Por su parte Leknessund que terminaba 19º a 1'15, desciende a la sexta, detrás de Almeida 5º, los dos a 1'07 de la maglia rosa.
SEGUNDA SEMANA.
Tras la jornada de descanso el lunes en Florencia y la sorpresa de varios abandonos entre los que destacaba el de Evenepoel por Covid, continuaba la competición con una etapa,
la décima, de 196 km entre Scandiano y Viareggio con una primera mitad montañosa y la última llana. Estrenando líder en la figura de Geraint Thomas y en un día infernal, cuatro, fueron los hombres que decidieron intentar la fuga desde la salida, los italianos De Marchi y Bais, el danés Cort y el canadiense Gee, que tras quedarse en un terceto de calidad (Bais cedía) logró burlar el control del pelotón para jugarse la victoria entre sí. La fuga no se amilanaba ante la tromba de agua que caía durante la mayor parte de la carrera, especialmente en un inicio en el que aprovecharon para hacer espacio suficiente (5' en el Passo delle Radici), y en un descenso peligroso mantenerla hasta los 45" a 10 km de meta. En el descenso caía Gaviria, pero podía continuar y terminar aunque muy descolgado (a 23'). En meta se imponía con autoridad Cort, por delante de Gee y de De Marchi. Geraint Thomas, que cruzaba meta 51" después, con el primer grupo perseguidor de la fuga, estrenaba su condición de líder, manteniendo la escasa ventaja de 2" sobre Roglic, de 5" sobre Geoghegan, de 22" sobre Almeida y de 35" sobre Lecknessund.
La undécima etapa, llana de 219 km, la más larga de esta edición, transcurría entre Camaiore y Tortona era otra jornada propia de escapada. Nublado pero sin lluvia comenzaba la jornada con más bajas por covid y nada más darse el banderazo de salida se formaba la fuga del día, con los italianos Magli y Konychev, el español Sevilla, el francés Champion, el belga LRex y el serbio Stojnic. Una fuga condenada de antemano, y a la que el pelotón nunca dejó mucha ventaja, disminuyendo a medida que iban afrontando las dificultades montañosas (tres puertos de 3ª C). Con muchas caídas, la peor fue entre Óscar Rodríguez y Tao Geoghegan, que debieron retirarse. El último de los fugados en entregarse fue Laurenz Rex, a 6 km de meta, arrasado por un pelotón que ya iba preparando el esprint. A falta de 2,8 km otro accidente redujo el grupo delantero a 30 unidades, de las que emergía Ackermann para lanzar el órdago a 200 metros, aguantando en cabeza con enorme potencia, ante la presión de Milan, dispuesto al doblete y de Cavendish, y siendo la foto finish la que decidía la victoria del alemán Ackermann que firmaba su tercera victoria en el Giro, sobre los otros dos. En la general, a partir de Almeida todos ascendían una posición ante la baja de Geoghegan.
Con la etapa duodécima aumentaba el número de bajas, quedando en liza 136 corredores. De 185 km partiendo de Bra y finalizando en Rivoli, con dos cotas montañosas que comienzan con el paso por Pedaggera (3ª Cat. con 13,2 Km al 2,7%) y concluyen, previos 75 km llanos, con la subida a Colle Braida (2ª Cat. con 9,8 Km al 7%) y su posterior descenso de 27 km hasta meta. Día de tregua ante la importante etapa siguiente, con meta en Crans Montana, era propicia para una fuga, que tardaba muchísimo en formarse, pues los cazaetapas sabían que era un día para ellos. Finalmente eran 30 corredores, entre los que figuraba Jonathan Lastra y que no hacían peligrar la general, entre los que figuraba Jonathan Lastra, con luz verde del pelotón. De esa iniciativa masiva saltaron más adelante Nico Denz, Sebastian Berwick, Alessandro Tonelli y Tom Skujins, formándose por detrás un rosario de grupos perseguidores. Con entendimiento entre los de delante, pasaron por debajo del arco de meta por primera vez con más de 3' sobre sus inmediatos perseguidores, para afrontar un circuito de algo más de 52 km con la ascensión a Colle Braida, diferencia que mantenían en la cima, donde coronaba el letón Skujins al frente del trío delantero, del que se había soltado Tonelli.
Por detrás la lucha por enlazar no obtenía resultado y a 12 de meta tentaba la suerte el alemán Denz, pegándose a su rueda Skujins y luego Berwick. Tres potenciales ganadores, que ante la inocuidad de sus perseguidores propiciaba el severo marcaje entre ellos, lejos de meta. Ya en la recta, era Skujins el primero en atacar, pero la contundente respuesta de Denz no daba opción a los demás imponiéndose en la línea y ganando su primera etapa en el Giro. Segundo entraba Skujins y tercero el australiano Berwick, con el resto del grupo, de uno en uno, a 58" y el pelotón a 8'19. Sin cambios en la general.
La decimotercera, primera de gran montaña, muy dura, de 199 km entre Borgofranco d'Ivrea y la estación suiza de Crans Montana, veía recortado su recorrido debido a las lluvias torrenciales. Finalmente eran solo los últimos 75 km, obviando los 119 primeros y el paso por el Gran San Bernardo, y manteniendo la subida a la Croix de Coeur (1ª Cat. con 15,5 Km al 8.6%) para finalizar en Crans Montana (1ª Cat. con 12,9 Km al 7,3%). Con la ausencia por enfermedad del 2º clasificado, el danés Mads Pedersen, los 127 restantes iniciaban el recorrido bajo la lluvia en Le Châble con una salida explosiva del pelotón en la cuesta arriba hacía la Croix de Coeur. Tras múltiples ataques, nervios y muchos corredores interesados en abrir hueco, finalmente se conformaba una fuga de 4 hombres: el colombiano Rubio, el francés Pinot, el ecuatoriano Cepeda y el canadiense Gee. Con Pinot coronando en cabeza, el grupo principal remolcado por el Ineos de Thomas y con el Jumbo de Roglic siguiendo rueda, pasaba con 2' de diferencia, muy tranquilos en espera de la última subida. A 13 km de meta, a los pies de Crans Montana, la renta de los escapados era de 3'. Pinot, fiel a su estilo, encaraba la subida a tirones, sin lograr descolgar a sus rivales. Tras 5-6 ataques estériles y alguna contra de Cepeda, el más desapercibido Rubio, lo intentaba esprintando en recta de meta, superando a un Pinot, segundo y cabreado con Cepeda, que entraba tercero. El grupo entraba a 1' sin apenas cambios en la general y donde el mejor español es Jonathan Lastra 21º a 15'20.
La decimocuarta etapa, el sábado, era otra etapa pasada por agua que comenzaba en la localidad suiza de Sierre y terminaba en la italiana Casagno Magnano y tras 193 km de recorrido llano con el único accidente montañoso del Paso Simplón, (1ª Cat. con 19,9 Km al 6,6%), a 56 km de la salida. Con mucho frío, la escapada inicial llegó a estar formada por una treintena de corredores en las rampas del puerto que fue reduciéndose con el paso de los kilómetros hasta quedarse con cuatro en cabeza, Ballerini, Rex, Oldani y Skujiņš, y que llegaron a disponer de casi 1' sobre sus inmediatos perseguidores. Por detrás, un pelotón cada vez más apagado por la intensa lluvia, renunciaba a la pelea, dejando peligrar la maglia rosa de Thomas, pues en la escapada figuraba Armirail, del Grupama, 23º a 18'37. A falta de 10 km, la pugna entre los cuatro de cabeza hacía reducir su diferencia con el primer grupo perseguidor, del que llegaba tirando como un poseso Denz, cada vez más cerca. El alemán sacaba fuerzas de flaqueza en los metros finales y superaba a sus rivales en un final agónico para rubricar su segunda victoria. El canadiense Gee, único en aguantarle el ritmo acababa segundo, mientras que la tercera plaza se la adjudicaba el italiano Bettiol, que también venía en el grupo perseguidor. El resto de los escapados entraban desperdigados haciéndolo Armirail 15º a 53". El pelotón, que no forzaba el ritmo, entraba a 21'11, por lo que Bruno Armirail pasaba a vestirse de rosa, primer francés en hacerlo en este siglo (el último Laurent Jalabert en 1995), con 1'41 sobre Thomas, manteniendo el resto de la clasificación las diferencias entre sí.
Finalizaba la segunda semana de carrera con la etapa 15ª. Una jornada montañosa de 195 km disputada el domingo entre Seregno y Bergamo. Por fin la lluvia respetaba a los corredores en la presente edición y una fuga inicial numerosa y permitida por el pelotón encaraba, con casi 6' de ventaja, el ascenso del Valico di Valcava (1ª Cat. con 11,7 Km al 7,9%), a 154 km de la meta, con el irlandés Ben Healy a la cabeza, acosado por Einer Rubio. Healy coronaba también los ascensos del Selvino (2ª Cat. con 13,7 Km al 5,5%) y del Roncola Alta (2ª Cat. con 10 Km al 6,7%), pero no podía batir al colombiano en el Miragolo San Salvatore (2ª Cat. con 5,2 Km al 6,9%) a 30 km de meta.
Con mucho margen, los fugados eran conscientes en el tramo final de que la fuga llegaría, en una nueva jornada con todos los "gallos" escondidos en un pelotón, que rodaba a un ritmo lento y defensivo. Cuando por delante empezaron los escarceos, se escaparon de la fuga Healy y McNulty, pero no quiso quedarse fuera de la fiesta el italiano Marco Frigo que apretaba para llegar con tiempo a la recta de meta en la pelea. De hecho, llegó tan confiado que lanzó el sprint, aunque no pudo luego aguantar las pedaladas finales ni de Ben Healy ni de Bradon McNulty, que ganaba la etapa. A 7' entraba el pelotón compacto, lo que mantiene la clasificación prácticamente sin variaciones antes del día de descanso, con el francés Armirail de líder con poco más de 1' de ventaja sobre el inglés Thomas, el esloveno Roglic y el portugués Almeida, todos en 22" y el noruego Leknessund 5º a 1'50. Completan los diez primeros Caruso, Kämna, Dunbar, Arensman y De Plus.
TERCERA SEMANA.
Comenzaba la última semana de carrera, tras la segunda jornada de descanso del lunes en Bérgamo, con la disputa de la
16ª etapa y primera gran jornada de alta montaña con 5 puertos y tercer final en alto del Giro. Fuga interesante de inicio, en la única zona llana de la etapa con 26 corredores, con los españoles Jonathan Lastra y Carlos Verona entre ellos. Con el francés Paret-Peintre a 4'30 del líder como mejor colocado en la general, el pelotón daba luz verde. A medida que se ascendían puertos, Passo di Santa Barbara (1ª Cat. con 12,8 Km al 8,3%), Passo Bordala (3ª Cat. con 4,6 Km al 7%) y el alto de Matassone (2ª Cat. con 11,4 Km al 5,6%) cada vez con menos unidades, en la Serrada (2ª Cat. con 17 Km al 5,5%) era Carlos Verona quien marcaba el paso de los aventureros y, a los pies del Bondone (1ª Cat. con 22,7 Km al 6,4%), subida definitiva hasta meta, la fuga se había reducido hasta las 12 unidades con 4' de adelanto sobre el grupo comandado por el Jumbo-Visma de Roglic. Si el primero en atacar en la fuga era Verona, por detrás el ritmo en el grupo de favoritos iba en aumento de tal manera que el aussie Dennis, de vuelta y crecido a medida que pasanba los días, con un ritmo endiablado iba limando tiempo a marchas forzadas. Curiosamente a 14 de meta Jumbo cedía la batuta al UAE, y el ritmo de Vine descolgaba al líder Armirail 4 km después y seleccionaba el grupo, donde Almeida preparaba algo. Para entonces los fugados rodaban sólo 1' por delante. El portugués atacaba con dureza a 6,5 kilómetros de la cima para probar, llevándose a rueda a Thomas y mostrando la debilidad de Roglic. La sociedad Almeida-Thomas se entendía a la perfección, superaba a los fugados endosando segundos con cada pedalada el esloveno, que afortunadamente, encontraba la ayuda de su compañero Kuus, para evitar su hundimiento. Por delante, un Almeida firme y desatado, en la recta de meta atacaba a Thomas que no podía evitar la victoria del luso. Roglic tercero cedía 25". El resto de favoritos entraban en fila de a uno.
En la general Thomas recuperaba La Rosa con Almeida 2º a 18" y Roglic 3º a 29". Cuarto figuraba Caruso a 2'50, 5º Dumbar, 6º Kämna 7º Armirail, 8º Leknessund, 9º Arensman y 10º Le Plus. El mejor español LL. Sánchez a 26'18.
La decimoséptima etapa, llana, de 197 km de recorrido, discurría entre las localidades de Pergine Valsugana y Caorle. Penúltima etapa para lucimiento de los esprinters, se permitía una temprana escapada controlada en todo momento en torno a 2-3 min a la espera de echarla abajo en los últimos kms. Cuatro valientes, con el español Diego Pablo Sevilla, el francés Champion, el británico Quarterman y el belga Leysen. Todos, a más de 2 h. en la general, no representaban ningún problema para el líder, así que los favoritos dejabann el control de la fuga a los equipos interesados en llegar al sprint, reservando fuerzas para las intensas etapas restantes. A 23 km de meta y a punto de ser absorbidos, atacaba Leysen prolongando su agonía, hasta la pancarta de 5 km. En la lucha por el sprint tuvo que decidir la foto finish a favor del italiano Dainese sobre el irlandés Milan que remontando posiciones en los últimos 200 metros, se quedaba a milímetros de apuntarse la victoria. Tercero entraba el australiano Matthews. En la general no se producían cambios.
Con la etapa 18ª volvía la montaña. De 161 km, discurría entre las localidades de Oderzo y Val di Zoldo, con cinco puertos puntuables, tres de ellos concentrados en los últimos 26 km, con el Forcella Cibiana (1ª Cat. con 9,7 Km al 7,7%), el Coi (2ª Cat. con 5,5 Km al 9,5%) y el ascenso final a meta, con el Palafavera (2ª Cat. con 2,3 Km al 7%). Inicio muy combativo hasta que se formó un grupo de 7 unidades en el ascenso al primero de los 5 puertos, el Passo della Crosetta (1ª Cat. con 13,5 Lm al 7,1%), con Pinot, Paret-Peintre, Barguil, Pronskiy, Gee, Frigo y Zana y que coronaba primero Pinot, transitando el pelotón a los mandos del Ineos de Thomas, a más de minuto y medio. Por el Pieve D´Alpago (4ª Cat. con 3,4 Km al 5,5 %), también coronaba Pinot, empeñado en discutir el maillot de la montaña al irlandés Healy. Después de una parte llana de 35 kms, en el ascenso Forcella Cibiana (1ª Cat. con 9,7 Km al 7,7%), Pinot repetía primer puesto para en el descenso, irse por delante con Zana. Mientras el francés y Zana se iban a por la etapa, ascendiendo el Coi, penúltima dificultad, por detrás atacaba Roglic a 2 km de la cima, poniendo en apuros a Almeida y llevándose a rueda a su compañero Kuus y al líder Thomas aunque el portugués lograba enlazar en el descenso. Por delante, la fuga llegaba a término subiendo el Val di Zoldo y en un sprint de dos el joven italiano se imponía al veterano francés. Filippo Zana, con su maillot tricolor y en su región, el Véneto, ganaba su primera etapa, mientras Pinot repetía segundo puesto. A 50" llegaba el otro francés de la fuga Barguil, con Gee, Paret-Peintre y Frigo. Por detrás Roglic volvía a atacar, dejando a Almeida sin la protección de Jay Vine, desamparado y abriéndose una pequeña brecha de segundos. Por el contrario Thomas resistía hasta meta a la que llegaban a la par a 1'56 de Zanna, en 7º y 8º posición pero con 20" de adelanto sobre Almeida, 9º. En la general el de Cardiff mantiene los 29" respecto a Roglic, ahora segundo y aumentaba la diferencia a 40" con el portugués Almeida y con Dunbar y Caruso, a continuación a casi 4'.
En la decimonovena etapa de 183 km, no salía Hugh Carthy, por problemas de salud. Otra vez montañosa, salía de Longarone para terminar en las Tres Cimas del Lavaredo. Con cinco puertos, y nominada etapa reina era la última oportunidad para los escaladores con aspiraciones a victoria. Estampida de salida en busca de la fuga buena en la única zona amable de la jornada, formándose finalmente una de 15 hombres, con el colombiano Santiago Buitrago (Bahrain), como hombre más peligroso a 12' de la maglia rosa y donde también figuraban dos españoles del Movistar, Verona y Rojas. Dando el pelotón el visto bueno a la apuesta, Ineos controlaba la situación con Jumbo y UAE, a rueda. Los fugados superaban el Passo Campolongo (2ª Cat. con 4 Km al 7%) con 5' de ventaja, y más tarde el Passo Valparola (1ª Cat. con 14 Km al 5,8%), con cerca de 8' llegando a los pies del siguiente, el Passo Giau (1ª Cat. con 9,8 Km al 9,3% y 2.227 m de altitud) y uno de los puertos míticos del Giro, con 7' de adelanto y con pinta de poder llegar victoriosos. En las rampas del coloso la selección natural, dejaba reducida la fuga a 5 hombres tras una aceleración de Verona, con Cort, Buitrago, Hepburn y Gee, siendo el canadiense el que coronaba en cabeza. El pelotón, tranquilo, lo hacía 6'48 después. El penúltimo obstáculo de la jornada era el Passo Tres Cruces (2ª Cat. con 8 Km al 7,3%), juntaba a sus pies, de nuevo, a 11 hombres en cabeza, pero fue un espejismo pues Verona se descolgaba enseguida quedando delante los cuatro más fuertes, Buitrago, Cort, Gee y Hepburn para asumir la última ascensión, las Tres Cimas de Lavaredo (Categoría especial, 7,1 Km al 7,8% y rampas del 18% a 2.300 metros de altitud). Con 7 km por delante atacaba Gee, pero Buitrago, seguro de sus fuerzas, dejaba hacer al canadiense, manteniéndolo "al baño maría" hasta que el corredor del Israel empezó a flojear en las terribles rampas finales. A 1,3 km arrancaba de forma brutal el ciclista de Bogotá y Gee no podía hacer nada por seguirle, entrando segundo a 51" mientras tercero era Cort a 1'46, alcanzado en ese momento por el pelotón con Roglic al mando, rascando 3" a Thomas y 23" a Almeida y al resto. Sin cambios en la general.
La 20ª y penúltima etapa, era la cronoescalada del Monte Lusari, de 18,6 km de distancia que partiendo de Tarvisio con los 11 km primeros llanos y una subida final demoledora (1ª Cat. con 7,3 km al 12% y rampas del 18%) hasta la estación de esquí, sería la definitoria del Giro. Con los corredores saliendo, en orden inverso a su clasificación y agrupados en tres tandas separadas por 50' (debido a la logística por la estrechez de la carretera) lo hacían de minuto en minuto y solo los quince últimos cada 3'. La mayoría cambiaba de bicicleta en el cambio de firme y era curiosamente el español Albert Tomás el primero en sentarse en la silla caliente con un 54'12, que inmediatamente era batido por Fiorelli con un magistral 50'35 que finalmente era mejorado en esa primera tanda por el tiempo de Guarnescchi 48'35, que estuvo mucho tiempo siendo referencia hasta que llegaron los mejores corredores de la segunda tanda. Por muy poco Campiñon 48'16 y por mucho Riccitello, 46'19, marcando el que sería el tiempo de referencia para la tanda final. Lo batía por 3" Wine, y teniendo que meterse en los 45' como McNulty, Kuss, Pinot, Caruso y Almeida que los iban batiendo de uno en uno excepto los dos últimos en salir. Roglic era mejor en los tiempos de paso que Thomas pero una inoportuna salida de cadena retrasaba al esloveno en un momento trascendental. Por su parte el británico había perdido tiempo en el cambio de bicicleta pero cuando parecía que podría aguantar la rosa, unos últimos 500 m demoledores del esloveno le permitieron ser el único en bajar de los 45' (44'23) metiéndole a Thomas, segundo clasificado, 40", suficientes para ganar la etapa y colocarse la Maglia Rosa, el último día y rodeado de los numerosos aficionados eslovenos que se habían acercado a la fronteriza estación de esquí. Thomas descendía al segundo puesto y Almeida mantenía el tercero, y Caruso el 4º, con Pinot alzándose hasta el quinto con Arensman 6º, al superar ambos a Dunbar 7º, con Leknessund, Kämna y De Plus, completando el top ten.
La última etapa, la 21ª,
de 126 km llanos era un bucle por lo más emblemático de Roma con paseo previo hasta Ostia en plan jornada homenaje al líder y donde se imponía con claridad Mark Cavendish al sprint para conseguir una victoria en esta edición y la 163 en su carrera profesional. Segundo terminaba el luxemburgués Kirsh y tercero el italiano Fiorelli.
Resumen: Desde la retirada de Evenepoel en la 9ª etapa por el virus quedó como favorito en la sombra asumiendo la maglia rosa el ilustre veterano Thomas, bien respaldado por su compañero Geoghegan, hasta que Roglic agazapado, daba su zarpazo definitivo en la crono del Monte Lussari, donde rodeado de banderas eslovenas se enfundaba la elástica del campeón en la penúltima jornada para poderla lucir tan sólo en la última.
Un Giro marcado por el mal tiempo, con caídas, recortes polémicos, etapas anodinas sin combatividad entre los hombres de la general, pero que favorecían las fugas, prácticamente todos los días y con diez llegando a término. Sin demasiado pulso para levantar a los aficionados de sus asientos y cinco líderes diferentes, será recordado por todo eso, por el abandono de Evenepoel y por el triunfo bien gestionado de Roglic.
El resto de clasificaciones quedan encabezadas por:
Equipos: Bahrain Victorius
Puntos: Jonathan Milan (Bahrain)
Montaña: Thiabut Pinot (Groupama)
Jóvenes: Joao Almeida (UAE)
Combatividad: Derek Gee (Israel).
Esta 106ª edición no dejará un buen recuerdo para el ciclismo español, con una de sus peores actuaciones.
Acudía a la cita sin sus mejores valores (Juan Ayuso, Carlos Rodríguez y Enric Mas) y tan solo siete representantes.
Nuevamente sin ninguna etapa, el veterano LL. Sánchez (Astana) terminaba como mejor clasificado 24º, con J. Lastra (Cofidis) 35º y C. Verona (Movistar) 49º entre los 50 mejores, y con JJ. Rojas 79º, DP. Sevilla 96º y A. Torres 122º. (Movistar). No conseguía terminar Oscar Rodríguez (Movistar) abandonando en la 11ª.
Movistar salvaba en parte su participación con el triunfo de Einer Rubio en Crans Montana pero sin conseguir terminar en el top ten (12º).
Los protagonistas:
Primoz Roglic: El nuevo emperador del Giro de Italia, ha conseguido la que probablemente sea la mejor victoria de su carrera. Primoz estuvo soberbio justo el día que lo necesitaba para darle el golpe de efecto a una ronda italiana que parecía tener perdida. Supo administrar sus fuerzas para el momento clave. Sabía mejor que nadie que el Giro se decidiría en las terribles cuestas del Monte Lussari. Y allí pasó a la historia. La guinda a un palmarés de leyenda, de un ciclista legendario. Ya suma cuatro títulos en grandes vueltas: tres Vueltas y un Giro. ¿Tendrá una última bala en el Tour de Francia?
Geraint Thomas: el derrotado británico del Ineos, con 37 años ya, debe figurar, por su segunda plaza final, perdida en el último momento y después de haber comandado la clasificación ocho de los 21 días. No ha ganado tampoco ninguna etapa, pero ha estado ahí, siendo sorprendido al final y cuando no lo esperada. Ha tenido la victoria en el Giro al alcance de su mano, pero su táctica conservadora y un soberbio Roglic, le han privado de lograr el que hubiera sido el colofón perfecto a su carrera deportiva. Parece improbable que vuelva a tener una oportunidad así, pero quién sabe con el galés, siempre un auténtico caballero sobre y fuera de la bicicleta.
Joao Almeida: El maillot blanco al mejor joven le correspondió al portugués del UAE Emirates, al que sumaba el triunfo en una etapa del prestigio de Monte Bondone que supuso su primer éxito en una vuelta grande, brillando con fuerza y en Roma hizo historia al convertirse en el primer portugués en la historia en subir al podio del Giro. Con 24 años, el futuro es suyo, pero deberá aumentar su nivel si quiere ganar una grande.
Derek Gee: El canadiense del Israel ha sido la mayor sorpresa de este Giro. Dando imagen de segundón (no lograba consumar ningún triunfo de etapa), su entrega y visibilidad en carrera le han posicionado en primera línea. Cuatro segundos puestos, dos cuartos, segunda posición en la clasificación de los puntos y también segundo en la montaña, hablan claro de su actuación. Todo gracias a unas fugas que le otorgaron el premio al corredor más combativo de la edición, fruto de los más de 1.000 kilómetros que acumuló en escapadas durante la carrera. Incombustible.
Nico Denz: El alemán del Bora ha conseguido en este Giro todo lo que no había logrado en el resto de su trayectoria profesional, que comenzó en 2014. Denz remató dos fugas en sprints reducidos para conseguir sus primeros triunfos en una grande. Portentoso rodador que se defiende en todos los terrenos, es el gregario que todo equipo desea tener en sus filas y cuya labor no siempre es suficientemente valorada. Unico corredor, al igual que Evenepoel, en repetir victoria de etapa en esta Corsa Rosa.
Jonathan Milan: el joven Campeón de Italia (Bahrain), ya venía avisando de su enorme potencial en el tramo final de temporada pasada, pero en este Giro ha explotado. Con unas condiciones todoterreno espectaculares, sobre las que destaca su punta de velocidad para el esprint, se lleva con holgura la primera maglia ciclamino morada(puntos) de su palmarés, gracias a su tremenda regularidad, además de una prestigiosa victoria de etapa al sprint, su primera en una gran vuelta. Va para estrella.
Ben Healy: el joven irlandés del EF Education, en su primera participación en una carrera de tres semanas, firmó un Giro para la historia, convirtiéndose en el primer irlandés en enfundarse una maglia azzurra de líder de la montaña (aunque finalmente la tuviera que ceder) y además ganar su primera etapa de una gran vuelta. Con 22 años y lo que ya ha demostrado, es imposible imaginar todo lo bueno que ofrecerá en el futuro. Healy es a 2023 lo que Biniam Girmay fue a la temporada pasada: el ciclista revelación del año.
Andreas Lecknessund: el lider del DSM ha terminado octavo en la general aguantando la maglia rosa durante cinco días. El noruego ha estado dando la cara en muchas oportunidades y a punto estuvo de ganar la etapa el día que se vistió la maglia rosa.
Thibaut Pinot. El francés del Groupama, quinto en la general, conseguía su primera maglia azzurra (montaña) de su palmarés. Una bonita forma de finalizar el que será su último Giro, ya que Pinot se retirará del ciclismo profesional al término de esta temporada y además ha estado a punto de ganar dos etapas, prestigiosas como Crans Montana y Val di Zoldo.
Remco Evenepoel. Hay que citar al líder del Soudal Quick Step, que acaparó todos los focos durante la primera parte del Giro, portando la maglia rosa cuatro días y que el Covid mandaba para casa horas después de haber obtenido su segunda victoria en la contrarreloj de Cesena. ¿Qué hubiera pasado si el campeón del mundo no se hubiera retirado? Lo que nadie duda es que este Giro hubiera sido una carrera muchísimo más entretenida.
No podíamos dejar de nombrar a Damiano Caruso y su 4ª posición o los restantes ganadores de etapa, especialmente el escalador colombiano Santiago Buitrago, que junto al resto, Mads Pederssen, Mark Cavendish, Michael Matthews, Aurelien Peret-Peintre, Lennard Kämna, Kaden Groves, Davide Bais, Magnus Cort, Pascal Ackermann, Einar Rubio, Brandon McNulty, Alberto Dainese y Filippo Zana nos han permitido disfrutar una edición más de la carrera italiana y que nos han hurtado los favoritos, dada la poca batalla que hemos presenciado entre ellos.