
¿Cómo elegiste al béisbol y no a otros deportes como el fútbol, el baloncesto...?"Mi padre tenía un equipo de amigos que jugaban al béisbol, los Tucanes de San Juan de la Rambla, a finales de los 80 y principios de los 90. Poco a poco empecé a jugar, me fue gustando y con 9 años llegué a los Marlins. Aquí fui creciendo como jugador y me dio la oportunidad de ir con la selección española en diferentes categorías. Después tuve la oportunidad de ir a los Estados Unidos a estudiar y jugar al béisbol y ahora de forma profesional. De pequeño también jugaba en el Club Baloncesto Guancha, e incluso jugué contra Sergio Rodríguez, cuando estaba en el Unelco La Salle".
- ¿Cómo pudiste dar el salto de ser un valor con proyección en los Marlins y la selección española a los Estados Unidos?
"La verdad es que además de tener condiciones hay que ser muy afortunado. Que los ojeadores y cazatalentos que acuden a los campeonatos se fijen en tí, que crean que tienes algo especial y tener la suerte de que o te contraten o te den una beca. Es bastante complejo pero como en todo, la insistencia de entrenar y seguir el objetivo marcado, el de intentar llegar a ser profesional. Lo que me ayudó bastante fue que no salté directamente de jugar con los Marlins a jugar profesionalmente, sino que lo hice a través de la Universidad. Es una escuela perfecta y te prepara para jugar en profesionales, con entrenamientos mañana y tarde compaginánolos con los estudios, el gimnasio... Es bastante parecido jugar en la NCAA a hacerlo como profesional. Esa fue la mejor preparación".
-Para los que no dominamos el béisbol profesional, ¿en qué categoría te encuentras ahora? "Si ponemos el ejemplo del fútbol, yo jugué el año pasado en Segunda B y este año voy a jugar en Segunda División. Ahora todo no sólo depende de mí, sino de otros factores externos que están ahí. Pero si pudiese jugar este año en Segunda, estoy seguro que, si todo va bien, algún día tendré la oportunidad de jugar en las Grandes Ligas. Sería lo máximo, cumplir un sueño y ojalá se cumpla. Es un logro que en España no se valora tanto, porque el béisbol es un deporte minoritario, pero en otros países con tradición llegar a las Grandes Ligas es importantísimo".
- ¿Tu familia y amigos en los Marlins estarán muy orgullosos?
"Por su puesto, afortunadamente yo soy el que aparece en los periódicos, pero éste éxito no solamente lo he conseguido yo, mis padres son lo más importante, y gracias a ellos he llegado hasta donde estoy. Ha sido una labor de equipo, mi padre, mi madre, todos los preparadores que he tenido.... ".
- Tuviste que romper muchas barreras ¿Cómo fue el inicio en el Cochise College y la Universidad de South Alabama?"Algo duros, pero tras siete años en Estados Unidos domino el inglés, y ya no me vacilan. Mi intención era hacer Fisioterapia pero como es un doctorado hice primero Educación Física y cuando ya iba a entrar en Fisioterapia me llegó la oportunidad de jugar en profesionales. No puedo estudiar pues los entrenamientos son mañana y tarde durante seis meses".
-El béisbol es el deporte rey en Estados Unidos, comparado con España la diferencia es abismal.
"Hay bastante diferencia sobre todo en las instalaciones, sería como aquí con los campos de fútbol. Allí todo el mundo juega al béisbol en parques y disfrutan haciéndolo. Es un deporte en el que todo el mundo desea ser profesional en las Grandes Ligas, o tener la oportunidad de jugar aunque sea en las Menores. La mayor diferencia viene en el número de practicantes y todo lo que envuelve".
- Eres pitcher, ¿qué cualidades debe tener un buen lanzador?
"En el béisbol se dice que casi el 90 por ciento de un partido es el pitcheo. Mi anatomía se adapta al puesto, 1,94 metros y 90 kilos. No lanzo excesivamente rápido, alrededor de las 90 millas (140 km/h) que es una velocidad normal, pero domino el control de la pelota. Sé donde voy a lanzar la bola y eso me ayuda bastante. Y también el saber utilizar otros lanzamientos, además de las rectas, las curvas, dar efectos a la pelota".
- La soledad del montículo es dura, hay que tener mucha fortaleza tanto física como mental.
"Cuando te va bien ni te das cuenta lo que estás haciendo, pero cuando la cosa se complica es muy duro. Todo el mundo se fija en tí, tienes corredores rivales en las bases, hay mucha presión. Se pasa muy bien cuando las cosas van bien pero se sufre un poquito cuando no es así".
- Para los jovenes que juegan en el Burgado eres el ejemplo a seguir.
"Ojalá que yo sea el primero que llegue a jugar en las Grandes Ligas y que detrás de mí vengan muchos chicos más, que tengan la oportunidad de jugar en Estados Unidos y vivan las experiencias que he vivido. Néstor Pérez y Nestico llevan muchísimos años trabajando. Todo lo que se ha conseguido, desde el equipo hasta el campo, se debe a ellos".
©.Juan Jesús Gutiérrez.