
La 76ª edición del torneo empezó como terminó en año pasado. Con un Jordan Spieth arrasando a pesar de que su arranque este año había despertado algunas dudas.
Ha soplado el viento aunque menos de lo esperado y aunque la lluvia ralentizó algo los greenes, el campo ya ha doblegado a dos tercios de los participantes. Entre ellos a Dustin Johnson (+1), Bubba Watson (+3), Adam Scott (+4) o Rickie Fowler, que se despidió de cualquier opción de lograr su primer grande con un 80 (+8). Capítulo aparte merecen los seis putts que tiró Ernie Els en el primer hoyo, el peor arranque de la historia del torneo. En esas condiciones Spieth firmó una vuelta sin fallos y con seis birdies. El neozelandés Danny Lee y el irlandés Shane Lowry, a dos golpes, ocupan la segunda posición. Sergio García va empatado en la cuarta plaza, a tres golpes del líder, tras firmar un trabajado 68 (-3). Pintaban mal las cosas para el español, que no juega precisamente cómodo en Augusta y que se vio con dos golpes sobre el par tras el cuarto hoyo. Pero el castellonense se rehizo con su habitual oficio. Recuperó un golpe en el 9 y se exhibió literalmente durante la segunda parte del recorrido, con cuatro birdies consecutivos entre el 13 y el 16. El canario Rafa Cabrera entregó un 74 (+2) que le permite soñar con pasar el corte tras un difícil debut en el que pagó la inexperiencia (arrancó con un bogey en el 1 y encadenó tres seguidos ante Amén Corner), pero en el que supo agarrarse con coraje.
La segunda jornada ha devuelto a Spieth al mundo real. Y es que el tejano sufrió por primera vez la fiereza de este campo tan especial. El panorama se presentaba desolador en el hoyo 3. Spieth se colocaba con -8, a un mundo de sus rivales. Parecía un calco de su paseo en 2015. De pronto todo cambió. Jordan perdió el control y los greenes se declararon en rebeldía. Pocas veces se ha visto tan errático a Spieth quien incluso 'tripateó' en dos ocasiones. El idilio se rompió y Spieth (-4) experimentó con sus propios ojos lo que sienten los mortales en este templo del golf, para terminar por encima del par del Augusta National por primera vez en su carrera. A pesar de todo, sigue líder con un golpe de ventaja sobre un Rory McIlroy (-3), que busca recuperar el trono perdido. El norirlandés está dispuesto a plantar cara al tirano y reclamar el único 'major' que falta en su palmarés.
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Bryson DeChambeau |
Capitulo aparte merece el sorprendente y peculiar De Chambeau que de no haber naufragado en el hoyo 18 podía haber luchado por acabar líder en su primera aparición en Augusta. Este jugador amateur, fue el único capaz de disfrutar del viento durante 17 hoyos. Pero Augusta es así de cruel; un error y un triple bogey al bolsillo. Sergio García sigue con plenas opciones de triunfo al terminar a cuatro golpes de la cabeza (par). Quince años después sigue siendo la mejor opción española para ganar un 'grande'. Su +3 del día no hace justicia a sus buenos tiros. Si el fin de semana continúa soplando mucho el viento y el campo se pone aún más duro, estará arriba. Rafa Cabrera (+3) sigue dejando destellos del gran golfista que podría llegar a ser ante el enorme desafío del debut en Augusta. Con el paso de los hoyos empezó a soltarse hasta terminar por domar el campo.
Tercera Jornada. En uno de los días más complicados que se recuerdan, Bernhard Langer, con 58 años y ganador en 1985 y 1993, cuestionó máximas que se daban por hecho desde la década pasada, como que este escenario es para la generación de Spieth, 22 años, de McIlroy 26 años; o del número uno mundial Day, 28 años. En un día dificilísimo con vientos cruzados en cada hoyo, su calma le sirvió para protagonizar una gesta imprevisible.
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Bernhard Langer |
En esta edición, la primera que se juega tras la prohibición de un tercer punto de apoyo en el putter (el estilo que él utilizaba desde 1996 para combatir los yips y que arregló su carrera) y sin doblegarse a perder el putter escoba, Langer ha dado con la llave en unos greenes que frustran a jugadores como Sergio García, que se fue hasta los 81 golpes, su peor vuelta en 18 participaciones en el torneo y que ayer se cebaron con Rafa Cabrera (+6), que sólo entre los hoyos 5 y 9 tiró 16 putts. El alemán separa un poco el palo del cuerpo, lo justo para que ya no lo toque, y su efectividad no deja lugar a dudas. De los que pasaron el corte es el decimosegundo en este apartado. Tiró 70 golpes (y 6 birdies) con la precisión del ingeniero: 35 por los nueve primeros y otros tantos por los segundos. El National lo recibió en pie en el hoyo 18 y como Spieth aún andaba en el campo con graves problemas, alguno que otro soñaba con un resbalón de la megaestrella para ver el domingo una imagen anacrónica: Spieth poniendo la chaqueta a Langer. La clasificación tras esta jornada va así: 1. Jordan Spieth (USA), 213 (66, 74, 73) (-3 golpes). 2. Smylie Kaufman (USA), 214 (73, 72, 69)
3. Bernhard Langer (ALE), 215 (72, 73, 70) +. Hideki Matsuyama (JPN), 215 (71, 72, 72) 5. Jason Day (AUS), 216 (72, 73, 71) +. Dustin Johnson (USA), 216 (73, 71, 72) +. Danny Willet (ING), 216 (70, 74, 72) 8. Lee Westwood (ING), 217 (71, 75, 71) +. Soren Kjeldsen (DIN), 217 (69, 74, 74) +. Brandt Snedeker (USA), 217 (71, 72, 74) ---- 11. Rory McIlroy (IRN), 218 (70, 71, 77) 32. Rafa Cabrera-Bello, 222 (74, 73, 75) 43. Sergio García, 225 (69, 75, 81).
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Rafa Cabrera |
En la última jornada el Masters agrandó su leyenda a costa del chico que aspiraba a la segunda chaqueta verde con 22 años y 8 meses.
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Sergio García |
El drama cobró, además, mayor magnitud por el escenario justo en el corazón del Amen Corner (green del hoyo 11, 12 y salida del 13), tramo con el que se cimentó durante años la leyenda del torneo, pero que había perdido parte de su dramatismo en favor de hoyos posteriores en los últimos tiempos. Incluso, el 13, un par 5, se había convertido en el tramo de alivio cuando el Masters se carga de tensión cada domingo.
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Jordan Spieth |
Y Spieth llegó aquí entre admiraciones. Había firmado cuatro birdies consecutivos entre el 6 y el 9 y gozaba de cuatro golpes de ventaja sobre Willett y de repente bogey en el hoyo 11, que hacía insospechable lo que acontecería. Se situó delante del Golden Bell, el par 3 del hoyo 12 del puente de Hogan y de los vientos de simposio universitario. Cogió el hierro 8 con confianza, golpeó y el vuelo insuficientellevó la bola hasta el lago. Contrariado, sabiendo que comenzaba a abrirse una puerta para los demás, se fue a la zona de dropaje. Dibujó otro swing y encontró el agua como resultado de nuevo.
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Danny Willett |
El Masters que parecía tener ya dueño, cambió radicalmente. Willett, el golfista que en marzo tenía dudas de si acudiría no a Augusta dependiendo de si su mujer hubiera dado a luz o no (lo hizo el 29 de marzo) se dio de bruces con el liderato, cuando el año pasado, en su primera experiencia, cautivó al personal contando que cuando era pequeño, de vacaciones en Gales, jugaba en un campo entre ovejas. Ese cuádruple bogey (7 golpes) de Spieth le distanció a cuatro y Willett no tembló viendo la oportunidad. Creció hasta cinco bajo par tras un gran tiro en el 16, el otro par 3 que está protegido por agua y luego resistió con empaque los momentos críticos para un golfista que nunca se había visto en otra igual. El hoy número 8 del mundo ( solo cuatro victorias profesionales hasta ahora) se convierte en el primer inglés en ganar el torneo desde Faldo (1996) y el primer europeo desde Olazábal (1999).