Thursday, October 3, 2019

Mundial de Ciclismo en Ruta. Yorkshire Titulo para Pedersen

El LXXXVI Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta se ha disputado en Yorkshire (Gran Bretaña) entre los días 22 y el 29 de septiembre, bajo la organización de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Unión Ciclista Británica.

Comenzando por los hombres, la selección española élite masculina acudió con expectativas de hacerlo bien y de incluso repetir título. Bajo el mando del valenciano Pascual Momparler, estrenando cargo de seleccionador nacional con este Campeonato, quiso contar para la ocasión con Alejandro Valverde, José Joaquín Rojas, Marc Soler e Imanol Erviti (Movistar), Ion y Gorka Izagirre y Luis León Sánchez (Astana), Jonathan Castroviejo (Ineos) e Iván García Cortina (Bahrain-Merida). Un bloque homogéneo, casi el mismo del año pasado (excepto dos corredores), organizado en torno a la figura de Valverde.
Ahora bien pocas veces un Campeonato del Mundo se ha mostrado tan abierto, ofreciendo un amplio abanico de candidatos a colgarse la medalla de oro. La amplia nómina de candidatos es consecuencia de la particularidad del circuito de Yorkshire en el que se disputa la prueba. Un recorrido de 285 km que no se ajusta bien a las características de un corredor potente como Alejandro Valverde, pero que tampoco es ideal para los sprinters, quedándose a medio camino, de ahí que haya quien le atribuya un cierto sabor a clásica. El circuito parte de Leeds y se puede dividir en dos partes diferentes. Unos primeros 120 kilómetros en los que se afrontan tres ascensiones y un circuito final de 14 km donde se suben las mismas cotas que se repite siete veces antes de llegar a la meta de Harrogate.
Una propuesta ante la cual parten como favoritos los siguientes ciclistas:
Alejandro Valverde (España). El murciano afronta a sus 39 años su 13ª participación en un Mundial en Ruta, con siete podios a sus espaldas y un oro, el de 2018. Llega a la cita mundialista en plena forma tras la Vuelta. Es consciente que el recorrido no le va tan anillo al dedo como el de 2018 en Innsbruck, pero sabe que si llega al momento decisivo bien colocado tiene muchas opciones de ‘pescar’ medalla. La duda, ver cómo se desarrolla el trabajo de sus compañeros, ante la ausencia del seleccionador Mínguez y la nueva dirección de Pascual Momparler.
Julian Alaphilippe (Francia). Se esperaba más de él el año pasado en Innsbruck,y al final sólo pudo ser 8º. El galo, al que muchos ven como el nuevo Valverde, se ha tomado las cosas con calma tras un Tour de Francia en el que maravilló, corriendo después en Alemania y en Canadá. Finalizar la prueba con una medalla en el cuello sería el colofón a una gran temporada para ‘Loulou’, tras conquistar la Milán-San Remo, la Flecha Wallonne o el Critérium del Dauphiné.
Peter Sagan (Eslovaquia). El tres veces campeón del mundo (2015, 2016 y 2017) cedía el trono mundial del ciclismo el año pasado a Alejandro Valverde. No gana desde la quinta etapa del Tour de Francia dando sensación de no encontrar la fórmula para ser tan superior y también, que los rivales le han tomado la medida. Nunca hay que fiarse ante un ciclista con tanta clase y tanta experiencia, en un recorrido que le viene como anillo al dedo.
Mathieu Van der Poel (Holanda). Uno de los nuevos niños prodigio del ciclismo, con 24 años, es capaz de hacerlo bien en cualquier disciplina, este año ya ha demostrado su calidad en importantes pruebas sobre el asfalto, especialmente en las clásicas, con victorias en la Amstel Gold Race o la Flecha Brabançonne. Tiene una facilidad insultante para ir en bici y ya fue medalla de plata en el Europeo de Glasgow 2018.
Remco Evenepoel (Bélgica). El año pasado en Innsbruck destapó el tarro de las esencias para el gran público, después de hacer el doblete como junior en la crono y en la prueba en ruta, repitiendo lo logrado en el Europeo previo. En Yorkshire, con 19 años, puede acabar de dar la razón a los que ven en él al nuevo Eddy Merckx. Cualidades y atrevimiento no le faltan, sólo hay que recordar cómo ganó la Clásica San Sebastián. Puede hacer historia.
Philippe Gilbert (Bélgica). Veterano, pero sin llegar a los 39 de Valverde, con 37 años, el belga es otro de los grandes candidatos a luchar por la victoria, y puede condicionar las opciones de Evenepoel. Tras tener un comportamiento notable en la Vuelta, Gilbert llega muy bien de forma al Mundial. Ya fue campeón del mundo en el 2012, último año que pisó el podio, y puede que no encuentre nunca más un circuito tan propicio como el de este año.
Además de estos seis magníficos habrá que contar con otros nombres, como el italiano Matteo Trentin, el danés Jakog Fuglsang, el belga Greg Van Avermaet, el australiano Michael Matthews, el esloveno Matej Mohoric, el español Iván García Cortina o el esloveno y gran campeón de la Vuelta Primoz Roglic, que disputará la contrarreloj y la prueba en ruta.
En un día especialmente desapacible, la organización intentó paliar la situación (las condiciones meteorológicas reinantes, sumadas al agua caída en días anteriores producía la aparición de agua embalsada), retrasando la salida una hora y suprimiendo parte del recorrido, que quedó acortado en 24 km. Concretamente fueron la zona de Buttertubs (4,5 Km de subida al 6,8% de media) y Grinton Moor (3 Km de subida al 6,6% de pendiente media), anteriores a la entrada en el circuito final y que no se ascenderían. Y en vez de las siete vueltas programadas al circuito de Harragate los corredores tuvieron que dar nueve, para suplir el recorte, con el resultado final de 261,8 km de trayecto en lugar de los 285 previstos.
Animó las primeras horas de carrera una fuga de 10 corredores, con tres ilustres: Carapaz, Roglic y Quintana. La completaban el alemán Koch, el danés Cort Nielsen, el polaco Bodnar, el suizo Dillier, el checo Vakoc, el canadiense Houle y el estadounidense Howes. Hicieron camino y llegaron a contar con hasta 4'30 de ventaja antes de ser neutralizados 125 km después y a 115 km de meta. Con la llegada al circuito, se sucedieron los percances, los pinchazos y las caídas. Y, como consecuencia, los abandonos. El más relevante, el del vigente campeón del mundo, Valverde, que se bajó de la bicicleta a falta de 85 km para meta, agarrotado y muerto de frío. El más emotivo, el de Gilbert, que encaraba el día con la ilusión de repetir su ´arcoíris´ de 2012. Con su caída, el equipo con más posibilidades, Bélgica, perdió no una, sino dos de sus grandes bazas. Ya que se quedó a esperarle el joven Evenepoel y no pudieron llegar a enlazar con el gran grupo.
Cuando se encaraba la última vuelta, atacaron el estadounidense Lawson Craddock y el suizo Stefan Küng para abrir las hostilidades finales. Craddock se quedó pronto pero Küng tuvo fuerzas coger la rueda del danés Mads Pedersens, que había saltado del grupo e irse con él. Al dúo se les unieron el holandés Mike Teunissen y el italiano Gianni Moscon. Fue justo antes del movimiento clave. Un ataque por detrás de Mathieu dan del Poul al que respondió Matteo Trentin, pero no el francés Julian Alaphilippe, que se quedó. Trentin llegó al trío del que se había descolgado Teunissen y, no sin esfuerzo, también Van der Poel contactó con la cabeza para formar un quinteto cabecero con muchas opciones de éxito. Por detrás de ellos Gorka Izagirre, lideraba un intento de enlazar, pero en vano.
Los de delante se entendían muy bien, se acercaba la meta y las medallas se las iban a jugar los cinco primeros y entre los que no dejaron de suceder cosas inesperadas. Primero, que reventase Van del Poel; que después lo hiciera Moscon, quedando solo tres candidatos a 1 km de meta; y que en el sprint final no ganase Trentin, sino el joven danés Mads Pedersen, entrando en tercera posición el suizo Küng, que aguantaba en la fuga desde los primeros escarceos.
El danés conquistaba así el primer Mundial en Ruta para su país tras 6 h 27' 28" de lucha encima de la bicicleta contra sus adversarios y la climatología. El mejor español fue Gorka Izagirre 9º. El resto, Ion Izagirre 16º e Imanol Erviti 44º. No consiguieron acabar además de Valverde, Castroviejo, Sànchez, Rojas y Soler. IIvan García Cortina tuvo problemas desde el inicio, en un recorrido dantesco que solo pudieron concluir 46 ciclistas de los 197 que tomaron la salida.

En la categoría Sub-23. El ciclista italiano Samuele Batistella se ha convertido en el nuevo Campeón del Mundo tras haber sido descalificado el primero en cruzar la meta, el holandés Nils Eekhoff, por haberse aprovechado de ir "tras coche", después de una caída en los primeros compases de carrera, cuando aún restaban 130 km para el final.
Sobre 173 km de recorrido con salida en Doncaster y meta en Harrogate, tras el medalla de oro, Batistella, fue plata el suizo Stefan Bisseger y el británico Thomas Piddock bronce. La prueba fue una carrera de las habituales de la categoría, muy intensa, con mucho ritmo y muchos demarrajes en la que los españoles se quedaron sin opciones ya a unos 40 km de meta, cuando ninguno de ellos entró en el primero de los tres grupos en los que quedó dividido el pelotón. Aunque tampoco entraron en el segundo, que soñó durante unos km con alcanzar al primero pero no lo consiguió. La carrera se decidió en el grupo de 24 unidades que llegó por delante al circuito final, de 14 km y con final en cuesta y al al que tuvieron que dar dos vueltas. A la última llegó un sexteto por delante que pronto se quedó en un quinteto con Bissegger, Foss, Batistella, Pidcock y el polaco Szymon Sajnok, que fue el siguiente en ceder. Por detrás, el colombiano Higuita, lideraba una persecución de cuatro, que se quedó en tres y en la que le acompañaron Eekhoff y Kron y que alcanzó a los cuatro de cabeza. El holandés controló los instantes previos a un sprint que lanzó el colombiano y en el que Eekhoff acabó venciendo por centímetros y no sin dificultades. Tras el septeto, terminó un grupo de 12 corredores a 38".
De los cuatro españoles solo dos llegaron a la meta, pero muy lejos de los primeros. El vizcaíno Iñigo Elosegui acabó 67º y el barcelonés Roger Adríà el 83º, los dos en un grupo que terminó a 12'42.

En la categoría júnior masculina el ciclista estadounidense Quinn Simmons dio todo un recital, para imponerse en solitario con un tiempo de 3h38'03 y colgarse la medalla de oro sobre un recorrido de 148 km con lluvia intermitente entre Richmond y Harrogate. La carrera estuvo marcada desde el principio por el piso mojado y las numerosas caídas que se fueron produciendo entre los continuos ataques y escapadas propias de una categoría más marcada por la intensidad y cierto caos que por el orden de los profesionales. Los corredores parecían tener claro que lo más duro estaba en los primeros 100 km, justo antes de entrar en el circuito final al que había que dar tres vueltas, y no paraban los intentos de romper la unidad del pelotón. En esa dinámica, los estadounidenses se dieron cuenta de que el gran grupo sufría con el ritmo al que se circulaba y a 60 Km de meta intentaron un corte con Simmons y Sheffield. Aguantaron ese primer envite el británico Askey y el checo Bittner y se les unió poco después, no sin poco esfuerzo, el español Rodríguez Cano.
El quinteto llegó a contar con casi medio minuto de ventaja, pero el pelotón no les dejaba mucho más margen y Simmons, el más fuerte, demarró en una subida y se fue sólo por delante hacia un oro incontestable para el resto. Le acompañaron en el podio el italiano Martínelli, que llegó a 56" tras saltar del grupo perseguidor a 19 km. de meta. En la pelea por el bronce, el también estadounidense Sheffield se impuso en un ajustado sprint de cuatro unidades al holandés Leijnse, al italiano Garofoli y al noruego Stock. Todos a 1'33 de Simmons.
No hizo mala carrera la selección española (solo tres corredores), pero el valenciano Juan Ayuso, muy activo toda la carrera, sufrió una caída a 9 km de la llegada que arruinó sus posibilidades, acabando 23º a 4'55 mientras que a Carlos Rodríguez le faltaron fuerzas en el momento decisivo, tras haber entrado en el corte bueno de Simmons, finalizando un puesto por detrás, 24º, a 7 minutos y 2 segundos e Igor Arrieta acabó 49º. 

En cuanto a las mujeres: en la categoría élite la ciclista neerlandesa Annemiek Van Vleuten se tomó este domingo la revancha de la derrota el martes en la contrarreloj y con un recital en solitario en los últimos 105 kilómetros se hizo con su primer maillot arcoíris de ciclismo en ruta cubriendo el recorrido de 149,4 km en 4 h6'5".
La localidad de Bradford acogía la salida de la carrera que, por primera vez en la semana, lucía vestida por el sol. Holanda, las favoritas, pronto pondría de manifiesto su intención de romper la carrera, endureciéndola desde la primera subida a Norwood Edge, donde se realizaría un primer corte que no iría a mayores, produciéndose la reunificación del pelotón en la posterior bajada. La siguiente ascensión de la jornada resultaría decisiva para la definición de la prueba. La neerlandesa Van Vleuten lanzaba un duro ataque en Lofthouse para romper la carrera y marcharse en solitario cuando aún restaban 105 km para el final, demarrando en el tramo más duro del recorrido, mucho antes de entrar en el circuito de 14 kilómetros al que las féminas tenían que dar tres vueltas. No respondió nadie a la aceleración de la holandesa, aunque sí fue capaz de seguirla a cierta distancia un grupo de ocho corredoras en el que se encontraban la americana Dygert, su compatriota Van der Breggen, vigente campeona, las italianas Longo y Paladin, la alemana Koppenburg, la australiana Spratt, la danesa Uttrup y la británica Deignan. Fueron cediendo Paladin, Ludwig, Koppenburg y Deignan.
Y, cuando el octeto se había quedado en cuarteto, atacó Dygert, que por momentos pareció acercarse a Van Vleuten. Pero la holandesa aguantó la distancia y ya en la última vuelta, a 13 kilómetros de meta, la norteamericana fue alcanzada por Van der Breggen y Spratt, que a su vez, habían dejado atrás a a la italiana Longho Borghini, en un ataque de la holandesa. Aguantó poco en el trío la americana, fundida por el esfuerzo anterior y la australiana Spratt, que vio flaquear a Dygert, aceleró para asegurarse una medalla. Con Van der Breggen a rueda la plata se le ponía muy cara y así fue, pues la australiana no pudo soportar el ritmo de la holandesa, cediendo en el último repecho, a 5 km de meta. La plata fue para Van der Breggen, que entró a 2'15 y bronce para la australiana Spratt a 2'28. La joven estadounidense Dygert, acabó cuarta a 3'24, quinta la italiana Longo a 4'45 y por detrás a 5'20, el grupo en el que llegaron dos de la cuatro españolas, Mavi García 25ª y Ane Santisteban 26ª. Eider Merino 35ª, lo hizo a 5'31 mientras que Lourdes Oyarbide acabó en el puesto 74, a 13'50 de la vencedora. No finalizaron las otras dos españolas Sheila Gutiérrez ni Alicia González.
Y en cuanto a la categoría junior, la norteamericana Megan Jastrab se ha impuesto en la prueba en línea femenina para las corredoras más jóvenes, con un tiempo de 2 h 8'00 sobre un trazado de 86 km y que unía las poblaciones de Doncaster y Harrogate. Una prueba en la que la lluvia solo apareció al final provocando caídas y algunos percances amargando las montoneras la vida a muchas corredoras. Entre ellas, a las españolas Inés Cantera, Amaia Lartitegi y Naia Amondarain, quienes se vieron cortadas a 4,6 km. por una caída a cola del pelotón. Al final acabaron, por ese orden, en los puestos 32ª, 35ª y 40ª, a 1'07, 1'12 y 1'20 respectivamente de la ganadora. La kazaja Bukanova ha sido la principal protagonista del tramo inicial de la competición gracias a una fuga en solitario que ha mantenido con vida hasta la llegada al ecuador de la carrera; momento en el que ya se había producido el abandono de Irati Puigdefabregas a causa de una caída que le ha provocado un fuerte golpe en la cadera. El momento clave de la carrera fue la fuga a poco más de 20 kilómetros de meta de la chilena Catalina Anais Soto y de la francesa Cedrine Kerbaol, que llegaron a conseguir medio minuto de ventaja y hasta se ilusionaron con llegar por delante en algún parón del pelotón. La chilena incluso se atrevió a volver a atacar a 6,8 kilómetros de meta en busca del oro. Pero, a pesar de su fortaleza y su insistencia, fue cazada a 2,8 Km de meta. Poco después saltó la rusa Gareeva, y respondió a su ataque la estadounidense Jastrab, júnior de primer año, para rematar en la cuesta final. Además, llegando desde atrás, Wilde y Nooijen también tuvieron tiempo de superar a la rusa sobre la línea de meta para hacerse con las otras dos medallas.
La próxima cita será en las localidades de Aigle y Martigny (Suiza) entre el 20 y el 27 de septiembre de 2020.

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