Sunday, June 20, 2021

Roland Garros 2021 Djokovik suma su 2º trofeo

La 125ª edición recuperaba sus fechas habituales tras dos ediciones alteradas por el COVID y se disputaba del 30 de mayo al 13 de junio, una semana después de lo previsto, también por la misma causa y debiendo jugarse con la alarma del toque de queda en Paris a partir de las 23 h. Por primera vez se igualaban los cuadros principales individuales para hombres y mujeres con 128 tenistas (las mujeres eran solo 96 en las ediciones anteriores) y en línea con los otros tres grandes. También se recuperaba la cuantía de los premios anterior a la pandemia. 

Empezando con el torneo femenino, la representación española contaba con Carla Suarez en su regreso a las pistas tras su grave dolencia, Garbiñe Muguruza, Sara Sorribes, Paula Badosa y Laura Arruabarrena que accedía desde el cuadro clasificatorio. 
No lo lograban, Aliana Bolsova, Georgina García, Eva Guerrero y Cristina Bucsa, que no conseguían pasar de la primera ronda clasificatoria ni Nuria Parrizas, que se quedaba a las puertas de la clasificación. 
Mal papel de la armada española, salvándose de la quema Badosa y siendo el resultado del resto lamentable, cayendo todas en primera ronda: Carla frente a la norteamericana Stephens, C. Suarez - S. Stephens ( 6-3, 6-7 y 4-6), Garbiñe ante la ucraniana Kostyuk en un pésimo partido G. Muguruza- M. Kostyuk (1-6 y 4-6), Sara, frente a la china Zheng S. Sorribes - S. Zheng (4-6, 6-4 y 6-4) y Laura frente a la checa Gracheva, L. Arruabarrena - V. Gracheva ( 2-6 y 3-6). 
A Paula en primera ronda le correspondía la estadounidense Davis, P. Badosa - L. Davis (6-2 y 7-6), necesitando de dos horas y toda su experiencia para pasar de ronda, donde le esperaba la montenegrina Kovinic. P. Badosa - D. Kovinic (6-2 y 6-0), esta vez más fácil la jugadora española pasaba sin problemas a la siguiente. Para la tercera ronda la rival de la española era la rumana Bogdan. P. Badosa - A. Bogdan (2-6, 7-6 y 6-4), y en el que Badosa tuvo que levantar una bola de partido en contra en el segundo set y tirar de casta para remontar un duelo muy complicado que rozó las tres horas, consiguiendo el pase a octavos. 
En un campeonato hasta ahora impoluto eliminaba en octavos de final a la checa Vondrousova P. Badosa - M. Vondrousova (4-6, 6-3 y 2-6), y presentándose en cuartos por primera vez. 
En esta sorprendente edición solo lograba pasar a cuartos de final una top ten, la polaca vigente campeona Iga Swiatek y actual nº 8 siendo acompañada por la griega Maria Sakkari la nº 17 como siguiente mayor valor entre las veinte mejores del mundo. El resto de cuartofinalistas eran la kazaja Elena Rybakina, la norteamericana Cori Gauff, la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, la española Badosa, la checa Barbora Krejcikova y la eslovena Tamara Zidansek. 

Cuartos de final. Los emparejamientos resultantes fueron norteamericana y checa, griega contra polaca, kazaja frente a rusa y la eslovena con la española T. Zidansek - P. Badosa (7-5, 4-6 y 8-6). Partido espectacular con Paula cediendo ante la eslovena en 2 h 26, después de conseguir levantar un set en contra y un 4-2 adverso en el segundo, pero sin podee certificar la remontada. En la tercera manga, con la tensión mascándose en el ambiente, el punto de inflexión se produjo en el decimotercer juego. Dispondría de tres pelotas de 'break' y su rival las fue salvando una a una con golpes ganadores (dos de derecha y uno de revés). Allí sí que perdió el último tren. La eslovena 85 del mundo se presentaba a semifinales. 
En el resto de enfrentamientos, el partido entre norteamericana y checa, C. Gauff - B. Krejcikova (6-7 y 3-6), se resolvía sorpresivamente hacía el lado checo. M. Sakkari - I. Swiatek (6-4 y 6-4), y donde la joven jugadora polaca dio buena cuenta de la italiana en hora y veinte. El duelo soviético se resolvía a favor de la jugadora rusa, E. Rybakina - A. Pavlyuchenkova (7-6, 2-6 y 7-9) después de tres horas de partido se produjo la derrota de la uzbeka frente a una más resolutiva rival que de esta forma accedía a semifinales. 
En Semifinales se veían las caras en el primer duelo B. Krejcikova - M. Sakkari (7-5, 4-6 y 9-7), que tenía encaminada la tenista griega, ganando el primero y cediendo en el segundo, para en un exceso de confianza permitír que la jugadora checa se llevase el tiebreak cuando ella estaba al servicio, con ventaja y bola de partido. Primera final de un grande para una "desconocida" jugadora checa que hasta este momento lleva un torneo impoluto resuelto a base de su arrojo y desvergüenza en la pista, habiendo cedido tan solo tres sets. 

Mientras que en la segunda semifinal el duelo entre rusa y eslovena solo tuvo emoción en el primer set A. Pavlyuchenkova - T. Zidansek (7-5 y 6-3), con la veterana jugadora rusa imponiendo su experiencia ante una de las revelaciones del torneo y consiguiendo llegar a su primera final después de 53 presencias en Grand Slam. 

En la final, despojada del aura mediática que le hubiera concedido el contar con alguna de las mejores del mundo, será la sexta ocasión consecutiva en que la ganadora conseguirá su primer grande. B. Krejcikova - A. Pavlyuchenkova (6-1, 2-6 y 6-4), la jugadora checa se impuso a la rusa en un buen partido. Tanto la rusa Anastasia Pavlyuchenkova como la checa Barbora Krejcikova llegaban repletas de confianza, pero también con un notable desgaste físico y mental a un partido que podía cambiar sus carreras y que se erigía como oportunidad única para ambas. Y la final femenina se desarrollaba por los cauces esperados, es decir irregularidad, nervios y tenis variado en un duelo a tumba abierta entre dos jugadoras ávidas de gloria y hacer pronósticos en un partido como este era misión imposible. La gran igualdad que existe en el circuito femenino se mantuvo durante un encuentro entre dos tenistas de perfiles similares, en el que la mayor diferencia podría ser la mayor experiencia de la rusa y que sin hacer honor a ello, desaprovechaba un break en el juego inicial del primer set para mostrar una evidente falta de argumentos en los seis siguientes juegos. Krejcikova jugó muy cómoda, aprovechando la falta de mordiente en los golpes de su rival y con problemas para desplazarse con intensidad y tomar la iniciativa. 
Para el segundo parcial las tornas cambiaron. Ya en el tramo inicial se vio a una Pavlyuchenkova mucho más agresiva en sus golpes e intensa en los desplazamientos. Jugando con mayor porcentaje de primeros saques, empezaba a asumir riesgos con tiros paralelos, y la mayor confianza le permitía situarse con 5-1 de ventaja, momento en el que sufría un pinchazo muscular en un muslo. Terminó cerrando el set al resto y afrontando el tramo decisivo del encuentro con energías renovadas y optimismo palpable. 
Fue en la tercera manga donde se vieron intercambios algo más largos e interesantes, con buenos cambios de ritmo y altura por parte de Krejcikova para intentar sacar a la rusa de la línea de fondo, desde donde atacaba con solvencia. Con dificultades ambas para mantener el saque sería en el octavo juego cuando la más joven tenista checa encontró la inspiración para abrir brecha en el marcador y consolidar el break anterior. 

Justo y merecido título para Barbora Krejcikova, que consigue su primer Grand Slam en su quinta comparecencia en un grande. La de Brno que hace un año no figuraba ni en el top 100 del ranking, entrando en el top 50 hace apenas tres meses saldrá coronada 15ª del mundo. 

En cuanto al torneo masculino, numerosa presencia española en el cuadro de honor, con Rafael Nadal como principal candidato a la victoria, además de Alejandro Davidovich, Feliciano López, Pablo Andújar, Alberto Ramos, Pablo Carreño, Roberto Bautista, Roberto Carballés, Fernando Verdasco, Jaume Munar, Pedro Martínez y los llegados de las clasificatorias, Carlos Alcaraz, Bernabé Zapata, Carlos Taberner y Mario Vilella. En cambio no conseguía pasar el torneo clasificatorio Tommy Robredo. 
En cuanto al cuadro de honor quedaron eliminados a las primeras de cambio y en primera ronda, F. López ante el argentino Coria, R. Carballés ante el sueco Ymer, A. Ramos ante el francés G. Monfils, C. Taberner ante el ruso R. Safiulin y F. Verdasco ante el alemán P. Kohlschreiber. 
En el caso de Zapata y Vilella, tuvieron la mala suerte de tener que cruzarse con rivales españoles y B. Zapata perdía ante Alcaraz (6-3, 2-6, 6-1 y 7-6) y M. Vilella cedía ante Bautista (4-6, 4-6 y 2-6). Si en segunda ronda los eliminados eran R. Bautista ante el suizo H. Laaksonen, P. Andújar ante el argentino F. Delbonis, P. Martínez ante el griego S. Tsitsipas y J. Munar ante el norteamericano R. Opelka, en tercera ronda, era el joven Alcaraz el que cedía ante el germano Struff, C. Alcaraz -JL. Sruff (4-6,6-7 y 2-6) tras jugar un gran tenis y sorprendiendo a propios y extraños. Había dejado en la cuneta a Zapata y al georgiano Basilahsvili llegando desde el torneo clasificatorio. 
De los 16 españoles iniciales, tres accedían a octavos de final, Carreño, Davidovich y Nadal. No estaba mal. Sus emparejamientos hasta entonces habían sido, para el asturiano Carreño en primera ronda, el eslovaco N. Gombos (3-6, 4-6 y 3-6), en segunda el francés E. Couacaud (6-2, 3-6, 4-6 y 4-6) y en tercera el norteamericano Johnson (4-6, 4-6 y 2-6) duelos todos resueltos con claridad para enfrentarse y ceder ante Tsitsipas en octavos S. Tsitsipas - P. Carreño (6-3, 6-2 y 7-5) en tres sets. En cuanto al malagueño Davidovich, en primera ronda le correspondía el kazajo Kukushkin (6-4,6-4 y 6-3), en segunda el holandés B. VD Zandschulp (6-4, 6-4, 5-7, 2-6 y 6-4), en tercera el noruego C. Ruud (6-7, 6-2, 6-7, 6-0 y 5-7) y en octavos el verdugo de Andujar, el argentino Delbonis, al que eliminaba en cuatro sets A. Davidovich - F. Delbonis (6-4, 6-4, 4-6 y 6-4) para presentarse en cuartos, donde le esperaba el número seis del mundo, el alemán Zverev. Para el manacorí Nadal el primer enfrentamiento fue con el australiano A. Popyrin, (6-3, 6-2 y 7-6). En segunda ronda le correspondía el francés R. Gasquet (6-0, 7-5 y 6-2) y en tercera el británico C. Norrie (6-3, 6-3 y 6-3). En octavos le correspondía la joven promesa italiana J. Sinner R. Nadal - J. Sinner (7-5, 6-3 y 6-0), accediendo a cuartos de final en donde se enfrentaría al argentino Schwartman. 
A cuartos de final llegaban los dos españoles, el serbio Djokovic, el ruso Medvedev, el griego Tsitsipas, el alemán Zverev, el italiano Berretini y el único jugador no europeo, Schwartman. Siete top ten y el malagueño. 


Los enfrentamientos de cuartos de final eran N. Djokovic - M. Berretini (6-3, 6-2, 6-7 y 7-5), que se inclinaba del lado serbio tras cuatro sets y más de tres horas de partido. El segundo duelo era el partido R. Nadal - D. Schwartzman (6-3, 4-6, 6-4 y 6-0), con "el peque" igualando el partido al llevarse el segundo set y tras 2h 49' tener que sucumbir finalmente en cuatro sets ante el poderío del español. El duelo hispano alemán A. Zverev- A. Davidovich (6-4, 6-1 y 6-1), se decidía claramente a favor del tenista germano en menos de dos horas de partido. El último partido de cuartos enfrentaba al quinto contra el segundo del mundo. En teoría el más igualado, en la practica el jugador griego ganaba al ruso en solo tres sets S. Tsitsipas - D. Medvedev (6-3, 7-6 y 7-5) superándole en los momentos decisivos. 
A Semifinales, por tanto pasaban serbio, español, griego y alemán, respectivamente los nº 1, 3, 5 y 6 del mundo, casi pleno, enfrentándose en ese orden, en dos duelos espectaculares; Djokovic con Nadal en la primera y Zverev con Tsitsipas en la segunda. En el primero de los enfrentamientos, N. Djokovic - R. Nadal (3-6, 6-3, 7-6 y 6-2) el español no pudo superar al nº 1 a pesar de adelantarse en el marcador, llevándose claramente el primer set, sobre todo por el bajo porcentaje de puntos ganados con el primer servicio (tan solo un 59 %) claramente insuficiente para superar a la maquinaria serbia en uno de los mejores partidos de la historia del tenis. 
El horario nocturno, que incluso hizo saltarse el toque de queda nacional francés, perjudicaba más al jugador español que debía ceder ante un inconmensurable Djokovic que de esta manera conseguía su segunda victoria sobre Nadal en el torneo (dos de nueve) y accedía a su sexta final. 
En la otra semifinal, A. Zverev - S. Tsitsipas (3-6, 3-6, 6-4, 6-4 y 3-6) ofrecieron un partido fue de los que hacen afición con el jugador alemán remontando dos sets y empatando el partido para ser superado finalmente en el quinto por el jugador griego tocado por la magia de los dioses helenos y accediendo de esta manera a su primera final parisina. 
Y en la final, N. Djokovic - S. Tsitsipas (6-7, 2-6, 6-3, 6-2 y 6 -4), el jugador serbio remontaba al griego para llevarse el partido en cinco sets y tras 4 h 1 1' de juego. El comienzo de Tsitsipas en su primera final estuvo marcado por los nervios. Una doble falta para comenzar su andadura en la cúspide de un Grand Slam para con un juego timorato, tardar más de media hora en sumar un punto con el servicio ajeno. 

Pero cuando se quitó la presión fue un torbellino que arrasó a un fallón Djokovic, que parecía atenazado recordando la final de 2015 ante Wawrinka, la primera final sin Nadal enfrente y que perdió. El público encantado, a favor del heleno, era un trampolín en el que el joven tenista no dudó en impulsarse para mantener el viento de cola en el segundo set. Rotura de salida, solidez en sus golpes, tenis total, del que viene desplegando en su mejor año, para arrinconar al serbio, que tras ceder el servicio en el séptimo, entregó otro parcial en menos de la mitad de tiempo que el primero. Contra las cuerdas, amenazado de perder una segunda final consecutiva en París por 3-0, el serbio inopinadamente se volvía a marchar a vestuarios ante el enfado de Tsitsipas. Cuando regresó era un jugador nuevo. Renovado, sacaba su casta e intensificando el nivel, buscó con ahínco la tercera manga, sabedor de que al hacerlo, le entrarían las dudas al tenista griego. Aparecieron en el cuarto juego, con más de 11 minutos de tenis inmenso y cinco bolas de rotura a favor del serbio.Djokovic olía la sangre, vio la grieta en la moral rival y apretó y apretó hasta colocarse con ventaja. Por ahí entró el fantasma de la remontada, las dudas de Tsitsipas, la esperanza del serbio. Con solo 4 errores en esa manga, conservó la ventaja y metió el miedo en el cuerpo del griego. Tratado por un fisio en la parte baja de la espalda, el griego parecía a la deriva. La imagen de dejar escapar el partido era cada vez más nítida, a medida que Djokovic crecía por minutos y la ventaja, grande instantes antes, mudó a mínima. La Philippe Chatrier notaba que el viento giraba. Para la siguiente manga Djokovic no bajó el pistón. Rompía de entrada, apretando en cada bola mientras el griego se diluía. 4-0 en diez minutos y cuarto set en media hora con 17 golpes ganadores: todo listo para un quinto. La presión del serbio no aflojó, todo lo contrario que la resistencia del griego, convertido en un manojo de nervios, sin saber encontrar el hilo al duelo que ya solo tuvo una dirección. Se consumaba la tragedia griega, un sacrificio más en pos de la gloria de Djokovic que, pese al público, acabó por reconquistar Roland Garros, su segunda corona, su decimonoveno Grand Slam. Enfrente Stefanos Tsitsipas, pagó su falta de contundencia en su debut en la final de un grande. El número 1 del mundo se convertía en el primer tenista de los tiempos modernos en ganar al menos 2 veces los cuatro grandes y se sitúa por vez primera en su carrera a tan solo uno de los líderes Federer y Nadal, con 20. 

Djokovic demostró su capacidad de supervivencia; no se rinde nunca, ni cuando la adversidad parece insuperable. Remontó dos sets ante Lorenzo Musetti en octavos de final, se sobrepuso en cuartos a la noche parisiense, la evacuación del estadio y el empuje de Berrettini, y en semifinales no sucumbió a los fantasmas del pasado cuando Nadal comenzaba con un 5-0. Tampoco se amilanó en una final que se le puso cuesta arriba, con dos sets en contra y un público descaradamente hostil, muy proclive al tenista griego que venía seduciéndoles toda la quincena. No enamora el serbio, pero rindió París a sus pies por segunda vez, obstinado en lograr sus objetivos, que confluyen todos en uno, convertirse en el mejor de toda la historia. Convertido en el defensor de la vieja generación frente al empuje de la nueva, también es el principal candidato del «big3» en acabar con un palmarés más amplio (tiene un año menos que Nadal y 5 cinco menos que Federer). 
El griego, en cambio, careció de ambición y fuerza, dejando vivo al serbio y pagándolo caro.

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