El Grand National, toda una cita social que reúne a miles de británicos en el hipódromo de Aintree, cerca de Liverpool, (70.000) y muchos más delante del televisor con los tickets de las apuestas en la mano celebraba este año su 168ª edición y además coincidía en día con la otra cita histórica inglesa, la regata Oxford Cambidge de remo.
Este año 39 caballos ( de las 98 solicitudes iniciales) se enfrentaron al recorrido de 7.242 metros (dos vueltas al hipódromo) y a la treintena (16 + 14) de obstáculos que convierten al Grand National de una de las carreras más duras del mundo (han acabado solo 19 animales).
Many Clouds’, con la monta del irlandés Leighton Aspell y propiedad de Trevor Hemmings, ha vencido con autoridad llevándose las 561.300 libras del ganador, con casi dos cuerpos de ventaja.
‘Many Clouds’ marchó bien colocado en el pelotón buscando el exterior de la pista durante la primera vuelta del recorrido, para en la segunda y una vez pasado ‘Canal Turn’, presentar su ataque de forma progresiva, entrando en cabeza en la recta final y aguantando bien el ataque de ‘Saint Are’ (P.J. Brennan), que terminó segundo. La tercera plaza fue para ‘Monbeg Dude’ (L. Treadwell), delante de ‘Alvarado’ (P. Moloney), que finalizó en cuarta posición.
Trevor Hemmings, el propietario de ‘Many Clouds’, con esta, consigue su segunda victoria en la prueba, ya que consiguió vencer con ‘Ballabriggs’, en el año 2011.
‘Many Clouds’ no partía entre los favoritos después de su mala actuación en la Copa de Oro de Chentelham. El dividendo del ganador en las apuestas fue de 25/1.
Leighton Aspell, el jockey ganador, ya había logrado la victoria en esta prueba en la pasada edición con ‘Pineau de Re’ y pasa a la leyenda por vencer en el Grand National, dos años de forma consecutiva, hecho que no se producía desde que Brian Fletcher, jockey del mítico ‘Red Rum’, el único caballo capaz de ganar esta carreras en tres ediciones (1973, 1974 y 1977).
Como anécdota comentar que en muchos años de Grand National, el jockey vencedor tuvo que entrar caminando por su propio pié hacia la puerta de ganadores, ya que tuvo que bajarse de un ‘Many Clouds’ totalmente agotado y que debió ser atendido por el servicio veterinario durante unos minutos. El caballo se recuperó enseguida y a los pocos minutos entraba entre una enorme ovación en el recinto de ganadores para la entrega del trofeo.
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