
España presentaba un completo equipo de 77 atletas ( 46 hombres y 31 mujeres) encabezado por Bruno Hortelano y Ruth Beitia. El papel del equipo español en palabras de su director técnico, Ramón Cid, ha sido notable alto. Tres oros, cuatro platas y un bronce, que suponen la sexta posición final. Y lo mejor 19 finalistas.
Por orden, la primera medalla, plata, llegaba de la mano de Sergio Fernández en 400 m. vallas. Segundo con un tiempo de 49´06. a seis centésimas del récord más antiguo del atletismo español, que tiene en esa misma prueba José Alonso Valero, con 49.00 en los Mundiales de Roma 1987.Y a ocho centésimas del vencedor, el cubano con pasaporte turco Ysmani Copello. En los últimos metros de la segunda curva y en la recta final el español fue un huracán, atacando las vallas a la perfección, remontando puestos y situándose en esa segunda plaza que ningún atleta español ha conseguido, jamás, en ninguna gran competición en esta modalidad. David Bustos consiguió también plata en el 1.500 m, en una carrera táctica, 3´46" 90, emparedado entre los hermanos Ingebrigtsen noruegos. El único bronce vino de la mano de Antonio Abadía en los 10.000 m. con un tiempo de 28´26" 07, detrás de los dos turcos keniatas que se fueron distanciando poco a poco del grupo y entraron por delante. Juan Pérez fue 6º y Daniel Mateo 7º.
El oro de Ruth Beitia en altura se produce con un salto a la primera de 1,98 y le sirve para colgarse su tercera medalla de oro consecutiva. Con 37 años y 26 de carrera deportiva, la cántabra lleva acumuladas doce medallas internacionales en su palmarés, tan solo le queda por conseguir el oro olímpico.

El tercer oro llegaba de la mano de Ilias Fifa, en 5.000 m. en una prueba en la que la 'foto finish' tuvo que determinar la posición de los cuatro primeros clasificados y en la que Adel Mechaal también consiguió la plata. Tercero, el alemán Richard Ringer, todos llegaron con el mismo tiempo de 13´40" 85. La carrera, tranquila y dominada por los españoles, adquirió al final un carácter caótico y frenético que culminó en un final de infarto con Fifa remontando posiciones en la recta de meta y sorprendiendo a todos sus rivales. Carlos Mayo finalizó en 14ª posición, lejos de los mejores. También se alzó con la plata el equipo español masculino en el medio maratón. Además de los premios a nivel individual, también lo hacía para la mejor selección, papel que finalmente le correspondió al equipo suizo con algo de suspense. Y es que todo hacía prever que la gran actuación de Carles Castillejo, Jesús España y Ayad Lamdassen daría el título continental a los españoles, como así se indicó en un primer momento, pero una posterior revisión le dio el oro a Suiza, por cuatro centésimas.
No tuvieron tanta fortuna otros deportistas nacionales que se metieron en finales. Sebastián Martos fue cuarto en la final de 3.000 m obstáculos, con 8´31" 93, su mejor marca de la temporada, y donde Fernando Carro terminó 10º y Abdelaziz Merzoughi 14º.


Polonia concluyó primera en el medallero con doce, seis doradas, cinco de plata y una de bronce. Con este resultado, los polacos superaron a Alemania, segunda, y Gran Bretaña, tercera, ambas con 16 metales y cinco victorias continentales cada uno en el medallero.
Analizando fríamente la actuación española, los ocho metales seguramente deberían ser de otro color. Uno seguro, el de Bruno, otros dos, 5.000 m, probablemente, porque en una llegada así puede pasar cualquier cosa y el de Ruth, fue acompañado de una serie de circunstancias que otras veces no se dan (suerte y competencia). Y a su vez, otras actuaciones tenían que haber sido objeto de mejor recompensa.
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