
La carrera comenzaba en el Departamento de la Mancha, donde el viento y los abanicos suelen ser los protagonistas, pero esta vez el protagonismo se lo llevó la caída de Contador. Aunque no presentaba fracturas la caída le condicionó el resto de la carrera. La etapa se la llevó Cavendish en un típico sprint masivo imponiéndose a Kittel y a Sagan.

La 3ª y 4ª etapa fueron tranquilas y se resolvieron al sprint; Cavendish, conseguía su segundo triunfo y Kittel el primero, ganando en un sprint apretadísimo a Coquard.
En la 5ª etapa se llegaba al Macizo Central. No tenía grandes puertos, pero acumulaba más de 4000 metros de desnivel. Se conformó una escapada de la que el más listo fue Van Avermaet que dio una auténtica exhibición, derrotando a gente de la talla de De Gendt y Majka ganando la etapa y enfundándose el maillot amarillo, con 5 min. de diferencia sobre los favoritos. Contador volvió a ceder tiempo con los mejores, siendo ya de 1´ 21".
En la 6ª etapa, de transición, saliendo del Macizo Central y acercándose a los Pirineos, Cavendish volvió a ganar por tercera vez. Con autoridad se impuso a Kittel, aumentando su leyenda en el Tour.
En la 7ª etapa, el pelotón llegaba a los Pirineos, completando una etapa llana, excepto la subida final al Col d'Aspin de 1ª y descenso al Lago de Payolle. El espectáculo estuvo en las piernas de Cummings que derrotó a Nibali ganando por 2ª vez una etapa del Tour. Pinot perdió prácticamente todas sus opciones en la general, al dejarse 3 min. con respecto a los favoritos. La anécdota la protagonizó el cartel inflable de último kilómetro, al caer sobre el grupo de los favoritos, afectando en especial a Yates, quien sufrió una pequeña herida en la cara. La organización oportunamente, concedió la misma ventaja que llevaban en ese momento a todos los implicados.

La 9ª etapa salía de Viella y transitando por territorio español terminaba en Andorra. Considerada 'etapa reina de los Pirineos' gracias a su orografía con final en Ordino-Arcalís, alto de Categoría Especial, hizo honor a su nombre. Tras formarse una escapada donde De Gendt, Pinot y Majka luchaban por los puntos de la montaña, Contador se subía al coche del equipo, confirmando su abandono del Tour. Subiendo el Ordino-Arcalís apareció una repentina y sorprendente tormenta con granizo y fuerte lluvia y entre la cortina de granizo apareció Dumoulin para hacerse con la etapa tras una auténtica exhibición de fuerza y de gestión de su ventaja. Por detrás, entraron Majka y Costa, incapaces de darle caza. En el grupo de los favoritos, no se movió la carrera, todos muy vigilantes.
Al día siguiente, lunes, los ciclistas descansaron en Andorra. Tras una primera semana totalmente loca y de gran esfuerzo, el pelotón salía de los Pirineos hacía los Alpes, con el Mont Ventoux como principal obstáculo.
La 10ª etapa, comenzaba en Escaldes-Engordany y terminaba en Revel tras el Port d'Envarila, el puerto más alto del Tour cerca de la salida y una etapa llana, en la que la escapada llegó a meta, después de una batalla interna en esta, donde Sagan destrozó la escapada aunque fuera Matthews más rápido que él en meta.
La 11ª sería la típica etapa de aproximación al Mont Ventoux, con viento y abanicos. Y así fue, pese al comienzo relativamente tranquilo con una escapada de dos ciclistas, los equipos grandes aprovecharon el fuerte viento para crear abanicos, dejando el pelotón muy reducido. Finalmente a falta de 10 km, Sagan atacó junto a su compañero Bodnar. A ellos se les unieron Froome y su compañero Thomas, abriendo un pequeño hueco de hasta 30 seg. como diferencia máxima. En el sprint Sagan batió a Froome ganando su 2ª etapa en este Tour y la 6ª de su participación. Froome consiguió 11 seg. más respecto a sus máximos rivales, ahora 35 seg. con el 2º, Quintana, que se había quedado cortado.
La 12ª etapa comenzaba con un recorte de km. debido a las fuertes ráfagas de viento en el Mont Ventoux, decidiendo colocar la meta en la zona del Chalet Reynard, donde empieza el "paisaje lunar". Ya desde el comienzo el viento y los abanicos rompieron la carrera, organizando una numerosa escapada con casi 20 min de máxima diferencia, dejando al pelotón muy reducido y creándose un tercer grupo con Sagan, Pinot y Majka...entre otros. Por delante, en la escapada 13 hombres con Navarro, Pauwels y De Gendt. Finalmente, pese a quedarse en los primeros ataques, De Gendt con un ritmo constante, dejó primero a Navarro y después a Pauwels para ganar la etapa y colocarse como líder de la montaña. Por detrás, en el pelotón fue el Sky el que equipo que dominó la ascensión, neutralizando los ataques de Valverde, Pantano, Rolland y el doble ataque de Quintana. Tan solo un poco después, fue Froome el que contraatacó, llevándose consigo a Porte y al mismo Quintana, aunque este no pudo aguantar, perdiendo distancia y tiempo respecto al británico y al australiano. Saltando del pelotón donde Valverde tiraba de un Quintana que sufría, Mollema, llegó hasta ellos. Y entonces se produjo la imagen del Tour 2016, cuando el trío Mollema, Froome y Porte marchaba por delante del grupo de Quintana, Valverde y Bardet, el australiano del BMC choca con una de las motos, provocando una reacción en cadena, cayéndose también Froome y después Mollema. Froome sin bicicleta, desesperado, corría cuesta arriba buscando el coche de equipo o una bicicleta para llegar a meta. Cuando a Froome le dieron una bicicleta neutra, sus rivales le habían sacado más de 1 minuto, perdiendo el amarillo. Tras la desorganización ocurrida el director de carrera dio por terminada la etapa a los corredores que llegaron entre el 10º y 25º en el momento del incidente, y en una decisión muy polémica otorgar el mismo tiempo a Froome y a Porte que a Mollema; y haciendo lo mismo con Valverde, Quintana -quien subió unos metros agarrado a una moto y con Van Garderen y Yates, a pesar de llegar a meta segundos después que el británico, por lo que Froome retuvo el maillot amarillo y aumentaba un poco su ventaja respecto a ese grupo perseguidor.
Tras la polémica etapa del Mont Ventoux, los ciclistas tenían que realizar una contrarreloj individual de 37,5 km, donde se esperaba que el líder Froome obtuviera más diferencia y así fue. Sacó 50 segundos al 2º Mollema, 1'58 al 3º Yates y 2'05 al 4º Quintana, dejándolos a 1'47, 2'45 y 2'59 respectivamente, consiguiendo una notable diferencia para administrar en los Alpes. Pero pese a la gran contrarreloj del británico, fue Dumoulin el que ganó, repitiendo victoria, y demostrando un gran nivel de forma.
La 14ª etapa, como era de esperar fue de transición gracias a su altimetría llana y se decidió al sprint, con Cavendish consiguiendoó su 4ª victoria por delante del noruego Kristoff y del eslovaco Sagan.
En la 15ª etapa, camino a los Alpes, el pelotón tendría que superar dos puertos de 3ª, uno de 2ª, dos de 1ª y uno, el Grand Colombier, de categoría especial, en tan solo 159 km, siendo un continuo sube y baja. La etapa transcurrió a mucha velocidad, sobre todo al principio, debido a que la escapada tardó en conformarse, siendo Majka y Zakarin, los artífices llevándose consigo a 24 corredores más. Fue el propio Majka el gran protagonista pero perdió la etapa a manos de Pantano, por un susto en el descenso. Por detrás, el Astana fue el que rompió el pelotón, atacando su jefe de filas Aru, pero sin resultado alguno gracias a la actuación del Sky. Más tarde, atacaron Valverde y Bardet, que también fueron neutralizados. Así pues, ninguno de los favoritos pudo conseguir saltar debido al ritmo de subida impuesto por Poels y resto de gregarios de Froome. En la general no se produjeron cambios. La 16ª etapa de transición, era casi en su totalidad, llana, exceptuando una cota de 4ª categoría y los últimos 3 km, ya en Berna, que picaban para arriba, plantando un final perfecto para sprinters. Martin y Alaphilippe, del Etixx-Quick Step protagonizaron la escapada del día, pero el pelotón los neutralizó rápidamente, sabiendo la potencia de Martin en el llano. Tras la neutralización fue el portugués Costa el que atacó y ocurrió lo mismo. Debido a la velocidad por neutralizar a todo ciclista que se moviera del pelotón, este se cortó en varias grupos, aunque sin perjudicar a ninguno de los favoritos. Finalmente, llegó por delante un grupo de 33 ciclistas, con Sagan entre ellos consiguiendo su 3ª victoria de etapa al imponerse a Kristoff por tan solo unos centímetros, en un final apretadísimo.
Tras el día de descanso en Berna, la 17ª etapa transitaba en Suiza desde la capital hasta el final en alto de Categoría Especial Finhaut-Emosson. Destacaban los últimos 30 km, con el Col de la Forclaz de 1ª y Finhaut-Emosson de características parecidas al Alpe d'Huez. La etapa transcurrió con aparente normalidad, con dos grupos por delante de 11 y 8 hombres, hasta la llegada de los puertos, donde las hostilidades comenzaron, aunque solamente en la escapada. Majka, Pantano y Zakarin dejaron atrás al grupo y en la última subida, Zakarin supo reventar y dejar a Majka y a Pantano ganando la etapa con absoluto dominio. Por detrás, en el pelotón también comenzaron las hostilidades, respondiendo el Sky. En meta Froome y Porte entraron juntos perdiendo tiempo Yates (8 seg) y Quintana (28 seg) alejándose mucho en la general.
La 18ª era la cronoescalada de Sallanches a Megève. En los 17 km, ni un especialista como Dumoulin pudo con Froome, que gano su 2ª etapa y sentenció prácticamente la general, dejando al 2º clasificado, Mollema a 3'52 min. Con absoluto dominio de la carrera por parte de Froome y del Sky, el pelotón afrontaba las dos últimas etapas de montaña, tal vez las más duras de este Tour.
La 19ª acogía un puerto de 2ª, dos puertos de 1ª (final de etapa) y el Montée de Bisanne de Categoría Especial (HC). En ella, una escapada con De Gendt y Majka disputándose los puntos de la montaña, no pudo llegar a meta, siendo un ambicioso e inteligente Bardet el que ganó la etapa, consiguiendo recortar tiempo con los primeros y colocándose 2º en la general, aunque lejos de Froome. Mollema, hasta ese momento 2º, se cayó por la lluvia, en la bajada del Montée de Bisanne hacía Saint-Gervais-les-Bains, como Aru o el mismo líder Froome. Aún así, su diferencia era tan grande, que tan solo una sorpresa o un milagro le quitarían su tercer Tour de Francia.
La 20ª, penúltima del Tour y última de montaña, con el liderato decidido solo tenía el aliciente de los puestos intermedios. Tan solo Kreuziger lo intentó, metiéndose junto a Sagan en una fuga. En varios momentos de la etapa, Kreuziger fue 2º en la general, pero los equipos interesados en lo contrario, empezaron a tirar y aunque no neutralizaron la escapada, redujeron drásticamente la diferencia. El ganador de la etapa, el español Izaguirre, logro zafarse del control de sus compañeros de escapada (Plane, Nibali, Pantano y Alaphilippe) en el descenso del Col de Joux Plane, Pantano (susto) y Nibali (precaución) llegando en solitario a la meta de Morzine y consiguiendo la primera victoria española de esta edición. En el grupo de los favoritos nadie atacó y así pues Froome era virtualmente otra vez ganador del Tour.
La última etapa, como de costumbre, llegaba a París, a los Campos Elíseos, permitiendo al pelotón darse el último paseo y a los sprinters su última oportunidad, que aprovechó Greipel para firmar su primera victoria, por delante de un poderoso Sagan.
De esta forma Froome consigue su tercer Tour y el segundo consecutivo. A más de 4 min, segundo terminó Bardet y tercero Quintana a 4´21".
Los demás maillots se repartieron de la siguiente manera
Sagan ganó su 5º maillot verde consecutivo con una diferencia abismal.
Majka consiguió su 2º maillot de la montaña.
Yates obtuvo su primer maillot blanco de mejor joven, completando un Tour fantástico y logrando la 4.ª posición en la general.
Movistar consiguió su 4º premio como mejor equipo.
El premio al más combativo fue para Peter Sagan, metiéndose una y otra vez en muchas escapadas, incluso de montaña.
Nombres propios
Chris Froome. Su inapelable victoria ha sido con un estilo muy diferente al de las dos primeras victorias. Pequeños golpes en función de su estado de ánimo y las oportunidades. En la bajada a Bagnères-de-Luchon o en llano en Montpellier, Froome hacía gala de una clarísima superioridad con estilo y fuerza. Supo controlar a sus rivales e imponerles una distancia de seguridad, pero sin privarse de pasar a la acción.
Adam Yates, segundo durante seis días, no logra representar una amenaza real, pero el haber aguantado el tipo en esa posición, así como su cuarto puesto final le han granjeado el título de la revelación del Tour. Un estatus que se ve concretizado en el maillot blanco. Romain Bardet despuntaba por su eficacia y originalidad, lanzándose a perseguir el segundo puesto en la general haciendo las delicias de los aficionados al ciclismo con su bello recital en la bajada de Domancy. Tiene por delante sus mejores años.
Nairo Quintana, decepcionante, sigue sin cumplir su “sueño amarillo”, pero aún no ha dicho la última palabra, con un tercer puesto para su tercer Tour.
Bauke Mollema, otra decepción, es un corredor de aspiraciones confirmadas, pero vuelve a toparse con viejos fantasmas. Su caída del 2º al 11º puesto en dos días plantea muchas dudas.
Decepcionante también la actuación de Richie Porte, Fabio Aru, Vincenzo Nibali y la escuadra española, empezando con el abandono de Alberto Contador, el pobre papel de Alejandro Valverde (6º) ayudando a Quintana y la despedida anunciada de Joaquín Rodríguez (7º). Solo tres españoles (con Mikel Nieve 15º) entre los 20 primeros.

Mark Cavendish. El sprinter británico ha tenido que esperar hasta su décima participación en el Tour de Francia para lucir el maillot amarillo. A sus 31 años ha demostrado que vuelve a ser el amo del sprint, con 4 victorias en los 5 enfrentamientos masivos. Con 30 ramos conquistados desde 2008, Cavendish consigue, ante todo, la gran proeza de superar a Bernard Hinault en la clasificación de coleccionistas de etapas. Solo Merckx le supera con 34 etapas.
Rafal Majka, el joven escalador polaco del Tinkoff aporta consuelo a su equipo tras el abandono de Alberto Contador, aunque en esta ocasión no logre ninguna victoria de etapa. Pero ya ha extraído lecciones para la próxima ocasión…
Louis Meintjes, convirtiendose en el primer corredor africano en el Top 10 final (8º). Un joven talento al que habrá que seguir de cerca.
Y el equipo Movistar que se ve recompensado por su esfuerzo colectivo con la victoria final en la clasificación por equipos, que sigue siendo su gran baza, así como la victoria de etapa de Ion Izagirre.
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