Empezando por las mujeres, la presencia española se limitaba a tres participantes,
Garbiñe Muguruza, la nº 3 del mundo que en este torneo podía reconquistar el número uno en caso de llegar a la final, se enfrentaba en primera ronda a la francesa J. Ponchet, y sin muchos problemas en 84´ y en un buen partido la derrotó (6-3 y 6-4) pasando a la siguiente ronda para cruzarse con la taiwanesa S. W. Hsieh. La española en un mal día perdió un partido muy ajustado que terminó 7-6 (7) y 6-4, después de dos horas de lucha. Muguruza se vino abajo anímicamente tras perder el tie break de la primera manga. Llegaba a Melbourne como la tercera favorita del circuito femenino y tiró de experiencia para intentar darle la vuelta al 5-2 que le endosó la taiwanesa. El set cayó del lado de Su-Wei Hsieh y después ya se limitó a terminar debido a los problemas físicos que presentaba. Este revés le provocará descender en el ranking mundial.
La segunda representante española, Lara Arruabarrena pasó la primera ronda ganando fácil a la holandesa R. Hogenkamp (6-1 y 6-2) pero cayó también en segunda ronda, frente a las checa B. Strykova (3-6 y 4-6).
A la canaria Carla Suarez le fueron las cosas mejor. Eliminó en primera ronda a la polaca M. Frech (7-5 y 6-3) en un gran partido. En segunda, a la húngara T. Babos en tres sets (6-4, 2-6 y 6-2) y en tercera a la estonia K. Kanepi (6-3, 1-6, y 3-6) en una gran remontada. En cuarta ronda el hueso que le tocaba roer era la otra estonia A. Kontaveit (6-4, 4-6 y 6-8) y en otro partido de menos a más pasaba a cuartos de final donde la esperaba la danesa Wozniacki.
A cuartos pasaron además de la canaria, K. Pliskova que perdió frente a S. Halep (6-3 y 6-2), la estadounidense Keys que lo hizo frente a A. Kerber (6-1 y 6-2) y E. Martens que superó con holgura y sorprendentemente a E. Svitolina (6-4 y 6-0). Carla Suárez dio la cara y luchó como siempre hace cuando sale a una pista de tenis. Pero fue Wozniacki fue quien pasó a semifinales tras derrotar a la canaria en tres sets por 6-0, 6-7(3) y 6-2. A Carla, que fue de menos a más en el partido, le costó entrar en juego. Wozniacki, segunda favorita del cuadro, no le regalaba nada y devolvía cualquier ataque procedente del otro lado de la red. Sin embargo, la pupila de Marc Casabó fue poco a poco adueñándose del partido con su tenis de tiralíneas y se hizo con el segundo set. Tras más de dos horas de partido y muy avanzada la noche australiana, la danesa acabó ganando el tercer set y derrotando a la española. Pasaban a semifinales cuatro tenistas de cuatro nacionalidades diferentes, danesa, alemana, belga y rumana, pero todas centroeuropeas.
Los emparejamientos de semifinales enfrentaban a Halep y Kerber y a Mertens y Wozniacki. En la primera, la número uno mundial necesitó tres sets para desembarazarse de la alemana Kerber (6-3, 4-6 y 9-7) en un partido que se decidió en el cara o cruz y que finalmente cayó del lado de Simona en 2 horas y 20 minutos teniendo que levantar dos pelotas de eliminación mientras que en la segunda la danesa Wozniacki solo necesitó dos para hacerlo con Mertens (3-6 y 6-7). Simona Halep, número uno mundial y primera cabeza de serie, se medirá en la final con Caroline Wozniacki, segunda cabeza de serie y también la número dos en el escalafón mundial. Sin Serena Williams, vigente campeona, Australia tendrá la mejor final posible y en juego, además del título, estará el cetro de la WTA.
Y en la final, sorprendentemente Wozniacki se impuso a Halep en tres sets. La danesa, con 27 coronas en su currículo hasta hoy pero de menor categoría, se deshizo de Simona Halep por 7-6(2), 3-6 y 6-4, en 2 horas y 49 minutos, estrenando su casillero de grandes torneos a sus 27 años y después de haber perdido antes las finales del US Open, en 2009 y 2014. La flamante campeona de Australia regresa a lo más alto del circuito, exactamente seis años después de la última vez. Nunca antes había pasado tanto tiempo para que una jugadora recuperara el primer puesto del ranking mundial. La presumida igualdad antes de empezar se trasladó a la pista central de Melbourne.
El desenlace de la manga inicial estuvo en el 'tie break'. Wozniacki se adelantó 3-0 y luego 5-2. Sin embargo, a la hora de servir para el set brindó las primeras oportunidades con su servicio a su rival y Halep las aprovechó. Llegaron así al tie-break, donde Wozniacki volvió a desequilibrar, sobre todo con su revés paralelo, para llevarse el primer parcial. En el segundo set, ambas siguieron corriendo de un lado a otro de la pista, y el intenso calor que se vivió comenzó a pasar factura. Si bien el partido se disputó entrando la noche, las altas temperaturas y sobre todo la humedad se seguían sintiendo durante la final. Mientras que Halep venía de un maratón con Kerber en las semifinales, más fácil había sido la semifinal entre la danesa y Mertens. Y Halep tuvo que pedir asistencia para tomarse la presión cuando servía 3-2. Poco después, sin embargo, la rumana lograba quebrar para ganar el set e igualar las acciones.
La juez dispuso entonces una pausa de diez minutos debido al calor (29 º). La decisión causó sorpresa, ya que durante el torneo llegaron a registrarse 39 grados sin que se parara el juego. Si alguien salía beneficiada por la decisión era Simona. Al regreso, el tercer set, como se esperaba, fue una montaña rusa. Wozniacki se adelantó 2-0 y luego 3-1. La final había pasado a ser un despropósito. Cada saque era una una invitación al 'break'. Y Halep fue la que más consiguió mientras Wozniacki se quejaba de la rodilla izquierda. Se le colocó un estabilizador rotuliano con un 3-4 en contra. Eran tres valiosos minutos para enfriar el partido y atajar el ritmo de la rival. Lo consiguió. Fue con un error no forzado de Halep, que estrello un revés a la red. La danesa en un alarde de coraje, había dado la vuelta al encuentro y aprovechando su primer match point para celebrar, tumbada en la pista, el final de muchas frustraciones.
En el cuadro masculino, significar la vuelta de Nadal a la competición para defender su número uno después que se borrara a finales de diciembre de la exhibición de Abu Dabhi y del Open 250 de Brisbane por molestias en la rodilla derecha. El resto de armada española, Pablo Carreño , David Ferrer, Roberto Bautista, Albert Ramos, Jaume Munar, Fernando Verdasco, Feliciano López y Guillermo García sufrieron diferente suerte a lo largo del torneo. En primera ronda cayeron David Ferrer, Roberto Bautista (que lo hizo a manos de F. Verdasco), Jaume Munar y Feliciano López. En segunda fue el turno para Guillermo García (perdió con Berdych) y Fernando Verdasco (perdió con Marterer). En tercera ronda fue eliminado Albert Ramos por Djokovic (6-2, 6-3 y 6-3) y en cuarta, Pablo Carreño lo hacía ante Cilic en cuatro sets (7-6, 3-6, 6-7 y 6-7).
De los nueve españoles iniciales, sólo Nadal pasaba a cuartos para enfrentarse al verdugo de P. Carreño, M. Cilic, tras ganar sus enfrentamientos previos. Al dominicano V. Estrella sin problemas (6-1, 6-1 y 6-1), con alguno más al argentino L. Mayer (6-3, 6-4 y 7-6), fácil ante el bosnio D. Dzumhur (6-1, 6-3 y 6-1) y en cuatro sets al argentino D. Schwartzman (6-3,6-7, 6-3 y 6-3), en el partido más complicado. Su parte del cuadro era relativamente fácil (Cilic, Tsonga, Dimitrov…) comparado con la otra (Djokovic, Federer, Thiem, Zverev, Berdych o Del Potro) y sus posibilidades, intactas.
Cuartos de final. Y en el primer enfrentamiento serio, Rafael Nadal por primera vez sin rodaje, perdió el tren de las semifinales ante Cilic y ante el infortunio de una nueva lesión en tierras australianas. Un mal Cilic entregaba el primer set a un Nadal que no se creía los regalos del croata. En el segundo set Nadal consigue romperle el servicio en el quinto juego pero inmediatamente aguijoneado en su amor propio, respondió el croata de igual manera y consiguiendo ganar el set al hacerse con cuatro juegos seguidos. Máxima igualdad en el tercer set , ninguno cedía su saque y el desenlace se marchó a la muerte súbita y, como casi, siempre, la ganó el manacorí. Pero Nadal estaba tocado y el desenlace no podía ser otro que el abandono. Con 4-1 abajo en el cuarto set, el balear se vio obligado a pedir la presencia en pista del fisioterapeuta del torneo, sintiendo que algo no iba bien con su pierna derecha. Desde entonces, su movilidad fue reducida a la mínima expresión. Siguió luchando hasta el segundo juego de la quinta manga hasta ceder finalmente por 6-3, 3-6, 7-6(5), 2-6 y 0-2.
En el resto de partidos K. Edmund necesitó cuatro sets para imponerse a G. Dimitrov (4-6, 6-3, 3-6 y 4-6). El coreano H. Chung lo tuvo más fácil ante el norteamericano T. Sandgren (4-6, 6-7 y 3-6), lo mismo que R. Federer ante T. Berdych (6-7, 3-6 y 4-6).
Semifinales. En la primera Cilic ganó fácil a Edmund (6-2, 7-6 y 6-2) y en la otra, la sorpresa coreana Chung hubo de abandonar ante el suizo después de perder el primer set 1-6 y cuando hacía lo mismo en el segundo 2-5. Federer, a sus 36 años y 173 días, se cuela por séptima vez en su carrera en la final del Open de Australia, quedándose con el honor de ser el que más veces ha estado en la pista el último día de competición. En el otro lado de la red estará Marin Cilic, verdugo de Edmund el día anterior y que por tanto disfruta de un día más de descanso.
Y en la final, Federer se impuso al checo en cinco mangas (2-6, 7-6, 3-6, 6-3 y 1-6. Comenzó sin problemas imponiéndose en el primer set por 6-2 en tan solo 24 minutos ante un Cilic que se mostraba incluso inferior a un principiante. Pareciera que Su Majestad no necesitara demasiado para la conquista de su 20° título de Grand Slam.
Pero el croata decidió que podría hacer algo más y elevó su nivel, algo que además coincidió con un sorpresivo bajón de Federer para llevarse la segunda manga por 7-6 luego de un tie break de 7-5. El suizo apeló entonces a su talento y con notables ajustes en su primer saque y en los tiros ganadores, ganó el tercer set por 6-3.

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