Friday, June 27, 2025

SBK 2025 6ª Prueba Misano (Italia)

Regresaba la competición a territorio italiano un mes después de la anterior cita checa, en Most, para acoger la sexta prueba del campeonato del mundo, los días 14 y 15 de Junioy  donde repetían las tres mismas categorías de allí, fallando nuevamente la femenina. 
La noticia más destacable era el anuncio del abandono de Toprak Razgatlioglu de SBK para debutar en MotoGP. 
La novedad técnica en SBK era la reducción en el flujo máximo de combustible, el equivalente a 0,5 kg/h tanto a Ducati como BMW y que ya habían sufrido una reducción previa, por lo que la penalización acumulada es ahora de 1,0 kg/h para cada uno. 
En cuanto a equipos, en SBK, Bimota cambiaba sus colores para la ocasión y regresaban los lesionados Vierge y Iannone, y el retornado Rinaldi desde SSP para llevar la Yamaha de Rabat; en SSP eran la presencia del local Matia Casadei sustituyendo a Caricasulo sobre la MV y pasando este a pilotar una Ducati del D34G, su compatriota Matteo Patacca pilotaba una Yamaha, el polaco Piotr Biesiekirski sobre otra MV del Flembbo y de los españoles Xavi Artigas sobre una Kawasaki y Roberto García con la Yamaha del GMT 94 de Rinaldi. En las 300, los españoles Pablo Olivares, e Iván Muñoz, llevando las Kawas del GP Projet del lesionado Ercolani y de Zanini, pasando este a pilotar la del lesionado Uriel Hidalgo en el Deza Box. Como wildcards el tailandés Krittapat Keankum llevará una Yamaha del ArcoMotor y el español Daniel Ocete una Kawa del Pons Motosport Italika Racing. 

La cita comenzaba el sábado 14 con la primera de las carreras de la categoría intermedia  
SSP 1ª. La primera carrera arrancada con calor y con una primera línea integrada por el rookie Masiá (primera pole), Casadei y Bendsneyder mientras que Schroetter, Oncu y Caricasulo, partían desde la segunda, con Alcoba 13º, Cardelús 17º, García 20º, Artigas 24º, Montero 29º y Carrasco 32ª de 34 pilotos en parrilla. Con 18 vueltas programadas y problemas para Casadei en la salida, todos los de delante salían bien, de tal manera que al primer paso por meta encabezaba Masiá con Oncu algo por delante, y Manzi, Booth Amos, Schroetter, Debise, Caricasulo, Oettl, Bendsneyder y Farioli en el topten y con Alcoba 12º, García 16º, Cardelús 21º y Montero 32º y Carrasco 33ª. Con Masiá estirando el grupo, por detrás caía Toba y Manzi remontaba para colocarse tercero. 
Cinco vueltas tardaba el turco en atacar a Masià con una maniobra agresiva para colocarse primero, y Manzi aprovechaba para seguirle, tocando ligeramente a ambos cuando los tres pilotos rodaban en paralelo, maniobra que enviaba al español a la quinta plaza, a medio segundo de una cabeza que asumía Manzi y teniendo que remontar a partir de ahí. Al frente, Manzi ofrecía una auténtica lección defensiva ante los constantes adelantamientos de Oncu, recuperando siempre el liderato. Con caídas de Farioli, De Rosa y Mahendra por detrás, en el ecuador de la prueba Masiá ya marchaba tercero, con Debise 4º separándose de Schroetter con el paso de las vueltas. 
Y para la última, Manzi se había desecho de la peligrosa compañía de Oncu y era este el que sentía el aliento de Masià en el cogote, y que además le adelantaba en las últimas curvas para finalizar segundo a 0,5” de Manzi y con uno de ventaja sobre un resignado Oncu. Cuarto finalizaba Debise, 5º Booth Amos, remontando, 6º Schroetter, 7º Alcoba de menos a más, 8º Mahias, 9º Caricasulo y 10º Oettl, con García 16º y Cardelus 17º como mejores españoles pero fuera de los puntos, al igual que el 20º Artigas, 27º Montero y 28ª Carrasco. 

SBK 1ª. La primera carrera de la categoría mayor comenzaba con nueva pole para Razgatlioglu (tras la sanción del recordman Bulega), acompañado en primera línea por Bassani y S. Lowes; desde la segunda partían el sancionado Bulega, A. Lowes y Gardner, mientras Bautista lo hacía 11º, Lecuona 12º y Vierge 17º de 23 pilotos en pista. Con 21 vueltas por delante y mucho calor, cuando se apagaban los semáforos todos salían bien, conservando Razgatlioglu su posición de privilegio seguido por Bassani y Bulega. Sin embargo, se iba largo y el dúo italiano le superaba quedando líder Bassani de forma momentánea. Con caída de Sofuoglu que se llevaba puesto a Aegerter, al primer paso por meta ya encabezaba Bulega un grupo muy estirado con Bassani, Razgatlioglu, Locatelli, A. Lowes, Petrucci, S. Lowes, Gardner, Montella y Bautista en el top ten y con Lecuona 12º y Vierge 13º. En la siguiente el que caía era Bassani intentando seguir el ritmo de Razgatlioglu, que le acababa de adelantar y se iba en pos de Bulega y metiendo cada vez más tiempo a sus perseguidores. 

De tal manera que con caída también de Iannone, en plena remontada, en la 5ª vuelta el turco era primero y la diferencia del dúo delantero con Petrucci que encabezaba ahora el grupo perseguidor era de más de 5” y donde Bautista figuraba octavo, Lecuona 10º y Vierge 12º. Con el paso de la vueltas y sin apenas cambios en las posiciones, Bulega se mantenía a la estela de Razgatlioglu guardando 0,5” de seguridad esperando el desenlace de la carrera, con luchas por detrás entre Petrucci y A. Lowes o entre Montella y Bautista. 
De tal manera que para la última vuelta, también habían abandonado VD Mark y Gardner ,y Razgatlioglu aguantaba perfectamente el envite de Bulega, segundo, para ganar la carrera cómodamente con 1” de ventaja y casi 17” sobre Petrucci, que completaba el podio y A. Lowes. Quinto terminaba Locatelli, 6º S. Lowes, 7º Bautista, 8º Montella, 9º Lecuona, 10º Redding y 11º Vierge. 
Finalmente Bautista recuperaba una posición por sanción de S. Lowes, puntuando como 6º clasificado. Terminaba la jornada sabatina con la carrera de la categoría menor 
SSP 300 1ª. La categoría más pequeña arrancaba con buena temperatura y con la primera pole del año para Torres, con Vannucci y Beñat completando la primera línea y Salvador, Gaggi y García en la segunda, mientras que Risueño partía 8º, 14º Osuna, 15º, Mogeda 17º Vich 18º Calatayud, 19º Ocete, 28º Roberto Fdez. 15º, Vich 21º, 29º Sánchez 30º Olivares y 31º Muñoz, mientras que Buis, Bartolini e Ibidi eran sancionados, con doble LL. 


 Con carrera a doce vueltas los de delante salían bien y extrañamente sin caídas, al primer paso por meta el estirado pelotón pasaba encabezado por Salvador, Buis, Torres, Thompson, Beñat, Vannucci, Gaggi, García, Risueño y Bartolini en el top ten y Osuna 11º y Mogeda 12º como siguientes españoles siendo sancionado Muñoz con 2LL por saltarse la salida. Con típica carrera estirada, sin escapados y con los sancionados cumpliendo su pena y remontando, a mitad de carrera el grupo delantero constaba de 14 unidades con Mogeda cerrando con poco más de un segundo sobre los perseguidores con Risueño y Vich al comando. Con caídas de Novotny y Sabatucci, para la última vuelta los mejores se preparaban para colocarse bien y el más beneficiado era el australiano Thompson que sorprendiendo desde atrás ganaba su primera carrera por delante de Gaggi y García que completaban el podio. 4º Beñat, 5º Salvador, 6º Vannucci, 7º Osuna, 8º Torres, 9º Buis y 10º Gennai, con los españoles Mogeda 14º, Risueño 15º, R. Fedez 17º, Vich 18º, Sánchez 23º, Olivares, 28º Ocete 29º, Calatayud 30º y Muñoz 32º. 
El domingo, la jornada comenzaban con la disputa de la  
SBK Superpole. Programada a 10 vueltas, con la misma parrilla de la anterior primera carrera pero partiendo Bulega primero, Iannone sexto y con baja de Aegerter, al apagarse los semáforos la ventaja inicial era nuevamente para Bulega, con la mala fortuna de ser envestido por Bassani en la primera curva y tener que abandonar los dos. 
Con terreno libre entonces para Razgatlioglu, al primer paso por meta comandaba con A. Lowes a continuación y el resto por detrás con Bautista 6º, Vierge 9º y Lecuona 11º. Con sanción de 2LL a Iannone por saltarse la salida, caídas de Mackenzie y de Montella y apenas variaciones en las posiciones en meta Razgatliouglu conseguía su segunda victoria en Missano, acompañado en el podio por A. Lowes, que daba a Bimota su primer podio en 25 años entrando a 4” y Locatelli tercero a más de 6”. 4º Petrucci, 5º Bautista, 6º S. Lowes, 7º Rea, 8º Gardner y 9º Lecuona en los puntos, con Vierge 10º, a continuación. 
SSP 2ª. Para la segunda carrera de la categoría intermedia, la formación de parrilla a base de las mejores vueltas rápidas de la primera, ahora quedaba conformada por Farioli, Manzi y Oncu partiendo por delante y Masiá, Booth Amos y Oettl desde la segunda, y con Alcoba 14º, Cardelús 17º, 20º García, 24º Artigas, 29º Montero y 32ª Carrasco. Con 34 pilotos en pista, calor y 18 vueltas por delante, buena salida de los primeros tomando la cabeza Oncu, era el piloto turco el que encabezaba el estirado grupo al paso por meta con Manzi, Oettl, Booth Amos, Mahias, Farioli, Masiá, Perolari, Schroetter y Alcoba en el top ten y García 14º, Artigas 21º y Cardelus 22º como mejores españoles. Con toque y caída de Perolari y Mahias a las primeras de cambio, Manzi enseguida empezaba a acosar a Oncu, consiguiendo asentarse en la primera posición al paso por la quinta vuelta. Para entonces habían caído también Voight, Farioli y Booth Amos con Masiá rodando ya cuarto tras italiano, turco y Oettl con 2” de adelanto sobre Debise, que encabezaba el grupo perseguidor con García y Alcoba en él. De Rosa se debía retirar por problemas en su motor y el fuerte ritmo impuesto por Manzi intentando escaparse producía su caída en la vuelta ocho cuando Masía ya había adelantado a Oettl. 

La caída provocaba que Debise se acercara por detrás escapándose del grupo, mientras el español esperaba su oportunidad a rueda de Oncu y separándose ambos de Oettl. Con caída de Schroetter dos vueltas después, Debise contactaba con el trío delantero y García y Alcoba se alternaban en la cabeza de los perseguidores. 
Y a falta de cinco la caída era de Toba, más preocupante y condicionando bandera roja, cuando el paso por la vuelta anterior era Oncu, Masía y Debise en las primeras tres posiciones y Oettl cuarto, con Alcoba quinto a más de 5” y 6º García 7º Casadei, 8º Caricasulo, 9º Bendsneyder y 10º Taccini, con Cardelus 12º en los puntos y Artigas 16º, Montero 22º y Carrasco 24ª y ultima. 

La clasificación general sigue liderada por S. Manzi con 210 puntos figurando ahora segundo C. Oncu con 163 y tercero B. Bendsneyder con 156, mientras que Masiá asciende a la 4º con 146 puntos y J. Alcoba es 9º con 88.  

SBK 2ª. Programada también a 21 vueltas, ahora la parrilla de la segunda carrera estaba conformada por Razgatlioglu, A. Lowes y Locatelli, en primera línea y Petrucci, Bautista y S. Lowes en la segunda con Lecuona 9º y Vierge 16º. Con Bulega partiendo 10º y Bassani 11º había que añadir a las incidencias las bajas de Mackenzie por problemas técnicos y de Aegerter lesionado. Además Iannone salía último, sancionado y Bassani debía cumplir doble long lap por su acción en la carrera anterior. Para cuando se apagaban los semáforos, Razgatlioglu salía como un tiro y pasaba primero por meta con 1” sobre Locatelli, y 1,5” sobre Petrucci, A. Lowes, Bautista, Bulega, Rea, Gardner, S. Lowes y Lecuona completando los diez primeros puestos con Vierge a continuación. Una vuelta más tarde el piloto turco disponía de 2” sobre Locatelli y más sobre el resto y con Lecuona 9º. Bulega remontando alcanzaba la segunda posición en la quinta y para entonce la BWM rodaba 4,5” por delante. Con el paso de las vueltas Bulega no recortaba más y decidía mantener la segunda plaza a la espera de acontecimientos mientras por detrás Bautista también remontaba, y con caídas de Montella, Rea y Gardner, a mitad de carrera rodaba tercero pero a 4” de Bulega y a 11” de la cabeza, con Locatelli, Petrucci, los Lowes y Lecuona a continuación y Vierge más alejado. Sin apenas variaciones, caídas de Iannone y Redding a última instancia, Razgatlioglu conseguía su segundo triplete en Misano con Bulega segundo, a casi 10” y Bautista tercero a 14”, completando el podio. 4º finalizaba Locatelli, 5º Petrucci, 6º Lecuona, 7º S. Lowes, 8º Gerloff, 9º Vierge y 10º VD Mark de 17 pilotos que lograron terminar. 

A pesar de las victorias de Razgatlioglu, la ventaja acumulada de Bulega le permite mantener la primera plaza con 292 puntos con nueve de ventaja sobre el segundo, Razgatlioglu que tiene 283 puntos. Tercero se mantiene Petrucci con 179 y 4º Bautista con 172. Lecuona figura 8º con 84 puntos superando a Vierge 9º con 83. 
Concluía la sexta cita del mundial con la segunda carrera de la categoría menor 
SSP 300 2ª. La categoría más pequeña cerraba el fin de semana de la cita de Misano con una parrilla diferente, partiendo ahora desde la primera fila Thompson, Buis y Vannucci, con Mogeda, García y R. Fdez. desde la segunda y 7º Risueño, 10º Torres, 11º Beñat, 12º Salvador, 17º Osuna, 19º Vich, 20º Calatayud, 24º Ocete, 30º Sánchez, 31º Olivares y 32º Muñoz. Con Salvador sancionado con LL y carrera a doce vueltas, los de delante salían bien pero un choque por detrás entre Mulya y Cazzaniga entre otros implicados, provocaba la aparición de bandera roja mientras se atendía a Cazzaniga, que debía ser trasladado al centro médico. La carrera se reiniciaba reducida a 8 vueltas con varios pilotos partiendo del pit line y con nuevas caídas entre las que estaba involucrado Calatayud. De tal manera que al primer paso por meta el estirado grupo estaba encabezado por Thompson, García, Vannucci, Risueño, Buis, Mogeda, Salvador, Gaggi, Beñat y Torres en el top ten con R. Fdez. 14º, Osuna 15º, Vich 20º, Sánchez 21º, Olivares 22º y Muñoz y Calatayud en las últimas posiciones. Con típica carrera estirada y mucha agresividad en los adelantamientos, a lo largo de la prueba variaban los líderes y se producían más bajas, implicando a Zannini, Sánchez o Gennai. Y para la última vuelta Salvador, García y Beñat alternaban liderato, para ser García el que intentaba el ataque final sobre Beñat, que defendía su privilegiada posición en cada curva. 

De tal manera que a recta de meta enfilaban diez pilotos bien posicionados, todos en menos de 1” y decidiendo la ‘foto finish’ que el triunfo era para el rookie #7 Beñat Fdez, que superaba al #48 García, en apenas 9 milésimas y completando el podio, su compañero #38 Salvador tras superar su sanción y a solo 35 del ganador, entrando 4º Torres, 5º Thompson, 6º Maier, 7º Gaggi, 8º Osuna, 9º Risueño y 10º Buis con el resto de españoles Mogeda 12º, R. Fdez 13º, Vich 15º, Muñoz 21º Olivares, 22º. 
Tras los resultados obtenidos, la categoría pasa a ser comandada por B. Fernández con 134 puntos, figurando a continuación J. García con 133 descendiendo a la tercera posición Buis con 114 puntos y figurando cuarto D. Salvador con 104, mientras A. Torres es séptimo con 80 y J. Osuna décimo con 46.

La próxima cita se disputará dentro de un mes aproximadamente, el 12 y 13 de Julio en el circuito británico de Donington Park, ahora con la ausencia de la categoría pequeña.

Friday, June 13, 2025

Roland Garros 2025 . Alcaraz repite título

Del 25 de Mayo al 8 de junio se disputaba, en las instalaciones del Stade, en el bosque de Bolonia parisino, la 124ª edición de uno de los torneos de tenis más longevos del mundo.  
Único de los cuatro grandes en tierra batida, y segundo de la temporada, este Roland Garros 2025 rendía merecido homenaje a Rafael Nadal con la inauguración de una loseta conmemorativa en la arcilla de la Philippe Chatrier, con la pisada del tenista balear. Como todos los años acudían las mejores raquetas del mundo y al que solo faltaban algunos lesionados como Matteo Berrettini, Roberto Carballés, David Goffin, Kei Nishikori, Juncheng Shang o Zhizhen Zhang en el cuadro masculino, o Sorana Cirstea, Belinda Bencic y la española Sara Sorribes en en el cuadro femenino.
Empezando con el torneo femenino, 
la representación española estaba compuesta por tres tenistas en el cuadro principal, debiendo pasar por el clasificatorio, cuatro mujeres más. Dos de ellas, Nuria Parrizas y Andrea Lázaro se descolgaban a las primeras de cambio; Nuria ante la rumana S. Bulgaru (1-6 y 6-7) y Andrea con la japonesa N. Hibino (7-6 y 6-4). Por el contrario Guiomar Maristany ganaba en primera ronda a la checa B. Palicova (4-6, 6-2 y 7-6), para caer en segunda frente a la tenista china X. Wang (6-7 y 3-6) y Leyre Romero se clasificaba para el cuadro principal tras imponerse a la rusa D. Astakhova (1-6 y 1-6) en primera ronda, a la australiana A. Sharma (6-7 y 2-6) en segunda y en tercera a la polaca L. Klimovikova (4-6 y 4-6), pasando a competir en el cuadro principal junto a las tres españolas que tenían el acceso directo, Jessica Bouzas, Cristina Bucsa y Paula Badosa.
La competición de las españolas en conjunto, ha sido desafortunada, pues además de la desventura en el torneo clasificatorio, en el cuadro principal era eliminada en primera ronda Cristina Bucsa que perdía su partido ante la jovencita rusa y nº 6 del mundo, Andreeva, M. Andreeva - C. Bucsa (6-4 y 6-3) en 1h22; hasta segunda ronda llegaba enrachada la recién clasificada Leyre Romero cayendo claramente ante la rusa Samsonova en 1h35, L. Romero - L. Samsonova (3-6 y 3-6) y después de dejar en la cuneta en primera a la francesa Rakotomanga L. Romero - T. Rakotomanga (7-6 y 6-2) también en 1h35, y siendo Jessica y Paula las que más lejos llegaban, hasta tercera. 
Jessica Bouzas se imponía fácil en primera ronda a la norteamericana Navarro en menos de una hora, J. Bouzas - E. Navarro (6-0 y 6-1), en segunda a su compatriota Montgomery, de forma más dificultosa J. Bouzas - R. Montgomery (4-6, 6-4 y 5-7) en tres sets y 2h09, para caer en tercera ante la también estadounidense Baptiste, H. Baptiste - J. Bouzas (7-6 y 6-1) en 1h28. 
En el caso de Paula Badosa, su recorrido era más complicado, con sendas remontadas; en primera ronda ante la japonesa Osaka, N. Osaka - P. Badosa (7-6, 1-6 y 4-6) en 2h21, en segunda ante la rumana Ruse, EG. Ruse - P. Badosa (6-3, 4-6 y 4-6) también en tres set y 2h22 de partido, para ceder en tercera, ante la ahora australiana Kasatkina, en dos sets y hora y media de partido D. Kasatkina - P. Badosa (6-1 y 7-5). 
Por tanto sin representación nacional para octavos de final, tampoco la nómina de las mejores era impresionante, con varias de las mejores, eliminadas. Tenistas tan importantes como la norteamericana E. Navarro o la checa K. Muchova en primera ronda, la también checa B. Krejcikova en segunda, la rusa D. Schnaider en tercera o la norteamericana J. Pegula y la italiana J. Paolini en cuarta.  
De tal manera que a la ronda final accedían seis top ten, más la nº 13 y una wild card, la francesa Lois Boissson. En definitiva la bielorusa Aryna Sabalenka en el nº 1, la polaca nº 5 mundial Iga Swiatek, la rusa Mirra Andreeva (6ª), la china Zheng Qinwen (8ª), la 13ª ucraniana Elyna Svitolina y dos norteamericanas, Cori Gauff (2ª) y Madison Keys (7ª). 
Con dominio europeo oriental, repetían presencia la mejor de de dos tenistas norteamericanas, además de la rusa, la polaca y la bielorusa, quedando los emparejamientos de la ronda de 
cuartos de final de la siguiente manera: 
El primer enfrentamiento correspondía a la número uno y a la número ocho. 
A. Sabalenka - Z. Qinwen (7-6 y 6-3), y la bielorusa haciendo honor a su posición daba buena cuenta de la tenista china tras un primer set muy igualado en una hora de partido y sin que la tenista china pudiera hacer frente al vendaval que se le venía encima.  

En el siguiente partido, Elina Svitolina e Iga Swiatek, el duelo entre ucraniana y polaca se resolvía para la tenista polaca E. Svitolina - I. Swiatek (1-6 y 5-7) también en dos sets, tras tener que remontar el primero y casi dos horas de partido con la número ocho del mundo sin saber hacer frente a una crecida rival. 
El tercer duelo entre la jovencísima tenista rusa Mirra Andreeva y la invitada local Loïs Boisson M. Andreeva - L. Boisson (1-6 y 5-7) se resolvía sorprendentemente para la jugadora francesa en poco más de dos horas de partido. Teniendo una clara favorita en la figura de la tenista rusa y nº 5 del mundo, la jugadora italiana, fuera de toda presión (nº 12) salía muy resuelta a pista y sacando de sus casillas a la jovencita rusa y remontando en le último momento el primer set le ganaba claramente el segundo para hacerse con el triunfo y colarse en semis. 
El último enfrentamiento correspondía al duelo entre las dos norteamericanas, Madison Keys y Coco Gauf, séptima y segunda del mundo. M. Keys - C. Gauff (7-6, 4-6 y 1-6), en un partido precioso se imponía finalmente Gauff a Keys, tras ceder un igualado primer set en dos hora y media de partido y pasando a sus primeras semifinales, donde se mediría a la también sorpresa francesa para configurar de cualquier forma una final inédita.  

Semifinales. A semifinales por tanto accedían bielorusa, polaca, francesa y norteamericana, enfrentándose en ese orden.
Así en la primera coincidían dos de las tres mejores raquetas mundiales 
A. Sabalenka - I. Swiatek (7-6, 4-6 y 6-0), en 2h19,  y el histórico partido que enfrentaba a la actual número uno del mundo y la vigente campeona de Roland Garros rezumaba aroma a final anticipada, con la tenista polaca intentando aferrarse al trono y la bielorusa luchando por arrebatárselo.  Actualmente, existe una gran diferencia entre las sensaciones que muestran una y otra, pues en este 2025, la bielorrusa se ha hecho con tres títulos WTA (Madrid, Miami y Brisbane), además de llegar a la final del Open de Australia, mientras la polaca no ha llegado a la final de ningún torneo en todo 2025 y no se hace con un título desde Roland Garros 2024, una situación totalmente atípica. No es tarea fácil doblegar a Swiatek en su torneo fetiche, donde se ha impuesto cuatro veces, por ello, Sabalenka salía absolutamente con todo y no dar pie a que su rival entrara con buenas sensaciones al partido. Empezó rápidamente rompiendo dos servicios y perdiendo apenas cuatro puntos en tres juegos. Sacaba Sabalenka para 4-0, pero la vigente campeona daba su primera muestra de presencia en el encuentro. Servía Sabalenka para el 5-1 en unos momentos pletóricos, pero entonces cometía unos cuantos errores no forzados de forma consecutiva que le pasaban factura. Desencajada durante muchos momentos de la remontada rival, lograba calmarse en los momentos finales, volvía a subir el nivel y en el tie break apretado lograba hacerse con la primera manga, (7-6) en 1h15. 


En el segundo set, Swiatek emergía de la nada, subía su tenis, aumentando la potencia de sus tiros y la precisión del golpeo. Se ponía por encima en el marcador y aguantaba la ventaja a la perfección para ganar claramente el segundo (4-6) en 42' y entrar con muy buenas sensaciones al tercer set, ya que la bielorrusa volvía a fallar tanto en la derecha como el revés y era dominada por la vigente campeona. Pero era solo una sensación pues volvía a aparecer la desatada Sabalenka, del primer set, volviendo a tomar la iniciativa en el golpeo y haciendo lo imposible por llegar a su primera final de Roland Garros cuanto antes ante una polaca incapaz de reaccionar (6-0) en 22'. 
Un marcador que la posiciona como máxima favorita a hacerse con el Grand Slam parisino. Enfrente, se acababa el idilio de la polaca en la tierra batida parisina tras haber levantado tres años consecutivos el título de campeona y una racha seguida de 26 victorias. 
En la sorprendente segunda semifinal, entre francesa y estadounidense, la nº dos mundial bajaba de la nube a la joven invitada local y nº 361 del ranking. Lois era la primera 'wild card' en meterse en semifinales desde la creación de la Era Open y tercera mujer desde 1980 que en su debut se clasificaba para semifinales de un Grande, tras Monica Seles (R.G. 1989) y Jennifer Capriati (R.G. 1990). 
L. Boisson - C. Gauff (1-6 y 2-6), la outsider se enfrentaba ahora a la solida presencia de la norteamericana, y a pesar del apoyo de la grada, no podía hacer frente al mejor tenis de Gauff que se imponía claramente en dos sets y en 1h09, para presentarse de esta manera en su segunda final aquí.

Final. La soñada de enfrentamiento entre la nº 1 y la nº 2, los pronósticos estaban divididos aunque con ligera preferencia para la bielorusa. Sabalenka llegaba a Paris como un tiro y con victorias sobre Rakhimova, Teichmann, Danilovic, Anisimova, Zheng y Swiatek, solo esta encontraba la manera de arañarle un set y partía favorita. En el lado contrario y con mínimo estruendo, una Gauff en su versión más sólida se imponía a Gadecki, Valentova, Bouzkova, Alexandrova, Keys y Boisson, y al igual que su rival, solo Keys, le arañaba un set. En su duelo particular después de diez enfrentamientos, empate a 5 victorias. En esta temporada solo se han cruzado en la final de Madrid, donde la bielorrusa imponía su ley en su segundo duelo en tierra batida, ya que el primero cayó del lado de Gauff en Roma 2021. Las dos ya saben lo que es ganar un Grand Slam, pero no aquí. Aunque Gauff perdía la final de Madrid ante Sabalenka y la de Roma ante Paolini, la dinámica de la estadounidense indicaba que llegaba a punto de caramelo a Paris. En cuanto a la bielorrusa, siete finales en diez torneos disputados en 2025 pueden ser su dato más elocuente. Ahora le tocaba Roland Garros, un escenario que ya vivía Gauff hace tres temporadas con solo 18 años, ante una intratable Swiatek. Desde entonces ha llovido mucho y Gauff sabe como jugarle a Sabalenka cuando la presión quema. 
El partido A. Sabalenka - C. Gauff (7-6, 2-6 y 4-6) en 2h38, comenzaba arramblando la número uno, dando a entender que la final tendría poco recorrido. Sin embargo, aparecía el viento, grandes rachas de viento en la Philippe Chatrier, que presentaba una entrada digna de una gran final. Molesto para ambas, Sabalenka aprovechaba que restaba en el lado de la pista menos afectado y atacando el débil segundo saque de Gauff quebraba en el tercer juego del encuentro para poner el 3-1. Todo le salía a pedir de boca, mandaba en los intercambios, abría ángulos y recurría a las dejadas. Demasiado para una Gauff sobrepasada y Sabalenka con un derechazo rompía de nuevo para colocar el 4-2 en menos de 20’ de auténtico vendaval. El partido pintaba mal para la estadounidense, pero eso no significaba que fuera a claudicar, y aprovechando un par de regalos devolvía uno de los dos breaks. Y, de repente, la actitud de la número uno cambiaba. Ya no había concentración ni seguridad, solo precipitación y reproches. 
Del dominio al fondo de pista se pasaba a una pobre defensa que permitía meterse de nuevo en el partido a Gauff, 4-3. La irascibilidad de Sabalenka iba en aumento, al mismo nivel que crecía la seguridad de Gauff que recuperaba el segundo quiebre e igualaba a cuatro un primer set que tenía prácticamente perdido. Sufriendo y contra las cuerdas, Sabalenka lograba romper el servicio de su rival y sacaba para llevarse set. Pero sin terminar de estar del todo cómoda, el viento y el empuje de la americana le hacían desaprovechar dos bolas de set y Gauff, a la quinta bola de break, ponía el 5-5 en el luminoso. Ya no había dominio, solo supervivencia. Y en este estado, la tigresa sacaba sus garras y se lucraba del flojo servicio de la americana para romperle por cuarta vez. Pero las dos eran un flan con su saque, ninguna era capaz de ganar dos juegos seguidos y la primera manga se iba a decidir en un tie break que empezaba 0-3 para Aryna y que, tras un desempate en su tercera bola de set, se llevaba el primer parcial (7-6) en 1h20’. Para la segunda manga la igualdad se mantenía y con ella, las caras largas y la incomodidad de Sabalenka, mientras Gauff impasible, resistía para quebrar en el primer juego. La número uno, nerviosa, indecisa y precipitada, no encontraba respuestas y el segundo set se inclinaba a favor de la americana, que volvía a romper y colocaba el 4-1 para poco después hacerse con el set (2-6) en 33’. Todo se igualaba para el último. Sin tiempo para excusas ni lamentaciones, los nervios se apoderaban de la bielorusa, más pendiente de dirigirse a su equipo que de encontrar la manera de superar a Gauff, quien a lo suyo, le rompía el servicio para adelantarse. Mientras que la número uno gesticulaba en cada punto, la mirada de la de Atlanta solo mostraba concentración. Ya no solo se dedicaba a meter la bola y a esperar el fallo, sino que iba con determinación hacia el título. Cada juego que pasaba se acercaba a su primer Roland Garros. Pero Sabalenka con 1-3 abajo y cerca del 1-4 se calmaba y se ordenaba. Igualaba 3-3. Gauff rompía otra vez: 3-4 y subía hasta el 3-5. Mientras que la número se agarraba a un clavo ardiendo para no ceder y colocaba el 4-5 con sus servicio, pasando la presión a Gauff, que sacaba para convertirse en campeona. Y, como durante todo el partido, sin alterarse, aguantaba la presión y una bola de break en contra. Para ganar el set y el partido (4-6) en 45’, para conquistar su primer Roland Garros y su segundo Grande.   Gauff, de menos a más, conseguía minar la moral de la bielorrusa, superada por la situación. 

Con este ejercicio de resistencia se llevaba un título más que merecido ante una rival fuera de sitio, desencajada y que fallaba lo inimaginable (66 errores no forzados). La número dos del mundo, a pesar de su ranking, nunca ha recibido la atención mediática de Sabalenka o de Swiatek. Ya sufría los focos y la exposición cuando se daba a conocer en Wimbledon 2019 con 15 añitos. Desde entonces y a base de pico y pala, se centraba en mejorar todos los aspectos de su juego, y es ahora, cuando a base de perseverancia recoge la mies sembrada. ¡A veces, la maña supera la fuerza! Además del trofeo se lleva la friolera de 2.550.000 dólares. 


En cuanto al torneo masculino, la escuadra española contaba con Carlos Alcaraz como máximo exponente y se completaba con Alejandro Davidovich, Jaume Munar, Pedro Martínez, Roberto Bautista y Pablo Carreño directamente incluidos en el cuadro principal,  mientras que al cuadro clasificatorio lograban acceder Pablo Llamas, Alejandro Moro, Albert Ramos, Daniel Rincón, Pol Martín, Carlos Taberner y Martín Landaluce con diferente resultado y con dos de ellos, Pablo Llamas y Albert Ramos, logrando acceder al cuadro principal. 
Así en primera ronda quedaban eliminados Alejandro Moro, Daniel Rincón y Carlos Taberner. Moro cedía ante el australiano Kubler, J. Kubler A. Mora (6-4, 3-6 y 6-2) después de tres sets; mientras que en solo dos lo hacían Rincón ante el norteamericano Boyer, T, Boyer - D. Rincón (7-6 y 6-4) y Taberner ante el monegasco Vacherot, V. Vacherot - C. Taberner (6-2 y 6-4). Hasta segunda ronda llegaban Pol Martín y Martín Landaluce. Pol ganaba en primera al francés Kouame, P. Martín - M. Kouame (2-6, 6-4 y 6-3) y cedía en segunda ante el croata Cilic M. Cilic - P. Martín (6-4 y 6-3) mientras que Martín ganaba en primera al boliviano Dellien M. Landaluce - M Dellien (6-4, 3-6 y 7-6) para ceder ante el argentino Gómez, M. Landaluce - F. Gómez (0-6, 7-6 y 3-6) encajando un rosco en el primer set. Y hasta tercera llegaban Pablo Llamas y Albert Ramos. Llamas ganaba en primera ronda al australiano Bolt, P. Llamas - A. Bolt (4-6, 6-4 y 7-5), en segunda al checo Svrcina, P. Llamas - D. Svrcina (6-0 y 6-1) y se clasificaba para el cuadro principal ganando en tercera al lituano Gaubas, V. Gaubas - P. Llamas (0-6, 6-3 y 2-6). En cuanto al recorrido de Ramos era victoria en primera ante el uzbeco Sultanov, K. Sultanov - A. Ramos (1-6 y 1-6), en segunda sobre el argentino Burruchaga, A. Ramos - R. Burruchaga (6-4 y 7-6) y en tercera frente a su compatriota Collarini, A. Collarini - A. Ramos (2-6 y 1-6) accediendo también al cuadro principal, y donde el recorrido de los españoles era bastante decepcionante si exceptuamos la extraordinaria actuación de Carlos Alcaraz y sin ningún representante en tercera ronda. 
Y así, en primera ronda Llamas tenía la mala suerte de cruzarse a las primeras de cambio con Davidovich, P. Llamas - A. Davidovich (3-6, 2-6, 7-6 y 3-6), y Alejandro se imponía después de ceder el tercer set, eliminando por tanto a su compatriota. También caían Martínez, Bautista y Ramos. Pedro Martínez lo hacía de forma clara ante el canadiense Shapovalov en tres sets, D. Shapovalov - P. Martínez (6-2, 6-0 y 6-3) Roberto Bautista se debía cruzar con el 10º del mundo, el danés Rune, R. Bautista - H. Rune (7-6, 4-6, 3-6 y 2-6) y después de ganar el primero caía eliminado. El caso del clasificado Albert Ramos era peor, pues le tocaba eliminarse con el noruego Ruud, nº 7 del ranking C. Ruud - A. Ramos (6-3, 6-4 y 6-2) y caía eliminado en su primer contacto con la pista. 
Hasta segunda ronda llegaban Jaume Munar que tras eliminar al argentino Carabelli en primera ronda C. Carabelli - J. Munar (4-6, 1-6 y 5-7), le tocaba medirse al francés Fils, J. Munar - A. Fils (6-7, 6-7, 6-2, 6-0 y 4-6) cediendo en cinco disputados sets mientras Pablo Carreño que se imponía ante el argentino Comesaña en primera ronda P. Carreño - F. Comesaña (6-2, 7-6 y 7-5) caía en segunda frente al norteamericano Tiafoe también en tres sets F. Tiafoe - P. Carreño (6-4, 6-3 y 6-1)
De tal manera que único representante español que accedía a 
octavos de final, era Carlos Alcaraz tras haber dejado en la cuneta en primera ronda al italiano Zeppieri en tres sets G. Zeppieri - C. Alcaraz (3-6, 4-6 y 2-6) en menos de dos horas; en segunda, al húngaro Marozsan en cuatro sets F. Marozsan - C. Alcaraz (1-6, 6-4, 1-6 y 2-6) cediendo su primer set y en 2h09. En tercera ronda su rival era el bosnio Dzumhur, y también necesitaba de cuatro sets para pasar de ronda D. Dzumhur - C. Alcaraz (1-6, 3-6, 6-4 y 4 -6) cediendo otro set y en 3h14. El partido de octavos le enfrentaba al norteamericano Ben Shelton y el murciano también necesitaba de cuatro sets para imponerse al nº 13 mundial, B. Shelton - C. Alcaraz (6-7, 3-6, 6-4 y 4-6), en 3h19.  
cuartos de final llegaban cinco de los primeros ocho tenistas del ranking mundial, Sinner, Alcaraz, Zverev, Djokovic y Musetti junto al nº 12 Paul, el 15º Tiafoe y el outsider kazajo y (nº 62) Bublik, repitiendo ronda con respecto a 2024, Sinner, Alcaraz, Zverev y Djokovic. Al murciano le correspondía enfrentarse nuevamente a un norteamericano, Tommy Paul; el italiano Sinner era el más afortunado enfrentándose al kazajo Bublik y el germano Zverev, el más agraviado al tener que cruzarse con el serbio N. Djokovic, mientras que el duelo restante que enfrentaba a Musetti con el otro norteamericano Tiafoe, era el más igualado. 
Para haber completado un impresionante ocho de ocho, faltaban a la cita, Fritz que caía en primera ronda, Ruud que lo hacía en segunda, y Draper que lo hacía en cuarta, además de raquetas importantes que habían quedado eliminados muy pronto, caso de Medvedev y Dimitrov en primera o De Miñaur en segunda. 
El tenista español se enfrentaba al norteamericano Paul, 
T. Paul - C. Alcaraz (0-6, 1-6 y 4-6), y en una sombrosa exhibición de juego y recuperando sensaciones el murciano daba buena cuenta del nº 12 mundial en tres sets en poco más de hora y media de partido. Frente a uno de sus rivales más peligrosos y en una sesión nocturna que no termina de congratularle demasiado, Alcaraz pasaba como una exhalación por encima del estadounidense, dejando un poso de genialidad en el ambiente que pocas veces se experimenta, en una sintonía perfecta desde el inicio del primer set. Derechas profundas y agresivas, cambios de ritmo con todos sus golpes perfectamente atinados, clarividencia táctica suprema y solidez al servicio. La actitud del norteamericano fue fantástica en todo momento, consciente de que tenía muy poco que reprocharse y conseguía hacer un juego en el inicio de la segunda manga, pero no fue más que un espejismo. 

El partido continuaba por los mismos derroteros, con Alcaraz disfrutando y haciendo disfrutar, elevando el tenis a un estatus superior y contrarrestando los saques de su contrincante con fiereza. La sucesión de golpes ganadores (40 al finalizar con 22 errores no forzados), hacían que Paul se sintiese incapaz de proponer algo diferente para frenar el temporal que se le venía encima. Con el tercer parcial, la previsible bajada de adrenalina, intensidad y precisión en el murciano la aprovechaba el estadounidense para igualar algo las fuerzas. Conseguía entrar en pista en alguna ocasión, mandar con su drive y sentir que tenía opciones de jugar a tenis, y no solamente de correr detrás de la bola, resignado a la derrota. Así, mantenía la igualdad hasta el noveno juego, cuando Alcaraz se lanzaba al resto a tumba abierta para dar el zarpazo definitivo al partido (4-6) en 38’. 
Su principal rival, el nº uno Sinner se enfrentaba a la revelación del torneo, el kazajo Bublik. 
J. Sinner - A. Bublik (6-1, 7-5 y 6-0) se resolvía del lado del italiano en 1h49 al imponerse sin sorpresas al ilusionista kazajo. La gran sorpresa del torneo y el gran favorito, se veían las caras, enfrentando dos estilos completamente opuestos: potencia, control y dominio por parte de Sinner; virtuosismo, espectáculo y talento por parte de Bublik. Lo mismo en cuanto a carácter: puro frío, el italiano; descaro total, el kazajo. Habiendo dejado por el camino a De Miñaur (nº 9 de la ATP) y a Jack Draper (nº 5), le quedaba por demostrar si sería capaz de sorprender al número uno del mundo, y en su primer encuentro en tierra batida. Pero Sinner salía al partido como siempre y sin hacer concesiones se llevaba el primer set claramente (6-1) en 38'. Luego y poco a poco, el kazajo se quitaba los nervios y empezando a mostrar algo del tenis que le había llevado hasta los cuartos de final llevaba la manga hasta el 5-5 con todo por decidir. Era el momento en que Sinner mostraba su talante de número uno, para romperle el servicio y ganar con el suyo para apaciguar la tempestad (7-5) en 46' . Superado el susto, Sinner volvía a poner la directa y rompiendo nuevamente su servicio en el primer juego del tercer set, encarrilaba la manga y a pesar de las perlas del kazajo meterle un rosco  (6-0) en 25' y meterse nuevamente en semifinales. 
El tercer duelo A. Zverev - N. Djokovic (6-4, 3-6, 2-6 y 4-6), en su enésimo enfrentamiento, el horario del partido no favorecía al serbio. Con sesión nocturna, la humedad y el frío, provocan que la pelota engorde y que sea mas difícil de golpear. No era problema para Zverev y sus inmensas palancas gracias a su 1,98 metros y así el tenista de Hamburgo, rompía el saque de su adversario en el juego inicial. Ese 'break' le valía para anotarse el set. El veterano Djokovic se veía obligado a la épica si quería regresar por decimotercera vez a semifinales, y cuanto antes. Por ello colocaba un 3-1 en la segunda manga, logrando lo más difícil, hacerse con el saque de Zverev. Ampliaba la renta hasta el 4-1 y le puso corazón para firmar las tablas. Pasadas las 10 de la noche empezaba a apretar el frío y el campeón de 24 grandes empezaba a creérselo dando con el golpe con una segunda rotura en el quinto juego y haciéndose con los siguientes seis. Al número tres mundial, le faltaba la consistencia desde la línea blanca que a Djokovic le sobraba. Y aunque el alemán atajaba la sangría con 2-0 abajo en el cuarto set, ya era demasiado tarde para él. En el sexto juego, con 3-2 y pelota de 'break' para Zverev, el de de Belgrado decantaba a su favor el punto del año (41 golpes) finalizando con un passing de derecha. 
Para finalizar la ronda de cuartos, el pique entre ocho y el quince del mundo 
L. Musetti - F. Tiafoe (6-2, 4-6, 7-5 y 6-2) se resolvía a favor del jugador italiano, en 2h50 aunque no exento de polémica, pues en la segunda manga Musetti daba, sin querer, un pelotazo a una juez de línea, creándose la polémica, pues en condiciones normales hubiera supuesto su descalificación y quedaba finalmente en un warning. Primera vez para ambos en alcanzar los cuartos de final, el italiano llegaba en una forma espectacular y frente a Tiafoe, partía como claro favorito. Lo demostraba en la pista y dominando desde el inicio, rompía su saque de entrada y pronto marcaba diferencias para llevarse el primer set (6-2) en 37’. Pero, el estadounidense entraba poco a poco en el partido, y aprovechando sus escasas oportunidades de break (solo tres en todo el partido), lograba romper rápido para mantener su ventaja hasta el final del set para igualar el marcador (4-6) en 46’. La pérdida de un set, por tercera vez consecutiva, tras sus partidos contra Navone y Rune, no afectaba a Musetti, que volviendo a tomar la iniciativa rápidamente dejaba claro a su rival que habría batalla en el tercer set y acelerando el ritmo en su tramo final rompía el saque del estadounidense en el momento clave y volvía a tomar el mando del partido, (7-5) en 53’. Para la cuarta manga, Tiafoe superado, no podía mantener el ritmo del italiano y Musetti se alzaba con el set (6-2) en 31’, victoria y con el acceso a semifinales por primera vez aquí.


Semifinales. Con dos representantes italianos (por primera vez en 40 años), un serbio y un español, los italianos tenían la posibilidad de llegar a enfrentarse en la final, caso de superar en la primera Musetti a Alcaraz y en la segunda Sinner a Djokovic. 
L. Musetti - C. Alcaraz (6-4, 6-7, 0-6 y 0-2) era un partido no apto para cardíacos con grandes expectativas en las gradas de la Philippe Chatrier con el duelo entre el nº 2 Alcaraz y el nº 8, Musetti que se cumplieron durante un buen tramo de partido. El tenista murciano no entraba bien al partido y no transmitía buenas sensaciones en el arranque. Dubitativo con el servicio, precipitado tácticamente, acelerando demasiado la pelota sin imprimir tanto efecto a la pelota y carente del acierto que se necesitaba para doblegar a un jugador pletórico, tal y como estaba el italiano. Aún y así, Alcaraz disponía de tres oportunidades de rotura, que no aprovechaba lo que le hizo perder todavía mas confianza. Y sería en el noveno juego, cuando se producía el break por parte de Musetti, muy atinado en todos sus tiros, especialmente el servicio y el revés, para llevarse el primer set (6-4) en 49’. 
Todavía no se habían disparado las alarmas, pero resultaba evidente que la segunda manga era crucial. Musetti encajaba un break en blanco con unos coletazos de inspiración mágica por parte del murciano, que sin poderlos mantener, retornaba la igualdad. En ese momento el partido entraba en su momento más apasionante e igualado, con alternativas y muchas dudas de Alcaraz. Lograba el español aguantar el tirón y hacer el break en el undécimo juego, pero volvía a encajar un contrabreak muy doloroso. Sin embargo, en el tiebreak desplegaba su mejor versión, para llevarse la manga (6-7) en 1h07. 
Para el tercer set se notaba un bajón en el juego de Musetti, que resentido de dolores en la pierna izquierda, debía ser atendido en dos ocasiones diferentes. El italiano aguantaba intentando recomponerse manteniendo la compostura, pero tras encajar un rosco en el parcial (6-0) en 23’, e ir ya 2-0 a remolque en el cuarto, decidía retirarse tras 2h25 de partido. 
Triste e inmerecido final para un hombre que ha sido gran protagonista de la gira sobre tierra batida. Alcaraz sacaba adelante un peliagudo compromiso ante un Musetti pletórico que durante dos sets cuestionaba la victoria y que acababa claudicando por problemas ajenos al juego. Una batalla apasionante de estilos entre dos hombres que honraron al tenis, pero que terminaba viéndose condicionada por los problemas físicos del italiano. De esta infortunada manera, Alcaraz luchará por otro título de Grand Slam en la final. 
J. Sinner - N. Djokovic (6-4, 7-5 y 7-6), en 3h17. Semifinal de escándalo entre dos de los mejores tenistas del mundo. El último representante del Big-3, de la vieja escuela, contra uno de los estandartes de la nueva era. El número uno contra el campeón de 24 Grand Slams. 4-4 en el cara a cara y un solo puesto para la gran final de Roland Garros.  La Philippe Chatrier presentaba la gran novedad respecto a la primera semifinal de jugarse sin el techo puesto, un aspecto que, a priori, podría beneficiar a Djokovic. El serbio, con 38 años, quince más que Sinner, sabía que si entraba en el duro intercambio de golpes con el italiano saldría perdiendo. Por lo que empezó a aplicar su manual de supervivencia: dejadas, bolas altas, cambio de direcciones, con objeto de cortar el ritmo y la velocidad de crucero al número uno del mundo. Sin embargo, Sinner acostumbrado a ello casi siempre sale vivo de estas afrentas, a base de reventar la bola, meter una más y llegando a todas las partes de la pista. De esta manera se explicaba el primer break del italiano en el quinto juego del partido. Sinner imponía un ritmo que empezaba a agobiar a ‘Nole’. El de Belgrado no encontraba respuestas, se quejaba y su cara mostraba preocupación. Pero si algo tiene Djokovic es que su resiliencia; recuperando el nivel, insistía en su táctica, salvaba tres bolas de break y llegaba a ponerse 0-30 en el siguiente juego para recuperar el break, pero ahí aparecía de nuevo el robot que ni siente ni padece para salvar el juego y colocarse 5-3 y posteriormente cerrar el el primer set a su favor (6-4) en 46’ y demostrar que si alguien le quiere vencer  tiene que exigirle mucho más. 
El segundo set no variaba mucho de guion, aunque el serbio decidía ser algo más directo y arriesgar, pero Sinner llegaba siempre, tanto que incluso Djokovic tenía que hacer dos dejadas en un mismo punto para poder vencerle, un punto de 26 golpes en el que la Chatrier se puso de pie. No cejaba el campeón de 24 Grand Slams, pero su físico empezaba a mandarle señales. Por mucho que lo diera todo, Sinner era inabordable. Se maldecía Djokovic porque por mucho que subiera la intensidad, que golpeará más rápido y más fuerte y le pusiera todas las ganas del mundo, el italiano era un auténtico muro. Aun así se revolvía el serbio, que también rugía y celebraba ante la grada parisina cuando conseguía sacar adelante sus saques. El problema era que al resto las opciones eran mínimas y los juegos pasaban muy rápido. Así se antojaba complicado un segundo parcial que poco a poco iba inclinándose a favor del joven de 23 años. El serbio se dejó el alma El número uno era todo piernas y potencia. Djokovic se exprimía para evitar ceder su servicio, pero llegó un momento en el que ya no podía aguantar más esas embestidas y Sinner quebraba para colocarse 4-3. El serbio era consciente de que la cosa no pintaba bien, pero la palabra ‘rendirse’ no aparecía en su diccionario. Sacaba Sinner para cerrar la segunda manga, y poner pie y medio en la final del domingo, así que el de Belgrado se revolvió e igualaba 5-5, puro tenis.  Aceptaba el italiano la resurrección del ganador de 24 Grand Slams, y sabedor que el partido estaba ahí, cortaba de raíz la revolución y devolvía el break, para esta vez, a la segunda, para cerrar el parcial (7-5) en 1h13.
La intensidad de la batalla y el alto ritmo al que se estaba jugando, pasaba factura en la carrocería del serbio, que pedía la entrada del fisio. Se bajaron revoluciones y los juegos se iban sucediendo. No arrojaba la toalla el balcánico, pero cambiaba el plan, acortaba al máximo los puntos porque la gasolina del tanque se estaba vaciando y el set entraba en el momento decisivo: 4-4. La grada quería más tenis, la manga entraba en ese estado de tensión en el que Djokovic se mueve como pez en el agua y disfrutaba de tres bolas de set para alargar un partido que estaba siendo una oda al tenis. Todo pendía de un hilo, pero Sinner resistió la presión del serbio y de la grada para colocar el 5-5. El tercer set se iba a decidir en un tie break no apto para cardiacos. El desempate fue una auténtica batalla, pero como ocurría durante todo el duelo, cuando la mano tiembla y el corazón se acelera, Sinner se erige como el verdadero número uno que es (7-6) en 1h15.
El italiano se llevaba un partido para el recuerdo que quizás confirma el cambio de ciclo y el fin de una época, aunque Djokovic dejara en lo más alto el legado del Big 3, pero tuvo enfrente a una máquina prácticamente perfecta, que no expresa nada ni refleja ningún sentimiento; tanb solo juega al tenis y quiere ganar títulos. El domingo, en la primera final del tenista italiano en Paris, tendrá la oportunidad de refrendarlo ante la otra bestia del tenis actual, Carlos Alcaraz. 

La final, entre el nº 1 y el nº 2 del mundo, los dos tenistas más en forma del momento y con las apuestas ligeramente a favor del italiano,  J. Sinner - C. Alcaraz (6-4, 6-7, 4-6, 6-7 y 6-7)   respondía a todas las expectativas creadas. El camino de Alcaraz parecía bastante amable y con la retirada de Nishikori, en primera ronda le acababa tocando Zeppieri, luego Marozsan, Dzumhur, Shelton, Paul y Musetti, debiendo este lamentablemente abandonar por lesión. Pero en el camino cedía cuatro sets, a diferencia de su rival, Sinner, (que  tras su sanción por dopaje volvía en Roma donde perdía la final frente a Carlos Alcaraz), no había cedido ni un sólo set en el torneo debutando frente a Rinderknech, dejando a Gasquet, Lehecka, Rublev, Búblik y Djokovic por el camino. Cinco partidos ganados en 15 sets, firmando tres roscos y cediendo sólo 53 juegos. Primera vez que se medían en la final de un "Grande", el primer punto daba una pista de la que se avecinaba (1-0) en 12’. Alcaraz estaba obligado a cuajar un partido tácticamente perfecto para imponerse con una serie de consignas claras: mandar con la derecha, mover lo más posible al italiano, un primer saque consistente, cambiar las alturas, cambiar la velocidad de bola y no dar un paso atrás. Lograba un break en la séptima oportunidad que dispuso, en una clara prueba de paciencia y consistencia, pero enfrente el número uno se mostraba imperturbable. Incluso habiendo firmado 13 errores no forzados en ese primer tramo. Le dio igual porque respondió a la ruptura con la misma medicina en el sexto juego. En apenas un suspiro Sinner desactivaba el plan de Carlitos, resolviendo sus dos siguientes saques con autoridad y ni siquiera el parón medico para atender el ojo de su rival, antes del décimo juego, inmutaba al italiano. Cuando el tenis de Sinner alcanza el modo robótico es una versión mejorada de Novak Djokovic. Cerraba el set (6-4) en 1h05 y encadenaba tres juegos más del segundo, obligando a Alcaraz a replantearse la final.
Sinner pegaba palos a diestro y siniestro, incluso con el resto ante primeros servicios. Para alterar al de San Cándido había que cambiar alturas y velocidades y buscar nuevos argumentos. Apelando a todo el tenis que tiene, mezclando golpes, velocidades y defendiéndose de manera soberbia igualaba el set, aunque no bastaba para voltear el segundo set porque el italiano volvió a ser "La Macchina" en el tie-break (7-6) en 1h09. 
Era el momento del más difícil todavía pues Alcaraz nunca había remontado dos sets en contra. Pero el problema mayor era el tenis de Sinner. Ferrero, tan consciente como Alcaraz, le soltaba: "Aguanta, aguanta como sea el momento". Porque ese momento era el de un "break" de Sinner para empezar. Y Carlos aguantó. Capaz de encontrar rendijas en el juego del transalpino, encadenaba cuatro juegos seguidos y moviendo a Sinner, le empezaron a funcionar el servicio y la derecha, llegando los errores del italiano. Este Alcaraz era otro y a pesar de perder la oportunidad de cerrar el parcial con su saque, no se inmutaba y en el siguiente rompía el de Sinner sellando el set con un recital de derechas y una volea magistral (4-6), en 50’, cerrando el puño y llevándose la mano a la oreja. Sinner cedía así su primer set en el torneo y su respuesta era una incógnita. 
Tuvo la primera oportunidad de rotura en el tercer juego. pero la salvaba Alcaraz. Con más de tres horas de partido, la final se endurecía. El salvaje tenis de Sinner le llevaba a sumar un "break" en el séptimo juego, pero... Alcaraz era capaz de salvar tres bolas de partido con su saque para sumar cinco puntos seguidos. Sinner se tambaleaba pero se mantenía en pie y forzaba el "tie-break". Pero rozando la Copa de los Mosqueteros le pudo la presión y Alcaraz, sobrevía (6-7) en 1h08. 
Tras más de cuatro horas de final y ambos al límite de sus fuerzas, era Sinner, por primera vez el que más dejaba traslucir sensación de desgaste, confirmándolo Alcaraz con una rotura en el primer juego. Quedaba mucha final, y camino de las cinco horas, el físico de Alcaraz era la mejor ayuda para su tenis. Adquirida la ventaja en el comienzo del set se trataba de rebajar el cupo de errores lo máximo posible. Y cuando mejor estaba el murciano en ello, resucitaba Sinner de la nada. Firmando un break en el décimo juego le daba un enésimo giro de guion a una final que ya era una locura. No podía tener otra resolución el partido más que un "super tie-break", donde un genial Alcaraz abría una brecha definitiva al apuntarse los siete primeros tantos. Y ahí Sinner ya no pudo resucitar (6-7) en 1h10. 
Carlitos se llevaba a Murcia su segunda Copa de los Mosqueteros después de una de las mejores finales de Roland Garros de todos los tiempos, por no decir la mejor. El primer capítulo de todo lo que está por llegar entre Alcaraz y Sinner fue memorable y fue para Carlitos. 
El murciano se impuso en la final más larga de la historia, en cinco horas y 29 minutos, salvando tres bolas de partido en el cuarto set. Segunda Copa de los Mosqueteros para el murciano que suma ya cinco ¡dos más que el italiano! para doce grandes por ocho de Sinner. 
El título fue para el número dos del mundo, pero se lo pudo llevar cualquiera. El dato de la igualdad: 193 golpes ganadores para Sinner por 192 para Alacaraz y 64 errores no forzados para Sinner y 73 para Alcaraz. 

Además del trofeo, Carlos Alcaraz se embolsaba en París un total de 2.550.000 dólares.

Thursday, June 5, 2025

Giro de Italia 2025. Inesperada Maglia Rosa para Simon Yates

El Giro de Italia en esta 108ª edición hacía historia al presentar la gran novedad de comenzar en Albania con las tres etapas iniciales y terminar en Roma. 
En esta edición se disputaba desde el viernes 9 de mayo al domingo 1 de junio pues el recorrido además de las 21 etapas de rigor, ofrecía excepcionalmente tres lunes de descanso debido a su novedoso comienzo en territorio albanés. 
Con las tres primeras etapas en Albania la cerrera continuaba en territorio italiano entrando por el sur y terminado en su habitual cita de Roma, previo paso por Eslovenia en una jornada, la 14ª etapa. 
En total 3.443 km en esta edición, con 52.350 metros de desnivel, y con 38 km de grava y 42,3 de contrarreloj, en dos etapas (2ª y 10ª) para el disfrute de los velocistas. 6 etapas propicias para los 'sprinters', 8 de media montaña y 5 de alta montaña, entre las que destacan siempre el mítico Paso del Mortirolo, con una altitud de 1.852 metros, y la más dura de todas, la subida a Colle delle Finestre, puerto de montaña en los Alpes de Cottian, en la región italiana de Piamonte, con cima a 2178 metros. 
Aprobada la ampliación de la parrilla de salida a 23 equipos (ahora además de los 18 UCI Word Teams, eran 5 los Pro Teams, con Israel como mejor del año anterior y cuatro más por invitación, los italianos Polti y Bardiani y los suizos Q36,5 y Tudor.
Con 194 corredores en la salida de 28 nacionalidades diferentes y mismo sistema de bonificación en las etapas en línea (con 10, 6 y 4 segundos respectivamente para los tres primeros), además en esta, se incluye por primera vez el Kilómetro Red Bull, con bonificaciones de 6-4-2 segundos al final del ‘Red Bull KM’ (un esprint intermedio convencional) para los tres primeros en pasar. 
Entre los favoritos aspirantes a la Maglia Rosa, en esta edición mas abierta que nunca (sin la presencia de Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard o Remco Evenepoel) destaca Primoz Roglič, el esloveno de 35 años y jefe de filas del Red Bull Bora, buscará repetir el título de 2023. Ganador ademas de 4 Vueltas es el claro candidato al titulo apoyado en un gran equipo. El UAE Emirates está comandado en esta edición por Juan Ayuso en su primera participación en la Corsa Rosa. El madrileño de 24 años ya ha ganado cuatro carreras esta temporada y acude en plena forma. 
Además habrá que contar con ilustres ganadores como el ecuatoriano R. Carapaz en 2018 repitiendo como comandante del (Education First) o el colombiano Egan Bernal (INEOS), en su caso en 2021. Y el quinto en discordía sería el británico Simon Yates al comando del (Visma) en su reivindicación como aspirante a grandes vueltas. Sin olvidar a Mikel Landa como jefe de filas del (Soudal Quick-Step), intentando reverdecer viejos laureles. También con posibilidades de victoria en una etapa, figuran, el británico Thomas Pidcock (Q36,5), en su debut en una grande, el ganador también de Maglia Rosa, 2013 el colombiano Nairo Quintana, (Movistar), el italiano Antonio Tiberi o el español Pello Bilbao (Bahrain), el italiano Giulio Ciccone (Lild Treck), y sin olvidarnos de los franceses Roman Bardet (Picnic) o David Gaudu (Groupama).
En esta edición eran trece los ciclistas españoles y más repartidos que nunca entre nueve equipos. El único español, Movistar se quedaba en esta edición con dos de ellos (Jon Barrenetxea y Albert Torres; dos estaban presentes también en Ineos (Jonathan Castroviejo y Oscar Rodríguez), en UEA (Juan Ayuso e Igor Arrieta) y en Cofidis (Jonathan Lastra y Sergio Samitier), mientras que con uno sólo figuraban Bahrain (Pello Bilbao), Soudal (Mikel Landa) y Lidl Treck (Carlos Verona), Q36,5 (Mikel Azparren) y Polti (Francisco Muñoz).
En cuanto a la carrera en sí, comenzaba con el novedoso periplo de tres etapas por territorio albanés con el Primer fin de Semana
La primera etapa el viernes 9, empezaba de la mejor manera posible, con 160 km de recorrido quebrado, entre Durres y Tirana, con tres cotas puntuables, el Gracen (2ªC y 12,9 km al 5,2% ) y dos pasos, ya en el circuito final, por el Surrel (3ªC de 7 km al 4,4% y rampas del 12). Animada desde el banderazo de salida con la fuga de un quinteto con Van der Hoorn, Tarozzi, Verre, Tonelli y Moniquet. Con el Alpecin de Groves y el Visma de Van Aert, dos de los principales favoritos para estrenar la maglia rosa, controlando que los fugados no tomaran mucha ventaja, el quinteto superaba por delante el Gracen pero con solo 1’ y en claro descenso, a la entrada al circuito de Tirana la fuga estaba sentenciada y mantenida "al baño maría" por un pelotón que buscaba el desenlace al sprint. En la capital albanesa, por primera vez huésped del Giro, iba a comenzar la pelea real por la etapa y la primera maglia rosa. En el circuito, con 2 ascensos a Surrel, con la cima del segundo paso a 10 km de pura bajada hasta meta. Y sí en la primera ascensión el pelotón ya rodaba con el Lidl-Trek de Pedersen tensando la cuerda para eliminar velocistas, como Magnier, Bennett, Kooij y Fretin, en el segundo asalto, con Verona al frente de las operaciones, era Groves el eliminado y Ciccone el que pasaba primero por la cima con Roglic, Ayuso, Van Aert, Bernal, Carapaz y Bilbao al acecho. Hasta línea de meta, Lidl terminaba reduciendo a 45 unidades al grupo principal que volaban hasta meta, abriendo incluso diferencias y el riesgo se vivía en forma de caída de algunos corredores con Mikel Landa y Jay Vine, como principales agraviados, y que debían abandonar. 
A recta de meta asomaba Bora en cabeza, pero era el Lidl, el que culminaba con éxito para el danés Madas Pedersen, primero, el belga Wout Van Aert, segundo y el venezolano Orluis Aular completando el podio. Pedersen, se enfundaba así por primera vez un maillot de líder. 
La 2ª etapa era la primera CRI de la Corsa en un bucle por los alrededores de Tirana. De 13,7 km de recorrido, presentaba una dificultad montañosa a mitad de trayecto, Sauk, (4ª C con 1,5 km al 4,9%). Los ciclistas partían del último al mejor, de minuto en minuto con los 15 últimos haciéndolo cada tres y finalizando con el líder Pedersen. Entre los favoritos, el primer tiempo a tener el cuenta era el del cuarto ciclista en partir el británico E. Hayter con 16’21 que situaba los 16’ pelados como marca a batir. D. Hoole no lo conseguía con 16’23, pero sí E. Affini con 16’13, lo que alentaba a los siguientes en partir, pero un especialista como J. Vine, con 16’10 lo ponía en duda. Otro, J. Tarling, media hora después, con 16’07, lo mejoraba pero dejaba claro que iba a ser complicado de conseguir, aun a falta de 58 ciclistas por correr. Era Roglic, el primero de los que salían cada 3’, el que más se aproximaba con 16’08, pues el resto de los mejores no lo lograban. Por tanto con el británico Joshua Tarling ganando su primera etapa, Roglic 2º y Vine 3º, el mejor español era Ayuso, 10º a 17”, mientras Mikel Azparren terminaba 24º a 33”. En la general Pedersen séptimo a 12”, cedía el liderato al esloveno Roglic por 1”. Tercero figuraba el checo Vacek a 5”, 4º McNulty a 12” y 5º era Ayuso a 16”, completando el topten Del Toro, Poole, Tiberi, Storer y Pellizzari. El siguiente mejor español era Sergio Samitier a 2’23 y puesto 51. 

La tercera, el domingo 11, y última etapa en territorio albanés, era un bucle con partida y llegada a Vlorés, quebrada y de 160 km con dos cotas puntubles, Q. Shakelles (4ªC con 5,3 km al 8,6%) y Qafa e Llogarasë (2ªC con 10,7 km al 7,4%). Los movimientos comenzaban temprano con una escapada numerosa que llegaba a tener más de 3’ de ventaja, con Tarling, Hamilton, Germani y Donovan, a los que más tarde se sumaban Tonelli y De Bondt pero que en la primera ascensión perdía efectivos progresivamente, y que en la segunda, cedía ante el ataque desde el pelotón de Bilbao y Fortunato que conectaban con los restos de la escapada coronando en cabeza el italiano, seguido del propio Bilbao, mientras por detrás Lidl-Trek y UAE mantenían el control de un pelotón ya muy reducido, para dar caza a la fuga en el descenso. En el sprint de meta se imponía nuevamente el danés Pedersen con el kiwi C. Strong y el venezolano O. Aular completando el podio. Apenas cambios en la general, pero gracias a la bonificación, Pedersen recupera el amarillo con Ayuso y Bilbao, bien posicionados en la general.

Primera semana. 
Tras el lunes de descanso en Lecce, para el transporte de material y traslado de personal a territorio italiano, 
El martes 13, la 4ª etapa partía de Alberobello para finalizar en Lecce tras 189 km de recorrido llano y una única dificultad montañosa, Putignano (4ªC 1 km al 6,1%) que se coronaba muy pronto. Una fuga en solitario amenizaba la etapa desde su inicio. El español Francisco Muñoz, del Polti ya tenía 4’ en el km 20 y sin compañía se hacía 130 km para ser atrapado por el pelotón a 57 km de meta ante el empuje de los equipos con sprinters. Con el grupo al completo se animaba el ritmo, con los equipos de los velocistas tomando posiciones a medida que se acercaba el circuito ciudadano, que en algunos tramos presentaba embudos y estrechamientos peligrosos y que produjeron algunas caídas. Y mientras los favoritos se marcaban la rueda, saltaba de lejos el neerlandes del Picnic, Casper Van Uden con una potencia descomunal para coger la cabeza y que ya no soltaría hasta meta, aunque lo intentara Pedersen, siendo superado sobre la línea por sus compratiotas Kooij y Zijlaard, segundo y tercero, respectivamente. Sin cambios en la general. 
La quinta etapa, de 151 km transitaba entre Ceglie Meccapica y Matera. Con un recorrido llano al comienzo y que se empinaba en los últimos 28 km con la ascensión a Montescaglioso (2ªC con 3 km, al 8,4 %), para terminar con la meta en pendiente. La fuga en este caso era de tres unidades D. Bais, L. Milesi y G. Epis que nunca llegaron a tener 3’ de diferencia y que eran absorbidos en las últimas rampas, a 13 km de meta después de ascender Montescaglioso y donde el Lidl con Verona controlaba en cabeza toda la subida y el UAE de Ayusoremataba la faena, reduciendo mucho al pelotón y soltando a velocistas como Bennett y Groves. A 3 km de meta y en la rampa más empinada de la ascensión final Vacek perdía a Pedersen de rueda, pero el danés era capaz de recuperarse a tiempo para llegar tras él a meta, e imponerse, por fotofinish, por tercera ocasión en lo que va de edición. Segundo era E. Zambanini y completaba el podio T. Pidcok. Sin apenas variación en la general, sigue mandando Pedersen, con Roglic segundo a 17” y Vacek en la tercera posición a 24”. Ayuso mantiene la sexta a 35”. 

La 6ª etapa, el jueves entre Potenza y Napoles, de 227 km, la más larga de esta edición, incluía dos cotas puntuables. Sería en la aproximación a la primera, Monte Carruozzo (2ªC 20 km al 3,8%) cuando Lidl permitía la fuga del día; dos corredores, el francés E. Paleni y el neerlandés T. Van der Hoorn, a los que se unía posteriormente L. Fortunato, como rey de la montaña para puntuar en la cima y después abandonar la escapada. El pelotón cruzaba la pancarta a 4’. El Visma asumía el mando en la persecución en un día encapotado y poco a poco reducía las diferencias. La aventura salvaba el último ascenso, Monteforte Irpino (3ªC, 14,6 km al 2,2%), y tras el descenso, la llegada al llano que llevaba hasta meta esperaba con la desagradable sorpresa de una montonera masiva producida por la lluvia y que a 70 km de meta, provocaba su neutralización. Afectando a una docena de corredores, se llevaba la peor parte el australiano Hindley, que tuvo que abandonar y con golpes y rasguños el líder Pedersen o el colombiano DF. Martínez. Se reanudaba la carrera determinando dirección de carrera que se recortaran 10 km (mientras se producían las decisiones) para retomar la competición a partir de la localidad de Nola, (a 60 de meta) manteniendo la ventaja de los dos escapados y sin contabilizar tiempos en meta ni puntos de por medio, pero sí con ganador de etapa. Pedersen, ante esa decisión, se desentendía, mientras Kooij ponía a trabajar a todo el Visma para buscar la victoria. El pelotón alcanzaba a los escapados a 2,5 km del 'arrivo', donde, en un final de locura, atacaba prematuramente Van Aert, en recta de meta, Moschetti cerraba a Kooij contra las vallas, mientras por el centro se proyectaba el australiano Groves, con el camino expedito para alzarse con su segunda victoria en la Corsa y con el belga Fretin y el galo Magnier completando el podio y sin variación en la general. 
En la 7ª etapa, la montañosa entre Castel di Sangro y Tagliacozzo, de 168 km de recorrido, era la primera jornada con final en alto. Además contaba con 3 puertos previos empezando con el ascenso a Rocaraso (3ªC con 7,8 km al 5,8%), luego Monte Urano (2ªC con 4,6 km al 9,2%) y Vado della Forcella (2ªC y 21,5 km al 3,6%) antes de la subida final a Tagliacozzo (1ªC 11,9 km al 5,6%, con los 2,6 últimos al 9,2). En Rocarasso, con mucho frío y nada más comenzar se destacaban 7 valientes, Double, Leemreize, Prodhomme, Garofoli, Tonelli, Vine y Scaroni con el Red Bull de Roglic asumiendo el control del pelotón que permitía que la fuga abriera una brecha en torno a los 2’. El ascenso al Vado della Forcella, un segunda interminable sin dureza, sembraba dudas sobre las intenciones de los favoritos. La diferencia en la cima marcaba 4’ y el Red Bull no parecía mayormente obsesionado por el triunfo de etapa, esperando por el ascenso final. Pero el Lidl tenía otro planteamiento y decidía tensar el ritmo para ir reduciendo la ventaja de los fugados, que apenas disponía de 1’30 a 30 km de meta con el Tagliacozzo por ascender. El pelotón se animaba con el Bahrain buscando la etapa para el español Bilbao. Una aceleración que arruinaba las últimas ilusiones de los valientes fugados. Castroviejo tomaba al relevo, pasando luego Verona al frente antes de que a 2,3 km de meta el UAE desplegara sus tropas. Majka seleccionó, contestaba Bernal y dentro del último km se producía el potente ataque de Ayuso, que sin respuesta por detrás, firmaba su primera en una grande, aventajando en 4” a un grupo perseguidor, con el mexicano I. del Toro, y el colombiano E. Bernal en el podio, además de Roglic, Ciccone, Tiberi, Caruso y Carapaz. 

En la general Roglic sucede a Pedersen al comando de la clasificación aventajando en 4”a Ayuso, en 9” a Del Toro, en 39” a Carapaz, 10º y en 46” a Bernal, 14º. 
El sábado 6 era turno para la etapa octava, que discurría entre Giulianova y Castelraimondo, en un recorrido de media montaña con 197 km y 4 dificultades, empezando con el ascenso a Croce di Casale (3ªC y 8,6 km al 4,5%), la principal, el Sassotetto (1ªC y 13,1 km al 7,3%), el Montelago (3ªC y 5,5 km al 6,9%) antes de meta para finalizar con el repecho de Gagliole (4ªC 0,8 km al 8,1%). Toda la etapa estuvo marcada por constantes intentos de fuga, que se abortaban para dar paso a otros nuevos. Los cuatro puertos promovieron una carrera inestable, con grupos infinitos en la delantera, donde perseguidores y escapados intercambiaban constantemente puestos generando un caos en la carrera y que el australiano Plapp era el mejor en gestionar. En la última ascensión y tras llegar desde atrás, contactaba con los tres que iban por delante en ese momento, Kelderman, Arrieta y Ulissi, para aumentar su renta en el descenso, ante la falta de cooperación del trío perseguidor hasta tener más de 1' al llegar al repecho de Gagliole, suficiente para completar con éxito 45 km de fuga en solitario e imponerse en meta con 38” de adelanto sobre el neerlandés W. Kelderman y el italiano D. Ulissi que completaban el podio, mientras que el español I. Arrieta finalizaba cuarto. Exhibición total de Luke Plapp para conseguir su primera victoria en una grande. Con un rosario de corredores entrando por detrás, también Ayuso, con un ataque a pocos metros, rascaba otro segundo al esloveno Roglic permaneciendo ambos resguardados en el pelotón durante toda la etapa, a 5’ de la cabeza de carrera. Ahora Ayuso figura cuarto a 20” segundos del nuevo líder, Diego Ulissi (primer italiano en vestir la Maglia Rosa tras cuatro años de espera), mientras Lorenzo Fortunato, figura segundo a 12” y Roglic 3º a 17”. 
La novena etapa, por tierra toscana, cerraba el primer tercio de carrera, con 181 km quebrados, entre Gubbio y Siena, incluyendo en el trazado cinco sectores de sterrato con la exigente subida a San Martino in Grania (4ªC) y el posterior y corto Colle Pinzuto (con rampas del 15%), emulando una mini Strade Bianche tras haber ascendido al comienzo de etapa La Cima (3ªC). Hasta seis corredores integraban inicialmente la fuga del día, entre ellos K. Groves, Q. Hermans o T. Van der Hoorn, siendo todos neutralizados a 60 km de meta. Con la llegada del sterrato la etapa se convertía en una trampa constante con múltiples caídas, pinchazos y cortes que obligaron a los favoritos a mantenerse en tensión durante todo el día, produciéndose el momento decisivo a 50 km del final, cuando una de las caídas afectaba a Roglic, Pidcock y Storer, provocando cortes en el pelotón. Aprovechando la coyuntura se formaba en cabeza un interesante grupo con corredores como Bernal, Van Aert, Arensman o Del Toro. Y entre la ofensiva del mexicano (que no esperaba por Ayuso) y los consistentes relevos del belga, destrozaban definitivamente la carrera en los tramos de Monteaperti y Colle Pinzuto para irse solos por delante. Con Ayuso descolgado y sin poder contactar con el grupo cabecero, en la última y empinada rampa sienesa hacia meta en la Piazza del Campo, Van Aert lanzaba su ofensiva, ganando por delante de Del Toro, que le disputaba el sprint final hasta el último metro, y que marcando el mismo tiempo accedía al liderato, postulándose así como nuevo candidato y segunda alternativa del UEA. En tercera posición finalizaba J. Ciccone encabezando el grupo perseguidor con Ayuso 7º y ahora segundo en la general, a 1’13 de su compañero. Más atrás, Roglic 19º, sin lograr conectar con el grupo de Ayuso, a 2’22 del ganador, cedía la Maglia tras dos jornadas de rosa, cayendo hasta la décima posición de la general, a 2’25 de Del Toro. Entre medias de los dos y completando el top ten 3º Tiberi, 4º Carapaz, 5º Ciccone, 6º S. Yates, 7º McNulty y 9º A. Yates. 

Segunda semana. 
La etapa 10ª, el martes día 20 y tras el lunes de descanso en Pisa, era la segunda CRI de esta edición. 28,6 km de recorrido llano entre Lucca y Pisa. Día muy nublado y lluvioso en su desenlace final, perjudicaba a los mejores de la clasificación, que salían últimos, interfiriendo claramente en la victoria. Era por tanto el alemán A. Klieger el primer ciclista en tomar la salida y siendo el neerlandés Daan Hoole, 42’ después, el primer hombre en dar una mordida importante a los tiempos anteriores con un crono de 32’30 y que sería definitivo, pues con el complicado estado de la calzada, no le superaban especialistas como los británicos Ethan Hayter, con 32,40, ni Joshua Tarlig, vencedor de la crono de Tirana, con 32’37. A medida que avanzaba la tarde y con las condiciones de la calzada empeorando unos arriesgaban más que otros y finalmente Del Toro entrando a 2’22 del vencedor, aguantaba la maglia por 25” sobre un mejor Ayuso, siendo el más beneficiado de los favoritos Roglic, que recortaba 19” al español y recuperaba 5 posiciones, para colocarse 5º en la general por detrás de Tiberi y S. Yates y por encima de McNulty, A. Yates, Ciccone, Carapaz y Arensman, los diez primeros. 
La siguiente etapa, la undécima, unía Viareggio con Castelnovo ne’ Monti a través de 186 km montañosos con tres cotas puntuables Alpe San Pellegrino (1ªC y 13,7 km al 8,8% y Máx. 19%), Toano (2ªC y 11,1 km al 4,9%) y Pietra di Bismantova (2ªC y 5,8 km al 5,8%), todas en la segunda mitad de etapa. La dureza prevista no evitaba múltiples intentos de fuga, incluido el protagonizado por Pedersen y Van Aert en comandita, que no funcionaba, pues el pelotón rodaba inquieto y no lo permitía. Luego (km. 67), saltaban Kelderman y Poels para iniciar la fuga definitiva a los que se unían 32 unidades más, entre ellos Bilbao, Quintana, Castroviejo y Fortunato, este ultimo como mejor clasificado, a más de 6’ del líder, para afrontar el ascenso a San Pellegrino. Fortunato, arrancaba a 10 km de la cima, coronando en solitario con 58” sobre Quintana, Bilbao, Poels y Plapp y 1’14 sobre Del Toro, Ayuso y el resto de favoritos. El boloñés y sus 4 perseguidores se unieron en el descenso formando un quinteto coordinado para llegar a meta. UAE asumía la persecución a bloque, manteniendo la escapada a 2’15 a pie del Toano en un continuo sube y baja. Parecía consolidada la fuga, pero entre la presión del UAE y el trabajo de Pedersen por las bonificaciones, la ventaja del quinteto se esfumaba a los pies de Pietra di Bismantova Aún intentaba un último ataque Bilbao, pero un desatado Carapaz, por dtrás, arruinaba su oportunidad saltando a 2,5 de la cima. El ecuatoriano rápidamente abría 10”. 
Mientras los demás se miraban, sin responder. Cual si fuera una contrarreloj en solitario, con el terreno subiendo y bajando, el ecuatoriano se imponía en meta firmando así su cuarta victoria en el Giro, su 24ª en total, contando las 3 de la Vuelta y otra más en el Tour. Segundo y 10” por detrás entraba la Maglia Rosa Del Toro
comandando el grupo de favoritos, con el italiano Ciccone tercero, También entraban, después de pasar ciertos apuros, Ayuso, Roglic, Bernal y el resto. La general confirmaba que Del Toro anda fuerte y que sólo la montaña de la tercera semana le podrá derrotar. Con los 6” de bonificación ahora aventajaba en 31” a Ayuso, mientras Tiberi figuraba tercero a 1’07, con S. Yates, P. Roglic, R. Carapaz a continuación, y Bernal undécimo a 2’39. 
La 12ª etapa, entre Modena y Viadana y 172 km, era una jornada de transición casi llana (tan solo dos pequeñas cotas a mitad de recorrido), que la hacía propensa a los velocistas. Empezaba a un ritmo muy elevado y con tres italianos buscando la fuga Epis , Pietrobon y Tarozzi. Con la lluvia como testigo, el trío en fuga superaba con éxito las dificultades montañosas del día, para presentarse en la llanura del Padano y 72 km por delante de grandes rectas. A falta de 37 km para meta, la escapada era engullida por un pelotón que ya iba pensando en el sprint. Con un pinchazo de Ayuso, que podía reintegrase al grupo tras un gran calentón, como única novedad, la lucha sin cuartel hasta meta derivaba en la pugna entre Visma y Lidl por la posición. Van Aert y Affini lanzaban de lejos el sprint, con Kooij a rueda. Y aunque tomaba ventaja Van Uden a mitad de la recta, arrancaba con mucha fuerza por el centro Kooij, para ganar por escaso margen por delante de su compatriota C. Van Uden y del británico B. Turner. El triunfo de Olaf Kooij (su segundo en el Giro), no provocaba cambios en la general. 
La decimotercera, el viernes 23, unía las localidades de Rovigo y Vicenza. Con 180 km de recorrido y cinco cotas puntuables, Passo Roverello (4ªC y 3,4 km al 6,8 %), San Giovani in Monte (4ªC y 5 km al 6,6%) y dos ascensos a Vicenza (4ªC con 800m al 7,6%) que a su segundo paso era meta, y entre ambos la subida a Arcugnano (4ªC y 1,8 km al 6,6%). En una etapa para velocistas o rematadores capaces de imponer su "punch" final en el duro repecho de meta pronto un grupo de 9 hombres se abría paso entre el viento, Mozzato, Miholjevic, De Bondt, Bystrom, Germani, Milesi, Hamilton, Bais y Magli, mientras por detrás el Visma de Van Aert, el Lidl de Pedersen y el Q.36.5 de Pidcock dejaban claro que iban a controlar la aventura para jugar sus bazas. Así el grupo coronaba Roverello con 1’30 de ventaja para en la antesala de San Giovanni in Monte irse disolviendo por el ritmo impuesto detrás por el pelotón. Solo resistían Scaroni y Germani y asi la carrera llegaba a Vicenza con el dúo de avanzadilla y siendo atrapados en el esprint especial. En los últimos 2 km tensaba Alpecin para Groves, pero era Pedersen el que atacaba de muy lejos, pegándose a su rueda Van Aert y Del Toro, para abrir los tres un pequeño, pero definitivo hueco, pues aguantaba bien el danés la acometida de Van Aert en la rampa para firmar su cuarta gran victoria. Con Van Aert segundo, Del Toro tercero a 2”, sumaba otros 4 de bonificación. En la general el mexicano aumenta su diferencia y Ayuso figura ahora a 38”, entrando en el top10 el colombiano Bernal, noveno a 2’50. 
La etapa 14ª, el sábado 24 llevaba al pelotón de Treviso a Nova Gorica, en Eslovenia, a través de 195 km de recorrido por la llanura veneciana antes de la parte final con tres cotas puntuables; la primera Goniaze/San Martino (3ªC 3,5 km al 5,1%) antes de entrar a un circuito que une las dos ciudades eslovenas de Nova Gorica y Gorizia con la subida de Saver (4ªC y 700m al 7,7%) como aliciente antes de meta. Una jornada marcada por la lluvia que comenzaba tranquila antes de formarse una fuga con el danés Asgreen como principal valedor. Junto a él Cl. Davy, L. Meintjes, M. Maestri y M. Marcellusi lograban poner tierra de por medio hasta con 2’ de ventaja. Iba cayendo la diferencia poco a poco, pero no sería hasta la aparición de la lluvia cuando la etapa tomaba un giro inesperado y una caída a 23 km de meta, en la parte de delante del pelotón lo cambiaba todo. Con varios corredores del Lidl-Trek afectados, Del Toro también se veía implicado y aunque debía poner pie a tierra, no llegaba a caer y enseguida recortaba diferencias para contactar con los de delante. Por detrás ni Roglic ni Ayuso eran capaces de lograrlo, entre la sorpresa y el caos general y donde el principal beneficiado era el danés Kasper Asgreen, para llevarse la etapa con Groves y Kooij, completando el podio, con 16” sobre un grupo delantero, con Del Toro, Carapaz, S. Yates, pero sin Roglic ni Ayuso que perdían otros 48” con respecto al líder, un 'Maglia Rosa' por primera vez mexicano, cada vez más asentado, y que reforzaba así su liderato a la espera de la última semana. Con 48” más de ventaja en la etapa, ahora en la general segundo es S. Yates a 1’20, Ayuso baja a la 3ª plaza a 1’26; 4º es Carapaz a 2’07 y Roglic 5º a 2’23. 
El domingo 25 cerraba la segunda semana la Corsa Rosa con 
la decimoquinta etapa y la retirada de Ciccone victima de la caída. 219 km montañosos entre Fiume Veneto y Asiago, con 3.865 metros de desnivel acumulado, el recorrido incluía tres ascensiones, destacando el temido Monte Grappa (1ªC y 25,1 km al 5,7% y Max 11%) y el exigente Dori (2ªC y 16,6 km al 5,3%). Previamente el Muro di Ca dil Poglio (4ªC 1 km al 12,2%) para abrir boca a 45 km de la salida. Numerosa escapada del día desde los primeros compases de la etapa, que afrontaba la primera ascensión con 45” de adelanto con el grupo de la Maglia Rosa. Al comando, ciclistas de casi todos los equipos con DF. Martínez, G. Pellizzari, P. Bilbao, N. Prodhomme, J. Cepeda, G. Steinhauser, D. Gaudu, J. Tarling, Louis Meintjes, M. Frigo, M. Vacek, L. Milesi, E. Rubio, M. Cattaneo, G. Garofoli, M. Brenner, F. Stork , I. Arrieta, L. Fortunato, Ch. Scaroni D. de Pretto, L. Plapp o F. Zana. La fuga, se mantenía con 3’10 de ventaja en los primeros repechos del Grappa, pero a 2 km de la cima arrancaba por detrás E. Bernal, al que sólo respondían Del Toro, y Carapaz en un primer momento, y Arensman pocos metros después, mientras Ayuso y Roglic se mantenían en el grupo principal del que tiraba el UAE. De tal manera que coronaba primero Fortunato con unos metros sobre el resto de supervivientes de la escapada, con 1’03 con el grupo de Del Toro, y con Yates y Ayuso, a 1’20 aunque en el descenso lograban enlazabar. A 70 km de meta, quedaba un único fugado, M. Frigo, con el pelotón de favoritos rodando a 40″. Poco después saltaban siete integrantes de la escapada inicial: Bilbao, Prodhomme, Garofoli, Fiorelli, Scaroni, Lemmen y Stork. A 15″ de Frigo y con el pelotón de la Maglia Rosa, a 35″, poco después se les unían Verona, Zana y Bardet que junto a Frigo, sumaban once escapados y que aumentaban su renta a 1’55 sobre un pelotón donde volvía a controlar con todo su bloque el UAE.

Enseguida atacaba en la fuga Carlos Verona sin mirar atrás, mientras sus compañeros se vigilaban entre sí decidiendo si ir o no, en su busca. Por detrás E. Bernal aceleraba en la pancarta del kilómetro Red Bull encontrando inmediata respuesta en Del Toro y en Arensman, mientras Roglic no podía mantener su ritmo. Por delante Verona, cada vez más convencido de poder llegar a meta, protagonizaba una auténtica exhibición en los Alpes vénetos y tras 45 km de fuga en solitario conseguía la victoria, su primera en una grande con 22” sobre F. Stork, Ch. Scaroni, R. Bardet y N. Prodhomme. El mexicano Del Toro cruzaba meta junto a sus principales rivales a 29” del ganador. Roglic, que ya había perdido tiempo en la etapa anterior por la caída, lo hacía a 1’59 segundos del ganador, alejándose ahora a casi 4’ de la maglia rosa y descendiendo al décimo puesto en la general mientras el podio se mantiene igual con Del Toro, Yates y Ayuso, a la espera de la última y montañosa semana. 
Tercera semana de carrera. 
Tras la jornada de descanso en Piazzola sul Brenta el martes 27 los corredores acometían la trascendental última semana con 
la 16ª etapa, la etapa reina. Una dura jornada montañosa entre Piazzola sul Brenta y San Valentino, de 203,5 km, con cuatro cotas puntuables, Carbonare (2ªC 12,9km al 4,5% y Max. de 10%), Candriai (1ª 10,1km al 7,6 y Max. 13%), Santa Barbara (1ªC 12,7km al 8,3%) y el final en alto del Passo di San Valentino (1ªC 18,2km al 6,1% y max de 14%), era clave para la clasificación general. Día frío y lluvioso en su inicio, con escapada inicial de 6 que fue engordando a medida que el pelotón ascendía el Carbonare y que coronaba en cabeza Fortunato, fortaleciendo aún más el maillot de la montaña. Previamente caía por la lluvia y se retiraba Tarling, trasladado al hospital. También se retiraba Roglic sin terminar de recuperarse. El pelotón autorizaba la aventura de los 24 escapados, con Van Aert, Bilbao, Barrenetxea o Azparren entre ellos, y con Fortunato volviendo a cosechar los puntos en el alto de Candriai. Restaban dos puertos temibles, y el pelotón, ya bajo el sol, permitía a los expedicionarios sumar 9’ camino del Santa Barbara, y donde en las primeras Ayuso flaqueaba, no rodando con sus compañeros del UAE, al acusar el ritmo impuesto por el Ineos de Bernal y el EF de Carapaz. Empezaban a despejarse dudas sobre el estado del español y a 6 km de la cima Ayuso ya cedía 1’30 respecto al grupo de favoritos. Santa Barbara también castigaba a Bernal, pero el colombiano se reenganchaba a golpe de sufrimiento. Por la cima volvió a recoger su botín Fortunato y el grupo del líder coronaba a 4’40 de la fuga, con San Valentino todavía por delante. En su ascensión quedaron al frente Fortunato, Scaroni y Cepeda. Con los dos Astanas soltando al ciclista de Movistar, por detrás Del Toro subía en carroza de oro escoltado por Majka y A. Yates. Solo S. Yates se animaba a probar la consistencia de la maglia rosa, sin éxito. Pero la iniciativa del británico tuvo continuidad en Carapaz, que enseguida abría medio minuto sobre S. Yates y Del Toro, ambos marcándose mientras se marchaba el rival común, con 6 km por delante. Con la inoperancia por detrás, Carapaz aumentaba poco a poco la diferencia con sus rivales de la general. 

La fiesta por la etapa la disfrutaron los Astana, Christian Scaroni y Lorenzo Fortunato, que entraban en meta de la mano tras una escapada eterna, con 55” de ventaja sobre Giulio Pellizzari y con 1’10 sobre el protagonista del día, Richard Carapaz. Su zarpazo servía para postularse al título, abrir mil opciones a falta de tres etapas montañosas de gran nivel y poner en evidencia a Del Toro, que sembraba muchas dudas. Carapaz endosaba 42” a S. Yates, 1’21 a Bernal y 1’36 a Del Toro, mientras Ayuso, hundido, cruzaba a más de 14’ y se descartaba del triunfo. 
En la general, Del Toro sufriendo, mantenía la maglia rosa, afrontando un resto de semana muy exigente con 26” sobre S. Yates, 31” respecto a Carapaz, 1’31 con Gee, 2’40 con Caruso y 3’23 con Bernal sexto. Ayuso descencía a la 17ª plaza a 13’27. 
La decimoséptima, se disputaba el miércoles entre San Michele all’Adige y Bormio, con 155 km montañosos, tres puertos puntuables y más de 3.800 metros de desnivel acumulado. Para empezar, el Passo del Tonale (2ªC y 15,2 km al 6,1%), para seguir con el mítico Mortirolo (1ªC con 12,7 km al 7,6%) y terminar con Le Motte (3ªC y 3,1 km al 8%), a 10 km de meta. La fuga tardaba en formarse, con 25 hombres al comienzo y siendo 38 al final los que se marchaban ascendiendo el Tonale. En la aventura se metía nuevamente P. Bilbao; Visma incrustaba a 3 hombres y UAE a Vine, y a McNulty, el mejor colocado en la general, a 7’43 del líder. Coronaba primero Fortunato, reforzando su 'maglia Azzurra' y el pelotón lo hacía a más de 3’, dando impresión los favoritos de querer resolver la etapa antes de la última subida. Mientras, por detrás, con la carretera cuesta arriba y los múltiples ataques, Ayuso sufría a cada pedalada, perdía tiempo a las primeras de cambio, y se hundía en un grupo retrasado. El subida al Mortirolo empezaba a seleccionar la fuga, coronando primero el portugués Afonso Eulalio, con Fortunato y Bardet, por detrás, mientras en el grupo del líder la 'locomotora del Carchi' arrancaba a 2 km de cima soltando a sus rivales, que no se cebaban esperando a la bajada. Y así S. Yates, Del Toro y Bernal lograban atrapar a Carapaz en el descenso, pero nada más finalizar, Carapaz, volvía a atacar enlazando con su compañero Stainhauser en el falso llano que conducía hacía la última dificultad del día. Pero cedía en su empeño al ver que no conseguía distanciarse esperando otra oportunidad en la subida a Le Motte y donde la fuga, con 8 hombres entonces, apenas contaba con 30” sobre el grupo de la maglia rosa al comienzo del puerto y donde el UAE marcaba un ritmo amenazante con Majka, Arrieta y Yates. Si por delante saltaba Bardet a por la etapa y coronaba primero, por detrás atacaba con consistencia Del Toro. Y soldado a su rueda Carapaz, para sumando fuerzas eliminar a sus rivales comunes, S. Yates y Bernal. Atrapaban al francés Bardet a 5,5 de meta, y el trío entrando al relevo, parecía asumir jugarse la gloria en la recta de meta de Bormio. 
Pero Del Toro tenía otros planes y atacaba a 1,6 de meta, abriendo un pequeño hueco, pero suficiente para llegar hasta meta en solitario ganando su primera etapa en el Giro. Con 4” sobre Bardet y Carapaz, segundo y tercero, respectivamente y 15” sobre S. Yates que encabezaba a los perseguidores, ahora lidera la general con 41” sobre R. Carapaz, mientras tercero sigue S. Yates pero a 51”. 4º es D. Gee a 1’57. 5º figura D. Caruso a 3’06 y 6º es E. Bernal a 4’43, con 7º G. Pellizari, 8º E. Rubio, 9º A. Yates y 10º M. Storer, en el top ten. Golpe moral de Del Toro a sus rivales, para recuperar esa confianza que pudo haber quedado algo quebrada en la etapa de San Valentino. 
La 18ª etapa del jueves discurría entre Morbegno y Cesano Maderno, con un recorrido de 144 km. Último respiro para el pelotón antes de llegar a Roma, en una jornada llana con 3 cotas intrascendentes, Parlasco (2ªC y 7,6 km al 6,2% y Máx. 11%), Colle Balisio (3ªC y 4,6 km al 3,3%) y Ravellino (3ªC y 9 km al 4,4%). En un día de esprinters, antes del terrible fin de semana de montaña, pronto llegaba la noticia de la retirada de Ayuso (al no poder continuar en carrera debido a los persistentes problemas en la rodilla izquierda, consecuencia de una caída sufrida días atrás, y un estado físico mermado que se agravaba por una inesperada picadura de avispa en un ojo), cuando ya se había conjuntado una numerosa fuga de 35 hombres con el beneplácito del pelotón y con los mejores velocistas, todos con ayudantes de lujo. Estaban Pedersen, escoltado por Hoole y Vacek, Groves junto a Denz, Planckaert y Van den Bossche, y Van Aert con Van Baarle. De tal manera que a 60 km de meta, y superadas las tres cotas del día, la expedición contaba con más de 8’ de renta. Y al llegar al circuito final, al que había que dar dos vueltas, los múltiples ataques en la avanzadilla, culminaban con 9 hombres por delante abriendo carrera con 26” de adelanto sobre el resto. En el nuevo escenario, no estaban Pedersen, Groves ni Van Aert, pero si figuraba al menos un representante del Lidl, Alpecin y Visma. Aunque ninguno de ellos estuvo atento cuando el alemán Nico Denz se animaba a romper la disciplina de grupo a 17 km de meta. Denz desafiando a sus 8 perseguidores en un par de km les metía 20” y sin terminar de organizarse por detrás, incluso aumentaba su renta hasta los 28”, personándose en solitario en la meta de Cesano Maderno. Séptima victoria profesional para Denz, tercera en el Giro y primera para el Red Bull-Bora en esta edición. Los perseguidores, resignados, atravesaban la meta a 1’01 con Mirco Maestri al frente y Edward Planckaert completando el podio. Mientras el pelotón principal, con los favoritos, sin prisa alguna, cerraba la jornada laboral 13’ más tarde, sin cambios en la general. 

La decimonovena etapa del viernes 30, era la penúltima jornada montañosa. Entre Biella y Champoluc, con 166 km de recorrido, 5 cimas y casi 5.000 metros de desnivel acumulado, comenzando por el Croce Serra (3ªC con 11,3 km al 4,6%), seguido del Col de Tzecore (1ªC con 15,8 km al 7,7%), Col de Saint Pantaleon (1ªC con 16,2 km al 7,2%), Col de Joux (1ªC con 15,3 km al 6,9%) y el Antagnod (2ªC con 9,5 km al 4,7%) a 5 de meta. Nada más salir de Biella, la carretera se empinaba para afrontar como aperitivo la Croce Serra que conseguía romper el pelotón en dos antes de enfilar la subida al Col de Tzecore, el más difícil del día. En la fuga muchos habituales: Pedersen, Van Aert, Bilbao, Verona, Bardet, Arrieta, Scaroni.... nada preocupante para los favoritos y que en la cima disponían de 3’ de ventaja. Por las fuertes pendientes del Col de Saint Pantaleon la fuga iba adelgazando. Verona, Arrieta, Tiberi y Prodhomme pasaban en cabeza, pero el ritmo impuesto por el Visma de S. Yates permitía al grupo principal rebajar a 2’15 la diferencia, complicando el éxito de los fugados. El grupo de la maglia quedaba reducido a 25 unidades que se presentaba a los pies del Col de Joux a 3’15 de los cuatro escapados. Con todo por resolver a 35 km de meta y a 5 de la cima, el UAE se ponía al comnado y la marcheta impuesta por los hombres de Del Toro anulaba a Verona, a Pellizzari, y lo intentaba con Prodhomme, quien soñando con la gloria en Champoluc, coronaba en solitario con 51” de renta, sobre el grupo de Del Toro, sobrado, sin apenas gasto y escoltado siempre por McNulty y Majka. Nadie se movía. Tan solo Carapaz, lo intentaba una vez, sin éxito. Mientras Prodhomme volaba descendiendo hacia la ultima dificultad, el Antagnod y al que llegaba con 1’25 de adelanto. Sin ataques por detrás, su renta apenas descendía a pesar de un nuevo movimiento de Carapaz a 2 km de la cima. Un intento que encontraba respuesta en Del Toro, pero no en Yates, quien optaba por no cebarse y regular su marcha. El mano a mano entre el ecuatoriano y el mexicano ya era un hecho a 6 km de meta. Con el francés Nicolas Prodhomme estrenando su palmarés en las 'grandes' con un triunfo en solitario, por detrás, y a 58” el intenso duelo entre el dúo perseguidor se resolvía en un sprint final para Del Toro sobre Carapaz, con un premio de 6 y 4 segundos de bonificación, respectivamente. El mano a mano suponía un 'palo' de medio minuto al rival común, S. Yates, que solo pudo entrar 7º. 
En la general, Del Toro, jugando a la defensiva, dejó clara su capacidad para defender la 'maglia' rosa. Bien protegido por su equipo, comandaba la tabla con 43” de ventaja sobre Carapaz, y ahora 1’21 sobre S. Yates con el resto más lejos. 
La penúltima etapa, la 20ª, entre Verrès y Sestrière, de 205 km de recorrido, se convertía en la jornada decisiva para definir la 'maglia' rosa y puestos del podio y la última oportunidad para los escaladores. Montañosa, con 4 puertos, el Corio (4ªC 6,5 km al 3,7) y Colle del Lys (2ªC 13,7 km al 4,2%) daban paso a la Cima Coppi, el gigante Colle delle Finestre (C.E, 18,4 km al 9,2%), terminando con el ascenso a Sestriere (3ªC 16,3 km al 3,8%), con 4.500 metros de desnivel. A la etapa se lanzaba el pelotón con energía, y una escapada inicial de seis a la que se sumaban elementos hasta conformar la numerosa de 31 corredores con los habituales de estos menesteres, con Verona y Bilbao entre los españoles y con Van Aert por parte de los equipos implicados en la maglia rosa. A gran ritmo, la expedición franqueaba las dos primeras dificultades, con una diferencia en torno a los 8’ minutos sobre el grupo, dirigido por el EF de Carapaz, con 87 km para meta y el Finestre por ascender. En el tránsito, la diferencia se ampliaba a los 10’. Con tramos al 14%, y los últimos 8 km de grava, los mejores habían reservado sus fuerzas para la Cima Coppi, el techo de la "corsa", a 2.178 metros de altitud. De inicio atacaba Carapaz, respondía Del Toro y enseguida se unía un S. Yates, ambicioso, con mucho que ganar y poco por perder. El líder del Visma con su consistente pedaleo y los demarrajes justos, atacaba de lejos, a 15 de la cima, y ante la mutua vigilancia entre los dos mejores. Pedalada a pedalada, descolgaba a sus rivales, que no se decidían a atacar, esperando el movimiento del otro, y a los que había alcanzado por detrás D. Gee, los tres sin gente por delante en la escapada. El británico subiendo con poderío, empezaba a poner el Giro patas arriba. Por delante las duras rampas seleccionaban la escapada con R. Rochas y Ch. Harper tomando la iniciativa y con el australiano coronando primero y A. Verre pasando 1’ por detrás. Yates coronaba el puerto a 4’43 del ciclista "aussie", aventajando en la cima en 1’43 al dúo Carapaz-Del Toro, mientras que el canadiense Gee, lo hacía a casi 3’.

 La jornada olía a nueva hazaña, y aunque restaba la subida a Sestriere, por delante Van Aert ya esperaba a Yates, para lanzarle hasta Sestriere y la maglia rosa. Ascendía la diferencia a 2’07 sobre Del Toro, que se jugaba el cuello en cada curva, pero que finalizado el descenso sin haber recortado, llegaba el conformismo ante la evidencia. 
Con Yates convencido volando hacia el estrellato, Del Toro y Carapaz se miraban, resignados a su suerte. Después de la aportación de Van Aert hasta las primeras rampas de Sestriere, Yates ya tenía más de 5’ sobre el grupo de la maglia rosa y se recompensaba de su frustración ante Froome en 2018, en la situación similar pero a la inversa aquí, cuando su compatriota le birlaba la Maglia, perdiendo 3’ de ventaja. Paradojas del destino, el virtual ganador del Giro de Italia alcanzaba la 'maglia rosa’ en el último día de competición real y víspera del final de Roma y sin ganar una etapa, pues esta se la llevaba el australiano Chris Harper, en solitario, con 1’49 sobre el italiano Alessandro Verre y 1’57 respecto al héroe del día y del Giro, Simon Yates, que metía a sus directos rivales más de 5’, sentenciando la general. 7º finalizaba C. Verona a 4’31. 
El británico ee enfundaba la maglia rosa por delante de un incrédulo Del Toro, a 3’56 y de un cabreado Carapaz, a 4’43 que le acompañarían en el podio con D. Gee 4º y D. Caruso 5º. 
La 21ª y última etapa, era la tradicional jornada de trámite por los alrededores de Roma en homenaje al campeón. Partiendo del Vaticano y en presencia del Santo Padre dando su bendición, la corta y llana jornada de 143 km llegaba hasta la cercana Ostia para haciendo el recorrido inverso, regresar finalizando en la Via di San Gregorio de la capital transalpina. Sin incidencias que reseñar, los 159 corredores presentes, tras tres horas y cuarto de pedaleo se presentaban en Roma para disputar el último triunfo de etapa al sprint donde la gente del Visma preparaban el segundo éxito de su sprinter Kooij, con Groves segundo y Moschetti tercero. 
Sin cambios en la general, el británico Simon Yates inscribía su nombre por primera vez en el palmarés del Giro a sus 32 años. Segunda posición para el mexicano Isaac del Toro y tercera plaza para el ecuatoriano Richard Carapaz y sin españoles en el top ten. El mejor de todos Pello Bilbao en el puesto 30, a 1h52 del vencedor. 
Abandonos: trascendentales los de Landa, Roglic y Ayuso que abrian todavía más el abanico de posibles candidatos a la Maglia Rosa. Además nombres importantes como J. Wine, J. Hindley, J. Tarling, L. Plapp o G. Ciccone dejaban en 159 el numero de supervivientes. 

El resto de clasificaciones quedan encabezadas por: 
Equipos: UAE Emirates  
Puntos: Mads Pedersen (Lidl Trek)  
Montaña: Lorenzo Fortunato (Astana)  
Jóvenes: Isaac del Toro (UAE)  
Combatividad: Lorenzo Fortunato (Astana). 
En total se distribuían 1,6 millones de euros entre equipos y corredores, incluido el más de cuarto de millón sólo para el ganador de la clasificación general individual final. 
Esta 108ª edición dejará para el recuerdo del ciclismo español la victoria de Juan Ayuso en la 7ª etapa de Tagliacozzo, pero en la 16ª de San Valentino se desplomaba, retirándose dos días después. La presencia de Ayuso con los galones en el UAE después de haber ganado la Tirreno-Adriático y ser segundo en la Volta a Cataluña colgaba la condición de favorito al ciclista de Jávea, y despertaba expectativas pero el mal día en y la nula colaboración de Del Toro echaban por tierra sus expectativas. Las dos mejores bazas de la general, Juan Ayuso y Mikel Landa, se fueron para casa. A la victoria de Ayuso hay que sumar la de Carlos Verona en la decimoquinta etapa. Y poco más. En la general, desolación total siendo Pello Bilbao (Bahrain) el mejor clasificado, 30º a casi 2 h del ganador; Igor Arrieta (UEA) finalizaba 36º, Sergio samitier (Cofidis) 42º, Carlos Verona (Lidl Treck 54º, Jonathan Castroviejo (Ineos) 61º, Jonathan Lastra (Cofidis) 65º, John Barrenetxea (Movistar) 92º, Mikel Azparren (Q36.5) 125º, Albert Torres (Movistar) 127º y Francisco Muñoz (Polti) 144º. 
Nombres propios:  
Simon Yates: il nuovo imperatore del Giro de Italia, ha conseguido lo que nadie preveía. Fuera de las apuestas y ocho años después, el escalador británico y lider eventual del Visma se redime de aquel infortunio consiguiendo de manera increible su primer Giro y segunda grande. Ha ganado por sorpresa. No era ni el primero en los pronósticos ni entraba en las apuestas. De hecho, fue a Italia a rodar y a ver qué pasaba, porque el Visma, lo fichó para que fuese el hombre clave en la montaña del Tour, no para ganarlo, sino para apoyar a Vingegaard. Ha triunfado sobre todo por su inteligencia para no ponerse nervioso, dejar pasar etapas, correr tapado en el pelotón sin perder tiempo y aguardar el momento, ascensión al Finestre, para poner la carrera patas arriba. El británico no solo fue el mejor gestor, el más inteligente, sino también el más fuerte. Aunque nadie lo creyera, Yates pulverizó el récord de ascensión del puerto, que estaba en poder de Pablo Torres (Tour del Porvenir 2024), con un registro de 59 minutos y 29 segundos que superó al del joven español en 1:18. Ni Contador, Aru, Landa, Di Luca, Purito, Nibali, Froome ni nadie, había bajado de 1 hora de subida en Finestre como hizo Simon. Además aprovechaba los descartes con la etiqueta de favoritos por la victoria, sobre todo Roglic y Ayuso, caídos en combate, para sacar rédito de la nefasta táctica del UAE, las dudas iniciales con Ayuso, del templado apoyo al ciclista alicantino y de la inexperiencia de Del Toro para maniobrar correctamente en la subida decisiva. Y sobre todo porque, además de atacar con fuerza y ser el más listo de la clase, contó a su lado con el equipo que nunca falla tácticamente, que siempre sale al paso de la tradicional improvisación ciclista y que tiene en sus filas al corredor con el que querría contar cualquier jefe de filas: Van Aert. Ha ganado el Giro sin ganar una sola etapa. ¡Majestuoso! 
Isaac del Toro: el nombre del mexicano del UAE, (a pesar del amargo desenlace de tener que encajar un segundo puesto en el penúltimo día de carrera), no cabe duda que siempre estará asociado al Giro 2025. Hacía historia para su país, desde que dinamitase la la carrera en la jornada de sterrato, donde solo un excelso Van Aert le privó de la gloria y donde lograba el primero de los cuatro segundos puestos que acumulaba, además del triunfo en Bormio y de haber portado la maglia rosa durante 11 días. Con 21 años, todavía le queda mucho que aprender, pero ya sabe lo que es subir al podio de una grande, además, con la maglia bianca de mejor joven. Su grave error, no saber leer las etapas. 

Richard Carapaz: el ecuatoriano del EF Education también conseguía una victoria de etapa. Parecía el más fuerte. En clave de favoritos, sin duda, fue el más combativo, el gran animador de la general con su infinidad de ataques, con su inagotable fuente de valentía. Cierto es que la gloria que tanto merecía se le escapó justo al final, pero es de justicia reconocer que Richard Carapaz firmaba un notable Giro. Con un podio al que no subía en una grande desde la Corsa Rosa de 2022, y un triunfo de etapa en Castelnovo ne’ Monti, el ecuatoriano no se va en absoluto de vacío. Pero lo más importante: recupera la sensación, a sus 32 años recién cumplidos, de que todavía está a un nivel competitivo altísimo, de que aún puede pelear con los mejores en los grandes escenarios. Para él, no hay mayor victoria que esa. 
Mads Pedersen: el danés del Lidl Treck, ha culminado un giro sensacional: cuatro victorias de etapa, cinco días con la maglia rosa y, su principal propósito conseguido con creces: la maglia ciclamino. Por si fuera poco, el danés entró en fugas, ganó numerosos esprints intermedios y también tuvo tiempo de trabajar para sus compañeros, especialmente para un Ciccone que se vio obligado a abandonar por una caída. Un Giro a la altura del corredorazo que es. 
Wout Van Aert: el belga del Visma, llegaba a este Giro desorientado, con dudas sobre su propio rendimiento y sin victorias en 2025, (tras la caída por la que abandonó la pasada Vuelta y que le traía por el camino de la amargura). Pero eso se acabó; finalizaba a 3 h de Yates, pero ganaba una etapa, la del sterrato de Siena donde sacaba su mejor versión, imponiéndose en el mano a mano a Del Toro; terminaba segundo en otras dos, lanzaba los sprints donde su compañero Kooij se imponía en dos más y sobre todo el corredor flamenco lanzaba a Yates a la victoria y el liderato final en la 20ª, camino de Sestriere, manteniéndole a su rebufo y volviendo a mostrar esa versión decisiva de hombre de equipo fundamental para sus líderes, como en sus mejores exhibiciones en el Tour. 
Carlos Verona: el enorme gregario del Lidl Treck, probablemente, ha firmado la mejor vuelta a lo largo de su meritoria y extensa carrera deportiva. Ha hecho de todo, y todo bien. En las primeras etapas en Albania destrozó pelotones, trabajando para Pedersen y Ciccone. Más tarde, con el abandono del italiano, buscando sus propias oportunidades, al poder contar con mayor libertad, en su primer día en fuga, de los tres que llegó a estar escapado, Verona culminaba en la meta de Asiago una exhibición portentosa, tras más de 40 km rodando en solitario. Allí, el madrileño consiguió su primer triunfo de etapa en una gran vuelta, después de toda una carrera profesional dedicada por y para sus equipos. Premio más que merecido. 
Giulio Pellizzari el italiano del Red Bull Bora, quizá no ha sido el corredor que más haya llamado la atención, condicionado por una labor de equipo, a la sombra de Roglic durante dos tercios de carrera. Pero tras acumular un gran desgaste en jornadas como la del sterrato, en la que salvó de males mayores a su líder, Pellizzari daba un paso al frente para salvar el honor del equipo en clave de jefe tras el abandono del esloveno (16ª). El italiano, que llevaba un enorme desgaste, fue capaz de asumir el nuevo rol, mostrando unas piernas excelentes en los últimos días, para escalar posiciones hasta acabar sexto, su primer topten en una grande y en su segunda participación. Y solo tiene 21 años. Seguirá dando de qué hablar en el futuro. 
Lorenzo Fortunato: el Giro del también italiano del Astana ha resultado, sobresaliente. El menudo escalador fue el corredor que más puertos conquistó en el recorrido de este año en primera posición, lo que le hizo ganador matemático de la maglia azzurra de la montaña con varias etapas de antelación. Fue un fijo de las fugas, en las que demostró ser de los más fuertes, incluido el día en el que, tras llevarle al límite, dejó ganar en la meta de San Valentino a su compañero Christian Scaroni. Presencia, maglia azzurra y un triunfo moral. ¡Y rey de la combatividad! ¡Qué más se puede pedir! 
En el Giro más abierto en muchas ediciones y que finalizaba con un ganador inesperado, no podíamos dejar en el tintero al resto de ganadores de etapa, el neerlandés Olav Kooij con dos, o a Kaden Groves, Casper Van Udens, o Kasper Asgreen en los sprints, a los contrarelojistas Joshua Tarling o Daan Hoole, o los aventureros Lucas Plapp, Nico Denz, Nicolas Prodhomme o Chris Harper todos con una victoria, o a Primoz Roglic y Diego Ulissi, portadores también de la Maglia, dos días el esloveno, y una el italiano.