Monday, July 18, 2022

Torneo de Wimbledon. Cuarto consecutivo para Djokovic

Del 27 de junio al 10 de julio en sus tradicionales fechas, se ha celebrado sobre el césped del All England Lawn Tennis and Croquet Club, de Wimbledon, la 135ª edición, del tercer Grand Slam del año, el único que se disputa sobre hierba y el más clasista de todos. 
Este edición estuvo marcada por el veto aplicado a todos los tenistas rusos y bielorrusos, debido a la invasión rusa de Ucrania, encontrando férrea oposición por parte de algunos tenistas (Djokovic, Nadal o Murray). La ATP y la WTA, al no estar de acuerdo con la medida, decidieron no asignar puntos como represalia al veto. Con lo cual las clasificaciones darían un vuelco radical al término del torneo.
Algunas novedades eran la eliminación del Middle Sunday y que a partir de los cuartos de final, los partidos del torneo masculino y el femenino, se irían intercalando. 
Con la presencia de casi todos los grandes del tenis mundial, faltaron a la cita A. Zverev y G. Monfils, B. Coric y S. Korda por lesión y M. Berrettini, M. Cilic, D. Thiem o K. Nishikori por covid, la expectación era máxima por el posible enfrentamiento entre Nadal y Djokovik, después de Roland Garros. 

Empezando por el cuadro femenino, al evento fallaban también figuras muy importantes de la talla de M. Keys, N. Osaka, E. Svitolina, M. Vondrousova, S. Kenin o L. Fernandez. 
La representación española contaba con la presencia de Garbiñe Muguruza, Paula Badosa, Sara Sorribes, Nuria Parrizas y Rebeka Masarova en el cuadro principal además de Yvonne Caballé, Aliona Bolsova, Cristina Bucsa, Irene Burillo y Andrea Lázaro en la calificación y que no pasaron de su primera tanda las dos primeras mientras que las tres últimas caían en la segunda. 
En cuanto al cuadro principal y en primera ronda, cedía Nuria Parrizas, frente a la estadounidense Liu, N. Parrizas - C. Liu (7-5 y 6-3) y Rebeka Masarova ante la británica Dart, R. Masarova - H. Dart (1-6 y 4-6). También y sorprendentemente perdía, Garbiñe Muguruza ante la belga Minnen, G. Muguruza - G. Minnen (4-6 y 0-6), en un pésimo partido que tuvo que suspenderse por la llegada de la noche tras el primer set y que en tan solo 18', Minnen remataba al día siguiente. 
Para la segunda ronda por tanto sólo quedaban en competición dos tenistas nacionales de las 10 inicialmente inscritas. Sara Sorribes tenía que abandonar la competición al ceder ante la francesa Tan en dos sets, S. Sorribes - H. Tan (3-6 y 4-6) y tras imponerse en primera ronda a la norteamericana McHale que venía de la calificación, por un contundente tanteo S. Sorribes - C. McHale (6-2 y 6-1). Solo quedaba en competición Paula Badosa y su concurso fue el siguiente En primera ronda se imponía de manera holgada a la estadounidense Chirico, P. Badosa - L. Chirico (6-2 y 6-1) en 58'. En segunda le correspondía la tenista rumana Bara, P. Badosa - I. Bara (6-3 y 6-2) en esta ocasión en 1h12, debiendo enfrentarse en tercera a la checa Kvitova P. Badosa - P. Kvitova (7-5 y 7-6), que la puso en más apuros pero terminaba ganando en un tie break apasionante y tras 2h05 de partido. 
El partido de octavos de final entre la jugadora española y S. Halep no tuvo mucha historia dada la superioridad de la rumana P. Badosa - S. Halep (1-6 y 2-6), necesitando la excampeona de Wimbledon solo dos sets y 1 h para superar a la tenista española. Mal papel por tanto de las representantes españolas de las que sólo se salvaba de la quema Paula Badosa. 
En cuanto al camino a cuartos de final de las principales figuras femeninas ha sido bastante decepcionante, teniendo que añadir a las notables ausencias iniciales, nombres tan importantes como Collins o Muguruza, que sucumbieron en primera ronda, Kontaveit, Pliskova o Raducanu en segunda o Swiatek, Mertens, Sakari o Pegula que lo hacían en tercera ronda, de tal manera que las ocho jugadoras que se mantenían en liza eran la tunecina O. Jabeur, como mejor clasificada (3ª) y única entre las top ten, con la rumana S. Halep, la norteamericana A. Anisimova y la kazaja E. Rybakina entre las 20 mejores junto a la australiana A. Tomljanovic , la checa M. Bouzkova y las alemanas J. Niemeier y T. Maria, más atrás en el ranking. 
Los emparejamientos de cuartos de final comenzaban con el enfrentamiento entre la tenista australiana y la kazaja. A. Tomljanovic - E. Rybakina (6-4, 2-6 y 3-6) no resultó fácil para la europea que necesitaba de tres sets y 1h51 para pasar a semifinales. El duelo entre la jugadora rumana y la americana S. Halep y A. Anisimova (6-2 y 6-4), se resolvía sin problemas para la europea, que despachaba a su rival en poco más de una hora. En el enfrentamiento M. Bouzkova - O. Jabeur (6-3, 1-6 y 1-6) la jugadora tunecina pasaba de ronda tras tener que remontar el primer set en 1h47 de partido y, en el último enfrentamiento de esta fase, en el duelo germano se impuso la jugadora más veterana, T. Maria - G. Niemeier (4-6, 6-2 y 7-5) que aunque cedía el primer set aprovechaba su mayor experiencia para pasar de ronda tras 2h18 de lucha. Fueron tres partidos muy igualados y tan solo Halep pasaba claramente a semifinales.
Los duelos que nos depararon las semifinales fueron en la primera, O. Jabeur - T. Maria (6-2, 3-6 y 6-1), con dos neófitas en semis y donde la tunecina necesitó de tres sets y 1h43 de partido para deshacerse de su rival y después de ceder en el segundo ante la veterana alemana; y la segunda entre la joven kazaja y la experimentada rumana E. Rybakina - S. Halep (6-3 y 6-3) imponiéndose fácil en dos sets la alta jugadora kazaja a la excampeona Halep gracias a su tenis más directo y agresivo en 1h16 para presentarse en la final. 

Y en la inédita final, E. Rybakina - O. Jabeur (3-6, 6-2 y 6-2), primera para ambas, la 17 del mundo se enfrentaba a la número 3 con las apuestas a favor de la tunecina, aunque con un torneo muy parejo. Sin ninguna presión Rybakina había batido a Coco Vandeweghe, Bianca Andreescu, Qinwen Zheng, Petra Martic, Ajla Tomljanovic y Simona Halep y tan solo había cedido un set (en cuartos frente a Tomljanovic) mientras que la más presionada Jabeurt lo hacía en dos ocasiones (en cuartos frente a Bouzkova y en semis, frente a Maria) y su concurso había sido Mirjam Bjorkblum, Katarzyna Kawa, Diane Parry, Elise Mertens, Marie Bouzkova y Tatjana Maria. 
El primer set fue una demostración de temple por parte de Jabeur que quería hacer historia, por ella, por la legión de seguidores y en representación del mundo árabe. Mientras Rybakina se intentaba amoldar al novedoso escenario, Jabeur aprovechaba para hacerla sentir incómoda y evitar sus golpes planos después del servicio. El bajo porcentaje de Rybakina con su saque era clave: pocas veces pudo soltar la derecha como golpe de continuación y con una Jabeur muy metida en la pista tirando todo tipo de golpes ganadores el resultado no podía ser otro que una primera manga para ella. 
El segundo parcial fue el inicio de una historia completamente diferente. El break de salida de Rybakina, fue determinante para que cogiera por primera vez la dinámica ganadora y para darle tranquilidad en el plano mental. Fue la chispa que prendió la mecha del autoconvencimiento, de la fe en que sí, ella también tenía derecho a hacer historia. A partir de aquí, se abría un nuevo panorama con el servicio: pasó del 53% de puntos ganados con su primer servicio al 73%, lo que le permitió imponer sus patrones favoritos. mientras que la tunecina era la que ahora llegaba varios segundos tarde a sus golpes, inflando su cuenta de errores no forzados en un encuentro que se marchaba al parcial decisivo. Fue como si la ansiedad se traspasara de una jugadora a otra conforme el tiempo avanzaba y la incesante presión de Rybakina provocaron que el tenis de Jabeur empezara a desmembrarse. Con 9 errores no forzados tanto en el segundo como en el tercer set, Jabeur volvía a entregar una nueva rotura en el set decisivo, presagio de lo que ocurriría poco después. Su oponente seguía golpeando con la misma ferocidad y ni tan siquiera dudó con la línea de meta cerca, ajustando su movilidad, mejorando su juego de pies (ahora llegaba mucho más temprano a las bolas) y, en definitiva, tomando el timón del partido que no volvería a soltar.  

La WTA es impredecible, y esa máxima se hace aún mayor cuando llega la hierba (el escenario sobre el que las jugadoras tienen menor adaptación). Fue Elena Rybakina, alguien que no entraba en ninguna quiniela al inicio del torneo, quien acabó llevándose los honores, tras 1h47 de partido y sin aparente emoción, con la tranquilidad y la parsimonia de quien acabara de ganar un duelo de primera ronda.
Primera kazaja en conquistar Wimbledon, es también su primer grande y con su victoria en Wimbledon 2022, ya son ocho temporadas consecutivas las que el circuito femenino encadena nuevas campeonas de Grand Slam. 
Ahora mismo son 17 las diferentes campeonas en activo que hay en la WTA, a diferencia de la ATP donde sólo figuran 8. 

En cuanto al cuadro masculino, el interés de los aficionados estaba puesto en el posible duelo entre Djokovik y Nadal de la final, pues no se cruzarían antes. 
El plantel de tenistas españoles lo integraban Bernabé Zapata, Mario Vilella, Javier Barranco que tenían que disputar la fase clasificatoria además de Rafael Nadal, Carlos Alcaraz, Pablo Carreño, Roberto Bautista, Carlos Taberner, Albert Ramos, Pedro Andujar, Jaume Munar, Fernando Verdasco, Alejandro Davidovich, Roberto Carballés, Pedro Martínez y Feliciano López, que entraban directo al cuadro principal y que tuvieron diferentes recorridos. 
La competición la inauguraba Bernabé Zapata, con su primer partido de la fase de clasificación ante el hindú Y. Bhambri al que superaría en dos sets, lo mismo que al francés A. Hoang y al italiano N. Caruso para acceder al cuadro principal. En cambio Mario Vilella se retiraba en segunda ronda tras ceder el primer set ante el checo Z. Kolar y tras eliminar en primera al turco A. Celikbilek. Javier Barranco caía también eliminado en segunda ronda ante el francés H. Grenier en dos sets, tras eliminar en primera al argentino F. Díaz en tres. 
Dentro del cuadro final, en la primera ronda abandonaban la competición P. Carreño que se tenía que retirar ante el serbio D. Lajovic , tras ganar el primer set y perder el segundo; C. Taberner perdía ante el norteamericano R. Opelka; A. Ramos ante el noruego C. Ruud, P. Andujar ante el británico C. Norrie; F. Verdasco que cayó derrotado ante el norteamericano T. Pauls; R. Carballés que era eliminado por el australiano J. Thompon; B. Zapata (que llegaba de la calificación) cedía ante el estadounidense J. Sock y F. López que perdía ante el neerlandés VD. Zandschulp, todos en tres sets, mientras que P. Martínez lo hacía ante el eslovaco A. Molcan en cuatro sets. 
Hasta segunda ronda llegaban R. Bautista que no se presentaba a jugar frente al colombiano DE. Galán tras imponerse fácil en el primer partido al húngaro A. Balazs en tres sets y J. Munar, que caía eliminado ante el verdugo de P. Andujar, el británico Norrie, en cinco sets y tras eliminar en primera al brasileño T. Monteiro en tres. También perdieron A. Davidovich ante el checo J. Vesely en cinco sets y tras dejar en la cuneta al polaco H. Hurkacz también en cinco mangas. 
Por tanto y para la tercera ronda la armada española había quedado reducida a dos elementos, Alcaraz y Nadal. Carlos Alcaraz había sufrido para derrotar en primera ronda al alemán J. Struff J. Struff - C. Alcaraz (6-4, 5-7, 6-4, 6-7 y 4-6), nada menos que cinco sets y después de 4h 11 de remontadas continuas. En segunda, ante el neerlandés T. Griekspoor, las cosas fueron más sencillas T. Griekspoor - C. Alcaraz (4-6, 6-7 y 3-6) en apenas dos horas. Y si en tercera le correspondía enfrentarse a otro tenista germano, al que ganaba claramente también O. Otte - C. Alcaraz (3-6, 1-6 y 2-6), en 1h 38, en cuarta ronda su rival era el italiano Sinner, enemigo de mil batallas, nivel muy parecido y que en esta ocasión J. Sinner - C. Alcaraz (6-1, 6-4, 6-7 y 6-3) se mostraba superior, eliminando al murciano en cuatro sets y 3h35 de lucha encarnizada. 
Discreta por tanto, también la representación nacional masculina pues su presencia en cuartos de final quedaba limitaba a Nadal que hasta entonces se había deshecho con problemas del argentino Cerundolo F. Cerundolo - R. Nadal (4-6, 3-6, 6-3 y 4-6) y del lituano Berankis R. Berankis - R. Nadal (4-6, 4-6, 6-4 y 3-6), y más fácilmente del italiano Sonego L. Sonego -R. Nadal (1-6, 2-6 y 4-6) y del neerlandés VB Zandschulp B. VB Zandschulp - R. Nadal (4-6, 2-6 y 6-7). Al manacorí le acompañaban siete tenistas, todos de nacionalidades diferentes y los emparejamientos eran, los siguientes 
N. Djokovik - J. Sinner (5-7, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-2). Se le complicaba la eliminatoria al vigente campeón que tuvo que echar mano de toda su experiencia y fuerza mental para levantar dos sets en contra y sacar adelante su enfrentamiento con el joven tenista italiano, que finalmente era superado con claridad en 3h35 de partido. 
El siguiente duelo entre el tenista belga y el británico se resolvía favorablemente para el 9º del mundo, D. Goffin - C. Norrie (6-3, 5-7, 6-2, 3-6 y 5-7). Norrie necesitaba de toda su experiencia y de tres horas y media de lucha para derrotar al tenista belga y plantarse en sus primeras semifinales en casa y yendo siempre a remolque en el marcador.
El partido entre el chileno Garin y el australiano Kyrgios fue el único en resolverse en tres sets y 2h 13, C. Garin - N. Kyrgios (4-6, 3-6 y 6-7) dada la superioridad de Kyrgios que sólo sufriría en el tercero y definitivo y después de 58' de intensa lucha. 

Para finalizar la ronda, el último partido enfrentaba al tenista español frente al último norteamericano en liza T. Fritz - R. Nadal (6-3, 5-7, 6-3, 5-7 y 6-7), resultaba todavía más igualado y necesitando Nadal de cinco sets y 4 h 21', para acceder a semifinales pasando a la historia del tenis, por lo heroico de su remontada, yendo siempre por detrás en el marcador, por los dolores musculares en el abdomen sobrevolando en muchos momentos la amenaza de una renuncia a seguir jugando y por su manifiesta superioridad en un supertiebreak que se antojaba igualado y en el que muchos no daban un duro por él.


En semifinales el cuadro deparaba que los cruces fueran Djokovic - Norrie y Kyrgios - Nadal, con la mala noticia para el tenis mundial del anuncio de la retirada del español antes del partido contra el australiano, debido a sus dolores musculares lo que posibilitaba la primera presencia de Kyrgios en la final sin lucha previa. 
Por tanto en la única que se disputaba, N. Djokovik - C. Norrie (2-6, 6-3, 6-2 y 6-4), se repetía el guión de enfrentamientos anteriores y Djokovic entraba con mal pie al partido, cediendo el primer set, pero luego se centraba y no daba opción a su rival pasando nuevamente a "su final" en 2h35. 

Final. El serbio volvía a acceder a la final, (las tres últimas y seis en total). Enfrente un neófito de estos avatares N. Djokovic - N. Kyrgios (4-6, 6-3, 6-4 y 7-6). El serbio tenía la presión de la historia y el australiano la del novato. Había serias dudas acerca de hasta dónde aguantaría Kyrgios el pulso, no tanto a nivel tenístico, sino en lo que a regularidad y concentración se refiere. Con un tenis de muchos quilates salía Kyrgios a pista en un primer set absolutamente apoteósico por su parte. El nivel de saque del que hizo gala fue uno de los más espectaculares que se recuerdan en los últimos tiempos, dejando escapar tan solo 5 puntos en todo el set con su saque, metiendo un 77% de primer servicio y adquiriendo una confianza inaudita para asumir riesgos desde el resto. Djokovic no encontraba la manera de interpretar al servicio de su rival, eligiendo un lado al azar en muchas ocasiones como si fuera un portero tratando de parar un penalti. Nuevamente se repetía el guión de partidos precedentes y Djokovic comenzaba por detrás. 

Su reacción en la segunda manga no se hizo esperar. Detectando el instante clave y con 1-1 y 30-30, a pesar del empeño de Kyrgios con peloteos de enorme intensidad desde el fondo de pista y jugando con solvencia Djokovic se llevaba dos juegos seguidos y cambiaba el rumbo del set y del partido. Inmediatamente después llegaba un break en blanco, y a pesar de la resistencia del australiano se llevaba el set empatando el choque. 
Muchos pensaban que el australiano se iba a ir del partido, pero mantuvo en el tercer parcial un equilibrio casi imposible entre mal humor y buen juego. Con la pelota parada, se dedicaba a echar broncas a su equipo, discutir con el juez de silla por cualquier nimiedad y quejarse de que la gente hablaba entre punto y punto. Al otro lado de la cancha, un hombre hacía voto de silencio y se encontraba consigo mismo y su circunstancia, ajeno a todo y concentrado, únicamente, en llevar al límite a su rival. En un ejercicio fabuloso de tenis inmejorable, Novak cometía tan solo dos errores no forzados, conectando 14 ganadores, que le permitieron hacer el break a un Kyrgios absolutamente desconcentrado en el tramo final. 
Pero en el cuarto set los nervios cambiaron de bando. Con todo perdido, el australiano pareció relajarse y la indignación y desconcentración pasaron al otro lado de la red. Dojokic comenzaba a comentar más entre punto y punto, mostrando signos de desesperación cada vez que se le escapaba la oportunidad para romper el servicio de su rival. Dominando a placer con su saque, no conseguía granjearse bolas de break y veía cómo el parcial se encaminaba de forma inquietante al tiebreak, con Kyrgios recuperando un tono de juego exquisito. Llegaba la muerte súbita en el pico máximo de juego por ambas partes y la tensión se podía cortar con un cuchillo. El australiano hacía una doble falta para arrancar, pero posteriormente el serbio cometía un error infantil a media pista. En ese terreno de lucha mental, Kyrgios no encontraba puntos gratis con su servicio y se desesperaba de forma evidente ante la roca que tenía enfrente y siendo un maestro el serbio en esos menesteres. 

Djokovic cerraba el encuentro con increíble maestría, en tres horas justas, consiguiendo proclamarse ganador de Wimbledon por cuarta vez consecutiva con todo merecimiento, en una lección memorable de tenis, consistencia mental y sabiduría en la pista. El australiano se había topado con un genio indestructible, un fortín inexpugnable en todos los aspectos del tenis, que se retroalimentó de la frustración de su rival y fue encontrando soluciones a todos los desafíos caóticos que le propuso. 
El serbio a sus 35 años y 49 días, se ha convertido en el segundo campeón más longevo del torneo en la Era Open detrás de Roger Federer. Estaba tan contento que no le quedó otra que mandar amor desde el centro de la pista. De igual forma, es el cuarto tenista capaz de encadenar cuatro coronas en el grande británico. Antes lo habían logrado Borg, Sampras y Federer. Y son ya siete trofeos para sumar un total de 21 grandes, superando con ello a Federer y a sólo uno de Nadal.


No comments:

Post a Comment