Empezando por las mujeres, la presencia española estaba concentrada sobre todo en la nº 3 del mundo, Garbiñe Muguruza, que en este torneo podía conseguir el número uno. Además también competían Sara Sorribes, que perdió con la japonesa K. Nara en primera ronda (6-1 y 6-2) y Lara Arruabarrena que lo hizo en tres sets frente a la letona J. Ostapenko (6-2, 1-6 y 6-1). A Carla Suarez le fueron las cosas mejor. Eliminó en primera ronda a la turca I. Soylu (4-6 y 2-6), en segunda a la croata Lucic-Boroni con más problemas (4-6, 7-6 y 6-2) y en tercera a la rusa E. Makarova (1-6, 6-3 y 6-3). Y en cuarta ronda le tocaba el premio gordo, V. Williams que en tres sets se deshizo de la canaria (3-6, 6-3 y 1-6).
Por su parte Muguruza se enfrentaba en primera ronda a la nacionalizada USA, V. Lepchenko y la derrotó fácilmente (0-6 y 3-6). En segunda también le fue fácil con la china Y. Duan (4-6 y 0-6). En tercera ronda esperaba la eslovaca M. Rybaricova que no ofreció gran resistencia (1-6 y 1-6) pero en cuarta ronda la española se rindió ante el mejor juego de la checa P. Kvitova (7-6 y 6-3) en 1h 45 m. Muguruza, empezó en la línea arrolladora que venía mostrando en sus partidos anteriores. Se puso arriba 4-1 y tuvo tres bolas de ‘break’ para 5-1. Pero la checa las remontó, en un juego de diez minutos, para acortar diferencias (4-2), y se disparó. La centroeuropea empezó a enseñar esa zurda mágica, soltando drives de gran potencia que la española no supo contestar. Del posible 5-1 se pasó al 5-6. Aunque pudo forzar el ‘tiebreak’, ahí se hundió definitivamente. Una fácil volea fallada, seguida de una doble falta, dejaron en bandeja la manga a Kvitova. Ante una tenista de mucha calidad y con Garbiñe tocada por lo sucedido previamente, el final era predecible. La española se paró de piernas, dejó de creer, y perdió cuatro juegos seguidos. Visto para sentencia. Kvitova estaba crecida, pese a las nueve doble faltas acumuladas, pero bien contrarrestadas con primeros saques letales. Riesgo controlado, es su tenis. Muguruza salvó un punto de ‘match’ con su saque en el octavo juego. Aun 3-5 abajo, la caraqueña tuvo a continuación tres puntos de rotura, de posible remontada, pero las falló. No tenía las ideas claras, la cabeza estaba bloqueada, atenazada de brazos y piernas. Jornada gris de una tensa Muguruza y exhibición de fe de Kvitova, la mujer que meses atrás no sabía si jugaría al tenis, operada en su mano izquierda por las heridas sufridas a cargo del hombre que asaltó su vivienda en diciembre.
A cuartos de final pasaron Pliskova que perdió frente a Vandeweghe (6-7 y 3-6), Keys que se impuso a Kanepi (6-3 y 6-3), Wiliams que superó con apuros a Kvitova (6-3, 3-6 y 7-6) y Sthepens que también sufrió para imponerse a Sebastova (6-3, 3-6 y 7-6). Las cuatro tenistas que pasaban eran norteamericanas, siendo la segunda vez que ocurre en la historia.

Y en la final , Stephens no tuvo piedad de su compatriota y amiga Keys (3-6 y 0-6) y la pasó por encima en tan solo una hora. La favorita no pudo soportar la presión ante un muro infranqueable y terminó soltando lagrimas de impotencia en los últimos juegos. Sloane Stephens, una tenista que hace un mes estaba la 957 del ranking, sale de aquí en el puesto 17, dando un salto de 940 lugares gracias a las semifinales de Toronto y Cincinnati y el título del Abierto. Ha decantado a su favor 20 de los últimos 24 partidos y se convierte en la nueva reina del tenis norteamericano y la sucesora natural de las Williams.
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Sloane Stephens |
El lado del cuadro de Nadal era sencillo, sin escollos importantes hasta cuartos donde se encontraría con Federer, Del Potro, o Thiem pero evitando a rivales rocosos como Isner, Querrey, Zverev o Anderson. La realidad fue más complicada, ganando en tres sets, solo el primer y último partidos y necesitando de cuatro contra T. Daniel y L. Mayer. Por su parte Carreño, con un concurso impecable se presentaba en cuartos ganando todos sus partidos en tres sets, el más complicado el último frente al canadiense Shapovalov (7-6, 7-6 y 7-6).

Semifinales. En la primera Nadal se enfrentaba a Del Potro y, el hombre que había derrotado al genio de Basilea en cuartos después de escapar de dos sets adversos ante Thiem en la ronda anterior, sólo fue enemigo para Nadal en el primer set, que hizo suyo gracias a un 'break' en el quinto juego. Seguramente, bastante tuvieron que ver en su súbito descenso de voltaje el gasto acumulado en ambos encuentros. Gran mérito le cabe también a Nadal, que a diferencia de Federer tuvo respuesta al tenis salvaje del jugador de Tandil y no perdió el norte. 'Delpo', pronto se dio cuenta de que permanentemente le iba a hacer falta una pelota más, que Nadal, además de percutir sobre su revés y desplazarle de un modo en el que no logró hacerlo Federer, ejercía como el mejor recuperador que existe en el circuito. Fue así como el manacorense invirtió el 4-6 inicial hasta encadenar nueve juegos consecutivos. Del Potro, intentó volver a una pelea que ya pintaba muy mal para él. Con dos sets a uno abajo y ante un Nadal pleno de equilibrio, tan diestro en el arte de la defensa como a la hora de contraatacar o de tomar la iniciativa, buscó el apoyo de la suerte, que le quedaba ya lejana. El español volvió a romper en el tercer juego del cuarto set y puso la directa hacia el triunfo. (4-6, 6-0, 6-3 y 6-2) fue el marcador final. Flushing Meadows asistió al mejor partido del zurdo español en esta edición, en el momento más comprometido. Si hasta ahora se había medido con adversarios de segundo orden, salpicado de dudas en las primeras instancias del torneo, elevó sus prestaciones de manera sobresaliente cuando más lo necesitaba.
En la otra semifinal Carreño sucumbió ante el saque de Anderson en cuatro sets (4-6, 7-5, 6-3 y 6-4) y tres horas. A pesar de los primeros servicios del gigante sudafricano, fue el español quien rompió el saque de Anderson en el séptimo juego. Supo mantener esa renta hasta sumar el set. Carreño, que había levantado un adverso 3-1 en la segunda manga después de encajar el primer 'break' del partido, cometió un error no forzado que le costó el segundo set. Una doble falta en el decimosegundo juego precedió a un tiro ganador de su rival. El asturiano pareció afectado por el golpe. Pudo salvar un 0-40 en el segundo juego pero otra doble falta le condenó a un peligroso 3-1 en la tercera manga. Anderson, además, cada vez estaba más inspirado con el servicio. Estaba ganando un 81 por ciento de los puntos con el primer saque. Con tiros a 217 kilómetros por hora, Anderson rompió la igualdad en el marcador.
Y en la final, Nadal acrecentó su leyenda. Conquistó su tercer US Open tras imponerse al verdugo de Carreño (32 del ránking) en tres mangas: 6-3, 6-3 y 6-4. El mallorquín fue muy superior de principio a fin y en ningún momento dio opción a un tenista sudafricano que debutaba como finalista de un "major". Solventó el partido en dos horas y media aprovechándose de una rotura de servicio en cada set.
El manacorí consigue de esta manera su 16º Grand Slam y vuelve a liderar el ránking mundial.
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