Sunday, August 7, 2022

Descenso del Sella 2022. Quentin Urban y Jeremy Candy

La esperada 84ª edición del mítico descenso tras dos años de ausencia, debido a la normativa COVID, se presentaba con un pronóstico incierto ante la calidad de las parejas presentes. 
La participación de los mejores palistas del maratón internacional abrían un amplio abanico de posibilidades y el plantel de favoritos así lo acreditaba. Este año la participación era de 1.081 palistas, representando a 16 países diferentes. 
El recorrido habitual de 20 kilómetros se iniciaba puntualmente bajo el puente de Arriondas, a las 12.00 horas, a la finalización del Asturias Patria Querida y después del discurso de bienvenida a los participantes en esta edición, por parte del internacional asturiano de balonmano Raúl Entrerrios. 
Y como siempre, los mejores puestos de salida correspondían a los cabezas de serie, que el jueves habían disputado la contrarreloj previa de 4 km (Llovio - Ribadesella). Encabezaban la partida y abriendo la crono los vigentes campeones del descenso, el leonés Julián Becerro y el asturiano Miguel Fernández, estableciendo un crono de 12'38 que nadie pudo batir, seguidos por los campeones del mundo de maratón y subcampeones del último Sella, los franceses Quentin Urban y Jeremy Candy, tras firmar un tiempo de 12'44 y con Walter Bouzán y Álvaro Fernández (los pluricampeones que regresaban al Sella cinco años después), terceros que completaban el recorrido en 12'45. En cuanto al K1 los mejores tiempos correspondían al gallego Iván Alonso (que llegaba de proclamarse subcampeón de Europa de maratón) con 13'42, a Javi López con 13'54 segundo, y tercero Emilio Llamedo con 13'57. El vigente campeón del Sella y actual dominador del maratón europeo y mundial, el danés Mads Pedersen, firmaba el quinto mejor crono 14'02. Esa misma tarde se sorteaba el orden de salida del resto de palistas y categorías para la salida. 
Se preveía una prueba igualada y así lo fue. El toque internacional se dejó ver desde el inicio con los sudafricanos Lovemore y Cook tomando la cabeza tras una salida sin incidentes, seguidos de la pareja gala Urban y Candy y con los argentinos Balboa, a la par. 

Las principales opciones nacionales, Bouzán - Fiuza y Becerro - Castañón, les seguían de cerca. El fuerte ritmo impuesto por los de delante conseguía que si en Triangu quedaban ocho canoas por delante, en Torañu fueran sólo cinco, con Becerro y Castañón perdiendo comba, quedando en cabeza las otras tres españolas, la canoa francesa y la argentina. 

 A la altura de Cueves eran los argentinos Balboa los que no podían aguantar el ritmo, continuando en el grupo cabecero Urban y Candy liderando el rombo, siempre primeros, con Bouzán - Fdez. Fiuza, Llorens - Plaza y los incombustibles Martínez - Llamedo. Se confirmaban así las pronósticos de que el Sella encumbraría nuevos campeones. 

Con el cambio por detrás de Becerra - Castañón superando a la pareja argentina a la altura de los Campos de Oba, no sería hasta Ribadesella cuando se decidiría la carrera entre los cuatro primeros. Bouzán y Fiuza encararon primeros la última recta, con la esperanza de hacer bueno aquello de que el primero en ver el puente termina ganador. 

Pero a los galos aún les quedaba una última bala y en una txanpa final poderosa, imponiendo un ritmo frenético en los últimos metros, imposible de seguir por las otras tres piraguas, Quentin Urban y Jeremy Candy entraban primeros en meta, parando el crono en 1h07'45", un segundo mejor que la pareja Walter Bauzan y Alvaro Fernández, siendo terceros y a dos segundos de los franceses, Julio Martínez y Emilio Llamedo, completando el podio y con el mismo tiempo (que resolvería la fotofinish) que los cuartos Miguel Llorens y Alberto Plaza, 1h07'47". A 41" y quintos entraba la dupla argentina de los Balboa superando en los metros finales a los sextos Julián Becerro y Miguel Castañón, que finalizaban a 44". 

En cuanto al K 1, gran igualdad en los primeros tramos entre el campeón mundial, Mads Pedersen y Javi López. Muchos señalaban al danés, último vencedor, como la candidatura más sólida, pero la crono del español levantaba dejaba un margen para la duda. Y así pareció durante gran parte de la carrera, en la que Pedersen compartió liderato con Javi López. Pero a mitad de prueba, el danés no pudo con el ritmo imparable de López, que se fue por delante navegando en solitario entre los mejores K 2 ya hasta el puente de Ribadesella finalizando 15º de la general y marcando en meta un crono de 1h12'17 y con 12" de ventaja sobre el segundo Mads Pedersen (1h12'29) y 55" sobre el tercero Roberto Geringer (1h13'12). 
En K-2 femenino repetían victoria Eva Barrios y Amaia Osaba, continuando su racha triunfadora prepandemia, que bajando de 1h 20, marcaban un tiempo de 1h19'04" y finalizaban 70ª en la general; segundas, también repetían posición las Tanias, Fernández y Alvarez a 1' de las campeonas, completando el podio la pareja húngara Renata Cesay y Zsofia Cellai, a 2'14. 
En K-1 la victoria fue para Irene Gana con 1h30'07", segunda Celia Toledo y tercera Mar Santos. 
En cuanto a las canoas, en C-2 se subieron a lo alto del cajón Manuel Antonio Campos y Diego Romero marcando un crono de 1h31'44 y haciéndolo en C-1 Diego Suarez Díaz con un tiempo de 1h45'54 y logrando así su cuarto Sella "consecutivo". 
La 84ª edición, que será recordada por la del final de la pandemia, lo será también por recuperar su esencia internacional. Han sido 25 años de hegemonía española en el K 2, desde que en 1997 se impusieran Conradie y Wilson. Los franceses Urban y Candy toman ahora el testigo del Descenso Internacional con una exhibición al sprint en un final de infarto.

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