Tuesday, July 2, 2013

Liga ACT. 2ª (Laredo) y 3ª (Portugalete)

LAREDO. La Liga San Miguel de remo volvía a aguas del cantábrico, tras el estreno de temporada en Barcelona, con la regata organizada por la Sociedad Deportiva de Remo de Astillero, en el campo abierto de regatas de Laredo. Antes de comenzar la prueba, remos arriba, se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de los fallecidos Pedro Abad y Gregorio Legorburu (Lexo).
En la primera tanda se midieron las tres embarcaciones cántabras, Castreña, Pedreña y Astillero, junto a Zumaia, en una regata que dominó de principio a fin la "Seve Ballesteros" con un tiempo final de 20.09:62 y una ventaja de casi 27 segundos sobre Pedreña, segunda clasificada en la serie. Tercera Zumaia que remontó a Castreña en un último largo muy emocionante.
En la segunda regata de la tarde, remaban Tirán, Portugalete, San Juan y San Pedro. En el primer largo se vivió un bonito duelo entre las traineras donostiarras pero luego poco a poco San Juan fue distanciando a sus vecinos hasta la llegada a meta con una diferencia de más de 9 seg. Las otras dos embarcaciones tenían su duelo particular que se resolvió finalmente a favor de Portugalete entrando, últimos los gallegos a más de a 20 seg.
En la tanda de honor, bogaron Hondarribia, Urdaibai, Kaiku y Orio. Kaiku salió muy fuerte desde el principio y ya en la primera ciaboga logró una mínima ventaja sobre Urdaibai y Orio, que en los siguientes largos fue incrementando hasta el final, marcando un tiempo de 19.41:70 que le hicieron acreedor de la bandera. Detrás, Orio y Urdaibai, alternando el segundo y tercer puesto en cada giro, se disputaron la segunda plaza de la tanda que, finalmente, fue para la embarcación de Orio a 12 seg. Tercera Urdaibai a 15. Hondarribia desfondada, última y octava final.  
 
PORTUGALETE. Tres banderas, tres ganadores. Primero fue Urdaibai, luego Kaiku y aquí, en la ría... ¡Tirán! No entraba en las quinielas, todos esperaban otro duelo entre los gallos vizcainos, o incluso que Orio culminase la genial imagen dada en las dos primeras regatas, pero el remo es caprichoso. Más que el remo, la ría es caprichosa. Si bien es el lugar perfecto para los espectadores, la ría se muestra como una trampa para los equipos. El azar, la suerte en el sorteo de tandas y los cambios tan bruscos de intensidad de las corrientes entre una tanda y otra, condicionan sobre manera la regata. Ocurre en todos los campos de regatas, pero no hay más que ver algunas de las consecuencias de la prueba de ayer para comprobar que lo de la ría en Portugalete pasa de castaño oscuro.
La Bandera Ambilamp comenzó una hora después de la pleamar. Zumaia, Tirán, Castro y Pedreña iniciaron la primera tanda la marea estaba bajando, pero la corriente, sobre todo en las calles centrales, no era tan pronunciada como lo serían en las siguientes mangas. Los gallegos, en la calle dos, no tardaron en meter un par de botes de ventaja. A su espalda, remando todos por las calles centrales intentando aprovechar el empuje de la corriente, Zumaia empezaba a ganar su guerra particular con Castreña. Tras la ciaboga Tirán tenía ventaja suficiente para hacerse con la calle de Zumaia y los dos botes se pegaron a la orilla portugaluja para afrontar el largo de vuelta. Esa táctica en los largos de ida y de vuelta fueron una constante en todas las tandas. Finalmente, Tirán ganaría con solvencia la primera manga y Zumaia conseguiría llegar a meta incluso antes que Pedreña, aprovechando el tirón de los gallegos. Castro última, muy distanciada.
En la segunda bogaban San Pedro, Astillero, Hondarribia y Portugalete. Los tripulaciones ya sabían que se iban a encontrar con una corriente más pronunciada y, para colmo, el viento comenzó a hacer acto de presencia complicando aún más el trabajo de los remeros. Las sospechas se confirmaron cuando ninguno de los cuatro mejoraron el tiempo de Tirán en la primera ciaboga. Astillero, por la calle dos, se exprimió para intentar la misma jugada que los gallegos, pero no pudo sacar ventaja suficiente para meterse a la vuelta por delante de San Pedro en la calle uno. Portugalete, que tenía su calle pegada a la margen derecha de la ría, comenzó a carburar y se hizo con el control de la tanda. En el último largo Joseba Mancebón buscó durante unos segundos el centro de la ría, lo que propició que San Pedro le diera alcance, pero en cuanto la Jarrillera se volvió a refugiar en la orilla, se hizo de nuevo con la proa de la regata. Su tiempo en meta era 17 segundos peor que Tirán. Segundo San Pedro y tercera Astillero La segunda manga dejó un equipo tocado. Hondarribia penó por la calle tres y firmó un tiempo que le colocaba décimo en la jornada.
En la tanda de honor los equipos  tendrían que hacer magia para hacerse con la Bandera. Remaban Orio en la calle uno, San Juan en la dos, Kaiku en la tres y Urdaibai en la cuatro. Los tres primeros equipos de la general llegaron igualados a la primera ciaboga, pero el proel oriotarra perdió el remo corto y se descolgaron. Mientras Kaiku y Urdaibai colocaban sus remos a un metro escaso por la orilla derecha, Orio recuperaba tiempo pegado a Portugalete, llegando a ponerse primero en la segunda ciaboga. Finalmente Orio se llevaría la tanda de honor. En una txanpa final preciosa Kaiku superó en meta a Urdaibai, mientras en una esquina los remeros de Tirán celebraban entre abrazos una bandera inesperada. El otro triunfador de la jornada fue Zumaia, que a remolque de Tirán finalmente fue séptimo.



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