El XXVIII Campeonato Mundial de Balonmano Masculino se celebraba conjuntamente entre Polonia y Suecia desde el 11 al 29 de enero, bajo la organización de la Federación Internacional de Balonmano (IHF) y las federaciones nacionales de los países anfitriones.
Un total de treinta y dos selecciones nacionales de cinco confederaciones continentales compitieron por el título mundial, cuyo vigente campeón era el equipo de Dinamarca, vencedor en el anterior Mundial de Egipto en 2021.
Tras el sorteo de los grupos que se llevó a cabo el 2 de julio de 2022 en Katowice, los ocho grupos quedaron distribuidos de la siguiente manera,
con España debiendo enfrentarse a Montenegro, Chile e Irán en el grupo A, precisamente en la sede de Katowice.
Con el sistema de competición habitual de ocho grupos iniciales de cuatro naciones, pasan a la segunda ronda, los tres primeros de cada uno, quedando descartados los ocho últimos, que juegan la Copa Presidente (puestos 25 a 32). Las 24 selecciones (llevando sus resultados correspondientes), se distribuyen para conformar cuatro nuevos grupos de seis equipos cada uno y jugando contra el resto de equipos con los que no se habían enfrentado. Los cuartos de final los disputan los dos primeros, que se cruzan primeros contra segundos de otros grupos, para los vencedores disputar las semifinales y la final, disputando los perdedores de esta, el bronce.
Los 18 convocados por el seleccionador nacional, Jordi Ribera son:
Porteros: Gonzalo Pérez de Vargas (Barcelona/ESP) y Rodrigo Corrales (Veszprem/HUN).
Centrales: Ian Tarrafeta (Payx d'Aix /FRA) sustituido por lesión por Pol Varela (Granollers/ESP) y Agustín Casado Melsungen/GER)
Laterales izquierdos: Miguel Sánchez-Migallón (Kielce/POL), Joan Cañellas (Kadetten Schaffhausen/SUI) y Dani Dujshebaev (Kielce/POL)
Laterales derechos: Alex Dujshebaev (Kielce/POL), Jorge Maqueda (Nantes/FRA) e Imanol Garciandia. (Szeged/HUN)
Extremos izquierdos: Ángel Fernández (Limoges/FRA) y Dani Fernández (Stuttgart/GER).
Extremos derechos: Ferrán Solé (París Saint-Germain/FRA) y Kauldi Odriozola (Nantes/FRA)
Pivotes: Gedeón Guardiola (Lemgo/GER), Iñaki Peciña (Pauc/FRA), Adrià Figueras (Chartres/FRA) y Abel Serdio (Wisla Plock/POL).
La selección que consiguió la plata en el Europeo de 2022 cuenta con tres novedades entre los 18 seleccionados, : el pivote Abel Serdio, el extremo izquierdo Dani Fernández y el lateral Imanol Garciandía.
Fase de grupos previa
España competía en el grupo A con tres selecciones en teoría inferiores y a las que debía imponerse, empezando con Montenegro, su primer rival en la competición y que disputaba su segundo mundial, tras diez años de espera. España - Montenegro (30-25). Con la baja de Joan Cañellas, los nuestros empezaron con buen pie, ganando el siempre complicado primer partido. En el debut, con la necesidad de la victoria, se consiguió con relativa facilidad aunque nunca se tuvo a los montenegrinos demasiado lejos, gracias a su portero Simic, verdadero héroe de los balcánicos, aunque el triunfo español fue en esencia gracias a las pocas pérdidas de balón, la mitad del rival. Aunque sin expresarse abiertamente en la delegación española, existía más que respeto a este partido: Montenegro, un buen equipo, actuaba con menos presión; mientras que España, con la perspectiva a largo plazo, estaba obligada a ganar. Las obligaciones siempre generan nervios e inquietudes, y quizá por eso Jordi Ribera cambió bien pronto el 6-0 por el 5-1, da la sensación de que cada día le gusta más al seleccionador, utilizando a Odriozola de avanzado. España rotó a todos sus hombres, con Casado de lateral y Tarrafeta y Álex alternando en la posición de central, aunque en la recta final, y cuando el marcador aún no estaba sentenciado, Ribera les tuvo juntos en ataque para evitar complicaciones, llegando con 15-12 al descanso.
Continuaba el juego español bastante coral, con protagonismo de todos, con Garciandía destacando de entrada con su lanzamiento exterior, con Agustín Casado desplazado a segundo lateral izquierdo por la baja de Cañellas, con Figueras de pivote ofensivo, con dos cambios iniciales de ataque y defensa, sin la apuesta de retirar el portero en ataque que tanto se había ensayado en Benidorm, y con la impresión de que Ribera se guardó muchas de sus bazas para momentos más comprometidos.
El primer partido oficial entre España y Montenegro, (hasta ahora se habían enfrentado en dos amistosos con triunfo español) se saldaba con victoria española y buenas sensaciones. En condiciones normales la victoria le garantiza a España una plaza en la segunda fase, pues los demás rivales, Chile e Irán, son sobre el papel equipos menores siempre y cuando se mantuviera la humildad en los Hispanos.
En el siguiente, España-Chile (34-26), y pese a la insistencia en la jornada previa del seleccionador español de no bajar lo más mínimo la intensidad y la necesidad de aprovechar cada minuto del campeonato para seguir creciendo como equipo, a los "Hispanos" les costó arrancar especialmente en defensa, donde la novedosa pareja Iñaki Peciña y Abel Serdio, tuvo serios problemas para controlar a los pivotes chilenos, concediendo goles y penaltis que permitían al conjunto sudamericano aferrarse al marcador (6-6). Con la entrada de Guardiola, aportando consistencia, la mejoría defensiva fue evidente lo que permitía a España abrir brecha en el marcador (10-6). Mero espejismo, pues Chile, aferrada a las paradas de Oliva y los goles de Feuchtmann, se aferraba al partido llegando a situarse a un sólo gol (14-13). El obligado tiempo muerto reactivaba a los Hispanos y dos goles finales permitían a España marcharse al descanso con tres tantos de ventaja (18-15).
En la segunda España no lograba aumentar la diferencia (22-18) min 10, ante la tenaz resistencia de los chilenos, con su dupla Feuchtmann y, sobre todo, el portero Oliva, a la que se unía el joven central Matías Paya para reducir a tan sólo dos tantos (23-21) la ventaja de los de Jordi Ribera a menos de cuarto de hora para la conclusión. Sólo el cansancio del equipo chileno en el tramo final del encuentro permitía a España respirar, con los sudamericanos cometiendo más errores de los debidos y sacando a relucir su veloz contraataque, asegurar el triunfo (34-26) y la clasificación para la segunda ronda de un equipo español, que sufrió más de lo previsto para lograrlo y sin acabar de encontrar su juego.
En el tercer duelo Irán - España (22-35). El conjunto español, escarmentado por los sufrimientos padecidos ante Chile, salía dispuesto a sentenciar la contienda cuanto antes y para ello, Jordi Ribera no dudó en apostar de partida por una agresiva defensa 5-1 con el voraz Odriozola en el puesto de avanzado, y que no pudo salir mejor ante el novedoso equipo que presentó de inicio el técnico iraní, dejando a todos sus titulares en el banquillo. Osadía que le costaba encajar seis tantos a los ocho minutos (2-6). Con un tiempo muerto y todos los titulares a pista, Irán intento reaccionar. Pero ya era demasiado tarde, con los "Hispanos" lanzados, la brecha a los doce minutos era de siete goles (3-10) y el camino allanado, cerrando la primera mitad con diez goles de ventaja (11-21), que en nada se parecía al gris partido firmado ante Chile.
El resultado permitía a Ribera hacer todo tipo de probaturas y dar muchos minutos al central Valera, que se incorporaba a la concentración del equipo español en sustitución del lesionado Tarrafeta. Lo que no impedía al conjunto español seguir ampliando su ventaja que mediada la segunda mitad ya alcanzaba los trece tantos (15-28), gracias en gran medida al buen trabajo de Pérez de Vargas. Ni así se relajaron los jugadores españoles, que querían cerrar la primera fase con las mejores sensaciones, en espera del durísimo camino que les aguarda en el siguiente turno ante equipos de la talla de Polonia, Eslovenia o Francia, consiguiendo al final darse un homenaje (22-35), con la mayor victoria del campeonato.
España pasaba como primera de grupo llevando consigo 4 puntos, con Montenegro segunda por su victoria frente a Irán y arrastrando dos, mientras que Irán también pasaba pero con su casillero de puntos a cero. Chile se quedaba fuera habiendo perdido todos sus partidos.
En el
grupo B se enfrentaban Francia, Polonia, Arabia Saudí y Eslovenia. Y Francia presentaba sus credenciales ganando sus tres partidos y arrastrando 4 puntos con Eslovenia segunda, al imponerse a Polonia y pasando por tanto con 2 puntos. Polonia era la tercera en pasar, sin ningún punto y Arabia debería continuar disputando la Copa Confederación.
En el grupo C, competían Suecia, Brasil, Cabo Verde y Uruguay, y la favorita Suecia no tenía problema en ganar sus tres enfrentamientos y pasar primera con 4 puntos, acompañada de la segunda, Brasil con 2 puntos, de su victoria ante Cabo Verde, accediendo también los caboverdianos a la siguientes fase, pero sin puntos. Uruguay se quedaba fuera.
Y en el grupo D se veían las caras Islandia, Portugal, Hungría y Corea. Muchísima igualdad, tanto es así que las tres selecciones que pasaban lo hacían con los mismos puntos, 4, decidiendo el average general para el orden, primera Portugal, segunda Islandia y tercera Hungría, todas aportando dos puntos a la segunda fase. Se quedaba fuera Corea del Sur perdiendo todos sus partidos.
En el grupo E, medían sus fuerzas Alemania, Serbia, Qatar y Argelia y la favorita Alemania se clasificaba primera con todos sus partidos ganados. También pasaba Serbia que ganaba a Qatar, y esta como tercera, sin aportar puntos a la segunda fase. La Copa Confederación la jugaba Argelia.
En el grupo F, Noruega, competía con Macedonia, Argentina, y Países Bajos y se imponía con claridad, pasando con 4 puntos a la siguiente fase. La acompañaban Paises Bajos con 2 puntos y Argentina, sin puntos. No pasaba Macedonia.
En el grupo G, pugnaban Egipto, Croacia, Marruecos y Estados Unidos. Y era Egipto la selección más fuerte ganando todos los partidos, seguida de Croacia y Estados Unidos, que accedían con dos puntos Croacia y sin puntos, los norteamericanos.
Y en el grupo H, la lucha era entre Dinamarca, Bélgica, Bahrain y Túnez, no teniendo ninguna dificultad el equipo danés para meterse en la segunda ronda con tres claras victorias ante sus rivales. Mas igualdad entre el resto que se resolvía a favor de Bahrein, que se imponía a Belgica y empataba con Túnez, pasando con 2 puntos y los belgas que pasaban sin puntos a pesar de haber ganado a Túnez, que como última, no pasaba y no permitía a Belgica puntuar.
Segunda Fase. Sin grandes sorpresas pasaban a esta fase las 24 mejores selecciones.
Grupo I. Englobaba a los tres mejores de los anteriores grupos A y B. Esto es España y Francia con 4p, Eslovenia y Montenegro con 2p y Polonia e Irán con 0p.
El primer enfrentamiento era con la anfitriona
España - Polonia (27-23). El equipo español apostando de partida por una agresiva defensa 5-1, intentaba impedir las penetraciones del central Olejniczak y, sobre todo, sellar al "cañonero" Sicko. Fórmula que si bien permitía a España recuperar el balón, no acababa de de dar el resultado apetecido, como demostraron los seis tantos, cuatro de Sicko y dos de Olejniczak, (7-6) min 10. Pero si los de Jordi Ribera no lograron la solidez defensiva necesaria, todo lo contrario ocurría en ataque, donde el conjunto español mostró una notable efectividad, primero con el pivote Figueras o el extremo Fernández, y luego con los hermanos Dujshebaev, especialmente Alex. La actuación ofensiva permitía a España mantenerse en todo momento por delante en el marcador, pero sin romper el partido. Con el paso a la defensa 6-0, y la presencia de Guardiola y Peciña en el eje de la zaga, el conjunto español logró en los siguiente seis minutos abrir una brecha de cuatro tantos (15-11) en el marcador. Una renta que se fue tan rápido como vino por la irrupción en el partido del central Jedraszczyk, aportando al ataque polaco la claridad de ideas que le había faltado bajo la dirección de Olejniczak (16-15 el descanso).
En la segunda mitad las paradas de Pérez de Vargas comenzaron a desnivelar la contienda y consolidar el sistema defensivo español, que poco a poco fue maniatando a los jugadores polacos (23-18) min 17, hecho que obligaba al preparador polaco a recuperar a Jedraszczyk, que había arrancado el segundo tiempo en el banquillo. Polonia volvía a meterse de nuevo en el encuentro, tras (24-22) a menos de seis minutos para la conclusión, complicando la victoria española. Ahí fue cuando los "Hispanos" mostraron su madera de campeón y tirando de carácter, con dos formidables defensas, posibilitaron un nuevo despegue en el marcador (26-22), esta vez definitivo y al que Polonia ya no pudo responder. El 27-23 final sitúa a España en el camino hacia cuartos.
Eslovenia - España (26-31). Conscientes de que la clave para doblegar al conjunto balcánico pasaba por impedir que los eslovenos dotarán de la velocidad y fluidez necesaria a su juego de ataque, los jugadores españoles se emplearon desde el principio a conciencia en defensa. Una perfecta sinfonía de ayudas y cambios de oponente que anulaba por completo la ofensiva eslovena, que alcanzados los primeros diez minutos de juego, tan sólo había logrado anotar un gol en estático. Más problemas tuvo el conjunto español con las rápidas contras de los eslovenos, pero si Janc es rápido en la salida de balón, no lo es menos Odriozola, que sorprendía una y otra vez con sus fulgurantes carreras. Goles fáciles que, unidos al buen hacer de Alex Dujshebaev, permitía a los Hispanos situarse con una renta de cuatro tantos en el marcador (2-6) a los nueve minutos de juego. La sustitución en la portería eslovena y la presencia de Urban Lejak, permitía a los balcánicos meterse de lleno en el partido, pues con la portería asegurada, Eslovenia pudo desplegar su veloz juego de transición, causando numerosos apuros a la defensa española, incapaz de frenar en carrera al lateral Mackovsek. Además su mayor fluidez en ataque permitía, a base de unos contra unos, no sólo gualar la contienda, sino situarse por delante en el marcador (14-13) a menos de cuatro minutos para llegar al descanso. Suerte para los españoles, que a pesar de la exclusión de Sánchez-Migallón, devolvían las tablas a un marcador (15-15) que dejaba todo por resolver en el segundo tiempo.

En la segunda mitad los Hispanos siguieron mostrándose incapaces de controlar las fintas del central Bombac, que con sus penetraciones generó los espacios necesarios para que Eslovenia convirtiese cada uno de sus ataques en gol y a los que España respondía replicando cada tanto balcánico. El conjunto español encontró un alivio con las exclusiones de Dolenec y el entrenador Uros Zorman, que permitieron a los de Jordi Ribera situarse con una renta de cuatro goles (20-24) en el ecuador de la segunda mitad. Ventaja que parecía asentar definitivamente a la selección española, recuperando la misma estampa sólida en defensa que mostró en el arranque del partido y permitiendo a los Hispanos situarse con una máxima renta de cinco tantos (21-26) min 20, que aseguraron hasta la victoria Gonzalo Pérez de Vargas con dos paradas y Dani Dujshebaev con dos tantos. España entraba así en los tres últimos minutos de juego con unos insalvables seis goles de diferencia (23-29) en el marcador y con el 26-31 final la selección certificaba su clasificación a los cuartos de final, mostrando la madurez necesaria para sacar adelante un choque que le exigió como pocos en el torneo.
España - Francia (26-28). En un encuentro en el que ambos conjuntos tenían ya el billete asegurado para cuartos, los dos parecieron pensar más en todo momento en futuros compromisos. Así, una primera plaza que en cualquier otro momento garantizaría, a priori, un cruce de cuartos más accesible, no lo era en esta, dada la entidad de los posibles rivales, Alemania o Noruega, que al jugar después, sí podrán "elegir" oponente. El duelo, en palabras de Nikola Karabatic resultaba un "buen amistoso", y así lo afrontaron los dos equipos con el objetivo de "trabajar y coger confianza" para los siguientes partidos. Preservando ambos a jugadores importantes de inicio era Garciandia, el que anotaba tres de los cuatro primeros tantos para España tomaba la delantera (4-3) en el marcador. Renta que se esfumaba por completo, con la propuesta de Jordi Ribera de atacar con siete y que no pudo tener peores consecuencias para el conjunto español, que encadar pérdida tras pérdida permitiendo a Francia escaparse (6-9) en el tanteador. La rectificación oportuna del seleccionador español, permitía a los "Hispanos" volver a empatar (9-9) a falta de ocho minutos para llegar el descanso, al que se llegaba con un marcador de (13-13) en un encuentro de "guante blanco", como atestiguaba la única exclusión con la que se cerró el primer tiempo, al español Miguel Sánchez-Migallón por estrellar el contraataque final en el rostro del portero.
El conjunto español, arrancaba la segunda mitad con un punto más de intensidad, pues ganar a Francia siempre tiene un sabor especial y pasados once minutos los tres goles de ventaja (20-17) daban fe de ello, poniendo a prueba a Francia en gastar más fuerzas de las necesarias para buscar el triunfo. Entraron al envite los campeones olímpicos, y de la mano de un gran Nedim Remili, lograron igualar de nuevo el partido (22-22) a menos de quince minutos para el final. Empate que se deshacía a favor del equipo francés con una exclusión de Jorge Maqueda, que por segunda vez en el partido era sancionado con 2' por realizar mal un cambio, y que permitía a los de Guillaume Gille situarse con una renta de tres goles (24-27) a cinco para la conclusión del duelo. Suficientes para que la selección española encajara su primera derrota en el mundial (26-28).
Con la victoria Francia terminaba primera del grupo al ganar sus tres partidos del grupo y pasaba a cuartos de final acompañada de España por sus dos victorias. Tercera finalizaba Eslovenia, 4ª Polonia, 5ª Montenegro y 6ª Irán sin estrenar el casillero
Grupo II En este grupo se imponía la favorita Suecia que ganaba sus tres partidos y la acompañaba Hungría por mejor average que Islandia, tercera, ambas con dos partidos ganados. 4ª era Portugal, 5ª Brasil y 6ª Cabo Verde.
Grupo III. En el tercer grupo pasaban a cuartos Noruega como primera y Alemania como segunda (al perder con Noruega) y no lo hacían, la 3ª Serbia, la 4ª Países Bajos, la 5ª Argentina y la 6ª Qatar.
Grupo IV. Finalmente en el último grupo se imponía Dinamarca con dos victorias y un empate, pasando a cuartos con Egipto con dos victorias y quedándose fuera, la 3ª Croacia, 4ª Bahrain, 5ª Estados Unidos y 6ª Bélgica.
Cuartos de final.
Enfrentadas primeras contra segundas clasificadas, el primer emparejamiento correspondía al
Francia - Alemania (35-28). Después de un mal comienzo francés (7-11) min 16, la sustitución del portero titular Gerard, incapaz de atajar ninguno de los 10 lanzamientos recibidos, por el suplente Desbonet, permitía a los suyos la remontada y llegar al descanso con empate a 16. En la segunda mitad, Desbonnet no sólo impidió una nueva escapada (18-20) de Alemania, sino que dio inicio a la definitiva remontada del conjunto francés con tres paradas consecutivas y cerrar una sensacional actuación con un 47 % de aciertos.
Suecia - Egipto (26-22). A los locales les tocaba la única nación no europea en cuartos y Suecia haciendo valer su status se imponía fácil (14-9 al descanso) a Egipto.
No era el caso de España en el siguiente duelo
Noruega - España (34-35). Un encuentro que empezó cuesta arriba para los españoles, sin velocidad y fluidez a la circulación de balón en ataque. Los problemas ofensivos de España no tardaron en reflejarse en un marcador que a los ocho minutos señalaba un más que inquietante 6-2 en contra del conjunto de Ribera, que tuvo que pedir con urgencia un tiempo muerto. Ni así mejoró la selección española, que cuando lograba superar a la defensa noruega se topaba con su portero Bergerud. España no estaba dispuesta a rendirse tan pronto y aprovechando una nueva exclusión de la superestrella Sagosen, igualaba la contienda (7-7) min 16, con un parcial de 0-3. Una reacción que premió la mejoría defensiva del equipo español, que si en los primeros diez minutos de juego había encajado seis goles, en los diez siguientes sólo concedió la mitad, tres. Si hasta entonces Noruega no había tenido problemas para conectar con sus extremos y pivotes, poco a poco los Hispanos fueron cerrando todos los caminos hacia los jugadores de segunda línea, forzando errores que les permitieron empezar, por fin, a correr. A la carrera, sin necesidad de pasar por el ataque estático, el conjunto español logró dar la vuelta al tanteador para situarse por primera vez por delante en el partido (9-10) min 21, y mantenerse vivo en el partido como reflejaba el 13-12 con el que se cerró la primera mitad.
Una mínima diferencia que se mantuvo (18-17) min 10 en el arranque de la segunda mitad y que se convirtía en un continuo intercambio de goles (22-22) min 20 con una espectacular aportación de Cañellas. Esa dinámica no favorecía al equipo español, que se siente más cómodo con marcadores más bajos, en los que prima el trabajo defensivo sobre el frenesí goleador. Entonces los porteros se hicieron eco de todos los focos, ya que si Saeveras detuvo un penalti a Cañellas, Pérez de Vargas lo hizo a Grondahl. Todo por resolver Con (24-24) min 25, quedaba todo por resolver.

Y en ese tramo final todo pareció perdido tras el fallido lanzamiento de Alex Dujshebaev y que permití a Noruega afrontar los últimos veintidós segundos con un gol de ventaja (25-24) y la posesión del balón. Los nórdicos trataron de conservar el balón, sin la menor voluntad de atacar. Pasividad bien aplicada por los colegiados, que permitía a España anotar (25-25) y forzar la prórroga (25-25) con un gol final de Dani Dujshebaev. Tiempo extra en el que España tuvo la oportunidad de llevarse la victoria tras llegar a los últimos segundos por delante en el tanteador (28-29), pero que Noruega empataba en última instancia (29-29) provocando un segundo tiempo extra. No fallaba en este el equipo español, que tras entrar en el último minuto con un gol de ventaja (34-35), gracias a un latigazo de Dani Dujshebaev, vio cómo Pérez de Vargas detenía el lanzamiento final de Bjornsen con el rostro, lo que costaba la tarjeta roja al jugador noruego, que hasta entonces había convertido en gol sus nueve anteriores disparos. Una balonazo que bien valía una semifinal.
El último duelo era el Dinamarca - Hungría (40-23), y a los vigentes campeones les correspondía una perita en dulce y no dudaron en saborearla. Con 21-12 al descanso, los daneses presentaban sus credenciales a la renovación del carnet.
Semifinales. Una edición después se repetían las mismas semifinales del mundial anterior en Egipto y que ganaba Dinamarca para sumar su segundo título consecutivo. Ahora los daneses trataban de ser el primer país con tres mundiales seguidos, y llegar a los 27 encuentros sin derrotas (llevan 25). Enfrente estará España para cambiar el signo de la historia. También pasaban Francia y Suecia que se enfrentarían, por motivos logísticos, en la última semifinal.
Primeramente se veían las caras
España -Dinamarca (23-26). El partido ante Dinamarca, no iba a ser nada fácil para el conjunto español. Al conjunto español de salida, le costó ajustar su entramado defensivo y especialmente al pivote Saugstrup, que monopolizaba en los minutos iniciales el ataque danés, tras anotar dos tantos y forzar un lanzamiento de penalti. Circunstancia que exigía a los de Jordi Ribera a tener que marcar en cada uno de sus ataques si no querían ver escaparse en el marcador a un conjunto nórdico, que se maneja como pocos cuando los partidos se convierten en un intercambio de goles (3-3) min 5. Todo lo contrario que España que brilla más cuando los encuentros se dirimen por marcadores bajos y en los que las defensas se imponen con claridad a los ataques. Una responsabilidad anotadora que no tardó en pesar al conjunto español, que incapaz de dar vuelo a su ofensiva haciendo llegar el balón con fluidez a los extremos y pivotes, se vio abocado a concluir cada uno de sus ataque con precipitados lanzamientos lejanos (4-7) min 10. Parada tras parada, alguna meritoria pero generalmente sencillas, que permitieron a Dinamarca situarse a los quince minutos de juego con una ventaja de cuatro tantos (5-9) lo que obligaba al preparador español pedir con urgencia un tiempo muerto. El receso, no pudo ser más beneficioso para los Hispanos que con el paso a una defensa 5-1 y la presencia dos pivotes en ataque pareció reengancharse al encuentro, tras situarse a tan sólo un tanto (10-11) del conjunto nórdico a poco más de cinco minutos para llegar al descanso. Luego el conjunto español volvía a incurrir en los mismos problemas ofensivos, lo que aprovechaba Dinamarca, para cerrar la primer mitad con su máxima ventaja (10-15).

En el arranque de la segunda mitad una Dinamarca muy centrada y organizada impedía que España redujera la desventaja (15-20) min 10, pese al empeño de Alex Dujshebaev, que pareció convertir cada ataque de los "Hispanos" en una cuestión personal. Ni aún así se rendía la selección española, buscando aferrarse al más mínimo detalle, ya fuera una parada de Pérez de Vargas o un gol del pivote Serdio, para creer en la posibilidad de la remontada. De hecho, España pareció en disposición de poder cuestionar la victoria danesa tras situarse a tan sólo dos goles (18-20) apenas superado el ecuador de la segunda, tras dos buenas defensas. El detalle llevaba al preparador danés a apostar por un ataque con siete jugadores de campo y que sólo servía para empeorar la situación (20-21) min 20. Sería una inoportuna exclusión de Odriozola lo que impidió a los "Hispanos" culminar su reacción (20-23) min 25, viéndose obligados a intentar un imposible, entrando en los últimos minutos de juego con una desventaja de tres goles. El conjunto español, con todo perdido, logró llevar al límite a conjunto danés tras disponer de un lanzamiento de penalti a menos de un minuto para la bocina, pudiendo haber reducido su desventaja a tan sólo un gol, soñando con poder forzar la "prórroga". Posibilidad que rompía Landin, al detener el lanzamiento de Solé, cerrando el duelo con un 45 % por ciento de paradas, un luminoso de 23-26 y condenando definitivamente al conjunto español a la lucha por la medalla de bronce.
Se repetía la historia, tal y como ya ocurrió ante este mismo rival en la semifinales del Mundial de Egipto 2021 y los Juegos Olímpicos de Tokio. Una espesura ofensiva.
Y en la segunda franceses y locales,
Francia - Suecia (31-26). Tras un arranque igualado y de pocos goles, la selección de Guillaume Gille pegaba un estirón en el electrónico (6-3) min 11, explotando su trabajo defensivo, la efectividad de Mahé desde los siete metros y el juego con los seis metros. Suecia aumento su nivel defensivo, y dos exclusiones prácticamente consecutivas de los franceses, Tournat y Remili, permitieron a los locales acercarse (9-8). Pero ya con igualdad numérica, se precipitaba con varios lanzamientos rápidos intentando evitar que Francia armase su defensa, y lo pagaba caro con un parcial de 4-1 y (13-9) min 25. El tiempo muerto sueco no modificaba la diferencia u elluminoso al descanso era (16-12).
A Suecia se le escapaba el billete para su 'final', y eso le obligó a arriesgar en la segunda parte con una defensa mucho más intensa. Francia, con un espectacular Remili, aguantó esa exigencia física hasta sobrepasado el ecuador del segundo acto, cuando su rival se puso a dos (24-22), min 47 pese a la escasa aportación de su portería ahora con Thulin sustituyendo a Palicka. Los amarillos habían hecho lo más difícil, asustar al campeón olímpico. Pero una exclusión de Pettersson oxigenaba a Francia, que recuperó los cuatro goles de ventaja tras dos paradas de Vincent y otros dos goles de sus pivotes (27-23), decisivos en los seis metros. Palicka volvió a pista, pero la selección gala, bajo la dirección de Mahe, sentenció la semifinal con la efectividad de sus pivotes (30-24) min 56.
Francia con su defensa había destrozado a una Suecia perjudicaba por la baja del lesionado Jim Gottfridsson y los anfitriones sufrian en el ataque posicional para superar el duro 6-0 de los franceses y el luminoso final daba fe de ello (31-26).
Y en la final se volvían a encontrar Noruega y Dinamarca. Los dos grandes dominadores del balonmano mundial en los últimos años volvían a enfrentarse apenas un año y medio después de que 'Les Experts' conquistaran su tercera medalla olímpica ante el vigente campeón mundial.
Francia - Dinamarca (29-34). Francia y Dinamarca reeditaban en Estocolmo la final de los Juegos Olímpicos de Tokio. Esta vez parecía que Dinamarca no llegaba como siempre. Pero no fue así, con una nueva generación en escena, no hizo falta que Mikkel Hansen sostuviera a su equipo. No hizo falta. Otros tomaron su lugar y no se nota la ausencia del lider. Ya se conocía que Gidsel (23 años, lateral zurdo) tenía pinta de estrella para la década, pero con él llega otro talento extraordinario, Pytlick (22, diestro, lateral o central).
Con la ayuda de Lauge (31), que con apenas protagonismo en este mundial, fue un coloso para los suyos, el dúo se bastó y se sobró para neutralizar a Francia. Landín, a su nivel, aseguraba la portería, y cuando su aportación decrecía, apareció Moller, para volverla a subir. Se decía que había levantado el pie del acelerador, que cuando empató con Croacia había dado muestras de agotamiento, pero en la final en Estocolmo, tras haber derrotado a España en semis, hizo un trabajo excelente ante un gran Francia (29-34). No sólo con el resultado, sino la manera, con la que el equipo danés alarga su reinado: tres mundiales de manera consecutiva, lo que no se había logrado hasta ahora. Un récord sin precedentes.
La medalla de bronce se fue para España,
Suecia - España (36-39). Es reconocido por todos que la medalla de bronce la gana el equipo que antes se repone del varapalo que supone quedarse a las puertas de la final y en ese sentido dio la impresión de que tanto españoles como suecos habían pasado página rápidamente. Pues a pesar del guardameta sueco Palicka, empeñado en emular al danés Landin con intervenciones decisivas en los primeros minutos de juego, España no se desmoronaba, encontrando en los lanzamientos de Cañellas y las circulaciones de Figueras en la línea de seis metros la fórmula para dar réplica a los goles del pivote sueco Darj, un problema irresoluble para la defensa española en el arranque del partido. De tal manera que la primera mitad se convertía en un continuo intercambio de goles que ponía a prueba el otro factor que se antojaba clave en el partido, el físico, tras afrontar ambas selecciones su noveno encuentro en diecinueve días. Un esfuerzo titánico que no parecía afectar al equipo sueco que no dejó de correr en todo momento, a diferencia del conjunto español al que parecía costarle un mundo el repliegue defensivo. Eso, unido a las paradas de Thulin que tras sustituir a Palicka bajo los palos encadenó de manera casi consecutiva cinco paradas que permitieron a los escandinavos situarse con una peligrosa ventaja de tres tantos (18-15) a cinco del descanso y que encendió todas las alarmas en el banquillo. Pero ni el tiempo muerto solicitado por Jordi Ribera sirvió para solucionar los problemas del equipo español, que siempre pareció llegar tarde en el repliegue defensivo, para gozo del extremo Hampus Wanne que cuando no anotaba al contraataque recibía el balón completamente solo. Demasiadas facilidades para un jugador de su efectividad y que con las seis dianas con las que cerraba el primer tiempo, condenaba a los "Hispanos" a ceder al descanso de cuatro tantos (22-18).
Todo una montaña que escalar en una segunda mitad que arrancaba con un cambio en la portería española sustituyendo Rodrigo Corrales a un Gonzalo Pérez de Vargas poco acertado, y que detuvo cuatro de los cinco primeros lanzamientos que recibió. Lo que unido al paso a una defensa 5-1 con la presencia del incansable Odriozola en la posición de avanzado permitió a España no sólo enjugar la diferencia, sino situarse por delante en el marcador (23-24) a los cuatro minutos. Y es que, en el momento que el encuentro dejó ser un correcalles llegaron los problemas para el conjunto sueco, que se mostró mucho más errático cuando tenía que atacar en estático. Al contrario que el equipo español, que de la mano de Alex Dujshebaev y, sobre todo, del pivote Adrià Figueras, indetectable para los defensores escandinavos, se situaba con una ventaja de tres goles (26-29) al llegar el ecuador del segundo período y llegaba a (30-33) a falta de diez. Luego dos paradas magistrales, una primera de Corrales y otra posterior de Pérez de Vargas a lanzamiento de penalti de Ekberg, propiciaron el despegue del equipo español. Pero aún tendrían que sufrir un poco más los de Jordi Ribera que sentenciaron definitivamente la contienda (33-37) a tres minutos para la conclusión con una espectacular colgada entre Ángel Fernández y Alex Dujshebaev. La selección española no fallaba y con 36-39 de luminoso final se tomaba la revancha de la derrota encajada ante Suecia el pasado año en la final del Europeo y subía por sexta vez en los últimos cinco años al podio en una gran competición internacional, tras colgarse el bronce.

Una medalla que se antojaba casi un imposible tras los cuatro goles de desventaja (22-18) con los que los "Hispanos" cerraron una primera mitad, en la que los escandinavos parecían imparables propulsados por el impulso de los más de 22.000 espectadores que llenaron la Arena de Estocolmo y que sólo el carácter irreductible de los españoles y una fe inquebrantable en sus posibilidades, con todo en contra, les permitieron dar la vuelta al marcador.
El quinto puesto fue para los alemanes, Alemania-Noruega (28-24) que ya dominaban al descanso (16-13). Fue la decisiva actuación del portero alemán Andreas Wolff (19 paradas, tres de ellas en penaltis y un 43% de acierto) frenando a los noruegos en la segunda mitad cuando intentaban equilibrar el partido, desde que se descolgaron en los últimos minutos de la primera mitad.
Y el
séptimo puesto era para Egipto, después de dos prórrogas. Egipto - Hungría (36-35), con un claro 17-11 al descanso, los húngaros devolvían la moneda a los egipcios en la segunda mitad para forzar una primera prórroga ineficaz y ceder en la segunda.
La próxima cita, a principios de 2025, se repartirá entre Croacia, Dinamarca y Noruega