Tuesday, February 28, 2023

VI Naciones 3ª Jornada

La tercera jornada comenzaba con dos equipos, Irlanda y Escocia, liderando la clasificación con los mismos puntos, 10. 
Tocaba rival cómodo para los del Trébol, mucho más complicado para Escocia, los dos debían ganar para no perder comba en la lucha por el título. Irlanda viajaba a Roma para enfrentarse a Italia y Escocia lo hacía a Paris. Además Inglaterra viajaba a Cardiff para completar la jornada. 
Comenzaba la jornada con el partido 
Italia 20 Irlanda 34. Con excelente entrada en el Olímpico de Roma y una extraña y lenta interpretación musical del Ireland’s Call comenzaba el choque con un ensayo temprano de Irlanda. Parecía que el guion iba a ser el de siempre pero anulado a Lowe, al que se le escapó la almendra sobre la zona de marca gracias en parte a la fe de Capuozzo en defensa, lo volvía a intentar con un segundo, una buena combinación por el flanco izquierdo del ataque irlandés y que culminaba Ryan. La respuesta local llegó de manos de un Varney inteligente en la lectura del intervalo tras una incursión poderosa de Lorenzo Cannone en la 22 del Trébol. Sería una premonición de lo que se avecinaba. Algo que el aficionado rugbístico no está acostumbrado a ver: Italia plantando cara al Trébol, poniéndole contras las cuerdas, amenazando con repetir aquella gloriosa tarde ante Gales del año pasado. En esa arrancada del 8 azzurro vivía Italia sus mejores momentos del encuentro, pero Irlanda se aplicó en contener la crecida de las aguas locales y acabó dando un baño de realidad a los de Kieran Crowley con tres marcas antes del descanso, participante en dos de ellas Bundee Aki, cuya suplencia en las dos primeras jornadas de una idea de la profundidad del caladero irlandés. Bruno, muy avispado este sábado, acercaba a los locales en el marcador sobre la bocina con una intercepción que él mismo rentabilizaba (17-24 al descanso). 

Fue otra buena noticia para Italia el hecho de que consiguiera tener a Irlanda a tiro de ensayo durante casi toda la segunda mitad, hasta el minuto 70, y solo capaces de sumar ambos conjuntos a través de los pies de Garbisi y Byrne. Pero esta Trébol no es aquel Puerro del 2022; puede tolerar cierto grado de disidencia pero no la revolución, y la entrada de Murray confería a Irlanda un aire distinto siendo precisamente el medio melé el que regalaba a Hansen el ensayo definitivo y que garantizará, salvo improbable victoria holgada de Escocia en París este domingo, el liderato del Seis Naciones una jornada más. El duelo ofrecía dos conclusiones : que a Craig Casey y a Ross Byrne les falta un puntito para ser una alternativa real en el 9 y el 10 irlandeses y que Italia es mejor con Garbisi que con Allan, incluso con el primero a medias, recién recuperado de una lesión. Sin Gibson-Park ni Murray en la bisagra, a los visitantes les faltó el ritmo de apisonadora con el que ahora mismo son capaces de triturar a quien se les ponga delante. E Italia mucho más disciplinada y afilada en sus visitas a la 22 rival que hace dos semanas en Twickenham, a día de hoy es un equipo más que digno de ver. 
ITALIA (17+3): Fischetti, Niccotera, Riccioni, N. Cannone, Ruzza, Negri, Lamaro, L. Cannone, Varney, Garbisi, Bruno, Menoncello, , Brex, Padovani y Capuozzo. También jugaron Bigi, Zani, Riccioni, Iachizzi, Petinelli, Fusco, Morisi y Alan. 
Marcador: 2 ensayos Varney (7') y Bruno (40'), 2 transformaciones Garbisi (8' y 41') y 2 golpes de castigo Garbisi (18' y 55'). 
IRLANDA (24+10). Porter, Kelleher, Bealham, Henderson, Ryan, Doris, Van der Flier, Conan, Casey, Byrne, Lowe, McCloskey, Aki, Hansen y Keenan. También jugaron, Sheehan, Kilcoyne, O'Toole, Baird, O'Mahony, Murray, Crowley y O'Brien. 
Marcador: 5 ensayos Ryan (4'), Keenan (13'), Aki (20') y Hansen (35' y 70') y 4 transformaciones Byrne (13', 21', 64' y 71') . 
Árbitro: Mike Adamson (Escocia). 

Gales 10 Inglaterra 20. Dos equipos necesitados se enfrentaban en un Principallity de Cardiff abarrotado y donde los de Farrell y compañía deseaban los tres puntos para poder meterse en la pomada. Los primeros puntos llegaban en el minuto diez, después de un oval alto recuperado por Dombrandt y con Gales obligado a cometer una falta que Farrell transformaba entrepalos con un espléndido remate desde unos cuarenta metros. Sin embargo, el equilibrio era la norma hasta el 18' cuando una bonita carrera de Malins abre un hueco central para que Watson posara en la bandera con el excelente apoyo externo de Lawrence. Pero desde el córner Farrell no pasa entre palos en la transformación. (0-8). En cambio, tres minutos después Halfpenny si los encuentra en un golpe de castigo y vuelve a incendiar el Estadio del Principado. Con el 8 a 3 el juego vuelve a empantanarse entre las dos líneas de 22, con los dos equipos volviendo a apostar por el juego de pies, en el que emerge un majestuoso Steward. Sin embargo, al igual que en Murrayfield hace quince días, la última parte de la primera mitad muestra la mejor Gales del partido. Los Dragones controlan la posesión y el territorio durante mucho tiempo, entraban en la 22 inglesa y amenazaban la línea de posado pero sin llegar a cruzarla. ¡Como en Edimburgo! De hecho, Steward primero se encargaba de bloquear una peligrosa fuga de Rees-Zemmit, luego era Lawrence quien obligaba a Faletau (que juega un pick and go en solitario) a ceder y finalmente era Ludlam quien le decía que no a Beard. Y con ese 8-3 se llegaba al descanso. Una primera mitad de gran equilibrio con juego que se mantenía largos periodos en los 40 m centrales y obligaba a los dos equipos, faltos de avance, a usar metódicamente el pie para buscar, a través de la presión, una posición más favorable desde la que intentar lanzar su ataque. 

Pero nada más comenzar la segunda mitad, el guión variaba y Rees-Zammit con un quiebro devastador encontraba la línea de posado haciendo que Cardiff explotara de alegría. Pero fue un espejismo para los locales porque poco después un ensayo de Sinckler devuelve la ventaja a los británicos. Farrell fallaba un golpe de castigo en el 60', pero la presión inglesa se imponía en el ensayo decisivo de Lawrence, que aprovechaba al máximo un quiebro de Slade para posar sobre la línea. Farrell sigue sin estar en forma pero Inglaterra, tras el descanso, tampoco evidenció mejora. Tercera derrota de esta temporada (sexta consecutiva) que sume a Gales en una profunda crisis, sobre todo de cara al delicado próximo viaje a Roma que, dentro de quince días, decidirá con toda probabilidad al equipo condenado a cerrar la clasificación del torneo. 
GALES (3+7). Thomas, Owens, Francis, Beard, Jones, Tshiunza, Tipuric, Faletau, T. Williams, O. Williams, Rees Zammit, Hawkins, Grady, Adams y Halfpenny. También jugaron: Roberts, Carré, Lewis, Jenkins, Reffell, Hardy, Biggar y Tompkins. 
Marcador: 1 ensayo Rees Zammit (40'), 1 transformación Halfpenny (41') y 1 golpe de castigo Halfpenny (21'). 
INGLATERRA (8+12). Genge, George, Sinckler, Itoje, Chessum, Ludlam, Willis, Dombrandt, V. Poortvliet, Farrell, Watson, Lawrence, Slade, Malins y Steward. También jugaron Walker, M. Vunipola, Cole, Lawes, B. Curry, Mitchell, Smith y Arundell. 
Marcador: 3 ensayos Watson (18'), Sinckler (44') y Lawrence (74'), 1 transformación Farrell (44') y 1 golpe de castigo Farrell (9'). 
Árbitro: Mathieu Raynald (Francia). 

Para el domingo 5 quedaba el partido más esperado de la jornada 
Francia 32 Escocia 21. El partido de la 100ª edición de la rivalidad entre Francia y Escocia, resultaba un tanto accidentado. Marcado de salida por las dos expulsiones que el árbitro sancionaba en los primeros diez minutos. primero el escocés Gilchrist y enseguida el local Haouas, que engrosa su lista de desvaríos internacionales. Atendiendo al reglamento, ambas pertinentes. La reflexión estaría más en si ese reglamento, pensado para proteger la salud de los jugadores ante las crecientes evidencias de que la práctica del rugby profesional incrementa las posibilidades de acabar padeciendo enfermedades mentales, está desvirtuando en cierta manera lo que siempre ha sido un deporte de (contundente) contacto. Sea como sea, Francia había entrado mejor al campo y antes de que Gilchrist enfilara los vestuarios Ntamack ya había encendido el Stade de France culminando una buena secuencia de su equipo por un costado. Ya en superioridad Dumortier explotaba de nuevo el flanco derecho escocés y, cuando los números volvieron a equilibrarse, Escocia se disparó en el pie por primera vez. La rectitud de su línea en un despliegue la leyó avispado Ramos, que se agenció la almendra y se fue hasta la zona de marca sin oposición (19-0) min 20. Supuso el toque de atención definitivo para los caledonios. La chispa que encendió la llama de Finn Russell, imperial a partir de entonces, el hombre del partido junto al multiusos Tuipulotu, a un Fickou de nuevo en su mejor versión y a un majestuoso Dupont, desaparecido esta vez Van der Merwe en las filas isleñas. Avisó el albañil convertido en violinista con una patada milimétrica para encajonar a Francia en su 22 y acto seguido le regaló a Huw Jones su primer posado del día en una jugada en la que modificó el espacio-tiempo para los dos franceses que fueron a por él. Con un golpe de castigo local el partido se iba al descanso con un (22-7). 

En la segunda afianzó Escocia la reacción. El campo y las estadísticas fueron suyos desde entonces hasta el pitido final. Pero al Cardo no le sienta bien el papel de protagonista y lo volvió a demostrar. Completó todo el abanico de pecados posibles en sus visitas a campo rival. Primero un adelantado de Turner en una abierta, después una touch perdida en campo rival... El segundo ensayo de Jones, parecía determinar la dinámica del partido inclinándose hacia los de Edimburgo. Hasta el 80′, Francia solo sumó una vez, con el pie de Ramos, y en cambio una marca de Russell dejaba a Escocia a tiro de ensayo sin convertir para los últimos diez minutos. Hasta dos veces le regaló el rival la posibilidad de un último ataque. Las dos oportunidades se fueron por el sumidero de un equipo habituado al harakiri, que encima vio como Fickou, a tiempo cumplido, le levantaba el bonus defensivo y amarraba el ofensivo para su país (32-21). 
De repente, la pugna por el título pasa a ser cosa de cuatro, con un claro favorito y quedando cruces directos entre Inglaterra y Francia, Inglaterra e Irlanda y Escocia e Irlanda. Agárrense que vienen curvas.
FRANCIA (22+10). Baille, Marchand, Haouas, Flament, Willemse, Jelonch, Ollivon, Alldritt, Dupont, Ntamack, Dumortier, Moefana, Fickou, Penaud y Ramos. También jugaron Barlot, Wardi, Falatea, Taofifenua, Cros, Macalou, Couilloud y Jalibert. 
Marcador: 4 ensayos Ntamack (4'), Dumortier (7'), Ramos (18') y Fickou (79'), 3 transformaciones Ramos (5' 20' y 81') y 2 golpes de castigo Ramos (35' y 57'). 
ESCOCIA (7+14). Schoeman, Turner, Z. Fagerson, Gray, Gilchrist, Ritchie, Watson, M. Fagerson, White, Russell, Van der Merwe, Tuipulotu, Jones, Stein y Hogg. También jugaron: Brown, Bhatti, Nel, Gray, Skynner, Dempsey, Price y Kinghorn.
Marcador: 3 ensayos Jones (25' y 47') y Russell (67') y 3 transformaciones Russell (25', 48' y 68').
Árbitro: Nika Amashukeli (Georgia). Amarilla a Gilchrist en el 6' y a Haouas en el 10'.

 
Ahora toca semana de descanso y la próxima jornada, la penúltima se disputará el 11 y 12 de Marzo, con los partidos Italia & Gales e Inglaterra & Francia el sábado y el domingo el definitivo Escocia & Irlanda.

Thursday, February 16, 2023

VI Naciones 2ª Jornada

La segunda jornada comenzaba con tres equipos liderando la clasificación con los mismos puntos y dos de ellos enfrentándose. El vigente campeón y el subcampeón, los dos mejores conjuntos ahora mismo, se disputaban en Dublín, posiblemente el título final. Además Inglaterra recibía a Italia y Escocia y Gales cruzaban sus armas en Edimburgo. 
Comenzaba la jornada con el partido más esperado de la jornada 
Irlanda 32 Francia 19. Irlanda ha reafirmado su condición de número uno del mundo en un gran partido ante Francia en el Aviva Stadium de Dublin. Basando su juego, como era previsible, en su potente delantera, el conjunto entrenado por Andy Farrell, comenzaba dominando, aunque Thomas Ramos abría el marcador con un golpe de castigo para Francia, que aceptaba el reto. Un ensayo de Keenan transformado por Sexton puso por delante a los locales aunque Ramos volvía a acercar al XV del Gallo, que se ponía por delante con un ensayo de Penaud transformado por Ramos, resolviendo una fase de anarquía entre ambas delanteras en el centro del campo (7-13), min 17. James Lowe, con un acrobático ensayo que debió ser revisado por el TMO, y otro de Porter transformado por Sexton pusieron un (19-16) min 26 en el luminoso y Ramos y Sexton llevaron el marcador a (22-16) al descanso. 

En la segunda mitad, ya con Sexton en el banquillo, Ross Byrne abría el marcador con un golpe de castigo para los locales mientras Francia no sacó más fruto de su fase de dominio que un drop de Ramos que le permitía mantenerse a esos peligrosos seis puntos de diferencia. Irlanda no sólo anotó cuatro ensayos, uno de ellos con 14 blues en el campo (por amarilla a Atonio) sino que Francia se salvó al menos de otros dos, gracias a feroces defensas y el de Ringrose y la transformación de Byrne que decidieron el partido, a falta de 10 minutos, y que se lograba tras un largo periodo de dominio en el que Francia no logró alejar el oval de su línea de 22. Con todo, hasta ese momento Francia se había mantenido a distancia de un ensayo transformado, pero poco previsible, dado el ritmo del partido, con el que a Francia le costaba mucho avanzar salvo un breve periodo al inicio del segundo tiempo. En esa suerte de lucha de desgaste, Irlanda prevaleció hasta lograr un triunfo con bonus que la sitúan al frente de la clasificación a la espera del siguiente partido. Los galos, que venían del triunfo el año pasado con Grand Slam y en total de 12 partidos invictos, eran el número 2 del ranking de World Rugby e hicieron honor a su categoría y deberán permanecer a la espera de algún fallo de la escuadra del Trébol. IRLANDA (22+10). Porter, Herring, Bealham, Beirne, Ryan, O'Mahony, Van der Flier, Doris, Murray, Sexton, Lowe, McCloskey, Ringrose, Hansen y Keenan. También jugaron, Kelleher, Kilcoyne, O'Toole, Henderson, Conan, Casey, Byrne y Aki. 
Marcador: 4 ensayos Keenan (9'), Lowe (20'), Porter (26') y Ringrose (72'), 4 transformaciones Sexton (10', 27' y 40') y Byrne (72') y 1 golpe de castigo (Byrne 59'). 
FRANCIA (16+3). Baille, Marchand, Antonio, Flament, Willemse, Jelonch, Ollivon, Alldritt, Dupont, Ntamack, Dumortier, Moefana, Fickou, Penaud y Ramos. También jugaron Barlot, Wardi, Falatea, Taofifenua, Cros, Macalou, Couilloud y Jalibert. 
Marcador: 1 ensayo Penaud (17'), 1 transformación Ramos (18') 3 golpes de castigo Ramos (4', 14' y 33') y 1 drop Ramos (61'). 
Árbitro: Wayne Barnes (Inglaterra). Amarilla a Atonio en el 24'. 

Escocia 35 Gales 7. Escocia confirmó en Murrayfield las buenas señales emitidas en su primer partido del VI Naciones 2023, en el que se imponía a Inglaterra en Twickenham y confirmó su consolidación como equipo venciendo con facilidad a Gales con 5-1 en ensayos. Una Gales anémica, a la que ni siquiera el retorno de Warren Gatland ha conseguido sacar, por ahora, de su letargo. Dio igual que el neozelandés retirara del XV a pesos pesados, en pos de foguear a la juventud con Alun, Wyn, Tipuric, Faletau o Francis (Tshiunza fue una buena noticia, un 6 muy móvil y contundente). La falta de disciplina puso al Puerro a remolque muy pronto y a la media hora encajó el primer puñetazo al mentón, de un Turner que a continuación se fue al sin bin por un placaje alto sobre North. Fue en esos momentos de superioridad numérica cuando los Dragones sacaron algo de casta y por momentos dieron la sensación de poder equilibrar el pulso. Unos minutos de superioridad que se amortizaron con un buen maul del que se descolgó para posar el capitán, Ken Owens. Podría haber sido distinta la historia si Biggar no hubiera frivolizado con un pase por la espalda a tiempo cumplido, cuando Dyer esperaba detrás para lanzarse a por el banderín. Se perdió ahí una ocasión única para meter inquietud en los cuerpos caledonios. (Al descanso 13-7). 

Se sabe que el que la hace, la paga. Y no tardó mucho Escocia en cobrarse la recompensa por ese error del apertura galés. A los diez minutos del segundo tiempo, en una acometida sobre la 22 visitante, Russell encontró un intervalo, lo explotó y descargó en el momento preciso para que Steyn rematara la faena. Poco después el exalbañil con manos de seda le regaló el doblete a su ala con una patada cruzada que le dejó solo en la esquina. Fue justo en la ofensiva que siguió a la expulsión temporal de Liam Williams por un placaje sin brazos, que terminó de desarbolar a los de rojo. Jaque mate. Le quedaba algo en el debe a Escocia, el punto bonus. No procrastinó con esa tarea. Lo consiguió de la mano de Kinghorn a diez de la conclusión, tras un brillante ejercicio de juego a la mano. Matt Fagerson, en el que Escocia al fin ha encontrado un 8 de élite (y ojo porque en esa tercera falta Watson), puso el último clavo en el ataúd de una Gales abatida, desesperada en la amarilla a Webb ya con el tiempo cumplido. El Cardo florece, segundo empatado a puntos con Irlanda, y el Puerro languidece y cierra la tabla. Tiene mucho trabajo por delante Gats. El XV del Cardo estuvo una vez más liderado por un Finn Russell en forma, que parece haber echado al olvido los desencuentros con su entrenador, Gregor Townsend. El tercer encuentro escocés le enfrentará a Francia en París, en un choque que el equipo de Fabien Galthie debe imperativamente ganar si quiere seguir manteniendo opciones al título. Por el momento, es la primera vez desde 1996 que Escocia logra ganar dos partidos consecutivos en el torneo. 
ESCOCIA (13+22). Schoeman, Turner, Z. Fagerson, Gray, Gilchrist, Ritchie, Crosbie, M. Fagerson, White, Russell, Van der Merwe, Tuipulotu, Jones, Stein y Hogg. También jugaron: Brown, Bhatti, Nel, Gray, Dempsey, Horne, Kinghorn y Harris. 
Marcador: 5 ensayos, Turner (29'), Steyn (50' y 57'), Kinghorn (70') y M. Faggerson (78'), 2 transformaciones Russell (30' y 51') y 2 golpes de castigo (Russell 8' y 14'). 
GALES (7+0). Jones, Owens, Lewis, Jenkins, Beard, Tshiunza, Reffell, Morgan, T. Williams, Biggar, Dyer, Hawkins, North, Adams y L. Williams. También jugaron: Baldwin, Carré, Brown, Davies, Faletau, Webb, Patchell y Cuthbert. 
Marcador: 1 ensayo Owens (33') y 1 transformación Biggar (34').
Árbitro: Andrew Brace (Irlanda). Tres amarillas: Turner en el 32', a L. Williams en el 56' y a Webb en el 82'. 

Para el domingo 5 quedaba el 
Inglaterra 31 Italia 14. Inglaterra logró salvar la amenaza de crisis que hubiera sido un mal resultado ante Italia en el segundo partido del VI Naciones 2023, pero sin haber conseguido cerrarlo con una victoria balsámica. El XV de la Rosa logró vencer con claridad a unos transalpinos que venían de vencer a Australia y pelear de igual a igual con Francia, pero no de forma suficiente como para hacer olvidar, o al menos relativizar, la derrota encajada ante Escocia en la primera jornada. Quizá el encuentro haya sido más positivo para Italia que para Inglaterra, pues si para los subcampeones del mundo y eternos favoritos del VI Naciones la exigencia era la de demostrar esas condiciones, para los italianos 'bastaba' con dar buena imagen, en la línea de sus anteriores choques, y eso lo consiguieron.
Inglaterra venció, y con bonus (31-14, ensayos 5-2). Jugó con organización, con dominio físico y con delantera dominante pero también se vio superada en algunas fases del partido y en el segundo ensayo italiano su línea defensiva mostró falta de tensión. (Al descanso 19-0).
Quedaba tiempo para que a Inglaterra se le aparecieran los demonios e Italia se creciera como ante Francia. No fue así porque minutos después, una cabalgada diagonal de Alex Mitchell abrió carril hacia el banderín para que Henry Arundell, perla de la cantera inglesa y que debutaba en el torneo, se fuera con un posado en el zurrón. Los últimos minutos dieron para ver una nueva diablura de Capuozzo no acompañada por su equipo y poco más. A nadie le amarga un dulce y este triunfo, sin solucionar los problemas de Inglaterra (entre otros no terminó de quedar claro que la decisión de retirar a Smith del 10, sobre todo en el apartado ofensivo, sea acertada), al menos amansará a las fieras y con todo, el primer triunfo de Steve Borthwick fue consistente, con buenas actuaciones como las de Ollie Lawrence y Henry Slade y acierto en general en el intercambio de posiciones en los cambios que introdujo en el esquema y en las novedades en su alineación. Entre los italianos, Ange Capuozzo volvió a mostrar el nivel que le está convirtiendo en uno de los jugadores de moda. 
INGLATERRA (19+12). Genge, George, Sinckler, Itoje, Chessum, Ludlam, Willis, Dombrandt, V. Poortvliet, Farrell, Hassell-Collins, Lawrence, Slade, Malins y Steward. También jugaron Walker, M. Vunipola, Cole, Isiekwe, Earl, Mitchell, Smith y Arundell. 
Marcador: 4 ensayos Willis (12'), Chessum (27'), George (36'), de castigo (49'), Arundell (69') y 2 transformaciones (Farrell 13' y 28'). 
ITALIA (0+14): Fischetti, Niccotera, Riccioni, N. Cannone, Ruzza, Negri, Lamaro, L. Cannone, Varney, Allan, Menoncello, Morisi, Brex, Padovani y Capuozzo. También jugaron Bigi, Zani, Ferrari, Iachizzi, Polledri, Zuliani, Fusco y Bruno. 
Marcador: 2 ensayos Riccioni (43') y Fusco (62') y 2 transformaciones Allan (43' y 63'). Árbitro: James Doleman, (Nueva Zelanda). Amarilla a Cannone en el 26' y a Ferrari en el 50'. 

Ahora toca semana de descanso y para la próxima jornada, el 25 y 26 de Febrero, los partidos programados son Italia & Irlanda y Gales & Inglaterra el sábado y el domingo el Francia & Escocia.

Thursday, February 9, 2023

VI Naciones 1ª Jornada

Comenzaba este fin de semana otra nueva edición (129ª) del Torneo de Rugby por antonomasia, en año de mundial y con un claro favorito en la figura de Francia, que precisamente es el país que lo organiza dentro de siete meses. 
Defiende título el mismo país que ejercerá de anfitrión en la Copa del Mundo, la Francia de Galthié, que tiene en esta cita la oportunidad de cerrar los últimos flecos de su candidatura a alzar por primera vez la Copa Webb Ellis. 
Si otros años había menos certidumbre en cuanto a los otros equipos que podrían permanecer en la pugna hasta el final, lo cierto es que en esta edición solo Irlanda parece una alternativa realmente sólida al Gallo, tanto por las sensaciones como por los resultados cosechados el año anterior. Inglaterra y Gales andan en un ambiente enrarecido tras cambiar de entrenador en otoño y con Escocia lo lógico es no contar y esperar a ver si sorprenden. Italia llega en su mejor momento de los últimos tiempos y debería dar más guerra sin grandes aspiraciones. 
Con jóvenes como Ange Capuozzo, Marcus Smith, Jamie Osborne, Cadan Murley, Rhys Davies o Ethan Dumortier, y consagradas estrellas como Finn Russell, Owen Farrell, Stuart Hogg, Antoine Dupont, Alun Wyn Jones, Josh van der Flier o Jonathan Sexton, se espera un torneo más igualado. El resto de ingredientes clave (las audiencias, el ambiente festivo, la solemnidad de los himnos cantados a viva voz, la cercanía del Mundial con lo que conlleva) sirven para hacer del VI Naciones uno de los grandes espectáculos deportivos del 2023. 

Francia, El Gallo parte como favorito para reeditar el título del año pasado. Le faltan, lesionados, piezas importantes como Woki, Danty o Mauvaka (y el ya retirado Vakatawa), pero mantiene el bloque ganador y Fabien Galthié ha llamado a ocho debutantes. Con su estrella el medio de melé Antoine Dupont, convertido en mariscal de campo hace tiempo, los blues bailan a su son. Obligados a ganar. 
Irlanda, la candidata. Ninguna llega a la cita con mejores sensaciones que Irlanda, con la fuerza que da haber ganado en 2022 a Sudáfrica, Nueva Zelanda (dos veces, y a domicilio) y Australia, además de su segundo puesto en un Seis Naciones en el que fue la única alternativa a Francia. Con Andy Farrell como entrenador, debuta Jamie Osborne y el resto de la lista no ha cambiado mucho del año pasado. Entran Byrne y Coombes y salen Carbery, Lowry y Baloucoune. Con Henshaw lesionado, su estrella el tercera Josh van der Flier, fue mejor jugador del año en 2022. Pero de lo que saca pecho el quince del trebol es de su delantera, seguramente la mejor del mundo ahora mismo con la amplitud y experiencia de una línea muy completa. Sería una sorpresa que no estuvieran en la pomada hasta la última jornada. 
En cuanto a Inglaterra. El despido de Eddie Jones en la ventana de otoño generaba un clima de incertidumbre en la Rosa. Su sustituto y mano derecha Steve Borthwick, ha recuperado a descartes de Jones como Dan Cole, Ben Earl y Ben Curry y ha prescindido de hombres importantes en la etapa anterior como May, Nowell y Billy Vunipola. El pobre bagaje de los ingleses en los años de la pandemia serían difícil de digerir por su afición una tercera vez. Borthwick, no tiene mucho margen de maniobra para experimentar. De momento retorna al capitán Owen Farrell, ausente en 2022 por lesión, pero que tendrá que compaginar labores con su sustituto natural Marcus Smith, que eclosionó cubriendo su baja el año pasado y no va a desaparecer de un plumazo de las alineaciones. 
Escocia, sobre el papel, parece tener mimbres suficientes para algo más que ganar una Copa Calcuta de vez en cuando y ser un equipo incómodo (sobre todo en casa). Tendente a desconexiones y cierta ingenuidad en momentos esenciales, los Gray, Ritchie, Watson, Russell, Van der Merwe, Kinghorn, Hogg, con los recuperados Fraser Brown y Richie Gray, más el ex de La Rosa Ruarid McConnochie, Stafford McDowall, Ben Healy y Cameron Henderson son los elementos conlos que cuenta Gregor Townsend. Pasan los años y esta generación escocesa puede pelear verdaderamente por un título que no ganan desde 1999. Dependerá de las artes de su entrenador Gregor Townsend y del talentoso Finn Russell, su estrella, manteniendo siempre una relación de amor/odio con Townsend, que ha censurado algunos de sus comportamientos pero sabe que no puede prescindir de él, y al que muchos cuestionan su capacidad para liderar el grupo. 
En Gales, la destitución de Pivac estaba cantada, ante los malos resultados en los últimos dos años. La solución ha sido una vuelta a lo conocido, al también neozelandés Warren Gatland, con el que el Puerro triunfó cuatro veces, tres con Grand Slam incluido. Y con él también regresan Leon Brown, Rhys Carré, Rhys Patchell, Aaron Wainwright, Rhys Webb y Owen Williams, que ahora capitaneará el experimentado talonador Ken Owens y cuya estrella es el eterno coloso, el segunda línea Alun Wyn Jones ya con 37 años y que puede superar las 160 apariciones con Gales. Su protagonismo sobre el campo va disminuyendo, pero será de gran ayuda para Gatland en estos momentos complicados para el vestuario de los Dragones. 
Finalmente Italia necesita urgentemente justificar su plaza en el torneo tras siete cucharas de madera consecutivas y parece que este puede ser el año. Con su nueva estrella, el zaguero Ange Capuozzo y el retornado Minozzi, Italia puede aspirar a ser competitiva. A falta del lesionado Garbisi y de Sisi, vuelve Polledri para dar más solidez a una delantera que ha ganado seriedad conforme acumulaban experiencia los Ferrari, Bigi, Fuser, Negri, Lamaro. En definitiva, hay estructura sobre la que construir crecimiento. Con el neozelandés Kieran Crowley al mando, da la impresión de que Italia, al fin, ha encontrado la senda buena. Con su presencia en el Seis Naciones cada vez más cuestionada, el año pasado ya dejaron buen sabor de boca, especialmente con la victoria ante Gales, y desde entonces han ganado cuatro de sus cinco partidos, incluido el de este otoño ante Australia. Ahora es un equipo más alegre, más dinámico y, sobre todo, mucho más sólido que puede dar más de una sorpresa. 

La primera jornada comenzaba el sábado 4 con el 
Gales 10 Irlanda 34. La selección de Irlanda presentó su clara candidatura al título en el torneo al derrotar con una tremenda autoridad al quince del Puerro a las orillas del Taff. Faltaba aún gente por tomar asiento en el Principality Stadium de Cardiff, cuando la delantera irlandesa tocaba a zafarrancho. Varias fases a la corta desembocaban en el ensayo de Doris, que anunciaba una tarde complicada a los incondicionales del Principality. El terremoto tuvo réplica poco después. Otra visita irlandesa a la 22, más oval para los ‘gordos’ del Trébol y cinco puntos para Ryan, convertidos en siete por Sexton, inmaculado en el pateo un día más. Para cuando Gales se intentó soltar, levantando rápido el balón en las fases de conquista para evitar que su oponente las embarrara, Keenan evitaba primero una marca de Dyer con una zambullida en su propia zona de anotación y después Lowe interceptaba una mala lectura en la transmisión local, lanzándose como un misil hacia el tercer ensayo irlandés de la tarde. Dos acciones defensivas determinantes, que demuestran que este grupo se mueve con soltura en cualquier escenario, tanto cuando es evidentemente superior como cuando le toca apretar los dientes. Con 3-10, Gales, en el retorno de su pastor, no se podía permitir el lujo de dejar una imagen tan pobre, especialmente en casa y a las primeras de cambio. 

Y tras la charla del descanso (Gatland debió hablar de orgullo en el vestuario), la cara del equipo cambió y el margen se estrechaba pronto con un posado de Liam Williams, que intentó evitar "in extremis" Porter desencadenando una pequeña tangana. Lo que siguió fue un acoso local y un endurecimiento de los contactos por parte de Irlanda, con Hansen aplicadísimo en su ala y McCloskey (un centro en el cuerpo de un segunda) haciendo retroceder rivales. La intentona galesa acababa en agua de borrajas por una temeridad de Williams, que fue a una disputa aérea demasiado fuerte y lo pagó con amarilla. Los Dragones se quedaron sin fuego e Irlanda aun tuvo reprís para alcanzar el ensayo que le daba el bonus ofensivo, con la firma de Van der Flier. Primer envite altamente satisfactorio para los hombres de la Isla Esmeralda, dejando la pelota en el tejado de Francia, que se enfrenta en Roma a Italia. 
GALES (3+7). Thomas, Owens, Francis, Beard, W. Jones, Morgan, Tipuric, Faletau, T. Williams, Biggar, Dyer, Hawkins, North, Adams y L. Williams. También jugaron Baldwin, Carré, Lewis, Jenkins, Reffell, Webb, O. Williams y Cuthbert. 
Marcador: 1 ensayo L. Williams (45'), 1 transformación Biggar (46') y 1 golpe de castigo Biggar (13').
IRLANDA (27+7). Porter, Sheehan, Bealham, Beirne, Ryan, O'Mahony, Van der Flier, Doris, Murray, Sexton, Lowe, McCloskey, Ringrose, Hansen y Keenan. También jugaron, Herring, Healy, O'Toole, Henderson, Conan, Murray, Byrne y Aki. 
Marcador: 4 ensayos Doris (2'), Ryan (8'), Lowe (20') y Van der Flier (72'), 4 transformaciones Sexton (3', 9' y 21') y Byrne (73') y 2 golpes de castigo Sexton (18' y 27').
Árbitro: Karl Dickson (Inglaterra). Amarilla a Liam Williams (65'). 

Inglaterra 23 Escocia 29. En un Twickenham abarrotado y tras perder el pasado año en Murrayfield ante los escoceses, Inglaterra se encomendaba a su nuevo entrenador para revertir la racha y llevarse la Calcuta. Escocia empezaba el partido por delante, con dos ensayos de Jones y Van der Merwe (5-12), aunque Inglaterra reaccionaba rápidamente, para irse por delante al descanso (13-12) con dos ensayos de Malins y un golpe de castigo de Farrell. 

 Sin embargo, la dinámica no continuó en el segundo tiempo. Aunque Inglaterra ampliaba de salida la diferencia, con ensayo de Genge transformado por Farrell (20-12) en el minuto 57, White y Russell recortaban pronto, para pegar a los del cardo en el marcador (20-19). Los de Borthwick empezaban a no tenerlas todas consigo aunque ampliaban la diferencia con un golpe de castigo (23-19) que era compensado enseguida (23-22). El dominio era local pero no se correspondía con el realidad y Escocia parecía peligrosamente cerca de romper una cortina defensiva inglesa que dejaba demasiados huecos. Finalmente lo lograba, de nuevo, con una trabajada acción colectiva coronada de nuevo por Van der Merwe a falta de tres minutos para el final, logrando el triunfo, con punto bonus incluido y además la Copa Calcuta. 
Es el tercer triunfo consecutivo de Escocia sobre Inglaterra y con él iguala su mejor racha histórica, que logró por última vez de 1925 a 1927 y antes, de 1894 a 96 y de 1903 a 05. La mejor inglesa es de nueve victorias consecutivas, de 1991 a 99. INGLATERRA (13+10). Genge, George, Sinckler, Itoje, Chessum, Ludlam, B. Curry, Dombrandt, V. Poortvliet, Smith, Hassell-Collins, Farrell, Marchant, Malins y Steward. También jugaron, Walker, Vunipola, Cole, Isiekwe, Earl, Youngs, Lawrence y Watson. 
Marcador: 3 ensayos Malins (23' y 37') y Genge (47') 1 transformación Farrell (47) y 2 golpes de castigo Farrell (42' y 64'). 
ESCOCIA (12+17). Schoeman, Turner, Nel, Gray, Gilchrist, Ritchie, Crosbie, Fagerson, White, Russell, Van der Merwe, Tuipulotu, Jones, Stein y Hogg. También jugaron: Brown, Bhatti, Berghan, Gray, Dempsey, Horne, Kinghorn y Harris. 
Marcador: 4 ensayos Jones (14'), Van der Merwe (28' y 73') y White (50'), 3 transformaciones Russell (15', 52' y 75') y 1 golpe de castigo Russell (68'). 
Árbitro: Paul Williams (Nueva Zelanda). No hubo exclusiones. 

Para el domingo 5 quedaba el 
Italia 24 Francia 29. Italia, en el Olímpico de Roma, hizo justo lo que se le viene pidiendo desde hace años. Competir a pecho descubierto, apretar los dientes y aprovechar las oportunidades que le lleguen. Empezó ingenua, encajando un ensayo madrugador, de Flament, por un error grueso en la 22 propia. Una patada a la caja de Varney fue tapada y posada por el segunda toulousain. Después una temeridad de Pierre Bruno avanzando en carrera lateral antes de intentar una patada en la que prácticamente ni tocó el balón, acabó en otra marca francesa, esta de Ollivon, que el árbitro anuló porque al retornado tercera se le cayó la almendra en el último momento. Aparecería el flair de Ntamack, que se puso a repartir patadas quirúrgicas y así fabricó otras dos marcas. La primera, ayudada por un error de Capuozzo en la recepción forzado por Penaud, que aprovechó Ramos; la segunda, con un timing perfecto entre El Príncipe y Dumortier, el nuevo arma del Gallo en los costados. Todo parecía ir viento en popa para la vigente campeona camino a su 15º Trofeo Garibaldi, pero la cosa se empezó a torcer con la primera aparición relevante en ataque de Capuozzo, que recibió con carril por delante, bailó a un placador excelso como Alldritt y finalizó en el banderín. Los cinco puntos de renta con que llegó Francia al descanso (14-19) sugerían un acelerón del Gallo para espantar las ilusiones italianas. 

Y en lugar de eso, se comió un ensayo de castigo en un intento de Ollivon de parar por lo criminal un poderoso maul local, que le costó la amarilla. Con Francia en inferioridad, la parroquia azzurra asistió perpleja al golpe de castigo pasado por Allan que daba la ventaja a Italia (24-22). Quedaban 20 minutos para el final y la sorpresa cogía cuerpo. Sobre el césped y en las gradas se lo creían. Se palpaba el jolgorio. El sueño no duró mucho, porque cinco minutos después Jalibert coronó una ofensiva relámpago de Les Bleus asistido por una descarga de Taofifenua (24-29). Su grito de rabia le puso cara al sufrimiento del equipo. Desde 2013, año de la última victoria italiana ante Francia en un partido de rugby, el margen más exiguo por el que la Azzurra había caído ante el Gallo eran dos puntos, el 23-21 de Saint Denis en 2016. Este domingo los transalpinos se acercaron mucho a ese registro (24-29) y por momentos se permitieron soñar con un triunfo que habría sido el espaldarazo perfecto al progreso que ofrecieron el año pasado. No ocurrió, pero los de Kieran Crowley salen muy reforzados de su debut en el Seis Naciones 2023, que convirtieron en un vía crucis para Francia. La defensa del Grand Slam sigue vigente, y seguramente contra Irlanda se verá otra cara. Sea como sea, es de justicia atribuir buena parte del mérito de lo ocurrido este sábado en Roma a una Italia que ahora sí justifica su plaza. 
ITALIA (14+10). Fischetti, Nicotera, Ferrari, Ferrari, Cannono, Ruzza, Negri, Lamaro, Cannone, Varney, Allan, Menoncello, Morisi, Brex, Bruno y Capuozzo. También jugaron Bigi, Zani, Ceccarelli, Iachizzi, Pettinelli, Zuliani, Fusco y Padovani. 
Marcador: 1 ensayo Capuozzo (31') +1 de castigo (50'), 1 transformación Garbisi (17') y 4 golpes de castigo Allan (13', 22', 41' y 61'). 
FRANCIA (19+10). Baille, Marchand, Antonio, Flament, Willemse, Jelonch, Ollivon, Alldritt, Dupont, Ntamack, Dumortier, Moefana, Fickou, Penaud y Ramos. También jugaron Barlot, Wardi, Falatea, Taofifenua, Lavault, Macalou, Le Garrec y Jalibert. 
Marcador: 4 ensayos: Flament (4'), Ramos (18'), Dumortier (26') y Jalibert (66'), 3 transformaciones: Ramos (5', 27' y 67') y 1 golpe de castigo: Ramos (46'). 
Árbitro: Matthew Carley (Inglaterra). Amarilla a Ollivon (50'). 
La próxima jornada, 11 y 12 de Febrero los partidos programados son  Irlanda & Francia y Escocia & Gales el sábado y el domingo el Inglaterra & Italia.

Sunday, February 5, 2023

Campeonato del Mundo Balonmano Mas. Polonia/Suecia 2023. Tercero para Dinamarca

El XXVIII Campeonato Mundial de Balonmano Masculino se celebraba conjuntamente entre Polonia y Suecia desde el 11 al 29 de enero, bajo la organización de la Federación Internacional de Balonmano (IHF) y las federaciones nacionales de los países anfitriones. 
Un total de treinta y dos selecciones nacionales de cinco confederaciones continentales compitieron por el título mundial, cuyo vigente campeón era el equipo de Dinamarca, vencedor en el anterior Mundial de Egipto en 2021. 
Tras el sorteo de los grupos que se llevó a cabo el 2 de julio de 2022 en Katowice, los ocho grupos quedaron distribuidos de la siguiente manera,

 con España debiendo enfrentarse a Montenegro, Chile e Irán en el grupo A, precisamente en la sede de Katowice. 
Con el sistema de competición habitual de ocho grupos iniciales de cuatro naciones, pasan a la segunda ronda, los tres primeros de cada uno, quedando descartados los ocho últimos, que juegan la Copa Presidente (puestos 25 a 32). Las 24 selecciones (llevando sus resultados correspondientes), se distribuyen para conformar cuatro nuevos grupos de seis equipos cada uno y jugando contra el resto de equipos con los que no se habían enfrentado. Los cuartos de final los disputan los dos primeros, que se cruzan primeros contra segundos de otros grupos, para los vencedores disputar las semifinales y la final, disputando los perdedores de esta, el bronce. 
Los 18 convocados por el seleccionador nacional, Jordi Ribera son: 
Porteros: Gonzalo Pérez de Vargas (Barcelona/ESP) y Rodrigo Corrales (Veszprem/HUN). 
Centrales: Ian Tarrafeta (Payx d'Aix /FRA) sustituido por lesión por Pol Varela (Granollers/ESP) y Agustín Casado Melsungen/GER) 
Laterales izquierdos: Miguel Sánchez-Migallón (Kielce/POL), Joan Cañellas (Kadetten Schaffhausen/SUI) y Dani Dujshebaev (Kielce/POL) 
Laterales derechos: Alex Dujshebaev (Kielce/POL), Jorge Maqueda (Nantes/FRA) e Imanol Garciandia. (Szeged/HUN) 
Extremos izquierdos: Ángel Fernández (Limoges/FRA) y Dani Fernández (Stuttgart/GER). 
Extremos derechos: Ferrán Solé (París Saint-Germain/FRA) y Kauldi Odriozola (Nantes/FRA) 
Pivotes: Gedeón Guardiola (Lemgo/GER), Iñaki Peciña (Pauc/FRA), Adrià Figueras (Chartres/FRA) y Abel Serdio (Wisla Plock/POL). 

La selección que consiguió la plata en el Europeo de 2022 cuenta con tres novedades entre los 18 seleccionados, : el pivote Abel Serdio, el extremo izquierdo Dani Fernández y el lateral Imanol Garciandía.
Fase de grupos previa
España competía en el grupo A con tres selecciones en teoría inferiores y a las que debía imponerse, empezando con Montenegro, su primer rival en la competición y que disputaba su segundo mundial, tras diez años de espera. España - Montenegro (30-25). Con la baja de Joan Cañellas, los nuestros empezaron con buen pie, ganando el siempre complicado primer partido. En el debut, con la necesidad de la victoria, se consiguió con relativa facilidad aunque nunca se tuvo a los montenegrinos demasiado lejos, gracias a su portero Simic, verdadero héroe de los balcánicos, aunque el triunfo español fue en esencia gracias a las pocas pérdidas de balón, la mitad del rival. Aunque sin expresarse abiertamente en la delegación española, existía más que respeto a este partido: Montenegro, un buen equipo, actuaba con menos presión; mientras que España, con la perspectiva a largo plazo, estaba obligada a ganar. Las obligaciones siempre generan nervios e inquietudes, y quizá por eso Jordi Ribera cambió bien pronto el 6-0 por el 5-1, da la sensación de que cada día le gusta más al seleccionador, utilizando a Odriozola de avanzado. España rotó a todos sus hombres, con Casado de lateral y Tarrafeta y Álex alternando en la posición de central, aunque en la recta final, y cuando el marcador aún no estaba sentenciado, Ribera les tuvo juntos en ataque para evitar complicaciones, llegando con 15-12 al descanso. Continuaba el juego español bastante coral, con protagonismo de todos, con Garciandía destacando de entrada con su lanzamiento exterior, con Agustín Casado desplazado a segundo lateral izquierdo por la baja de Cañellas, con Figueras de pivote ofensivo, con dos cambios iniciales de ataque y defensa, sin la apuesta de retirar el portero en ataque que tanto se había ensayado en Benidorm, y con la impresión de que Ribera se guardó muchas de sus bazas para momentos más comprometidos. 
El primer partido oficial entre España y Montenegro, (hasta ahora se habían enfrentado en dos amistosos con triunfo español) se saldaba con victoria española y buenas sensaciones. En condiciones normales la victoria le garantiza a España una plaza en la segunda fase, pues los demás rivales, Chile e Irán, son sobre el papel equipos menores siempre y cuando se mantuviera la humildad en los Hispanos.
En el siguiente, España-Chile (34-26), y pese a la insistencia en la jornada previa del seleccionador español de no bajar lo más mínimo la intensidad y la necesidad de aprovechar cada minuto del campeonato para seguir creciendo como equipo, a los "Hispanos" les costó arrancar especialmente en defensa, donde la novedosa pareja Iñaki Peciña y Abel Serdio, tuvo serios problemas para controlar a los pivotes chilenos, concediendo goles y penaltis que permitían al conjunto sudamericano aferrarse al marcador (6-6). Con la entrada de Guardiola, aportando consistencia, la mejoría defensiva fue evidente lo que permitía a España abrir brecha en el marcador (10-6). Mero espejismo, pues Chile, aferrada a las paradas de  Oliva y los goles de Feuchtmann, se aferraba al partido llegando a situarse a un sólo gol (14-13). El obligado tiempo muerto reactivaba a los Hispanos y dos goles finales permitían a España marcharse al descanso con tres tantos de ventaja (18-15). En la segunda España no lograba aumentar la diferencia (22-18) min 10, ante la tenaz resistencia de los chilenos, con su dupla Feuchtmann y, sobre todo, el portero Oliva, a la que se unía el joven central Matías Paya para reducir a tan sólo dos tantos (23-21) la ventaja de los de Jordi Ribera a menos de cuarto de hora para la conclusión. Sólo el cansancio del equipo chileno en el tramo final del encuentro permitía a España respirar, con los sudamericanos cometiendo más errores de los debidos y sacando a relucir su veloz contraataque, asegurar el triunfo (34-26) y la clasificación para la segunda ronda de un equipo español, que sufrió más de lo previsto para lograrlo y sin acabar de encontrar su juego. 
En el tercer duelo Irán - España (22-35). El conjunto español, escarmentado por los sufrimientos padecidos ante Chile, salía dispuesto a sentenciar la contienda cuanto antes y para ello, Jordi Ribera no dudó en apostar de partida por una agresiva defensa 5-1 con el voraz  Odriozola en el puesto de avanzado, y que no pudo salir mejor ante el novedoso equipo que presentó de inicio el técnico iraní, dejando a todos sus titulares en el banquillo. Osadía que le costaba encajar seis tantos a los ocho minutos (2-6). Con un tiempo muerto y todos los titulares a pista, Irán intento reaccionar. Pero ya era demasiado tarde, con los "Hispanos" lanzados, la brecha a los doce minutos era de siete goles (3-10) y el camino allanado, cerrando la primera mitad con diez goles de ventaja (11-21), que en nada se parecía al gris partido firmado ante Chile. El resultado permitía a Ribera hacer todo tipo de probaturas y dar muchos minutos al central Valera, que se incorporaba a la concentración del equipo español en sustitución del lesionado Tarrafeta. Lo que no impedía al conjunto español seguir ampliando su ventaja que mediada la segunda mitad ya alcanzaba los trece tantos (15-28), gracias en gran medida al buen trabajo de Pérez de Vargas. Ni así se relajaron los jugadores españoles, que querían cerrar la primera fase con las mejores sensaciones, en espera del durísimo camino que les aguarda en el siguiente turno ante equipos de la talla de Polonia, Eslovenia o Francia, consiguiendo al final darse un homenaje (22-35), con la mayor victoria del campeonato. 
España pasaba como primera de grupo llevando consigo 4 puntos, con Montenegro segunda por su victoria frente a Irán y arrastrando dos, mientras que Irán también pasaba pero con su casillero de puntos a cero. Chile se quedaba fuera habiendo perdido todos sus partidos. 
En el grupo B se enfrentaban Francia, Polonia, Arabia Saudí y Eslovenia. Y Francia presentaba sus credenciales ganando sus tres partidos y arrastrando 4 puntos con Eslovenia segunda, al imponerse a Polonia y pasando por tanto con 2 puntos. Polonia era la tercera en pasar, sin ningún punto y Arabia debería continuar disputando la Copa Confederación. 
En el grupo C, competían Suecia, Brasil, Cabo Verde y Uruguay, y la favorita Suecia no tenía problema en ganar sus tres enfrentamientos y pasar primera con 4 puntos, acompañada de la segunda, Brasil con 2 puntos, de su victoria ante Cabo Verde, accediendo también los caboverdianos a la siguientes fase, pero sin puntos. Uruguay se quedaba fuera. 
Y en el grupo D se veían las caras Islandia, Portugal, Hungría y Corea. Muchísima igualdad, tanto es así que las tres selecciones que pasaban lo hacían con los mismos puntos, 4, decidiendo el average general para el orden, primera Portugal, segunda Islandia y tercera Hungría, todas aportando dos puntos a la segunda fase. Se quedaba fuera Corea del Sur perdiendo todos sus partidos. 
En el grupo E, medían sus fuerzas Alemania, Serbia, Qatar y Argelia y la favorita Alemania se clasificaba primera con todos sus partidos ganados. También pasaba Serbia que ganaba a Qatar, y esta como tercera, sin aportar puntos a la segunda fase. La Copa Confederación la jugaba Argelia. 
En el grupo F, Noruega, competía con Macedonia, Argentina, y Países Bajos y se imponía con claridad, pasando con 4 puntos a la siguiente fase. La acompañaban Paises Bajos con 2 puntos y Argentina, sin puntos. No pasaba Macedonia. 
En el grupo G, pugnaban Egipto, Croacia, Marruecos y Estados Unidos. Y era Egipto la selección más fuerte ganando todos los partidos, seguida de Croacia y Estados Unidos, que accedían con dos puntos Croacia y sin puntos, los norteamericanos. 
Y en el grupo H, la lucha era entre Dinamarca, Bélgica, Bahrain y Túnez, no teniendo ninguna dificultad el equipo danés para meterse en la segunda ronda con tres claras victorias ante sus rivales. Mas igualdad entre el resto que se resolvía a favor de Bahrein, que se imponía a Belgica y empataba con Túnez, pasando con 2 puntos y los belgas que pasaban sin puntos a pesar de haber ganado a Túnez, que como última, no pasaba y no permitía a Belgica puntuar.

Segunda Fase. Sin grandes sorpresas pasaban a esta fase las 24 mejores selecciones. 
Grupo I. Englobaba a los tres mejores de los anteriores grupos A y B. Esto es España y Francia con 4p, Eslovenia y Montenegro con 2p y Polonia e Irán con 0p. 
El primer enfrentamiento era con la anfitriona España - Polonia (27-23). El equipo español apostando de partida por una agresiva defensa 5-1, intentaba impedir las penetraciones del central  Olejniczak y, sobre todo, sellar al "cañonero"  Sicko. Fórmula que si bien permitía a España recuperar el balón, no acababa de de dar el resultado apetecido, como demostraron los seis tantos, cuatro de Sicko y dos de Olejniczak, (7-6) min 10. Pero si los de Jordi Ribera no lograron la solidez defensiva necesaria, todo lo contrario ocurría en ataque, donde el conjunto español mostró una notable efectividad, primero con el pivote Figueras o el extremo Fernández, y luego con los hermanos Dujshebaev, especialmente Alex. La actuación ofensiva permitía a España mantenerse en todo momento por delante en el marcador, pero sin romper el partido. Con el paso a la defensa 6-0, y la presencia de Guardiola y Peciña en el eje de la zaga, el conjunto español logró en los siguiente seis minutos abrir una brecha de cuatro tantos (15-11) en el marcador. Una renta que se fue tan rápido como vino por la irrupción en el partido del central Jedraszczyk, aportando al ataque polaco la claridad de ideas que le había faltado bajo la dirección de Olejniczak (16-15 el descanso). En la segunda mitad las paradas de Pérez de Vargas comenzaron a desnivelar la contienda y consolidar el sistema defensivo español, que poco a poco fue maniatando a los jugadores polacos (23-18) min 17, hecho que obligaba al preparador polaco a recuperar a Jedraszczyk, que había arrancado el segundo tiempo en el banquillo. Polonia volvía a meterse de nuevo en el encuentro, tras (24-22) a menos de seis minutos para la conclusión, complicando la victoria española. Ahí fue cuando los "Hispanos" mostraron su madera de campeón y tirando de carácter, con dos formidables defensas, posibilitaron un nuevo despegue en el marcador (26-22), esta vez definitivo y al que Polonia ya no pudo responder. El 27-23 final sitúa a España en el camino hacia cuartos. 
Eslovenia - España (26-31). Conscientes de que la clave para doblegar al conjunto balcánico pasaba por impedir que los eslovenos dotarán de la velocidad y fluidez necesaria a su juego de ataque, los jugadores españoles se emplearon desde el principio a conciencia en defensa. Una perfecta sinfonía de ayudas y cambios de oponente que anulaba por completo la ofensiva eslovena, que alcanzados los primeros diez minutos de juego, tan sólo había logrado anotar un gol en estático. Más problemas tuvo el conjunto español con las rápidas contras de los eslovenos, pero si Janc es rápido en la salida de balón, no lo es menos Odriozola, que sorprendía una y otra vez con sus fulgurantes carreras. Goles fáciles que, unidos al buen hacer de Alex Dujshebaev, permitía a los Hispanos situarse con una renta de cuatro tantos en el marcador (2-6) a los nueve minutos de juego. La sustitución en la portería eslovena y la presencia de Urban Lejak, permitía a los balcánicos meterse de lleno en el partido, pues con la portería asegurada, Eslovenia pudo desplegar su veloz juego de transición, causando numerosos apuros a la defensa española, incapaz de frenar en carrera al lateral Mackovsek. Además su mayor fluidez en ataque permitía, a base de unos contra unos, no sólo gualar la contienda, sino situarse por delante en el marcador (14-13) a menos de cuatro minutos para llegar al descanso. Suerte para los españoles, que a pesar de la exclusión de Sánchez-Migallón, devolvían las tablas a un marcador (15-15) que dejaba todo por resolver en el segundo tiempo. 
En la segunda mitad los Hispanos siguieron mostrándose incapaces de controlar las fintas del central Bombac, que con sus penetraciones generó los espacios necesarios para que Eslovenia convirtiese cada uno de sus ataques en gol y a los que España respondía replicando cada tanto balcánico. El conjunto español encontró un alivio con las exclusiones de Dolenec y el entrenador Uros Zorman, que permitieron a los de Jordi Ribera situarse con una renta de cuatro goles (20-24) en el ecuador de la segunda mitad. Ventaja que parecía asentar definitivamente a la selección española, recuperando la misma estampa sólida en defensa que mostró en el arranque del partido y permitiendo a los Hispanos situarse con una máxima renta de cinco tantos (21-26) min 20, que aseguraron hasta la victoria Gonzalo Pérez de Vargas con dos paradas y Dani Dujshebaev con dos tantos. España entraba así en los tres últimos minutos de juego con unos insalvables seis goles de diferencia (23-29) en el marcador y con el 26-31 final la selección certificaba su clasificación a los cuartos de final, mostrando la madurez necesaria para sacar adelante un choque que le exigió como pocos en el torneo. 
España - Francia (26-28). En un encuentro en el que ambos conjuntos tenían ya el billete asegurado para cuartos, los dos parecieron pensar más en todo momento en futuros compromisos. Así, una primera plaza que en cualquier otro momento garantizaría, a priori, un cruce de cuartos más accesible, no lo era en esta, dada la entidad de los posibles rivales, Alemania o Noruega, que al jugar después, sí podrán "elegir" oponente. El duelo, en palabras de Nikola Karabatic resultaba un "buen amistoso", y así lo afrontaron los dos equipos con el objetivo de "trabajar y coger confianza" para los siguientes partidos. Preservando ambos a jugadores importantes de inicio era Garciandia, el que anotaba tres de los cuatro primeros tantos para España tomaba la delantera (4-3) en el marcador. Renta que se esfumaba por completo, con la propuesta de Jordi Ribera de atacar con siete y que no pudo tener peores consecuencias para el conjunto español, que encadar pérdida tras pérdida permitiendo a Francia escaparse (6-9) en el tanteador. La rectificación oportuna del seleccionador español, permitía a los "Hispanos" volver a empatar (9-9) a falta de ocho minutos para llegar el descanso, al que se llegaba con un marcador de (13-13) en un encuentro de "guante blanco", como atestiguaba la única exclusión con la que se cerró el primer tiempo, al español Miguel Sánchez-Migallón por estrellar el contraataque final en el rostro del portero. 
El conjunto español, arrancaba la segunda mitad con un punto más de intensidad, pues ganar a Francia siempre tiene un sabor especial y pasados once minutos los tres goles de ventaja (20-17) daban fe de ello, poniendo a prueba a Francia en gastar más fuerzas de las necesarias para buscar el triunfo. Entraron al envite los campeones olímpicos, y de la mano de un gran Nedim Remili, lograron igualar de nuevo el partido (22-22) a menos de quince minutos para el final. Empate que se deshacía a favor del equipo francés con una exclusión de Jorge Maqueda, que por segunda vez en el partido era sancionado con 2' por realizar mal un cambio, y que permitía a los de Guillaume Gille situarse con una renta de tres goles (24-27) a cinco para la conclusión del duelo. Suficientes para que la selección española encajara su primera derrota en el mundial (26-28). 
Con la victoria Francia terminaba primera del grupo al ganar sus tres partidos del grupo y pasaba a cuartos de final acompañada de España por sus dos victorias. Tercera finalizaba Eslovenia, 4ª Polonia, 5ª Montenegro y 6ª Irán sin estrenar el casillero 

Grupo II En este grupo se imponía la favorita Suecia que ganaba sus tres partidos y la acompañaba Hungría por mejor average que Islandia, tercera, ambas con dos partidos ganados. 4ª era Portugal, 5ª Brasil y 6ª Cabo Verde. 
Grupo III. En el tercer grupo pasaban a cuartos Noruega como primera y Alemania como segunda (al perder con Noruega) y no lo hacían, la 3ª Serbia, la 4ª Países Bajos, la 5ª Argentina y la 6ª Qatar. 
Grupo IV. Finalmente en el último grupo se imponía Dinamarca con dos victorias y un empate, pasando a cuartos con Egipto con dos victorias y quedándose fuera, la 3ª Croacia, 4ª Bahrain, 5ª Estados Unidos y 6ª Bélgica. 

Cuartos de final. 
Enfrentadas primeras contra segundas clasificadas, el primer emparejamiento correspondía al 
Francia - Alemania (35-28). Después de un mal comienzo francés (7-11) min 16, la sustitución del portero titular Gerard, incapaz de atajar ninguno de los 10 lanzamientos recibidos, por el suplente Desbonet, permitía a los suyos la remontada y llegar al descanso con empate a 16. En la segunda mitad, Desbonnet no sólo impidió una nueva escapada (18-20) de Alemania, sino que dio inicio a la definitiva remontada del conjunto francés con tres paradas consecutivas y cerrar una sensacional actuación con un 47 % de aciertos. 
Suecia - Egipto (26-22). A los locales les tocaba la única nación no europea en cuartos y Suecia haciendo valer su status se imponía fácil (14-9 al descanso) a Egipto. 
No era el caso de España en el siguiente duelo 
Noruega - España (34-35). Un encuentro que empezó cuesta arriba para los españoles, sin velocidad y fluidez a la circulación de balón en ataque. Los problemas ofensivos de España no tardaron en reflejarse en un marcador que a los ocho minutos señalaba un más que inquietante 6-2 en contra del conjunto de Ribera, que tuvo que pedir con urgencia un tiempo muerto. Ni así mejoró la selección española, que cuando lograba superar a la defensa noruega se topaba con su portero Bergerud. España no estaba dispuesta a rendirse tan pronto y aprovechando una nueva exclusión de la superestrella Sagosen, igualaba la contienda (7-7) min 16, con un parcial de 0-3. Una reacción que premió la mejoría defensiva del equipo español, que si en los primeros diez minutos de juego había encajado seis goles, en los diez siguientes sólo concedió la mitad, tres. Si hasta entonces Noruega no había tenido problemas para conectar con sus extremos y pivotes, poco a poco los Hispanos fueron cerrando todos los caminos hacia los jugadores de segunda línea, forzando errores que les permitieron empezar, por fin, a correr. A la carrera, sin necesidad de pasar por el ataque estático, el conjunto español logró dar la vuelta al tanteador para situarse por primera vez por delante en el partido (9-10) min 21, y mantenerse vivo en el partido como reflejaba el 13-12 con el que se cerró la primera mitad. Una mínima diferencia que se mantuvo (18-17) min 10 en el arranque de la segunda mitad y que se convirtía en un continuo intercambio de goles (22-22) min 20 con una espectacular aportación de Cañellas. Esa dinámica no favorecía al equipo español, que se siente más cómodo con marcadores más bajos, en los que prima el trabajo defensivo sobre el frenesí goleador. Entonces los porteros se hicieron eco de todos los focos, ya que si Saeveras detuvo un penalti a Cañellas, Pérez de Vargas lo hizo a Grondahl. Todo por resolver Con (24-24) min 25, quedaba todo por resolver. 

Y en ese tramo final todo pareció perdido tras el fallido lanzamiento de Alex Dujshebaev y que permití a Noruega afrontar los últimos veintidós segundos con un gol de ventaja (25-24) y la posesión del balón. Los nórdicos trataron de conservar el balón, sin la menor voluntad de atacar. Pasividad bien aplicada por los colegiados, que permitía a España anotar (25-25) y forzar la prórroga (25-25) con un gol final de Dani Dujshebaev. Tiempo extra en el que España tuvo la oportunidad de llevarse la victoria tras llegar a los últimos segundos por delante en el tanteador (28-29), pero que Noruega empataba en última instancia (29-29) provocando un segundo tiempo extra. No fallaba en este el equipo español, que tras entrar en el último minuto con un gol de ventaja (34-35), gracias a un latigazo de Dani Dujshebaev, vio cómo Pérez de Vargas detenía el lanzamiento final de Bjornsen con el rostro, lo que costaba la tarjeta roja al jugador noruego, que hasta entonces había convertido en gol sus nueve anteriores disparos. Una balonazo que bien valía una semifinal. 
El último duelo era el Dinamarca - Hungría (40-23), y a los vigentes campeones les correspondía una perita en dulce y no dudaron en saborearla. Con 21-12 al descanso, los daneses presentaban sus credenciales a la renovación del carnet. 

Semifinales. Una edición después se repetían las mismas semifinales del mundial anterior en Egipto y que ganaba Dinamarca para sumar su segundo título consecutivo. Ahora los daneses trataban de ser el primer país con tres mundiales seguidos, y llegar a los 27 encuentros sin derrotas (llevan 25). Enfrente estará España para cambiar el signo de la historia. También pasaban Francia y Suecia que se enfrentarían, por motivos logísticos, en la última semifinal. 
Primeramente se veían las caras 
España -Dinamarca (23-26). El partido ante Dinamarca, no iba a ser nada fácil para el conjunto español. Al conjunto español de salida, le costó ajustar su entramado defensivo y especialmente al pivote Saugstrup, que monopolizaba en los minutos iniciales el ataque danés, tras anotar dos tantos y forzar un lanzamiento de penalti. Circunstancia que exigía a los de Jordi Ribera a tener que marcar en cada uno de sus ataques si no querían ver escaparse en el marcador a un conjunto nórdico, que se maneja como pocos cuando los partidos se convierten en un intercambio de goles (3-3) min 5. Todo lo contrario que España que brilla más cuando los encuentros se dirimen por marcadores bajos y en los que las defensas se imponen con claridad a los ataques. Una responsabilidad anotadora que no tardó en pesar al conjunto español, que incapaz de dar vuelo a su ofensiva haciendo llegar el balón con fluidez a los extremos y pivotes, se vio abocado a concluir cada uno de sus ataque con precipitados lanzamientos lejanos (4-7) min 10. Parada tras parada, alguna meritoria pero generalmente sencillas, que permitieron a Dinamarca situarse a los quince minutos de juego con una ventaja de cuatro tantos (5-9) lo que obligaba al preparador español pedir con urgencia un tiempo muerto. El receso, no pudo ser más beneficioso para los Hispanos que con el paso a una defensa 5-1 y la presencia dos pivotes en ataque pareció reengancharse al encuentro, tras situarse a tan sólo un tanto (10-11) del conjunto nórdico a poco más de cinco minutos para llegar al descanso. Luego el conjunto español volvía a incurrir en los mismos problemas ofensivos, lo que aprovechaba Dinamarca, para cerrar la primer mitad con su máxima ventaja (10-15). 

En el arranque de la segunda mitad una Dinamarca muy centrada y organizada impedía que España redujera la desventaja (15-20) min 10, pese al empeño de Alex Dujshebaev, que pareció convertir cada ataque de los "Hispanos" en una cuestión personal. Ni aún así se rendía la selección española, buscando aferrarse al más mínimo detalle, ya fuera una parada de Pérez de Vargas o un gol del pivote Serdio, para creer en la posibilidad de la remontada. De hecho, España pareció en disposición de poder cuestionar la victoria danesa tras situarse a tan sólo dos goles (18-20) apenas superado el ecuador de la segunda, tras dos buenas defensas. El detalle llevaba al preparador danés a apostar por un ataque con siete jugadores de campo y que sólo servía para empeorar la situación (20-21) min 20. Sería una inoportuna exclusión de Odriozola lo que impidió a los "Hispanos" culminar su reacción (20-23) min 25, viéndose obligados a intentar un imposible, entrando en los últimos minutos de juego con una desventaja de tres goles. El conjunto español, con todo perdido, logró llevar al límite a conjunto danés tras disponer de un lanzamiento de penalti a menos de un minuto para la bocina, pudiendo haber reducido su desventaja a tan sólo un gol, soñando con poder forzar la "prórroga". Posibilidad que rompía Landin, al detener el lanzamiento de Solé, cerrando el duelo con un 45 % por ciento de paradas, un luminoso de 23-26 y condenando definitivamente al conjunto español a la lucha por la medalla de bronce. 
Se repetía la historia, tal y como ya ocurrió ante este mismo rival en la semifinales del Mundial de Egipto 2021 y los Juegos Olímpicos de Tokio. Una espesura ofensiva. 
Y en la segunda franceses y locales, 
Francia - Suecia (31-26). Tras un arranque igualado y de pocos goles, la selección de Guillaume Gille pegaba un estirón en el electrónico (6-3) min 11, explotando su trabajo defensivo, la efectividad de Mahé desde los siete metros y el juego con los seis metros. Suecia aumento su nivel defensivo, y dos exclusiones prácticamente consecutivas de los franceses, Tournat y Remili, permitieron a los locales acercarse (9-8). Pero ya con igualdad numérica, se precipitaba con varios lanzamientos rápidos intentando evitar que Francia armase su defensa, y lo pagaba caro con un parcial de 4-1 y (13-9) min 25. El tiempo muerto sueco no modificaba la diferencia u elluminoso al descanso era (16-12). A Suecia se le escapaba el billete para su 'final', y eso le obligó a arriesgar en la segunda parte con una defensa mucho más intensa. Francia, con un espectacular Remili, aguantó esa exigencia física hasta sobrepasado el ecuador del segundo acto, cuando su rival se puso a dos (24-22), min 47 pese a la escasa aportación de su portería ahora con Thulin sustituyendo a Palicka. Los amarillos habían hecho lo más difícil, asustar al campeón olímpico. Pero una exclusión de Pettersson oxigenaba a Francia, que recuperó los cuatro goles de ventaja tras dos paradas de Vincent y otros dos goles de sus pivotes (27-23), decisivos en los seis metros. Palicka volvió a pista, pero la selección gala, bajo la dirección de Mahe, sentenció la semifinal con la efectividad de sus pivotes (30-24) min 56. 
Francia con su defensa había destrozado a una Suecia perjudicaba por la baja del lesionado Jim Gottfridsson y los anfitriones sufrian en el ataque posicional para superar el duro 6-0 de los franceses y el luminoso final daba fe de ello (31-26). 

Y en la final se volvían a encontrar Noruega y Dinamarca. Los dos grandes dominadores del balonmano mundial en los últimos años volvían a enfrentarse apenas un año y medio después de que 'Les Experts' conquistaran su tercera medalla olímpica ante el vigente campeón mundial. 
Francia - Dinamarca (29-34). Francia y Dinamarca reeditaban en Estocolmo la final de los Juegos Olímpicos de Tokio. Esta vez parecía que Dinamarca no llegaba como siempre. Pero no fue así, con una nueva generación en escena, no hizo falta que Mikkel Hansen sostuviera a su equipo. No hizo falta. Otros tomaron su lugar y no se nota la ausencia del lider. Ya se conocía que Gidsel (23 años, lateral zurdo) tenía pinta de estrella para la década, pero con él llega otro talento extraordinario, Pytlick (22, diestro, lateral o central). 

Con la ayuda de Lauge (31), que con apenas protagonismo en este mundial, fue un coloso para los suyos, el dúo se bastó y se sobró para neutralizar a Francia. Landín, a su nivel, aseguraba la portería, y cuando su aportación decrecía, apareció Moller, para volverla a subir. Se decía que había levantado el pie del acelerador, que cuando empató con Croacia había dado muestras de agotamiento, pero en la final en Estocolmo, tras haber derrotado a España en semis, hizo un trabajo excelente ante un gran Francia (29-34). No sólo con el resultado, sino la manera, con la que el equipo danés alarga su reinado: tres mundiales de manera consecutiva, lo que no se había logrado hasta ahora. Un récord sin precedentes. 
La medalla de bronce se fue para España, 
Suecia - España (36-39). Es reconocido por todos que la medalla de bronce la gana el equipo que antes se repone del varapalo que supone quedarse a las puertas de la final y en ese sentido dio la impresión de que tanto españoles como suecos habían pasado página rápidamente. Pues a pesar del guardameta sueco Palicka, empeñado en emular al danés Landin con intervenciones decisivas en los primeros minutos de juego, España no se desmoronaba, encontrando en los lanzamientos de Cañellas y las circulaciones de Figueras en la línea de seis metros la fórmula para dar réplica a los goles del pivote sueco Darj, un problema irresoluble para la defensa española en el arranque del partido. De tal manera que la primera mitad se convertía en un continuo intercambio de goles que ponía a prueba el otro factor que se antojaba clave en el partido, el físico, tras afrontar ambas selecciones su noveno encuentro en diecinueve días. Un esfuerzo titánico que no parecía afectar al equipo sueco que no dejó de correr en todo momento, a diferencia del conjunto español al que parecía costarle un mundo el repliegue defensivo. Eso, unido a las paradas de Thulin que tras sustituir a Palicka bajo los palos encadenó de manera casi consecutiva cinco paradas que permitieron a los escandinavos situarse con una peligrosa ventaja de tres tantos (18-15) a cinco del descanso y que encendió todas las alarmas en el banquillo. Pero ni el tiempo muerto solicitado por Jordi Ribera sirvió para solucionar los problemas del equipo español, que siempre pareció llegar tarde en el repliegue defensivo, para gozo del extremo Hampus Wanne que cuando no anotaba al contraataque recibía el balón completamente solo. Demasiadas facilidades para un jugador de su efectividad y que con las seis dianas con las que cerraba el primer tiempo, condenaba a los "Hispanos" a ceder al descanso de cuatro tantos (22-18). Todo una montaña que escalar en una segunda mitad que arrancaba con un cambio en la portería española sustituyendo Rodrigo Corrales a un Gonzalo Pérez de Vargas poco acertado, y que detuvo cuatro de los cinco primeros lanzamientos que recibió. Lo que unido al paso a una defensa 5-1 con la presencia del incansable Odriozola en la posición de avanzado permitió a España no sólo enjugar la diferencia, sino situarse por delante en el marcador (23-24) a los cuatro minutos. Y es que, en el momento que el encuentro dejó ser un correcalles llegaron los problemas para el conjunto sueco, que se mostró mucho más errático cuando tenía que atacar en estático. Al contrario que el equipo español, que de la mano de Alex Dujshebaev y, sobre todo, del pivote Adrià Figueras, indetectable para los defensores escandinavos, se situaba con una ventaja de tres goles (26-29) al llegar el ecuador del segundo período y llegaba a (30-33) a falta de diez. Luego dos paradas magistrales, una primera de Corrales y otra posterior de Pérez de Vargas a lanzamiento de penalti de Ekberg, propiciaron el despegue del equipo español. Pero aún tendrían que sufrir un poco más los de Jordi Ribera que sentenciaron definitivamente la contienda (33-37) a tres minutos para la conclusión con una espectacular colgada entre Ángel Fernández y Alex Dujshebaev. La selección española no fallaba y con 36-39 de luminoso final se tomaba la revancha de la derrota encajada ante Suecia el pasado año en la final del Europeo y subía por sexta vez en los últimos cinco años al podio en una gran competición internacional, tras colgarse el bronce. 

Una medalla que se antojaba casi un imposible tras los cuatro goles de desventaja (22-18) con los que los "Hispanos" cerraron una primera mitad, en la que los escandinavos parecían imparables propulsados por el impulso de los más de 22.000 espectadores que llenaron la Arena de Estocolmo y que sólo el carácter irreductible de los españoles y una fe inquebrantable en sus posibilidades, con todo en contra, les permitieron dar la vuelta al marcador. 
El quinto puesto fue para los alemanes, Alemania-Noruega (28-24) que ya dominaban al descanso (16-13). Fue la decisiva actuación del portero alemán Andreas Wolff (19 paradas, tres de ellas en penaltis y un 43% de acierto) frenando a los noruegos en la segunda mitad cuando intentaban equilibrar el partido, desde que se descolgaron en los últimos minutos de la primera mitad. 
 Y el séptimo puesto era para Egipto, después de dos prórrogas. Egipto - Hungría (36-35), con un claro 17-11 al descanso, los húngaros devolvían la moneda a los egipcios en la segunda mitad para forzar una primera prórroga ineficaz y ceder en la segunda. 

La próxima cita, a principios de 2025, se repartirá entre Croacia, Dinamarca y Noruega

Thursday, February 2, 2023

Open de Australia. Djokovic consigue su 10º y suma 22.

La 111ª edición del Abierto de Australia, en sus habituales fechas de celebración de la última quincena de enero se disputaba en esta ocasión del 16 al 29 de Enero con la novedad de que los tenistas prorusos debían jugar sin bandera como represalia por la invasión de Ucrania por orden de Putin. 
El primer Grand Slam de la temporada contaba con la presencia de las mejores raquetas del tenis mundial, a excepción del número uno C. Alcaraz, M. Cilic o N. Kyrgios entre los varones y de P. Badosa y S. Halep entre las féminas. 

Empezando por la competición de las mujeres, eran nueve las representantes españolas con Garbiñe Muguruza y Nuria Parrizas como principales valedoras en el cuadro principal, teniendo que pasar por la calificación previa el resto, es decir, Rebeka Masarova, Cristina Bucsa, Aliona Bolsoba, Leyre Romero, Marina Bassols, Jessica Bouzas y Rosa Vicens.
En la cuadro de calificación, caían en primera ronda, Leyre Romero que perdía ante la uzbeka N. Abduraimova (6-2, 3-6 y 2-6) y Rosa Vicens que lo hacía ante la alemana E. Lys (3-6 y 4-6). Más lejos llegaban Rebeka Masarova que ganaba a la tenista rumana G. Lee (5-7 y 3-6) en la primera tanda, para ceder en la segunda fase frente a la italiana L. Stefanini (1-6, 6-3 y 6-3), Aliona Bolsoba que se imponía a la británica H. Watson (7-6 y 6- 3) en primera ronda perdiendo ante la ucraniana L. Tsurenko (1-6 y2-6) en segunda y Marina Bassols que ganaba en primera ronda a la griega V. Grammatikopoulou (2-6 y 1-6) para ceder en segunda ante la francesa K. Mladenovic (6-2, 6-7 y 7-5).
Hasta la ronda final llegaba Jessica Bouzas con victorias sobre la neerlandesa A. Rus (4-6 y 0-6) en la primera ronda y sobre la aussie E. Perez (6-3 y 6-2) en la segunda, cediendo con la tenista checa B. Fruhvirtova (6-3, 6-7 y 4-6) en la tercera y definitiva ronda quedándose a un pelo de acceder al cuadro principal, al que solo conseguía pasar Cristina Bucsa. 
Ya en el cuadro principal, Garbiñe Muguruza no pasaba de primera ronda, al perder ante la belga Elise Martens en tres sets y dos horas y media de partido G. Muguruza - E. Martens ( 6-3, 6-7 y 1-6). La Finalista de 2020 en su puesto más bajo del ranking desde 2013 (73ª) arrancaba con energía y manteniendo el servicio en dos momentos cruciales (salvando pelotas de ‘break’, para el 3-2 y el 4-3),sumergía a la belga en un mar de dudas que lanzaron a la española hasta la consecución del primer set. Después de un descanso más largo de lo habitual por el intenso calor las tornas cambiaron con un par de errores claves de la española que metieron a Martens en el partido y con la moral renovada, comenzó con un ritmo mayor un juego de desempate que acabaría apuntándose por 7-3. No pudo recuperarse del mazazo la campeona de dos ‘slams’, que se quejó durante la disputa de la tercera manga de unos problemas en el gemelo derecho, y cometiendo un total de 48 errores no forzados se despedía de Australia al ceder en el definitivo set 6-1. 
En cambio Cristina Bucsa, accediendo desde la ronda clasificatoria, donde se había impuesto a la local K. MacPhee (6-4 y 6-0), a la norteamericana A. Krueger (6-2 y 6-0) y a la nipona N. Hibino (7-6 y 6-2) ganaba su primer duelo remontando ante la alemana Eva Lys, C. Bucsa - E. Lys (2-6, 6-0 y 6-2) en 1h46 y el segundo, en este caso ante la canadiense Bianca Andreescu C. Bucsa - B. Andreescu (2-6, 7-6 y 6-4), también en tres sets pero mucho más complicado y casi tres horas de partido; para terminar cediendo claramente en tercera ronda ante la número uno del mundo, la polaca Iga Swiatek, I. Swiatek - C. Bucsa (6-0 y 6-1) en poco menos de una hora. 
Nuria Parrizas también llegaba hasta tercera ronda cayendo en su caso ante la croata Donna Vekic, N. Parrizas - D. Vekic (2-6 y 2-6) en una hora y de manera fácil. Previamente había eliminado en primera ronda a la brasileña Beatriz Haddad con apuros y un primer e interminable set de 1h21 con tie break de 14', B. Haddad- N. Parrizas (6-7 y 2-6), para deshacerse más fácil de la rusa Anastasia Potapova, en dos sets y 1h12 N. Parrizas - A. Potapova (3-6 y 1-6) en la segunda. 
Sin españolas y sin nombres importantes en el ranking mundial como Daria Kasatkina, eliminada en la primera ronda, o Veronika Kurdemetova y Oms Jabeur, en segunda, María Sakkari en tercera o la nº 1 Iga Swiatek y Caroline García en cuarta, la competición se quedaba con las ocho tenistas que más lejos habían llegado del torneo. 
Las tenistas que pasaban a cuartos de final, eran las bielorusas Victoria Azarenka y Aryna Sabalenka, la norteamericana Jessica Pegula, la checa Karolina Pliskova, la kazaja Elena Rybakina, la polaca Magda Linette, la letona Jelena Ostapenko y la croata Donna Vekic. Sin representación local y con mayoría del este europeo se mantenían tan solo dos top ten, Pegula (3ª) y Sabalenka (5ª). 
En el primer partido E. Rybakina - J. Ostapenko (6-2 y 6-4), la jugadora kazaja no tuvo mayor problema en desembarazarse de la letona en 1h19. El segundo duelo, entre la tenista norteamericana y la bielorusa J. Pegula - V. Azarenka (4-6 y 1-6) se resolvía también en dos sets para la tenista compitiendo ahora sin bandera y que en 1h37 se imponía a la número tres del mundo, accediendo a las semifinales de un major tras tres años de espera. 
El tercer partido correspondía al duelo entre la jugadora checa y la menos conocida tenista polaca y sorpresa del torneo, Linette. K. Pliskova - M. Linette (3-6 y 5-7), y sorprendentemente la 44ª del mundo se imponía a la checa en dos sets y hora y media de partido. 
Y finalmente, el duelo pendiente entre la 5ª y la 47ª del mundo A. Sabalenka - D. Vekic (6-3 y 6-2), se inclinaba del lado bielorruso después de 1h49 de dura lucha frente a la jugadora croata. 

Para semifinales, solo quedaban jugadoras del este europeo y el primer partido enfrentaba a kazaja y bielorrusa. 
E. Rybakina - V. Azarenka (7-6 y 6-3). La vigente campeona de Wimbledon quería añadir otro gran trofeo a su colección, pero enfrente se encontraba con una gran rival y excampeona aquí en 2012 y 2013. La semifinal arrancaba con una primera doble falta de Rybakina que se rehacía cerrando su primer juego con un saque directo después de un primer minuto sin apenas intercambios. Mucho más difícil lo tenía Azarenka, quien intentaba apoyarse en el servicio ante una rival que le restaba a los pies y que no tardaba en encontrar golpes ganadores. Con 2-2 en el luminoso era la bielorrusa quien tomaba la delantera en un partido de juego rápido y con golpes ganadores desde cualquier lado de la pista, Elena pasaba de estar 2-3 abajo a mandar por 5-3. Consciente de que tenía que ofrecer algo diferente para cambiar el rumbo del encuentro, Vika sumaba un punto de agresividad a su tenis y prolongaba el desenlace del primer parcial, pero aunque perdía la ventaja con la que iniciaba el tiebreak, Rybakina terminaba adjudicándose un primer set lleno de idas y venidas tras una hora de juego. En el segundo set la bielorrusa dejó de encontrar primeros y sin las sensaciones necesarias para pelear por una remontada cedía ante una Rybakina, que sintiéndose más libre desde el resto, la apretaba. Así, con una doble falta, Elena disponía de tres opciones para llevarse el triunfo, algo que conseguía a la segunda, con una pelota de la bielorrusa que se quedaba en la red. Tras 1h43 la jugadora kazaja alcanzaba la segunda final de Grand Slam de su carrera, en la que espera a la ganadora del otro duelo. 
En el segundo emparejamiento se veían las caras la sorpresa del torneo y la quinta del mundo. La bielorusa llegaba sin ceder un set en todo el torneo y eliminando a Vekic, en cuartos, Bencic en octavos y Mertens, Rogers y Martinkova en las anteriores, mientras la tenista polaca había dejado por el camino en las rondas previas a tres cabezas de serie: la estonia Anett Kontaveit (16), la rusa Ekaterina Alexandrova (19) y la francesa Caroline Garcia (4), cediendo un solo set frente a la estonia. M. Linette - A. Sabalenka (6-7 y 2-6), Sabalenka tras un primer set muy igualado ganaba más fácil el segundo para pasar a su primera final en un grande. Aunque la polaca comenzaba más ordenada y consistente, apuntándose una temprana rotura frente a una errática Sabalenka, no fue suficiente y a pesar de su solidez, la bielorrusa supo lidiar mejor con las condiciones ventosas y frescas que su rival, haciendo añicos la propuesta de la polaca en un juego de desempate que Sabalenka encarrilaba tras apuntarse los primeros seis puntos. Aunque cerraba la primera manga con nueve errores más que su rival, el furioso tenis de Sabalenka no bajó de revoluciones en el segundo set ante una Linette que perdía fuelle como consecuencia de sus exigentes defensas. La bielorrusa con un ‘doble-break’ acariciaba el pase para lo que sería su primera final. Pero no se rendía Linette, que conservó su servicio tras salvar tres pelotas de partido. No obstante en el siguiente juego y tras 1h33 de partido, Sabalenka cerraba el partido con su golpe estrella: una derecha ganadora. Ahora le esperaba la jugadora kazaja para culminar un inicio de 2023 magistral. 

Y a la final, accedían una tenista kazaja y una bielorrusa, dos pegadoras natas quemando bola bajo el cielo de Melbourne. Aryna Sabalenka buscaba obtener el premio al que parece predestinada desde hace años y que le ha sido esquiva por sus vaivenes emocionales y problemas para gestionar unos recursos inagotables en cuanto a potencia. Enfrente, Elena Rybakina, otra mujer que estructura su tenis en torno a la inexorable búsqueda del golpe ganador, que entiende este deporte como una manera de plasmar su abrasadora ambición por hacer que todo dependa de sí misma y que ya sabe lo que es ganar un grande, Wuimbledon 2020. Sabalenka, cuenta con un cara a cara favorable por 3-0 ante la kazaja Rybakina pues se impuso en los enfrentamientos que mantuvieron en Wuhan 2019 y en Wimbledon y Abu Dhabi en 2021. Rybakina ha llegado a esta final tras superar en semifinales a la exnúmero 1, Victoria Azarenka, en dos sets. También superó en tercera ronda a la finalista del año pasado, Danielle Collins, y a la número 1 del mundo, Iga Swiatek, en octavos de final. Además, se deshizo de la campeona de Roland Garros 2017, Jelena Ostapenko, en cuartos de final y sólo ha cedido un set. Enfrente la bielorrusa se enfrenta a su primera final de un Grand Slam aunque venía acercándose a ellas en sus últimas participaciones, siendo semifinalista en Wimbledon y el Open USA en 2021 y en el Open USA en 2022. Sin ceder un solo set, se deshizo de Linette, Vekic y Bencic en octavos de final. 
E. Rybakina - A. Sabalenka (6-4, 3-6 y 4-6), se enfrentaban dos pegadoras de pro, potencia en la mano de Rybakina, con más saques directos que nadie en este Abierto de Australia, con la velocidad en la mano de Sabalenka, que acumulaba más golpes ganadores que ninguna otra jugadora. Estaban tan apretadas las quinielas que ni siquiera el win predicador se atrevía a mojarse. Según la UTR, los porcentajes de victoria entre Aryna Sabalenka y Elena Rybakina estaban 50-50, aunque decir esto es lo mismo que no decir nada. ¿Quién llegaba mejor a la final de este Open de Australia 2023? Lo cierto es que las dos aterrizaban liberadas y con un colchón de confianza importante, el único factor desconocido era cómo afectaría emocionalmente pisar por primera vez una final de Grand Slam a la bielorrusa, pese a llegar invicta a la cita más importante de su carrera. 
El encuentro, tal como se esperaba comenzaba con contundencia, sin apenas peloteos, solo aces o buenos saques que dejaban la respuesta de la rival a medias. Pero en cuanto entendieron la forma de sacar de la oponente, la final se convirtió en un puro espectáculo de velocidad y pocas concesiones. Jugaba a favor de la kazaja su experiencia en estos escenarios y enfrente la propuesta de la bielorrusa era continuar con esa dominación de las rondas anteriores. Sin embargo, se encontró con una Rybakina que supo leer muy bien su estrategia y responder con diferentes opciones (más ángulos que potencia, sutileza en dejadas, bolas altas y más presión a la línea de fondo) a los letales derechazos de la rival, metiéndose en el partido y en la pista la kazaja, más centrada en los puntos importantes, y en esos 30-30 y ventajas, que inclinaban finalmente el primer set a su favor, en 34 minutos, con 7 golpes ganadores, a pesar de los 12 de la rival. 
En el segundo set, incluso con el marcador a favor sufría Sabalenka. Lograba por tenis, un break en el cuarto juego, pero aumentaba la cuenta de dobles faltas en cuanto Rybakina alcanzó el deuce. Sus temblores finalizaron con dos saques directos seguiidos y un grito a la grada para despejarse la tensión. Fue un golpe de efecto, pues arrinconada Rybakina, empezó a ver que sus sutilezas no eran tan efectivas ante esta Sabalenka enorme y muy centrada del segundo set. Ni siquiera salieron en su ayuda los saques directos con los que había marcado récords en este torneo. Ante los segundos servicios, menos peligrosos, Sabalenka se volcó sobre el resto para acribillar a la kazaja y cerrar el segundo set al servicio con otro gran juego de saque en 57 min. 

Ahora la bielorrusa era la dueña del partido por sensaciones, por ese subidón de haber encauzado la potencia a favor. El sufrimiento cayó del lado de Rybakina, que sin embargo, solventaba sus juegos aferrada a los tiros dirigidos y a ese primer servicio que volvía a recuperar. Sabalenka percutía, la kazaja se defendía. Pero fue la primera quien mantuvo ese puntito extra de chispa y efectividad con sus latigazos, impecable y sólida hasta el final (17 aces de Sabalenka por 9 de Rybakina; 51 ganadores, por 31 de su rival) porque la contienda superaba las dos horas de juego con todo igualadísimo (3-3). A pesar de tener varias oportunidades de romper el servicio de su rival, Sabalenka se mantuvo con la cabeza muy fría, aunque era todo un repertorio de gestos ante el hermetismo de la kazaja. No le afectó que Rybakina levantara dos opciones de rotura más o que le endosara un winner de resto con drive paralelo. Siguió a lo suyo, concentradísima en sus golpes y sus saques. Muy cómoda y sin notar siquiera la presión de lograr por fin el break y ponerse con 4-3 y saque. La potencia y el control siguieron de su lado, impecables sus paralelos bien de derecha, bien de revés, y aprovechándose de la fragilidad de Rybakina con su propia derecha. No tenía Sabalenka la experiencia de la kazaja en esta lucha por los grandes títulos, pero maniató los nervios con clase y velocidad. Incluso cuando Rybakina parecía que había aprendido a leer sus servicios. Afianzó el break con dos últimos saques letales, pero aún la esperaba otro examen, aferrada Rybakina al encuentro y obligar a su rival a ganarse el título con saque, donde los nervios juegan más que el corazón, la mano y la cabeza. Ahí se hizo enorme Sabalenka, que atrapó la Copa a la cuarta bola de partido, después de desaprovechar la primera por una doble falta, la segunda por un error con la derecha, y hasta una bola de break en contra porque Rybakina no quiso irse sin luchar hasta el final. 
Aryna Sabalenka, se llevaba del Abierto de Australia, en 2h28 y el circuito tiene una nueva campeona de Grand Slam. La tenista de Minsk, en la final más importante de su carrera, certificó su progresión como deportista aceptando un mal inicio de partido ante Elena Rybakina para luego ofrecer su mejor versión. Quizá no en lo tenístico, pero sí en lo mental. Después de ceder el primer set en esta temporada, abrió el tarro de las esencias hasta alcanzar la meta. Allí le esperaba la gloria, un escalón que siempre estuvo predestinada a ocupar. De momento asciende hasta el número 2 del ranking y permanece invicta en este 2023, con once partidos de nivel estratosférico. 
Su duro trabajo ha dado sus frutos sobre todo por la positividad y serenidad que ha transmitido en pista durante estas dos semanas. El caso de Sabalenka es un ejemplo más de que este deporte premia a quienes saben complementar su tenis con una buena mentalidad. 
La victoria de Sabalenka puede suponer también un cambio en el circuito, dominado con total claridad por Iga Swiatek durante el 2022. Ahora la bielorrusa, que ya ganó a la actual número uno en la última edición de las WTA Finals, parece haber adquirido la regularidad para pelear por cada evento que disputa, por lo que se ha ganado el derecho a ser considerada como una clarísima candidata al trono de Swiatek. 

En cuanto al cuadro masculino, la armada española estaba representada por once tenistas con la importante ausencia del uno del mundo Carlos Alcaraz, recuperándose de su lesión. 
Tres de ellos pugnaban por la calificación y ninguno de los tres la superaban, cayendo Pablo Andújar en la primera ronda ante el australiano A. Walton (1-6 y 2-6), y Carlos Taberner y Fernando Verdasco en la segunda, Taberner ante el norteamericano D. Kudla (7-5 y 6-3) y Verdasco ante el chino J. Shang (3-6, 6-2 y 4-6). 
En cuanto a los tenistas que accedían directamente al cuadro central eran Bernabé Zapata, Pablo Carreño, Jaume Munar, Roberto Bautista, Albert Ramos, Roberto Carballés y Alejandro Davidovich con Rafael Nadal, como principal aspirante al título, actual número dos mundial y primer cabeza de serie. A las primeras de cambio caían eliminados J. Munar ante el checo D. Svrcina (3-6, 2-6 y 2-6), B. Zapata ante el ruso Khachanov (7-6, 6-2 y 6-0), R. Carballés ante el serbio N. Djokovic (3-6, 4-6 y 0-6) y A. Ramos ante el norteamericano M. Cressy, pero este, en cuatro sets (7-6, 7-5, 3-6 y 6-3) por lo que hasta segunda llegaban solamente R. Nadal, P. Carreño y A. Davidovich. La actuación del manacorí fue acorde a sus prestaciones hasta que se lesionaba. En primera ronda batía, cediendo un set, al británico Jack Drapper, R. Nadal - J. Drapper (7-5, 2-6, 6-4 y 6-1) en 3h 41 pero caía en segunda frente al norteamericano Mackenzie McDonald. R. Nadal - M. McDonald (4-6, 4-6 y 5-7) en 2h 30 por lesión del español en el segundo set, aunque previamente el norteamericano se había impuesto en el primero e iba ganando en el segundo. P. Carreño se imponía fácil en primera ronda al argentino P. Cachin P. Carreño - P. Cachin (7-6, 6-1 y 7-6) pero cedía en segunda en cuatro sets ante el francés B. Bonzi P. Carreño - B. Bonzi (6-4, 6-4, 6-7, 1-6 y 6-7). En cuanto a A. Davidovich, ganaba en primera al kazajo A. Bublik, A. Davidovich - A. Bublik (6-0, 6-7, 3-6, 6-4 y 6-3) en cinco sets para ceder en segunda frente al norteamericano T. Paul, A. Davidovich - T. Paul (2-6, 6-2, 7-6, 3-6 y 4-6), en un duro partido de cinco sets y casi cuatro horas de partido.
Por tanto era Roberto Bautista  el que más lejos llegaba, hasta cuarta ronda, donde cedía ante la sorpresa norteamericana R. Bautista - T. Paul (2-6, 6-4, 2-6 y 5-7) en 3h 19, perdiendo el primer set, descentrado y amonestado por la jueza de silla y superado finalmente por el tenista norteamericano que apoyado en las direcciones que dibujaba su servicio y gracias a su templanza, aunque cede en la segunda manga, se impone en el pulso por ver quién ofrece más consistencia. El norteamericano jugando sin miedo además de transmitir calma percutía con su maza al saque; los 58 winners (11 aces) van descomponiendo las opciones del español, resiliente y rebelde, pero esta vez sin los argumentos necesarios para conseguir imponerse. Previamente había dejado en la cuneta al portugués J. Sousa (3-6, 2-6 y 2-6) de manera fácil en primera ronda; remontando en segunda al norteamericano B. Holt (6-4, 6-2, 3-6, 2-6 y 2-6) en un partido de 3 h y superando en tercera al británico A. Murray ( 1-6, 7-6, 3-6 y 4-6) en cuatro sets y 3h 29 de juego. 
Por tanto ninguno de los diez españoles pasaba a cuartos, en una pobre exhibición nacional en esta edición. Al igual que ellos caían nombres importantes, de la categoría de Berretini en primera ronda, Zverev o Ruud en segunda, Medvedev en tercera o Rublev y Rune en la cuarta. De los top ten sólo pasaban Djokovic y Tsitsipas, dando cuenta de la escabechina. 


Cuartos de final. Pasaban a esta ronda, tres norteamericanos S. Korda, T. Paul y B. Shelton, dos rusos K. Khachanov y A. Rublev, el griego S. Tsitsipas, el checo J. Lehecka y el serbio N. Djokovic. Por tanto el abierto australiano se quedaba sin representación local y con una edición más de dominio europeo. En el primer enfrentamiento el tenista ruso no tuvo problemas para pasar de ronda ante la retirada de su rival por lesión en el transcurso del tercer set K. Khachanov - S. Korda (7-6, 6-3 y 3-0), antes de las dos horas de partido y cuando llevaba el mando del choque. 
En el siguiente enfrentamiento, el jugador griego sólo necesitó tres sets y apenas dos horas y cuarto de partido para superar al joven jugador checo S. Tsitsipas - J. Lehecka (6-3, 7-6 y 6-4), que sorpresivamente había dejado previamente en la cuneta al canadiense F. Auger-Aliassime y al británico C. Norrie (sexto y undécimo del mundo). 
Para el tercer partido se emparejaban el jugador serbio y el otro jugador ruso. A. Rublev - N. Djokovic (1-6, 2-6 y 4-6) y el duelo entre 4º y 5º del mundo decepcionaba ante la superioridad del serbio, que en apenas dos horas se deshacía de su rival sin apenas oposición. 
Muy diferente al último enfrentamiento, el duelo norteamericano y único partido de cuartos que se tuvo que dirimir en cuatro sets. B. Shelton - T. Paul (6-7, 3-6, 7-5 y 4-6), tras tres horas de partido, el verdugo de Davidovich y Bautista y 35º del mundo, tuvo que poner toda la carne en el asador para deshacerse de su joven compatriota Shelton (89º) que le oponía fuerte resistencia ganando el tercer set. 


A semifinales llegaban por tanto Khachanov, Tsitsipas, Djokovic y Paul, enfrentándose en ese mismo orden. 
Es decir, en la primera, K. Khachanov - S. Tsitsipas (6-7, 4-6, 7-6 y 3-6) y el duelo entre los números 3º y 20º del mundo se resolvía a favor del tenista griego en 3 h 21, después de imponerse en los dos primeros sets y que le ganara el ruso el tercero en el tie breack, para terminar ganando fácil el cuarto y presentarse en la final de un grande dos años después. 
En la otra, el partido entre Djokovic y Paul, resultaba más sencillo para el tenista serbio N. Djokovic - T. Paul (7-5, 6-1 y 6-2), que en 2h 20, resolvía el choque presentándose en su 10ª final consecutiva (con el vacío del 2022 por el tema covid). Final inédita por tanto. 

Y en la final, S. Tsitsipas - N. Djokovic (3-6, 6-7 y 6-7) se enfrentaban el actual número cuatro contra el número cinco. 21 gran slam frente a uno. Nueve abiertos de Australia frente a ninguno. Djokovic y Tsitsipas se habían enfrentado en once ocasiones y las últimas nueve las había ganado el serbio. En el actual torneo habían tenido un recorrido muy parecido; Carballés, Couacaud, Dimitrov, De Minaur, Rublev y Paul para el serbio e Hijikata, Griekspoor, Sinner, Lehecka y Khachanov para el griego, cediendo un set Djokovic ante Couacaud y tres Tsitsipas, sufriendo especialmente con Sinner y tener que jugar cinco sets y menos con Khachanov. 
Contrastadas las diferencias y estando los nervios a flor de piel, resulta muy difícil que no afecten en el juego cuando se tiene un estilo como el de Tsitsipas. El tenista griego que necesita una precisión máxima en su tenis, una viveza de piernas exquisita para conectar cada golpe en el timing perfecto y desarrollar su tenis incisivo, arrancaba una final de Grand Slam ante el dueño y señor de Australia. La tarea no era sencilla y se plasmó en los compases iniciales del primer set, con una evidente pesadez de piernas del heleno. Timorato en sus tiros, lento en los desplazamientos y espeso de mente. Stefanos se vio pronto a remolque en el marcador y tan solo el servicio le libró de un mayor correctivo, ya que únicamente fue capaz de ganar cuatro puntos al resto en el primer set (3-6), no necesitando Djokovic su mejor rendimiento para dominar, mostrándose sólido de fondo de pista y tranquilo a nivel mental. 
Se preveía que las cosas podrían cambiar en la segunda manga, al menos en cuanto a sensaciones, y así sucedía.
La mejoría del griego fue evidente, empezó a tirar más profundo, a moverse con sentido y no perder tanta pista con su revés. Novak mantuvo el desafío y aunque no estaba con las mejores sensaciones y mostraba su tenis a coletazos, mantenía una consistencia tan notable que le permitía sostener las riendas de un Tsitsipas que amagaba con desbocarse. El tenista heleno llegaba a tener una bola de set en el décimo juego, pero jugó algo contemplativo y lo pagó caro. También rindió por debajo de lo esperado en un agónico tiebreak en el que ambos jugadores fueron incapaces de mostrar su mejor versión, siendo ese contexto claramente favorable a una leyenda como el balcánico, especialista en ganar por inercia competitiva (6-7). 
Con dos set abajo, se podría esperar un hundimiento moral de Tsitsipas en el tercer parcial, pero siguió aguantando y procurando encontrar ese estado de excelencia que le permitiera reducir errores no forzados y dominar con más continuidad los intercambios. Consiguiendo un alentador break en el juego inicial, pronto se topó con la respuesta de Djokovic, equilibrando el marcador. Si el heleno, fiel a su estilo, buscaba encontrar alguna rendija en el juego de su rival esperando cuajar el milagro, el serbio aprovechaba cualquier mínima oportunidad para adquirir la iniciativa y sintiéndose superior en los momentos decisivos, el balcánico plenamente concentrado, arrasaba en un tiebreak perfecto (6-7).
Campeón merecido e incontestable el jugador serbio lo conseguía. Ganar el partido a Tsitsipas (11 victorias a 2), su décima final en Australia (10 de 10) y su 22º Grand Slam. 
De este modo alcanza a Nadal en la cima del mundo y vuelve a liderar la lista de jugadores mundiales, desbancando a Alcaraz del uno mundial.