El LXXXIV Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta se ha disputado en Bergen (Noruega) entre los días 17 y el 24 de septiembre, bajo la organización de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Unión Ciclista de Noruega.
Comenzando por los hombres, la
selección española élite masculina acudió sin muchas expectativas.

Bajo el mando de Javier Mínguez, para esta ocasión había convocado a Jonathan Castroviejo, Gorka Izaguirre, José Joaquín Rojas, Marc Soler, Imanol Erviti y Jesus Herrada del Movistar, Lluis Mas del Caja Rural, Luis León López del Astana y David de la Cruz del Quick Step y sin la presencia de Mikel Landa ni Juan José Lobato en la lista, descartado Valverde recuperándose de una lesión por la caída sufrida en el Tour de Francia. Un bloque homogéneo con prácticamente nulas opciones de victoria y que correrían con la intención de romper la carrera en busca de un milagro y confiando los galones a José Joaquín Rojas tras su espléndida Vuelta.
En un recorrido con una única cota, son varios los ciclistas que a priori podian tener opciones de victoria:
En primer lugar los noruegos por jugar en casa con Kristoff y Hagen como apuestas seguras además de Hoelgaard y el resto. Eslovaquia no necesita a nadie más que a Sagan, máximo candidato a la victoria final. El bloque belga, muy compacto, seguramente será juez y parte del desenlace final, con los Van Avermaet, Gilbert, Stuyven, Naesen, Benoot, Keukeleire, Teuns, o Wellens, pletórico de forma. Australia partirá con el objetivo claro de llevarse el oro con Mattehws, al que el final del recorrido de Bergen beneficia. También habrá que contar con Colombia y el correoso joven Gaviria, además de López y Urán en su labor de trampolín a su opción de medalla de su compañero. Suiza cuenta con la baza de Albasini (ojo si llueve y el piso está mojado) que bien acompañado por Dillier o Küng le harán el trabajo previo de selección en Salmon Hill. Polonia cuenta con el siempre peligroso Kwiatkowski. Italia con Colbrelli, Moscon, Trentin o Viviani, tiene diferentes posibilidades de victoria. Dinamarca corre al lado de casa y cuenta con opciones reales con Cort y Valgren, sin desmerecer a un jovencísimo Pedersen. Francia, jugará las bazas de Alaphilippe y Gallopin, presentando una selección donde se echa de menos a alguno de sus llegadores, sobre todo a Demaré por el gran momento de forma que presentaba. Gran Bretaña con Kennaugh y Stannard intentará romper la armonía de la carrera. Holanda trae un bloque para trabajar para Dumoulin, con la aportación extra de Terpstra o Mollema para meterse en el desenlace de la prueba. Portugal intentará realizar un buen papel con Costa y finalmente Alemania sin Degenkolb, confiará sus opciones en Arndt y Zabel.
La prueba unía las ciudades de Rong y Bergen en la región de Vestlandet, la puerta de entrada a los famosos fiordos noruegos, sobre una distancia de 267,5 kms. En Bergen se entraba en un circuito totalmente urbano al que se dan once vueltas de 17,9 kms con una única cota (Salmon Hill) de kilómetro y medio al 6,4%, con pendiente máxima de 7,8%. Después, un descenso de tan solo 1 km que a priori no parece complicado, a menos que aparezca la lluvia (no se espera agua para el fin de semana). Y el circuito finaliza sobre unos 10 kms totalmente llanos regresando hacia el centro de la localidad entre barcos pesqueros y aficionados (que poblaron las calles a diferencia de los últimos mundiales en Doha).
La desenlace se ciñó a la última vuelta, y fundamentalmente al sprint final, pero anteriormente fue animada en sus dos terceras partes por un fuga de diez corredores, con el Movistar costarricense Amador entre ellos, que fue cazada en la séptima vuelta.
En la octava se produjo otro corte, éste más serio con De la Cruz y el colombiano Pantano entre sus ocho componentes, pero fue neutralizado en una penúltima vuelta en la que también lo intentó el balear Mas, que pasó en cabeza por la meta.
El ataque del Caja Rural fue el canto del cisne de una Selección Española hasta entonces protagonista a pesar de no estar entre las favoritas al podio, y que probablemente perdiera todas sus opciones en la caída en la que se vieron involucrados, entre otros, Herrada y De la Cruz en la última subida a Salmon Hill. y que cortó a los pesos pesados del equipo, los murcianos Sánchez y Rojas, en el momento decisivo.
En la última vuelta, ha atacado el francés Alaphilippe en Salmon Hill a 12 kilómetros de meta y a su estela, el italiano Moscon y, aunque no llegaron a abrir ni 10 segundos de diferencia, durante unos kilómetros mantuvieron 8 y la esperanza de ser oro y plata. Con el bronce se ilusionó el bielorruso Kiryienka, que también dejó el control del pelotón y que conjuntamente con el austríaco Polstberger, intentaron llegar a por Alaphilippe y Moscon. Aguantó más Kiryienka, pero el pelotón ya venía desatado con ataques y contraataques constantes y, tras cazar al danés Nielsen en el último kilómetro, llegó el momento de los más veloces.
Entre ellos emergió, como no podía ser de otra manera, Sagan, que cogiendo la estela de Kristoff, que lanzó la `volata´, le remontó y finalmente le aguantó en un último y desesperado intento del noruego de hacer feliz a los numerosos aficionados que se acercaron a ver la carrera en vivo. El tercer lugar del podio ha sido para el australiano Matthews.

En el grupo principal de 26 no entraba ningún corredor de Javier Mínguez, que tuvo que esperar 1 minuto y 4 segundos para ver llegar al primero de los suyos. Era Castroviejo, en el puesto 32. En resumen, muchos kilómetros pero apenas emoción. Y la televisión tampoco ayudó, porque cuando Alaphilippe marchaba solo en cabeza, a tres de meta, la realización perdió la señal en carrera y solo una cámara fija en el último kilómetro esperaba acontecimientos. Cuando finalmente aparecieron los corredores, ya el francés había sido neutralizado y los esprinters peleaban por la posición.

El eslovaco conquistaba así su tercer Mundial en ruta consecutivo, algo nunca visto antes, ingresando en el selecto club de corredores con tres triunfos y al que pertenen Alfredo Binda (1927, 1930, 1932), Rik Van Steenbergen (1949, 1956, 1957), Eddy Merckx (1967, 1971, 1974) y Óscar Freire (1999, 2001, 2004). Ni la fiebre de los últimos días que venía arrastrando desde su periplo por tierras americanas y que le hizo perderse la crono por equipos, ni el hecho de no contar con una escuadra potente para protegerle hicieron que Sagan no respondiera a su condición de favorito. En la salida, sus rivales parecían relamerse al ver al 'Bicho' en un momento que podía ser de debilidad y en carrera intentaron ponerle en apuros en todo momento. Especialmente Francia e Italia. Pero fue imposible. Su superioridad en este tipo de carreras es demoledora, no tiene rival.
En la
categoría Sub-23 el francés Benoit Cosnefroy se ha proclamado campeón del mundo al imponerse, tras un recorrido de 191 km, al alemán Lennard Kanma, medalla de plata, en un esprint entre ambos. Les ha acompañado en el podio el danés Michael Carbel Svengaard, bronce, que se ha impuesto en el sprint del pelotón de 37 corredores que han llegado a meta a 3 segundos de los dos primeros.
En ese grupo se encontraban el asturiano Iván García Cortina y el guipuzcoano Jon Irisarri, que han terminado en las pociones 21 y 25.
Los dos primeros tercios de carrera estuvieron marcados por una escapada de una docena de corredores, con el portugués Fernandes en ella, que se formó ya en la primera vuelta al circuito y que se mantuvo por delante hasta la séptima, que fue cuando se desataron las hostilidades serias, pues justo al ser cazada la primera fuga, se formó otra ya con corredores importantes y con opciones, como el estadounidense McNulty y el británico Davies, plata y décimo respectivamente en la crono.
Los españoles no entraron en el corte y las cinco piezas de Pascual Momparlet se pusieron a tirar del pelotón para cazar a los escapados. Entre los que, sorprendentemente, cedió rápido McNulty. Esa actitud española provocó mucha pelea en la cabeza del gran grupo, que se aceleró mucho y alcanzó a los fugados a 31 km de meta. En la última subida a Salmon Hill el francés Cosnefroy primero ha cazado al aleman Kanma, que había rebasado con anterioridad a un grupo de seis escapados con el uruguayo Mauricio Moreira y el colombiano Wilmar Paredes; después, tiró del dúo; y, finalmente, con el pelotón amenazando caza y Cortina agotado, batió al alemán en el mano a mano particular por la primera posición.
El danés Julius Johansen se proclamó campeón del mundo en la
categoría júnior, al imponerse a los italianos a Luca Ratelli y Michele Gazzoli que se llevaron la plata y el bronce. Johansen, que estuvo escapado antes muchos kilómetros, cimentó su triunfo con un incontestable ataque a unos 14 kilómetros de meta, ya en la última vuelta del circuito y coincidiendo con una caída del local Idar Andersen, uno de los grandes favoritos. El danés no miró atrás y ni siquiera el poderío de la selección italiana puso en peligro su incontestable victoria. Los 'azurri' en bloque lo intentaron pero no pudo ser. Tras ganar Johansen en solitario se presentaron en recta de llegada un minuto por detrás Rastelli y Zana, con ventaja sobre un pelotón que parecía condenado a sprintar por la cuarta plaza. Pero en los últimos metros Zana cedió, Rastelli aguantó la plata como pudo y Gazzoli comandando el grupo se hizo con el bronce ante el acoso del alemán Niklas Markl y el británico Jake Stewart, cuarto y quinto. 135,5 km
La selección española no hizo una mala carrera para tener solo tres corredores, pero Carlos García Pierna, él único que entró en el grupo cabecero no entró en el esprint acabandó el 40º a cuatro segundos del primero.

En cuanto a las mujeres: en
la categoría élite fue la holandesa Chantal Blaak la vencedora, sobre un trazado de 152,8 km al imponerse en solitario con un tiempo de 4 h 6´ 30", por delante del pelotón comandado por la australiana Katrin Garfoot y la danesa Amalie Dideriksen, plata y bronce respectivamente.
La carrera se puede resumir en el único trabajo de Holanda, que ha estado en todos los cortes, ha liderado todos los ataques y que hasta centímetros de la meta ha podido conseguir un espectacular triplete.
El gran grupo, de treinta unidades, justo en la meta ha cazado al corte de seis del que había saltado unos kilómetros antes Blaak y que parecía destinado a jugarse la plata y el bronce. En ese grupo estaban sus compatriotas Van Vleuten y Van der Breggen, cuarta y octava, además de la australiana Garfoot, segunda, y la polaca Niewiadoma, quinta. La danesa Dideriksen ha llegado al bronce desde el pelotón. Entre las diez primeras entraron la luxemburguesa Christine Majerus 6ª , la noruega Susanne Andersen 7ª, la sueca Emilia Fahlin 9ª y la italiana Elena Cecchini 10ª y donde estaban también las españolas Sheyla Gutiérrez y Mavi García, 17ª y 31ª respectivamente y todas con el mismo tiempo, a 28 seg. de la ganadora.
Y en cuanto a
la categoría junior, la italiana Elena Pirrone ha sido la vencedora, esta vez sobre un trazado de 76,4 km, imponiéndose en solitario con un tiempo de 2 h 6´ 17"a un grupo encabezado por la danesa Emma Jorgensen segunda y a la también italiana Letizia Paternoster tercera. La ganadora ha cimentado su triunfo en un ataque a dos vueltas del final. El grupo perseguidor de 16 corredoras y en el que no iba ninguna española no pudo contactar con la escapada entrando a 12 seg.
La próxima cita será en Innsbruck, Austria, del 22 al 30 del septiembre en un circuito muy exigente, con rampas de hasta el 25 %