Carolina Marín (Huelva 15/06/1993). Veinticinco años. Otra vez lo consigue, su tercer título continental.
Su paso por el campeonato ha sido el siguiente:
como número 7 del ranking mundial, entró directamente a dieciseisavos, enfrentándose a la thailandesa Busanan Ongbamrungphan, venciéndola cómodamente (21-9 y 21-8) y pasando a la siguiente ronda.
En octavos le tocaba enfrentarse a la japonesa Sayaka Sato (15ª del ranking) y a la que también venció con contundencia, aunque esta vez con más lucha (21-7 y 21-13).
Para cuartos de final esperaba la india Saina Nehwal (10ª) , a la que superó con solvencia (21-6 y 21-11). La onubense pasaba por encima de una Saina impotente de inicio a fin ante el juego agresivo y pleno de energía y velocidad de Marín. Con rápidas transiciones de fondo de pista a red -donde sigue demostrando un nivel incluso superior al de sus mejores versiones del pasado- la española desarboló en todas las acciones del juego a la india.
Con un 3 de 3, inmaculado y la medalla en el bolsillo esperaba en semifinales, la sexta del mundo, He Bingjiao. La joven china de 21 años dio la gran sorpresa de la competición al derrotar a la taiwanesa Tai Tzu Ying, nº 1 del ránking mundial y auténtica sensación de 2017 y 2018, pues venía de encadenar una racha este último año de 31 victorias en 32 partidos con cinco títulos y un subcampeonato en los mejores torneos del World Tour. Con un balance de 3-1 favorable a Marín, el último enfrentamiento data del Indonesia Masters de enero de 2018 donde se imponía He en tres sets.
Además, la jugadora china tenía tras de sí una masa de más de 10.000 compatriotas que llenando el Nanjing Qing'ao Sports Park, no pararían de animar a su compatriota.
El marcador del partido fue (13-21, 21-16 y 21-13), en 1 hora y 9 minutos. He, demostrando una gran regularidad y un juego mezcla de capacidad física, potencia de remate y variabilidad en el golpeo se llevó el primer set con solvencia.
Tocaba remontada, en un partido de menos a más y en una demostración de lucha y confianza ciega en su objetivo, Carolina Marín en una situación que se complicó en exceso y con una He que parecía inexpugnable, supo no salirse del plan marcado y dar la vuelta al choque para obtener la victoria. La española superó una situación muy complicada asentada en un juego de ataque que desarboló el de la china, del segundo set en adelante. Con gran despliegue físico y un gran juego tanto desde el fondo como y sobre todo, en la red, la china se mostró eficiente hasta la perfección durante la primera manga a pesar de los continuos intentos de Marín de hacerse con la iniciativa del juego y romper la dinámica ganadora de la china. El 13-21 inicial ponía las cosas muy difíciles, no solo por el marcador, sino también por lo visto sobre la pista.
La segunda manga fue totalmente diferente, con la onubense llevando la iniciativa en los intercambios, asentado el juego en un gran despliegue físico que presionaba hasta el fallo a la jugadora china. La española jugaba ahora sí en base al plan de juego marcado junto a su equipo técnico.
El tercer set fue idéntico al segundo, salvo por una leve reacción de la china que recordó ligeramente el juego de la primera manga buscando alejar a la española de sus zonas de ataque. A pesar de ello, Marín era ya muy superior en todas las facetas del juego y cerró un pase a la final trabajado y merecido.
Y en el partido de la final se encontró con la tercera del ranking, la india Pusarla.V. Sindu, repitiendo la final olímpica y en la que ganó, pero que en los tres enfrentamientos posteriores había perdido. Con ese mal precedente y a pesar de que el partido se retrasó una hora, la onubense no se impacientó y mantuvo las buenas sensaciones desde el principio. Venció en dos sets 21-19 y 21-10 en 46 minutos de partido.
Marín sabía que tenía ante sí un reto mayúsculo. La española tuvo un gran arranque y le llevó apenas un minuto ponerse por delante en el marcador (3-1). Sin embargo, su rival no se quedó con los brazos cruzados y apretó los dientes en un primer set en el que llegaron a estar empatadas hasta en tres ocasiones poco después de superar el ecuador. Pero cuando llegó el momento de la verdad, Carolina dio la cara. Fue a raíz de que la india recibiera una llamada de atención por perder tiempo entre punto y punto, y tras realizar un mal golpe, la onubense consiguió hacerse con el primer set.
Un mazazo para Sindu que durante la segunda manga no mostró el mismo carácter e intensidad.
Marín consiguió sin problemas los primeros puntos y a mitad del segundo set ya llevaba una ventaja muy grande (11-2). Después se limitó a mantener la ventaja hasta que terminó el set.
Carolina comentaba al proclamarse vencedora: «Para mí esta medalla es muy especial, después de pasar un tiempo complicado. Gracias a todo mi equipo por creer siempre en mí y por hacerme creer a mí misma, en que puedo ganar otro campeonato del mundo».
El título la aúpa a mejor jugadora del mundo de badminton de todos los tiempos al ser la única en hacerse con tres oros en campeonatos del mundo por delante de las chinas Li Lingwei, Han Aiping y Xie Xingfang.
Tan sólo dos mujeres del viejo continente habían logrado el título mundial en la historia (las danesas Lene Koppen y Camilla Martín en 1977 y 1997).
El resto de la participación española en los campeonatos celebrados en la capital china entre el 30 de Julio y el 5 de Agosto, se resume en la eliminación de Beatriz Corrales en su único partido, en dieciseisavos, a manos de la británica Chloe Birch en dos sets 21-17 y 21-19 en mujeres, y en la de hombres, Luis Enrique Peñalver, que pasó a dieciseisavos directamente por la incomparecencia del japonés Kazumasa Sakai, cayó a manos del hindú Sai Praneeth en tres sets 21-18 y 21-11. Pablo Abián ganó en primera ronda al británico Toby Penty (21-18 y 21-6) para caer en segunda ante el hindú Srikanth Kidambi en tres set por 21-15, 12-21 y 21-14.
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