Thursday, September 15, 2022

Tenis. Open USA. Título para Carlos Alcaraz

Del 30 de Agosto al 12 de Septiembre se ha celebrado, en las canchas de superficie dura del USTA Billie Jean King National Tennis Center en el parque de Flushing Meadows, al norte de Queens en Nueva York, el Abierto de Estados Unidos, cuarto y último Grand Slam de la temporada. 
La 142ª edición del torneo contaba nuevamente con presencia de público sin restricciones. Con las mejores raquetas del mundo, faltaban a la cita nombres importantes en el caso de los varones, como los lesionados Zverev, Monfils y Opelka mientras que la ausencia de Djokovic era por el requisito de vacunación anti Covid. En el caso de las mujeres, estaban todas. 
Empezando por las mujeres, en el torneo femenino  la presencia española estaba concentrada en Garbiñe Muguruza, Sara Sorribes, Paula Badosa y Nuria Parrizas que entraban al cuadro principal directamente. Georgina García, Marina Bassols, Rebeka Masarova y Aliona Bolsova no pasaron la ronda clasificatoria y sí lo hacía Cristina Bucsa, que acompañó a las otras cuatro tenistas españolas clasificadas directamente. 
En primera ronda caían Sara Sorribes ante la checa V. Kuzmova (6-3 y 6-4) y Nuria Parrizas ante la belga M. Zanevska (6-4 y 7-3). 
En segunda ronda, el turno del abandono era para Paula Badosa que lo hacía ante la croata P. Martic (7-6, 1-6 y 2-6) y después de haber derrotado en primera a la ucraniana L. Tsurenko (3-6, 7- 6 y 6-3), y de Cristina Bucsa que perdía ante la norteamericana D. Collins (2-6 y 5-7) y después de haber derrotado en primera a la eslovena K. Juvan (4-6 y 4- 6). 
La que más lejos llegaba era Garbiñe Muguruza, hasta tercera ronda donde caía derrotada por la jugadora checa P. Kvitova (7-5, 3-6 y 6-7), tras dejar en la cuneta en primera ronda a la danesa C. Tauson (6-3 y 7-6) y a la checa L. Fruhvirtova en segunda (6-0 y 6-4). 
Con lo cual España se quedaba sin competidoras en la tercera ronda dando una pobre imagen de su actual tenis. Entre las mejores, tampoco consiguieron pasar por ejemplo S. Halep, D. Kasatkina o E. Raducanu en primera ronda o A. Kontaveit y M. Sakkari en segunda. 
A cuartos de final, habían conseguido acceder dos norteamericanas, una checa, una polaca, una francesa, una tunecina, una australiana y una bielorusa enfrentadas de la siguiente manera: La polaca I. Swiatek se imponía a la tenista norteamericana J. Pegula (6-3 y 7-6) en 1 h 53' con mucho trabajo y pasaba a semifinales al igual que lo hacía A. Sabalenka ante la checa K. Pliskova (1-6 y 6-7) en 1 h 22'. La francesa C. García dejaba sin representación local al torneo al eliminar a la otra norteamericana C. Gauff (3-6 y 4-6) en 1 h 37', pasando de ronda. También pasaba la tunecina O. Jabeur al eliminar con más problemas a la australiana A. Tomljanovic (6-4 y 7-6) en 1 h 41'.
De tal manera que en semifinales se plantaban la número uno del mundo Swiatek, la quinta Jabeur, la sexta Sabalenka y la nº 17 García. El primer emparejamiento eran I. Swiatek - A. Sabalenka (3-6, 6-1 y 6-4) que resultó un partido emocionante y en el que la tenista polaca tenía que remontar el set inicial para imponerse y pasar a la final en 2 h 11'. En cuanto al otro, C. García - O. Jabeur (1-6 y 3-6), la jugadora tunecina no tenía excesivo problema en eliminar a la francesa, que cedía en poco más de una hora, accediendo a su primera final de un grande. 

Y en la final comparecían Swiatek y Jabeur  Se habían enfrentado en cuatro ocasiones, con un balance de dos victorias para cada una. El primer duelo databa de Washington 2019 y en la pista dura ganó Swiatek, que repitió triunfo en el último partido en el que se vieron las caras, Roma 2022. Los triunfos de Jabeur llegaron en 2021, en Cincinnati, donde fue claramente superior, y en Wimbledon, único duelo en un grande. I. Swiatek - O. Jabeur (6-2 y 7-6), en una hora y cincuenta y tres minutos, la polaca, dio cuenta de la voluntariosa jugadora tunecina. Entrando al partido con mucha convicción, más después de la confianza reportada por su remontada en semifinales sobre Sabalenka, Swiatek rompía rápidamente el primer servicio de Jabeur para poner el 2-0. En un visto y no visto, Swiatek colocaba el 3-0, y solo una cierta relajación por su parte permitió a Jabeur hacer un break. No fue más que un espejismo. La tunecina tuvo que sudar de lo lindo para intentar sacar adelante sus dos juegos al saque, en un set totalmente desequilibrado, ante una Swiatek que parecía estar jugando a medio gas, y que se adjudicaba esa primera manga en poco más de media hora con un contundente 6-2. 
En la segunda manga, la tunecina se volvía a topar con la solidez de la polaca, que no quería dejar pasar la oportunidad de conquistar su primer US Open. Esas ganas aupadas por un nivel excelso de tenis le permitían colocar el 4-2, pero la número cinco del mundo no tiraba la toalla. De perdidos a la mar, Ons Jabeur se soltó algo más. Quizás más por desesperación que por la esperanza de poder lograr una remontada épica. En ciertas ocasiones se le vio fuera del partido y quiso, al menos, que el público pudiera presenciar un partido algo más igualado. Subió un poco su intensidad y acertó en algunas tomas de decisiones que le dieron algo de moral, llegando a empatar y forzar el 'tie-break. Esto ha generado algo de nerviosismo en Swiatek, que ha cometido algunos errores provocados por esa tensión y ansiedad por lograr la victoria, lo que le ha pasado cierta factura. Finalmente, su jerarquía ha pesado en los momentos claves, celebrando, con solo 21 años, su segundo 'Grande' de la temporada, después de ganar Roland Garros. 
La tenista polaca ha disputado un total de once finales en toda su trayectoria, perdiendo solo la primera de ellas, en Lugano durante la temporada 2019, cuando caía frente a la eslovena Polona Hercog (6-3, 3-6 y 6-3), desde entonces ha ganado las otras diez sin ceder un solo set. Swiatek, inconmensurable, ha demostrado una vez más la razón por la cual es la jugadora a batir por todas en el circuito. 
Primera tenista polaca en ganar aquí, se lleva la gloria y un talón por 2.600.000 dólares, es la nueva reina del US Open a sus 21 años. 


En cuanto al cuadro masculino la numerosa presencia española contaba en el cuadro principal con Rafael Nadal, Carlos Alcaraz, Roberto Bautista, Roberto Carballés, Pablo Carreño, Alejandro Davidovich, Pedro Martínez, Bernabé Zapata y Jaume Munar, con la baja a última hora de Pablo Andujar por una lesión, y progresando desde el torneo clasificatorio Fernando Verdasco mientras que Carlos Taberner no podía hacerlo, al caer en segunda ronda de la clasificación ante el alemán M. Marterer (3-6, 6-3 y 6-7). 
La actuación masculina española se puede considerar de muy buena con el título de Alcaraz y las presencias de Nadal, Carreño y Davidovich en octavos. 
Así en primera ronda, Bautista sucumbía ante el wild card norteamericano JJ. Wolf (6-4, 6-4 y 6-4), Bernabé Zapata lo hacía ante el también norteamericano T. Paul (4-6, 6-3, 2-6 , 6-0 y 7-5) y Pedro Martínez ante otro de los norteamericanos, C. Eubanks (5-7, 3-6 y 6-7). Mientras Jaime Munar y Roberto Carballés tenían la mala fortuna de tener que enfrentarse y el eliminado era Munar que cedía en cuatro sets (1-6, 3-6, 6-4 y 2-6). Por su parte Fernando Verdasco llegando de la clasificatoria caía ante el coreano K. Soon Woo (2-6, 7-6, 3-6 y 3-6).
En segunda ronda, eran Carballés y Ramos los que debían abandonar el torneo. Roberto Carballés perdía ante el canadiense Shapovalov (6-4, 4-6, 6-3 y 6-2) y Albert Ramos hacía lo propio ante el croata M. Cilic (6-3, 7-6 y 6-3) tras desembarazarse del eslovaco N. Gombos en la primera ronda (3-6, 4-6 y 5-7). 
Para Octavos de final, cuarta ronda, seguían en liza cuatro españoles, Carreño, Davidovich, Nadal y Alcaraz y la suerte era dispar; a favor para uno de ellos Alcaraz, en contra para el resto que cedía en esta fase. Y así mientras Nadal debía ceder ante el norteamericano Tiafoe en el cuarto set los otros dos lo hicieron después de una dura batalla de cinco mangas. 
C. Tiafoe - R. Nadal (6-4, 4-6, 6-4 y 6-3). El estadounidense jugando a un nivel espectacular, con una gran velocidad de piernas, muy solvente con su saque y con unos golpes tremendos, pasó por encima del manacorí en 3h 34'. Nadal nunca se sintió cómodo en pista y no ha encontrado su ritmo en ningún momento. Acostumbrado a remontadas épicas en este torneo, esta vez no se produjo. Fue un partido cerrado, de contadas ocasiones de romper el saque y en el que su rival se mostró más incisivo en los momentos clave. 
P. Carreño - K. Khachanov (6-4, 3-6, 1-6, 6-4 y 2-6) en 3h 21' y donde el asturiano no pudo aguantar la fortaleza del tenista ruso.
En el E. Davidovich - M. Berretini (6-3, 6-7, 3-6, 6-4 y 2-6) en un maratoniano partido de 3h 46' el español comenzó lanzado pero no estuvo acertado para cerrar la segunda manga y vio como el transalpino le daba la vuelta al marcador. Pese a forzar el quinto set, el andaluz no tuvo opciones tras acabar mermado por un golpe en la rodilla. 
En cuanto al partido C. Alcaraz - M. Cilic (6-4, 3-6, 6-4, 4-6 y 6-3) fue uno de los mejores partidos del torneo. Otro maratoniano encuentro, 3 h 54', en el que el jugador murciano tuvo que utilizar todos su argumentos para poder batir al veterano croata, que tuvo su día y acorraló como nadie antes a Alcaraz.

Cuartos de final. De los nuestros tan sólo Alcaraz alcanzaba esta fase final tras desembarazarse en primera ronda, del argentino S. Baez , que se retiraba lesionado (5-7,5-7 y 0-2), en segunda, del también argentino F. Coria (2-6, 1-6 y 5-7), en tercera del norteamericano S. Brooksby (3-6, 3-6 y 3-6) y en cuarta del ya comentado M. Cilic. El resto de contrincantes eran dos rusos, dos italianos, un noruego, un australiano y un norteamericano, enfrentados de la siguiente forma. 
Los enfrentamientos fueron, N. Kyrgios - K. Khachanov (5-7, 6-4, 5-7, 7-6 y 4-6). Casi cuatro horas (3 h39') le costaron al ruso batir al australiano en un partido igualadísimo. 
Más sencillo para el verdugo de Davidovich M. Berrettini - C. Ruud (1-6, 4-6 y 6-7), el italiano solo necesitaba de tres sets para resolver en 2 h 36' ante el tenista danés. 
En el cuarto y último partido, Tiafoe también necesitaba de tres sets para eliminar al tenista ruso, A. Rublev - F. Tiafoe (6-7, 6-7 y 4-6) y en 2h 36' zanjaba el partido después de sufrir en la dos primeras mangas. En el tercero de los enfrentamientos de la ronda, Alcaraz se enfrentaba a uno de sus rivales más difíciles, el italiano Sinner. 
C. Alcaraz - J. Sinner (3-6, 7-6, 7-6, 5-7 y 6-3) y tras un partido épico de 5 h16' el murciano espantaba sus fantasmas para colarse en las semifinales. Los dos jóvenes tenistas salían a la Arthur Ashe a escribir toda una oda al tenis y al contrario de lo que pasó en Wimbledon y Umag este año, Alcaraz se impuso a Sinner en el partido que terminó más tarde en toda la historia del US Open (2:52 de la madrugada neoyorkina). El partido empezaba bien para Alcaraz que con un juego sólido y dominando con su derecha cruzada, se apuntaba la primera manga. No sin sufrir. Porque Sinner iba ganando solidez con el paso de los juegos de la primera y, sobre todo, de la segunda manga, cuando el italiano rompía el saque del español en el tercer juego. Esa ventaja la tuvo hasta el décimo. Ahí Alcaraz sacaba todo su temple para recuperar la rotura. Tuvo cuatro bolas de set antes de ir al tie break, donde tuvo otra. Al final, no pudo ser y un perfecto Sinner igualaba el luminoso. Pasaban las horas y el juego de ambos tenistas no bajaba. Tanto Alcaraz como Sinner se dejaban todo el pista. Cada uno luchaba por ese milímetro que define si un bola es buena o mala. Y en la tercera manga, esa batalla se la apuntaba el italiano en un nuevo tie break. El cuarto set parecía ir por los mismos derroteros de los anteriores. Sinner estaba jugando de forma perfecta y, ahora Alcaraz parecía más errático. La presión se podía sentir en el juego del murciano que le gritaba a su box que no "sabía cómo sacar". Con 5-4 a favor del italiano, saque para cerrar el set y todo en contra, Alcaraz volvía a demostrar su talento. Salvó una bola de partido para después hacer el break. No fue la única rotura. En el duodécimo juego, tras mucho sufrir, igualaba el partido y lo mandaba al quinto set, donde en los compases iniciales, se intercambiaron unos breaks, pero el definitivo ocurrió en el octavo juego. Después, ya con 5-3 y saque, Alcaraz no dudó , terminando por llevarse el partido. Las dos mayores promesas vinieron a demostrar por qué son considerados como el futuro del tenis y con la actitud y mentalidad desplegada hoy por el murciano, será el máximo aspirante a todo lo que quiera. 
Pasaban a semifinales por tanto, el tercero y el quinto del ranking junto al 22º y 27º, con claros favoritos en las apuestas. 

Semifinales. En la primera, entre el ruso y el noruego, K. Khachanov - C. Ruud (6-7, 2-6, 7-5 y 2-6 ) el tenista danés mostraba su superioridad sobre el ruso y en 3 h de partido y cuatro sets, accedía a su primera final tras ceder la tercera manga. La otra semifinal no resultó tan sencilla para el nº 3 mundial que necesitaba otra vez de más de 4 h de partido para desembarazarse de su rival, el local Tiafoe, verdugo de Nadal. C. Alcaraz - F. Tiafoe (6-7, 6-3, 6-1, 6-7 y 6-3). Primera semifinal para los dos tenistas, Tiafoe esperaba ser el primer estadounidense en llegar a la final en Nueva York desde Andy Roddick en 2006, y enfrente a sus 19 años, en sólo su segundo US Open, octavo Grand Slam, Carlos Alcaraz tenía a tiro un título de los 'grandes' y toda la presión del mundo pues todas las miradas estaban puestas en él. Para empezar tuvo que aguantar el golpe bajo de haber perdido el igualado primer set con doble falta en el tie break. Se recompuso, comenzando a mandar definitivamente en el segundo y arrasó en el tercero, en el que únicamente entregó 9 puntos. Un festival que parecía tener continuidad en la cuarta manga y en la que se adelantó 2-0. Tiafoe daba la sensación de hallarse perdido. Pero este hijo de emigrantes de Sierra Leona, había superado momentos peores. Y con mucho corazón y apoyado por la grada, sacó fuerzas para no rendirse delante de los suyos. Y de repente, por uno de esos cambios de rumbo inesperados que son inherentes al juego, Alcaraz se vio jugando contra un enemigo poderoso que respondía por dos veces a un 'break' en contra. No sólo eso. Con 5-4, levantaba una bola de 'match' con una defensa enorme primero y una contra dejada posterior alucinante por su riesgo y precisión. La batalla volvía, el Estadio Arthur Ashe enloquecía y Tiafoe, forzaba el quinto set arropado incondicionalmente por un público deseoso de disfrutar más. No se arrugó por ello el del Palmar. Concentrado al máximo de principio a fin, tolerando los fallos propios y los aciertos ajenos, entendiendo que un evento como éste exige no sólo jugar bien a tenis, también caminar sin miedo por arenas movedizas. Remontó, arrolló, sufrió y sentenció. Un Alcaraz completo. Merito máximo, entero física y mentalmente pese a que va acumulando esfuerzos extenuantes. Es el quinto español que llega a la final masculina del US Open tras Manolo Santana (1965) en la era amateur y Manolo Orantes (1975) y Rafa Nadal (2010, 2013, 2017 y 2019) después. 


Y a la final, una de las más jóvenes de los últimos años llegaba Alcaraz con un juego muy sólido. Con victorias en tres sets ante Baez, Coria y Brooksby, y sabiendo sufrir ante Cilic, Sinner y Tiafoe. Enfrente tenía a Casper Ruud. El noruego también ha cuajado un gran torneo, con buenas victorias y desplegando un tenis muy completo, como ante Berrettini y frente a Khachanov. Ruud llega a su segunda final de Grand Slam en este 2022, tras la de Roland Garros. Se han enfrentado en dos ocasiones, ambas con victoria para el español. La primera de ellas fue el año pasado en los cuartos de final del ATP 250 de Marbella, la segunda este año, en la final del Masters 1000 de Miami. El que gane obtendrá su primer grande y se convertirá en el nuevo nº uno mundial. C. Alcaraz - C. Ruud (6-4, 2-6, 7-6 y 6-3), en 3 h 20'. Sin lugar para el tanteo ni las medidas tintas en el arranque del partido, Alcaraz tenía claro que debía ganar terreno, ser más agresivo de lo normal y aprovechar que la velocidad de bola de Ruud no le desbordaba, sino que le incitaba a asumir riesgos. El noruego, auténtico mago de la táctica, es un jugador con una habilidad innata para forzar errores y desordenar a los rivales y el murciano salvaba algunas situaciones adversas al inicio y conseguía el break mediado el set, con un equilibrio ideal entre agresividad y consistencia, subiendo recurrentemente a la red y encontrando un porcentaje muy alto de primeros saques. Con el primer punto a su favor, había cierta sensación irreal de placidez en el ambiente y eso es siempre peligroso, pero ante un cazador como Ruud mucho más. El noruego detectó la situación en la segunda manga y fue consciente de que tenía que dar un paso, asumir algunos riesgos sin perder ni un gramo de consistencia. Empezó a cimentar su reacción con el servicio, manteniendo dos turnos de saque sin dificultades, salvó una bola de rotura en el quinto juego y aprovechó el completo desorden de su rival para hacer el ansiado break. Cuajó varios puntos de gran habilidad con su revés, bajando la pelota en las subidas del español y demostrando que tiene mucha mano y también potencia suficiente en sus tiros como para hacer ganadores. Se produjo la desconexión del español que cedía la manga con malas sensaciones. Precipitado, obsesionado con encontrar ganadores y con un desenfoque táctico brutal. 
Ruud había conseguido su propósito; tanto es así, que a pesar de conseguir un break al inicio del tercer parcial, el español seguía perdido en soliloquios pesimistas, lo cual denotaba hasta qué punto Casper le había restado confianza. Sin embargo, es en ese terreno donde se criban los buenos jugadores de las leyendas en ciernes, Alcaraz encontró la mesura necesaria para aislarse de todo y hacer borrón y cuenta nueva. Poco a poco, manteniendo su esquema de subidas a la red, pero sin precipitarse tanto y escogiendo muy bien los golpes. Salvó una situación límite en el duodécimo juego, escabulléndose de bolas de set en contra, lo que le permitía volar en el tiebreak barriendo de la pista a Ruud con una demostración de madurez, temple y potencia. Fue un momento cumbre del encuentro y reaccionar de esa manera supuso un influjo de moral infinita para el murciano. Y el cuarto set se sintió distinto desde el inicio. Ruud entregaba el servicio mediado el parcial y se vio totalmente impotente de equilibrar la balanza. Alcaraz haciendo gala de una templanza irreal para un chico de su edad cerraba el encuentro con la valentía que solo los mejores de la historia poseen.

En una fecha especial, veintiún años después de aquel funesto 11 de septiembre de 2001, día del atentado a las Torres Gemelas y que tanto marcó a la ciudad de Nueva York Carlos Alcaraz conseguía su primer grande y convertirse en el numero uno más joven de la historia del tenis mundial con tan sólo 19 años.

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