Thursday, July 20, 2023

Torneo de Wimbledon 2023. Se estrena Carlitos.

En sus tradicionales fechas veraniegas, en esta la 136ª edición del 3 al 16 de julio, se ha celebrado sobre el césped del All England Lawn Tennis and Croquet Club, de Wimbledon, el tercer Grand Slam del año, único que se disputa sobre hierba y el más clasista de todos. 
En este 2023 y tras el boicot de la edición anterior, pudieron competir los tenistas rusos y bielorrusos,  pero haciéndolo bajo bandera neutral y sin poder representar a sus países, a la vez que se afianzaba la eliminación del Middle Sunday y la alternancia de partidos masculinos y femeninos partir de los cuartos de final. 
Con Djokovic como cabeza de cartel y Carlos Alcaraz como gran alternativa (en su segunda presencia en el torneo), el tenista serbio tenía la opción de igualar los ocho títulos del suizo Roger Federer, habiendo ganado los cuatro disputados previamente, siendo 28 los partidos consecutivos ganados y manteniéndose sin perder desde los cuartos de final ante el checo Berdych en 2017.
Contando con la presencia de casi todos los grandes del tenis mundial, faltaban a la cita N. Kyrgios , G. Monfils, M. Cilic, P. Carreño o R. Nadal y la expectación era máxima por el posible enfrentamiento entre Alcaraz y Djokovik, después de su enfrentamiento en Roland Garros y que sólo se produciría en la final. 

Empezando por el cuadro femenino, al evento acudían las mejores raquetas fallando tan solo algunas lesionadas como S. Halep, A. Anisimova o A. Tomljanovic.
La representación española contaba con la presencia de Paula Badosa, Sara Sorribes, Nuria Parrizas, Cristina Bucsa y Rebeka Masarova en el cuadro principal además de Jessica Bouzas que llegaba de la clasificación. No podían lograrlo Rosa Vicens, Aliona Bolsova y Leyre Romero que caían a las primeras de cambio o Marina Bassols que aguantaba hasta la tercera ronda en la calificación. 
En cuanto al cuadro principal 
y en primera ronda, cedían Nuria Parrizas, frente a la bielorusa Sasnovich, A. Sasnovich - N. Parrizas (6-2 y 6-1) y la repescada Jessica Bouzas ante la tenista ucraniana, J. Bouzas - A. Kalinina (4-6 y 3-6). Y el resto desgraciadamente lo hacían todas en segunda ronda. 
Así en segunda ronda, Sara Sorribes tenía que abandonar la competición al ceder ante la nº 1 del mundo, la polaca Swiatek en dos sets, I. Swiatek - S. Sorribes (6-2 y 6-0) y tras imponerse fácil en primera ronda a la italiana Trevisan en dos sets. Cristina Bucsa cedía ante la estadounidense Pegula, J. Pegula - C. Bucsa (6-1 y 6-4) después de eliminar en primera a la rusa Rakhimova en tres sets mientras que Rebeka Masarova perdía ante la italiana Cocciaretto, E. Cocciaretto - R. Masarova (6-3 y 6-1) después de pasar de ronda con dificultad ante a la egipcia Sheriff, también en tres sets. Por su parte Paula Badosa debía retirarse frente a la ucraniana Kostyuk al resentirse de su lesión en la espalda, M. Kostyuk - P. Badosa (6-2 y 1-0r), tras haber eliminado en primera ronda fácilmente a la estadounidense Riske en dos sets. 
Mal papel por tanto de las representantes españolas de las que sólo se salvaba de la quema Paula Badosa por su lesión. 
El camino a cuartos de final de las principales figuras femeninas había sido bastante fácil a excepción de Gauff o Sakari, que sucumbían en primera ronda, Krejcikova en segunda, García en tercera ronda, o Kvitova que lo hacía en la cuarta ronda. De tal manera que de las ocho jugadoras que accedían a cuartos, tan sólo tres no estaban entre las ocho mejores: la wild card Svitolina, la 25º Keys y la 45ª Vondrousova. Se mantenían en liza dos norteamericanas, Jessica Pegula (4ª) y Madison Keys, cinco europeas del este, la polaca Iga Swiatek (1ª), la bielorusa Aryna Sabalenka (2ª), la kazaja Elena Rybakina (3ª), la ucraniana Elina Svitolina y la checa Marketa Vondrosusova y una africana, la tunecina O. Jabeur (6ª) y única en repetir ronda con respecto a la edición anterior junto a la tenista kazaja. 
Los emparejamientos de cuartos de final comenzaban con el duro enfrentamiento entre la tenista polaca y la jugadora ucraniana,
I. Swiatek - E. Svitolina (5-7, 7-6 y 2-6) y que sorpresivamente para la número uno mundial debía ceder ante la jugadora invitada y que se estrenaba en las pistas después de haber dado a luz, tras una prolongada pelea de tres sets y 2h51. El duelo entre la jugadora norteamericana nº 4 del mundo y la sorpresa checa, 
J. Pegula - M. Vondrousova (4-6, 6-2 y 4-6), se resolvía para la europea, que ganando el primero y cediendo el segundo despachaba a su rival en menos de dos horas (1h55). En el tercer enfrentamiento,
O. Jabeur - E. Rybakina (6-7, 6-4 y 6-1) la jugadora tunecina volvía a acceder a las semifinales en 1h53 de partido, tras mostrarse superior a su rival y tener que remontar el primer set. En el último enfrentamiento de esta ronda, en el duelo entre norteamericana y bielorusa, 
M. Keys - A. Sabalenka (2-6 y 4-6) se imponía fácilmente Sabalenka tras 1h27 en el único partido de cuartos que no tenía que recurrir a un tercer set. 
Fueron tres partidos muy igualados y tan solo Sabalenka pasaba claramente a semifinales.

Los duelos que nos depararon las semifinales fueron el primero, entre la tenista ucraniana y la revelación checa del torneo 
E. Svitolina - M. Vondrousova (3-6 y 3-6) y donde la jugadora checa libre de cualquier tipo de presión se imponía fácil en dos sets a una irreconocible jugadora ucraniana (tras quedar exánime después del partido ante Swiatek) y con un tenis más directo y agresivo presentarse en su segunda final de un grande, tras un partido de en 1h15 de duración. 

Mientras que en la segunda 
O. Jabeur - A. Sabalenka (6-7, 6-4 y 6-3), la jugadora tunecina debía sufrir más, pero accedía a su tercera final de un grande, después de tener que remontar un igualadísimo primer set y necesitando de 2h22 de partido para deshacerse de su rival. Un choque de estilos con Aryna por delante en el marcador, pero que una tranquila Jabeur pasaba a dominar ante el nerviosismo de su favorita rival. 

Y en la inédita final
M. Vondrousova - O. Jabeur (6-4 y 6-4), la tunecina volvía a llegar al último partido del torneo británico; como favorita, aunque rondando en su memoria las dos finales perdidas de la pasada temporada, mientras que la checa se presentaba sin ningún tipo de presiones, siendo la número 42 del ranking al empezar el torneo. Ons volvía a un sitio único en el que puede alcanzar esa gloria que buscaba en 2022. Y si Jabeur vencía en cuartos a Rybakina en la reedición de la anterior final, y superaba a Sabalenka en semis, ambas con remontada. Aun teniendo un par de días para recuperar, ese esfuerzo extra por voltear los partidos podía pasarle factura ante Vondrousova. La checa tiene una característica especial, con la que suele incomodar a sus rivales: el ser zurda. Finalista en Roland Garros 2019 y en los Juegos Olímpicos de 2021, Vondrousova se ganaba una nueva oportunidad de conquistar un gran título y buscar esa regularidad que le ha faltado en el circuito. 
Enfrentadas en 6 ocasiones, una de ellas era en hierba y dos esta temporada, (Open de Australia e Indian Wells), con la tenista checa llevándose los dos cruces. Por tanto y aunque Ons llegaba como favorita, y con las apuestas a su favor, Marketa buscaría sorprender con el gran nivel desplegado hasta entonces. Con un torneo muy parejo pero sin ninguna presión mediática Vondrousova había batido a Stearns (6-2, 7-5), Kudermetova (6-3, 6-3), Vecik (6-1, 7-5), Bouzkova (2-6, 6-4, 6-3), Pegula (4-6, 6-2, 4-6) y Svitolina (6-3, 6-3) cediendo dos sets mientras que el concurso de la más presionada Jabeurt había sido Frech (6-3, 6-3), Bai (6-1, 6-1), Andreesku (3-6, 6-3, 6-4), Kvitova (6-0, 6-3), Rybakina (6-7, 6-4, 6-1) y Sabalenka (6-7, 6-4, 6-3), cediendo tres sets. 
Los nervios son traicioneros y esto se vio de forma clara en la final. Gestionar las emociones es parte fundamental en el tenis y, en la techada pista central, desde el primer set quedó claro que había dos maneras diferentes de afrontar el partido. A la favorita le pudo más el miedo a la derrota que la ilusión de la victoria y la jugadora tunecina arrancaba el partido intentando cerrar los puntos demasiado rápido, haciendo constantes dejadas a destiempo, seleccionando mal los golpes a ejecutar y siendo presa de los nervios. A pesar de ello, consiguió ponerse con ventaja de 2-4 y saque, pero encadenando errores infantiles servía en bandeja el parcial inicial a una Vondrousova que mantuvo la solvencia. Intensa de piernas, con gran habilidad de manos y manteniendo la calma en todo momento, la checa conseguía adelantarse en el marcador y poner en una situación límite a su rival en 40' y tras haber levantado dos breaks. 
En la segunda manga continuaba el mismo guion, con Ons entregando su servicio de primeras para luego situarse con 1-3 de ventaja. Pero volvía a ser un espejismo. Marketa recuperaba la manija del encuentro con una magnífica gestión táctica, corriendo con agilidad a los tiros agresivos de una Jabeur, que precipitada en sus golpes no encontraba la manera de reconducir la situación frente a una Vondrousova excepcional y con absoluta fe en la victoria que terminaba consiguiendo en 1h 20.
Merecedora campeona y en un duelo menos vibrante e igualado de lo esperable, Marketa Vondrousova se imponía a una Ons Jabeur incapaz de desplegar su mejor nivel y que se vio superada por el escenario. Perder tres finales de Grand Slam no es plato de buen gusto para nadie y Ons Jabeur puede atestiguarlo. Enfrente, la zurda tenista checa supone un gran ejemplo de perseverancia reponiéndose una y otra vez de las muchas lesiones que ha tenido que afrontar en su carrera deportiva. Esta checa de 24 años ha logrado redimirse de las dos finales perdidas en grandes torneos anteriormente y se estrena como nueva campeona de Grand Slam y se mete en el top ten de la WTA. Nada puede darse por hecho en el circuito WTA y parte de su magia radica en ese carácter impredecible, merced a la enorme igualdad que impera y que provoca que muchas jugadoras hayan roto moldes en los últimos tiempos con un título de Grand Slam. Tanto es así que, en las ocho últimas temporadas, un total de 16 mujeres consiguieron ganar el que era su primer major, siendo Vondrousova la última en hacerlo. Además se convierte también en la primera mujer en ganar sin ser cabeza de serie. Por el contrario, entre los hombres tan solo tres lo hicieron en este mismo período, Thiem, Medvedev y Alcaraz.

En cuanto al cuadro masculino, el interés de los aficionados estaba puesto en el posible duelo entre Djokovik y Alcaraz en la final, pues no se podrían cruzar previamente, al figurar en partes diferentes del cuadro. El plantel de tenistas españoles lo integraban el nº 1 Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich, Roberto Carballés, Roberto Bautista, Jaume Munar, Albert Ramos y Bernabé Zapata, que entraban de forma directa al cuadro principal además de Pedro Martínez y Pablo Llamas que tenían que disputar la fase clasificatoria, los dos con resultado adverso, pues Martínez caía en primera ronda frente al serbio Medjedovic, P. Martínez-H. Medjedovic (0-6 y1-6) y Llamas cedía en segunda ronda frente al húngaro Piros, Z. Piros-P. Llamas (6-4 y 7-6) después de derrotar al austriaco Neuchrist en primera P. Llamas-M. Neuchrist (6-4 y 7-6). 

Dentro del cuadro final, a excepción del número uno, la competición de los españoles ha sido floja por no decir mala y el que más lejos llegaba era Davidovich, hasta la tercera tanda. 
En primera ronda abandonaban la competición R. Bautista, B. Zapata y A. Ramos. Los dos primeros perdiendo de manera cruel ante el ruso R. Safiulin y el uruguayo Echeverry, respectivamente, ambos en cinco disputados sets y tras una dura lucha. R. Safiulin - R. Bautista (2-6, 7-6, 6-7, 6-4 y 7-5) ganando el primer set claramente, ceder en el segundo en el tie break, ganar de igual forma el tercero, para perder los dos últimos. TM. Echeverry - B. Zapata (6-7, 5-7, 6-3, 6-4 y 7-5) remontando el tenista uruguayo los dos primeros sets. Mientras Ramos cedía de forma clara ante el polaco H. Hurkacz en tres sets, A. Ramos - H. Hurkacz (1-6, 4-6 y 4-6)
Hasta segunda ronda llegaban Carballés y Munar. Roberto cedía ante el danés Rune en tres sets R. Carballés - H. Rune (3-6, 6-7 y 4-6) y después de eliminar al italiano Arnaldi en cuatro sets en la primera, M. Arnaldi - R. Carballés (7-6, 3-6, 4-6 y 4-6) mientras Jaume, caía eliminado ante el italiano Mussetti en tres sets L. Musetti - J. Munar (6-4, 6-3 y 6-1) y tras haber eliminado en primera ronda al norteamericano J. Isner en cuatro J. Isner - J. Munar (6-4, 3-6, 4-6 y 4-6). 
Por tanto y para la tercera ronda la armada española había quedado reducida a dos tenistas, Alcaraz y Davidovich. En cuanto al malagueño A. Davidovich cedía ante el futuro cuartofinalista, el danés H. Rune A. Davidovich - H. Rune (3-6, 6-4, 6-3, 4-6 y 6-7) en cinco sets y tras 4 horas departido, dejando previamente y de forma clara en la cuneta en primera al francés Fills, A. Davidovich - A. Fills (7-6, 6-1 y 6-2) y en segunda al neerlandés Vd. Zandschulp, A. Davidovich - Z. Vd Zandschulp (6-1, 2-6, 6-4 y 6-3) en cuatro mangas. Por su parte el recorrido de Carlos Alcaraz era sencillo en las dos primeras rondas y ante los franceses Chardy y Müller; en primera C. Alcaraz - J. Chardy - (6-0, 6-2 y 7-5), y en segunda, C. Alcaraz - A. Müller (6-4, 7-6 y 6-3). Y en tercera y cuarta se le complicaban algo más los partidos ente el chileno Jarry y el italiano Berretini, los dos partidos teniendo que resolverlos en cuatro sets. C. Alcaraz - N. Jarry (6-3, 6-7, 6-3 y 7-5) en cuatro horas y C. Alcaraz - A. Berretini (3-6, 6-3, 6-3 y 6-3) en tres horas. 
Discreta por tanto, también la representación nacional masculina pues la presencia española en 
cuartos de final quedaba limitaba a Alcaraz, que alcanzaba los cuartos por primera vez. Al murciano le acompañaban tres rusos, un danés, un italiano, un norteamericano y un serbio, siendo los emparejamientos los siguientes:
El primer partido enfrentaba al tenista español frente al díscolo tenista danés y verdugo de Davidovich. Y el choque C. Alcaraz - H. Rune (7-6, 6-4 y 6-4), a diferencia de aquel partido, resultaba claramente de color español presentando batalla el danés sólo en el primer set, con una duración de 1h05 y teniendo que resolverse en el tiebreack, para luego el murciano, rompiendo el servicio rival en momentos clave, acceder a semifinales por primera vez en Wimbledon en el único de los partidos que se resolvía en tres sets. El siguiente era el duelo entre uno de los tenistas rusos y el tenista norteamericano y se resolvía favorablemente para el nº 3 del mundo después de cinco disputados sets, 
D. Medvedev - C. Eubanks (6-4, 1-6, 4-6, 7-6 y 6-1). Medvedev necesitaba de toda su experiencia frente a la revelación de torneo (y único norteamericano de la ronda) para derrotar a Eubanks después tres horas de lucha y después de tener que remontar un partido que se le había puesto muy cuesta arriba tras ganar claramanete el primer set. El duelo entre el italiano Sinner y el ruso Safiulin, 
J. Sinner - R. Safiulin (6-4, 3-6, 6-2 y 6-2), necesitaba de cuatro sets para su resolución, tras ceder el italiano en el segundo para luego imponerse claramente en los dos últimos, en 2h14. Para finalizar la ronda, el último partido de la tanda enfrentaba al tenista serbio frente al último tenista ruso de la tanda y séptimo del mundo
 A. Rublev - N. Djokovik (6-4, 1-6, 4-6 y 3-6). Se le complicaba la eliminatoria al vigente campeón que tuvo que echar mano de su experiencia y fuerza mental para levantar el primer set en contra y sacar adelante su enfrentamiento con el nº 7 del mundo, que finalmente era superado con claridad en 2h48 de partido. 
En semifinales, el cuadro deparaba que los cruces fueran entre el nº 1 y nº 3 y el 

C. Alcaraz - D. Medvedev (6-3, 6-3 y 6-3), resultaba sorprendentemente fácil para el español que no encontrando oposición en el tenista ruso, solucionaba el pase a su primera final en 1h50. En la otra se enfrentaban el tenista italiano y el serbio, 
J. Sinner - D. Djokovik (3-6, 4-6 y 6-7), y el número dos mundial tampoco encontraba excesivos problemas en desembarazarse del ocho para pasar nuevamente a "su final" solventando el lance en 2h47, con un tercer set más complicado que el resto. 


Final. Djokovic volvía a acceder a la final, (ha estado en las cuatro últimas y siete en total) y enfrente tenía a un neófito en estos avatares pero nº 1 del mundo y mucho descaro 
C. Alcaraz - N. Djokovic (1-6, 7-6, 6-1, 3-6 y 6-4). El serbio tenía la presión de la historia y Carlitos la del novato. Una cita memorablecon la historia, un partido que se recordaría por siempre y uno de los instantes más decisivos para esclarecer el futuro reciente de nuestro deporte. Eso es lo que suponía esta final de Wimbledon 2023 y que derivaba en un espectáculo sublime repleto de alternativas, momentos que se antojaron completamente decisivos y una tarde que perdurará en la memoria colectiva de los aficionados al tenis. 
Novak Djokovic comenzaba apabullante, pero se topó con la férrea oposición de un Carlos Alcaraz con argumentos más que de sobra para asaltar la gloria de este deporte. La tensión se podía cortar con un cuchillo, había expectativas de partido grande, pero todo se diluyó en el desconcierto y la preocupación cuando se comprobar que las sensaciones en el primer set de Alcaraz eran aún peores que las que tuvo en el tramo inicial del duelo que mantuvieron en París. Al resto era capaz de competir, pero no terminaba de hallar esa velocidad de bola necesaria para ir desbordando a un Djokovic enormemente centrado y que no fallaba ni una pelota. Estaba cómodo el serbio, siendo capaz de dominar y responder con solvencia a los coletazos desordenados de un Alcaraz superado por los nervios. Los errores se agolpaban, el saque no ayudaba y apenas conseguía lograr un juego a partir del cual construir una remontada acorde a su nivel de tenis y que solo las leyendas en ciernes pueden lograr, de tal manera que el primer set se cerraba en apenas 34' de partido. 
Cambiar de forma drástica una situación tan adversa, era complicado y necesariamente hacerlo de forma progresiva, construyendo desde cosas básicas para adquirir confianza. Así, Alcaraz mejoraba su saque, metiendo más porcentajes de primeros, abriendo ángulos con el cortado en el lado del deuce y asumiendo más riesgos con su drive. Sumado eso a una cierta bajada de adrenalina del serbio en el inicio de la segunda manga, permitía al español romper el servicio por primera vez, pero el murciano aún no estaba preparado para liderar el marcador sin problemas y perdía rápidamente esa ventaja. A partir de ahí, se establecía un apasionante diálogo en el que los sacadores mandaron, escabulléndose de amagos de rebelión por parte de los restadores. El español no terminaba de hacer una inteligente selección de tiros, pero sus piernas y su tenis iban carburando. No pareciendo buena idea llegar al tiebreak, Carlitos trató de evitarlo a toda costa, pero topándose con un inconmensurable Novak, consciente de la necesidad de abrir hueco en el marcador y desplegando sus mejores virtudes en el contraataque. Llegaba la muerte súbita, esa suerte que Djokovic domina en los últimos tiempos y donde sus intangibles dotes de auténtico campeón relucen con un fulgor más notorio. Alcaraz era consciente de que tenía que sobrevivir y de que había hecho méritos suficientes con su tenis para equilibrar el marcador. Con ventaja del serbio, con un prometedor 3-0, lo equilibró el español y con un 5-4 a su favor, Novak recibía un warning, que desencadenaban dos errores no forzados incomprensibles y un resto ganador espectacular del murciano, para llevarse el tanto y que equilibraban el marcador en 1h25.
El arranque del tercer parcial venía marcador por síntomas inequívocos de cansancio muscular por parte de Djokovic, y el mejor nivel de tenis de Alcaraz. Hacía acto de presencia el Carlitos de siempre; ése que golpea a la pelota de forma inmisericorde, que camina hacia delante en la pista sin rubor y que cierra jugadas en la red. Cosechaba el premio a su buen hacer con un break en el tramo inicial, hasta que se llegó a un quinto juego que se recordará siempre. 26' de toma y daca y que duraba prácticamente lo mismo que la primera manga entera y en el que el murciano era el que terminaba llevándose el gato al agua. Djokovic había echado el resto por agarrarse al partido, y al ver que era incapaz de ganar, se dejó llevar para terminar el set cuanto antes en 60' totales 
Con muy buenas perspectivas para el español al iniciarse el cuarto periodo; con un más que prometedor 15-40 en el primer juego con Djokovic al servicio, el de Belgrado emergía como solo él sabe hacerlo. Recondujo a tiempo la situación, volvió a activarse de piernas, recuperó la capacidad de desbordar con sus golpes y fue minando la seguridad de un Alcaraz que cedía su servicio en el quinto juego. Fue un varapalo tremendo del que no tuvo capacidad de recuperarse, viendo cómo cedía el set  en 55' y el encuentro se encaminaba a un quinto parcial no apto para cardíacos y donde se vivieron los mejores momentos del partido.

Un quinto set absolutamente memorable con ambos jugadores mostrando su mejor versión en el inicio, teniendo una bola de rotura cada uno, y solventada con brillantez. Con el español sin nervios y muy decidido en un magistral tercer juego, consumaba la anhelada rotura con un punto final antológico aguantando la ventaja, ante uno de los mejores jugadores de la historia, hasta ganar el set y el partido en 4h42. Terminaba con 66 golpes ganadores y 45 errores no forzados frente a un Djokovic inferior e incapaz de reconducir la situación. 
Wimbledon 2023 tiene un merecido campeón en la figura de Carlos Alcaraz y la historia del tenis se ve sacudida por un genio que puede marcar una época en este deporte. 
Con la victoria el jugador murciano se embolsa la friolera de 2.750.000 libras esterlinas, unos 3.206.803,53 €. 

Solamente dos españoles lo habían conseguido antes: Manolo Santana (1966) y Rafael Nadal (2008, 2010). Si ampliamos la estadística con las mujeres, se colocaría como el quinto español tras Conchita Martínez (1994) y Garbiñe Muguruza (2017).

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