Friday, July 28, 2023

Tour de Francia 2023. Vingegaard repite.

El Tour de Francia en su edición 110, comenzaba en España, en concreto en Bilbao (segunda ocasión en que se produce tras la edición de 1992 en San Sebastián). 
Este julio de 2023, la carrera francesa se disputaba entre el sábado 1 y el domingo 23 y con la novedad de disputar sus tres primeras etapas en Euskadi. Comenzando, para variar, con una etapa en línea finalizaba como mandan los cánones en París, 21 días de carrera después. 
Los 3.405 km de recorrido discurrían enteramente por Francia, a excepción de la tres etapas iniciales en España y estaban divididos en seis etapas planas, seis quebradas, ocho etapas de montaña con cuatro llegadas en alto (Cauterets-Cambasque, Puy de Dôme, Grand Colombier y Saint-Gervais Mont-Blanc) y una sola contrarreloj individual (etapa 16ª y tras la segunda jornada de descanso). 
En total 23 días de competición con dos días de descanso (en Clermont Ferrand y St. Gervais de Mont Blanc) visitando los cinco macizos montañosos de Francia: por orden, Pirineos, Macizo Central, Jura, Alpes y Vosgos. Volvían a tomar la salida 22 equipos (18 UCI Word Teams, además de 4 Pro Teams (Lotto y Total Energie como mejores del año anterior e Israel y el Uno X Pro noruego, por invitación ) con 176 corredores en la salida y mismo sistema de bonificación en las etapas en línea (con 10, 6 y 4 segundos respectivamente para los tres primeros). 
En total se distribuyeron 2,3 millones de euros entre equipos y corredores, incluido el medio millón sólo para el ganador de la clasificación general individual final.
Dos favoritos sobre el resto con la presencia destacada del esloveno T. Pogacar, doble campeón a los mandos del Emirates y el actual, el danés J. Vingegaard del Jumbo, con una escuadra más consistente que la de su principal rival y con W. Van Aert sobresaliendo sobre el resto de compañeros. También con posibilidades, aunque menos, el australiano B. O´Connor (AG2R), los españoles E. Mas, liderando el Movistar y M. Landa como número uno del Bahrain. Es una incógnita el rendimiento del colombiano E. Bernal comandando al Ineos y habrá que contar con ilustres como el francés J. Alaphilippe del Quick Step, el ecuatoriano R. Carapaz que llevará los galones del Education First y sin olvidarnos de los franceses R. Bardet (DSM) y D. Gaudu (Groupama), el neerlandés M. VD Poel (Alpecin), el canadiense M. Woods (Israel) o el australiano J. Hindley (Bora). 
En esta edición eran catorce los españoles en liza (el mayor número en mucho tiempo) siendo el Movistar el más numeroso con cuatro de ellos (Enric Mas, Alex Aramburu, Gorka Izaguirre y Antonio Pedrero), seguido del Ineos con tres (Jonathan Castroviejo, Omar Fraile y Carlos Rodríguez). Dos estaban presentes en el Bahrain (Mikel Landa y Pello Bilbao) y en el el Astana (David de la Cruz y Luis León Sánchez) mientras que Emirates presentaba a Marc Soler, Trek a Juan Pedro López y Cofidis a Ion Izagirre. 
En cuanto a la carrera en sí en la primera semana
La primera etapa de esta edición constaba de 182 km quebrados, con salida y llegada en Bilbao, en un bucle alrededor de la capital vizcaína. De desarrollo muy rápido, y con fuga inicial sin consecuencias, la última ascensión al muro de Pike a 10 km de meta (3ªC con 2 km al 10 %), determinaría la resolución de la etapa, con los más fuertes escapados y llegando a meta los gemelos Yates por delante, con Adam primero y Simon segundo con Pogacar tercero, encabezando el grupo perseguidor donde también figuraba Evenepoel. Día amargo para Movistar por la caída de E. Mas junto a Carapaz, a poco de meta. El español debía abandonar mientras que el ecuatoriano podía continuar, pero entrando a 15' de la cabeza. 
Continuaba la carrera en territorio español al día siguiente, con
una 2ª etapa también quebrada de 209 km era la más larga de esta edición. Discurría entre Vitoria y San Sebastián con 174 corredores en liza tras el abandono también de Carapaz. La fuga inicial de E. Boasson Hagen, N. Powels y R. Cavagna alcanzaba una renta máxima de 4'55 en el km 68. 
Luego con el paso de los km y las diferentes ascensiones, perdía unidades siendo en la última de Jaizkibel y a 19 de meta, donde era atrapado el último, Powels y coronaba primero Pogacar. En el descenso hacía meta ensayaba un ataque P. Bilbao pero era atrapado a 5,5 km del final por un grupo de 25 ciclistas liderados por Jumbo-Visma y donde los neerlandeses trataron de forzar un sprint reducido, siendo sorprendidos por el francés V. Lafay que se llevaba su primera etapa en una grande. Segundo entraba W. Van Aert y tercero era Pogacar. Apenas cambios en la general con M. Landa 9º y C. Rodríguez 10º, metiéndose en el top ten. 
La 3ª etapa, última en territorio español, transcurría entre Amorebieta y Bayona. De 193 km y perfil llano, la fuga consentida de N. Powels (en busca de los puntos de la montaña) y L. Pichon, se reducía al ciclista francés cuando acabaron las cotas puntuables, siendo atrapado a 37 km de la meta en Bayona, donde se imponía al sprint el belga J. Philipsen sobre el alemán P. Bauhaus y el australiano C. Ewan. 
El martes 4, la 4ª etapa se disputaba ya en territorio galo; de 182 km enlazaba Dax (homenajeando así al Galgo de las Landas, André Darrigande) con Nogaro finalizando en el autódromo. Previa a la gran montaña, los ciclistas se lo tomaban con alma en los primeros 100 km para luego una fuga de dos franceses B. Cosnefroy y A. Delaplace añadir algo de picante al último tercio de jornada. En la meta del circuito se imponía nuevamente al sprint J. Philipsen sobre el australiano C. Ewan y el alemán P. Bauhaus, que alternaban posiciones en el podio con la anterior etapa. La general no sufría modificaciones. 
La temida 5ª etapa, primera pirenaica, transitaba entre Pau y Laruns, con 162,7 km de recorrido montañoso con el Saudet (OC 15,2 km al 7,2 %) el Col d' Ichere (3ªC 4,2 km al 7 %) y el Marie Blanque (1ªC 7,7 km al 8,6 %) a 19 de meta. No eran de la partida Guarnieri y LL. Sánchez con fracturas de clavícula. Escapada inicial de P. Latour, que era neutralizada por los continuos ataques para que a 143 km de meta y fruto del estiramiento del pelotón se conformara una escapada de 36 corredores con nombres importantes en la general como Van Aert, Hindley, Ciccone, Buchmann y JP. López, llegando a rodar hasta 4' por delante del grupo, pero no más. Se escapaban del grupo Van Aert, Campanaert y Pedersen, llegando a tener 1'15 de ventaja a los pies del Saudet pero siendo alcanzados antes de su cima que coronaba primero F. Gall. A los pies de la última cota la diferencia era de 2'40, con Hindley asumiendo la cabeza de los escapados y al que no podía responder nadie, pasando en solitario por la cima con 25" sobre Gall y más sobre Ciccone, Bouchmann y resto del desperdigado grupo inicial. En el pelotón, a 700 m de la cima, atacaba Vingegaard, sin encontrar respuesta en Pogacar, comenzando a superar a corredores por delante y coronando 5º a 1' de Hindley y 37" por delante de Pogacar. En el descenso Vingegaard atrapaba a Ciccone, Buchmann y Gall, que no cooperaron con él en la caza de un Hindley encendido. Finalmente, Jai Hindley cruzaría la meta con 32” sobre el cuarteto perseguidor donde figuraba Vingegaard y con 1’37” sobre el grupo de Pogacar y los Yates, con Adam despidiéndose del amarillo en favor del australiano, y con Rodríguez entre ellos. Cambios en la general con liderato para Hindley, con Vingegard segundo a 47" y Ciccone tercero a 1'03. Pogacar es 6º a 1'40 y Rodríguez, primer español, 9º a 1'56. 

La 6ª etapa, era la etapa del Tourmalet (HC 17,1 km al 7,3%). Con 145 km partía de Tarbes y acababa en la meseta de Cambasque, con dos puertos importantes más, el Aspin (1ªC, 12 km al 6,5 % y la meta en la cima del Cauterets (1ªC, 16 km al 5,4 %). El segundo asalto pirenaico empezaba como el primero, con una numerosa fuga con Van Aert y Van der Poel entre sus integrantes y sería en el ascenso al Tourmalet, cuando se empezaba a mover la carrera, con el Jumbo imponiendo un fuerte ritmo que descolgaba a Hindley a 4 km de la cima, mientras Pogacar aguantaba bien la rueda de Vingegaard que atacaba a 2,5 km de la cima. Por delante Johannessen coronaba 1º con Van Aert, Guerreiro, Shaw y Kwiatkowski a continuación y con los dos favoritos transitando a 30” por detrás de la cabeza de carrera en la que sólo aguantaban Johannessen y Guerreiro. El líder Hindley, lo hacía a 1’55” de Vingegaard y Pogacar. Al final de la bajada se unían 8 en cabeza con Van Aert en modo locomotora para su líder, preparando el asalto a la última subida a Cambasque y cediendo a 5 de meta, quedando al frente Vingegaard y Pogacar. El primero atacaba poco después de quedarse sin gregario, pero enseguida comprobaba que el esloveno no era el mismo del día anterior y que le respondía a 2,7 km de cima con un ataque sin respuesta danesa que permitía al esloveno enfilar directo a meta, imponiéndose en solitario para celebrar su décima victoria en el Tour, con 24" de ventaja sobre Vingegaard y 1'22 sobre Johannessen, entrando Rodríguez 7º a 2'39. Cambios en la general con J. Vingegaard estrenando el amarillo con 25" sobre Pogacar 2º mientras Hindley desciende a la 3ª plaza a 1'34. 5º es C. Rodríguez a 3'30 con Landa 11º a 5'49 y Bilbao 13º a 6'10. 
En la 7ª etapa, el tour abandonaba los Pirineos para disputar una jornada llana entre Mont de Marsan y Burdeos, de 170 km con la esperada pequeña escapada (S. Guglielmi, N. Oliveira, J. Abrahamsen y M. Burgaudeau) absorbida por el pelotón en el tercio final para dejar paso a una volata pura en la que el Alpecin volvía a realizar un lanzamiento de libro para su jefe de filas J. Philipsen, que se anotaba así su tercera victoria en esta edición por delante de M. Cavendish y de B. Girmay. Día tranquilo para Vingegaard que conservaba el amarillo sin problemas. 
El sábado 8 era el turno de la etapa 8ª. De transición, sus 200,7 km discurrían entre Libourne y Limoges, con una parte inicial totalmente llana que daba paso a un tramo final `rompepiernas´ y meta en pendiente, en vísperas de una nueva jornada de galones con la segunda meta en montaña. Hasta el km 34 no se formaba la escapada, esta vez con el "tractor" belga T. Declercq y los franceses A. Delaplace y A. Turgis. 
Con los equipos fuertes pensando en el sprint, el Jumbo terminaba de fundir la fuga a 7 de meta con Turgis como último rebelde. Entonces la carrera se volvía loca en búsqueda de la mejor posición para lanzar a los candidatos al sprint. Tanto Lidl como Jumbo se punían el mono de trabajo y era Mads Pedersen el que se llevaba el gato al agua con un sprint poderoso por delante de J. Philipsen y W. van Aert. La jornada estuvo marcada por la caída y posterior retirada de M. Cavendish. En cuanto a la general, sólo un ligero cambio, pues S. Yates, caía cerca de meta perdiendo 47”, y cedía su puesto a C. Rodríguez. 
La novena etapa cerraba el primer tercio de carrera con 182,4 km entre, St. Léonard-de-Noblat y la cima del Puy de Dôme (EC. 13,3 Km al 7,7%). Para ir calentando motores las cotas de Felletin (4ªC 2,1 Km al 5,2%), Pontcharraud (4ªC 3,3 Km al 5,3%) y Pontaumur (3ªC 3,3 Km al 5,3%). Hacía 35 años que el Tour no se asomaba al volcán, Patrimonio Mundial de la UNESCO y vetado en esta oportunidad al público. Día marcado en rojo en todas las agendas, hasta los aledaños del mítico volcán un grupo de 14 ciclistas (con G. Izagirre y D. de la Cruz entre ellos) desafiaron al calor para irse en fuga y alcanzar rentas inéditas en este Tour, superiores a los 10-15'. A 47 km de meta atacaba el estadounidense M. Jorgenson con Mohoric, Burgaudeau, Powless y De la Cruz saliendo en su busca a 38 de meta y cediendo el español por un problema mecánico a falta de 22. Al pie de la cima, con 13,3 km por delante, Jorgenson contaba con 1’05” de ventaja sobre Powless, Mohoric y Burgaudeau; 1’45” sobre el grupo restante que había perdido varias unidades y 15’00” sobre el pelotón. El americano sostenía su ventaja a la entrada de la zona más dura, a 4 km de la meta del volcán, cuando desde el grupo saltaba el canadiense Woods como un tiro, rebasando primero a Powless y Burgaudeau para atrapar a Mohoric a 2 de meta, donde sólo 40” le separaban de Jorgenson. Finalmente, Woods alcanzaría, en una agónica persecución, a Jorgenson a 500 metros de meta y a quien superaban también en los metros finales Latour y Mohoric, segundo y tercero en la etapa a 28" y 35". 

Mientras Michael Woods, disfrutaba de una victoria histórica, en el grupo de favoritos, Jumbo imponía su ritmo con Kilderman, Kuus y Van Aert, mientras Pogacar tranquilo, a rueda esperaba su momento. Era a 1,5 de meta, en un tramo del 12 %, cuando demarraba sin que nadie le pudiera seguir y entrando en la cima 13º a 8'27 pero con 8" de ventaja sobre Vingegaard, que no se cebaba. Carlos Rodríguez se limitaba a subir a su ritmo para consolidar su cuarta plaza. No hubo espacio ni fuerzas para grandes destrozos. El Puy de Dôme no se tragó a nadie. Poco a poco Pogacar se acerca a Vingegaard, casi en silencio, pero ya lo tiene a tiro. Y mientras tanto, Carlos Rodríguez se permite seguir soñando con el podio. 

Segunda semana. 
La etapa 10ª, el martes día 10 y tras el lunes de descanso en Clermont Ferrand, discurría entre el Parque Tecnológico Vulcania de esta localidad e Issoire. Un recorrido quebrado de 167 km, con cinco cotas puntuables (cuatro de 3ª y una de 2ª), propicia para una escapada. Muy complicada de consensuar (14 ciclistas) y que tardaba en formarse (40 km). Con muchas escaramuzas desde la primera cota, un grupo de siete hombres con E. Chaves, P. Bilbao, W. Barguil M. Skjelmose, K. Asgreen, G. Zimmermann y N. Schultz a los que se unían poco después M. Kwiatkowski, B. O’Connor, A. Pérez, A. Pedrero, H. Tejada, J. Alaphilippe y K. Neilands, conseguían una diferencia de 3'20 en el km 83, ante un pelotón que controlaba y dejaba hacer. De los escapados, Neilands era quien buscaba la victoria con mayor decisión, intentándolo varias veces y siendo atrapado en la última, a 3,2 km de meta, viéndose obligado a conformarse con un merecido premio de la Combatividad y quedando la etapa a la espera del sprint de meta que se llevaba P. Bilbao sobre Zimmermann y O’Connor entrando el pelotón a 2'53. Con la victoria el de Gernika rompía una sequía de cuatro años y 99 etapas sin triunfos españoles y que le permite ascender en la general hasta la quinta plaza a tan solo 12" del 4º C. Rodríguez. 

La siguiente etapa, la undécima, llana y con 180 km de recorrido unía Clermont Ferrand con Moulins. Con tres pequeñas cotas puntuables en su recorrido, propiciaba una escapada y llegada al sprint. Nada más darse el banderazo de salida A. Amador era el primero en atacar, uniéndose a él poco después M. Louvel y D. Oss. Juntos construyeron una renta que alcanzó los 3’20” en el km 25 sobre un pelotón donde relevaban Lotto, Quick Step, Jayco y Alpecin. A 118 km de meta, al coronar la última cota, la diferencia era de sólo 35” y poco después, a 54 km de meta, Louvel se dejaba cazar por el pelotón y Amador haría lo propio a 49, mientras Oss, aguantaba hasta 13,5 de Moulins. En el sprint de meta se imponía J. Philipsen sobre D. Groenewegen y P. Bauhaus para anotar su cuarta victoria en esta edición. 
Con la 12ª etapa continuaba el recorrido por el macizo central. Saliendo de Roanne finalizaba en Belleville-en-Beaujolais, con 169 km quebrados de recorrido, cinco cimas puntuables de 2ª y 3ª C y solo los últimos km en ligero descenso. Tardaba mucho en conformarse la escapada y a un ritmo endiablado diferentes grupos se iban formando y deshaciendo. Ninguna aventura consolidaba hasta el km 95, tras el esprint de Regnié Durette, donde por fin 15 hombres aunaban esfuerzo y se iban por delante. Nombres de peso, como Alaphilippe, Pedersen, Van der Poel, Pinot, I. Izagirre que consiguieron mantener una diferencia en torno a los 3'. Con Van der Poel, atacando a 47 km de meta bajando la Croix de Montmain, era atrapado por Pinot y Jorgenson, y más tarde por el grupo de Izagirre y donde G. Martin hizo de gregario de lujo para el asalto a la última cota de Croix Rosier con la meta aún a 32 km. Un órdago arriesgado del vasco, que le salía bien, coronando con 25” de ventaja sobre Jorgenson, Pinot, Benoot, Martin, Johannessen y Burgaudeau y con un descenso no apto para cardiacos aumentaba la diferencia, dado el poco entendimiento entre los de detrás, lo que permitía a Ion Izagirre llegar a Beaujolais en solitario y con tiempo suficiente para saborear su segunda victoria en el Tour con una ventaja de casi 1'sobre Burgaudeau y Johannessen, segundo y tercero, respectivamente. El pelotón entraba a 4'14 sin apenas cambios en la general, tan solo T. Pinaud entrando en el top ten. 

La decimotercera, correspondiendo con el 14 de julio, día de la Fiesta Nacional francesa, el Tour retomaba la montaña con un recorrido de 139 km entre Châtillon-Sur-Chalaronne y el Grand Colombier (OC y 17,4 km al 7,1 % con el 10 % en el último). A recorrido breve, salida explosiva y el pelotón se disparaba nada más bajarse la bandera. Un numeroso grupo de 20 hombres en fuga tomaban la iniciativa y a 52 km/h abría hueco con el permiso del pelotón que en el techo de la cota no puntuable de Hauteville Lompnes, a 49 km de meta, era de 2'30. El UAE de Pogacar intentaba mantener la fuga a raya, pero los cálculos fallaron y a pesar de la estrategia planificada para desgastar y seleccionar, no pudieron dar alcance a la escapada que se presentaba a pie de puerto con 3'55 de ventaja. A 16 del final arrancaba Pacher, rebasado por Shaw, Van Gils y Tejada a 12,5 de meta. Muy poco después era Kwiatkowski quien, llegando de atrás, atacaba y se lanzaba en solitario, contando a 10 de meta, con 35” sobre el trío perseguidor y 3’10” sobre el pelotón. En el grupo del maillot amarillo, la criba llegaba a 3 km de meta cuando A. Yates tensaba para Pogacar y solo Vingegaard, Kuss, Hindley, Rodríguez, Pidcock y su gemelo, aguantaban su rueda. Con Michal Kwiatkowski vencedor, segundo a 47" llegaba Van Gils, completando el podio Pogacar a 50", que arrancando en solitario a 400 m de meta sobrepasaba al resto de escapados en su duelo con el danés y al que superaba en 4” a los que sumar los 4” de bonificación por la 3ª plaza. Casi firmando tablas. Zarpazo en seco, pero sin destrozo alguno. Ahora la diferencia es de nueve segundos con P. Bilbao descendiendo a la 7ª plaza. 
Con la etapa 14ª, el Tour entraba en los Alpes. Comenzando con 151,8 km entre Annemasse y Morzine Les Portes du Soleil, y cinco puertos puntuables, uno de 3ªC, tres de 1ªC y el Col de la Joux Plane (EC. con 11,6 Km al 8,5%) en la estación de esquí de Morzine, a 12 Km de una meta en claro descenso. La etapa se iniciaba con una montonera que implicaba a 30 corredores que marchaban descendiendo en ese momento y que obligaba a la organización a parar la carrera 25' para la conjunta atención médica. Entre los afectados Pedrero y Meintjes, ambos fuera de combate.
Posteriormente tendrían que abandonar más corredores. Mientras tanto, los interesados en la fuga comenzaban los primeros escarceos. Muchos intentos, pero infructuosos superando el Col de Saxel, el Col de Cou y el Col de Feu. Pero la etapa tomaba otro cariz en el ascenso al Col de la Ramaz (1ªC. con 13,9 Km al 7,1%), donde el Jumbo a bloque reducía el pelotón principal a 20 unidades, previamente al último ascenso al Joux donde Jumbo y UAE se iban a jugar las bonificaciones de 8,5 y 2 segundos de la cima. Pogacar y Vingegaard se quedaban con A. Yates y S. Kuss como guardaespaldas, iniciando una partida de ajedrez. Pelea por controlar la subida. El ritmo de Kuss eliminaba a Hindley y en principio descolgaba a Rodríguez. Pogacar atacaba a 4,6 km de la cima, pero sin descolgar a Vingegaard, quien a su ritmo, y 25 m por detrás, lograba conectar con él a 1,6 de la cima. Un nuevo intento de Pogacar era frenado por una moto de la carrera y Vingegaard, herido en su orgullo contestaba a su enemigo coronando por delante con 8" de regalo. Restaba el descenso, con los líderes delante, vigilantes y sobre los que llegaba un Rodríguez encendido quien ni corto ni perezoso se lanzaba a tumba abierta, arriesgando algo más de lo necesario, y consiguiendo arañar un puñado de segundos al dúo, más conservador, y que fueron suficientes para coronarse en meta con 5" de ventaja con Pogacar y Vinegaard, en ese orden y A. Yates a 10" en cuarta posición. P. Bilbao terminaba 8º a más de 3'. En la general apenas variaciones, tan solo que por un segundo C. Rodríguez le quita la tercera plaza a J. Hindley y P. Bilbao desciende a la octava. 

El domingo 15 se disputaba la 15ª etapa, y segunda alpina, entre Les Gets y Saint-Gervais Mont Blanc, de 179 km. En el recorrido 5 puertos, tres de 1ªC, uno al inicio y uno como meta, otro de 2ªC y uno más de 3ªC. Ritmo explosivo de inicio y mil intentos de fuga hasta que se formaba una expedición numerosa en el ascenso al primer puerto, el Forclaz de Montmin (1ªC, 7,2 km al 7,3), con 6 españoles: Landa, Soler, Fraile, JP López, I. Izagirre y Aranburu. No faltaba el susto de turno pues un aficionado provocaba una caída masiva, sin consecuencias. En la cima coronaban por delante Lutsenko y Alaphilippe, con el pelotón a 8'. Sin demasiado empeño en reducir la diferencia, la fuga superaba el encadenado de puertos con ventaja suficiente antes de la llegada de los dos últimos, la durísima Cota des Amerands (2ªC. de 2,7 Km al 10,9%) y la definitiva hasta Saint Gervais Mont-Blanc (1ªC. con 7,2 Km al 7,7%). En las duras rampas de Amerands, el neerlandés W. Poels soltaba a Van Aert y volaba hasta la cumbre sin concesiones, firmando su primera victoria en el Tour con 2'08 por delante de Van Aert y 3' sobre el francés Burgaudeu. En el grupo de los favoritos, nada de nada, esperando por la CR del martes. Apenas una aceleración provocada por Rodríguez en la aproximación a la subida final que dejaba el grupo del maillot amarillo reducido a ocho hombres y que a 4,5 de meta se quedaban en tres: A. Yates, T. Pogacar y J. Vingegaard. Poco después, Yates se marcharía por delante y Pogacar y Vingegaard especularían, permitiendo que Rodríguez llegara a su altura. La especulación acabaría en el último kilómetro donde el esloveno atacaba tres veces rebasando a Yates y Vingegaard respondía, firmando tablas y entrando a 6'04. 
Tercera semana de carrera. 
Tras la jornada de descanso en St. Gervais de Mont Blanc, el martes los corredores acometían la trascendental última semana 
con la determinante 16ª etapa. Una CRI de 22,4 km entre Passy y Combloux con dos cotas en su recorrido: la Côte de Cascade de Coeur (no puntuable, km 4,1) y la Côte de Domancy (2ªC, km 18,9). Abriendo el concurso, de último a primero, el danés M. Morkov estrenaría la cuenta y sucesivamente se registrarían nuevas mejores marcas A. Zingle, G. Moscon, D. Devenyns, N. Arndt y M. Pedersen, hasta que el campeón nacional francés R. Cavagna marcaba un gran crono de 35'42 que le servía para campear en lo más alto de la tabla durante más de dos horas. Habría que esperar a W. van Aert (Jumbo-Visma) para que alguien mejorara el tiempo de Cavagna, con 35'27, en un ejercicio espectacular, habida cuenta de que recortaba 35” al francés en los 6,3 km finales, íntegramente cuesta arriba. No obstante, hasta la salida de los dos últimos no se resolvería el destino de la etapa, y probablemente de la carrera. Si T. Pogacar batía todos los registros anteriores, por detrás iba a ser mejorado segundos después por un J. Vingegaard inconmensurable. Único en anotar un 34' le recortaba 1'38 en meta al esloveno, con Van Aert completando el podio a 2'51 y con un impresionante P. Bilbao cuarto, a 2'55 mientras S. Yates finalizaba quinto y 3" por detrás. En la pelea por el tercer cajón del podio, A. Yates mejoraba en 24" a C. Rodríguez para desbancarle del podio por sólo 5". En cuanto al maillot amarillo, Vingegaard elevaba su renta hasta 1'48 sobre Pogacar, clarificando su dominio. 

La decimoséptima, era la etapa reina de esta edición con 165,7 km y cuatro cimas a coronar entre Sant Gervais de MB y Courchevel, (una de 2ªC, dos de 1ªC y el Col de Loze de categoría especial (28 km al 6%) y techo del Tour con 2.304 m. J. Alaphilippe muy activo en busca de la fuga, lideraba el paso por Beaufort siendo en el Cormet de Roselend (1ªC) en torno al km 53 de etapa, cuando se conformaba la escapada definitiva con 35 ciclistas y con el mentado Alaphilippe en ella, junto P. Bilbao y S. Yates, como mejor clasificados a más de 13' y Ciccone, ocupado en reforzar su jersey de la montaña puntuando en cabeza los tres primeros puertos, Saisies, Cormet de Roselend y Longefoy. Mientras el pelotón controlado por el Jumbo vivía sin sobresaltos a 3' y con la carrera entrando en una fase de estabilidad quedaba la resolución de la etapa para el Col de la Loze a cuyos pies la diferencia se había reducido a 2'40 aunque por delante eran Bahrain, Jayco, Groupama y Ag2rn quienes asumían el peso de la escapada, pensando en beneficiar las opciones para la general de sus respectivos líderes Bilbao, S. Yates, Gaudu y Gall. Todos ellos entre los diez primeros de la general y teniendo oportunidad de dar un salto en la misma… y de luchar por una victoria de prestigio. En el grupo principal, el trabajo del Ineos provocaba un tremendo desgaste en muchos ciclistas especialmente en Pogacar, desfondado a 15 km del final y penando hasta meta a rueda de su compañero M. Soler. En ese momento de pájara, Vingegaard decidía atacar acompañado primero por Kuss y sucesivamente por Benoot y Kelderman, descolgados de la escapada para prestar ayuda. El último en resistir el ataque del líder danés fue A. Yates y que cedía a 12 de meta. Vingegaard en su magnífica remontada finalizaba cuarto a 1'52 del vencedor F. Gall que en el Col de la Loze se escapaba, perseguido por S. Yates. El austríaco ascendía 6 km en solitario, para bajar luego jugándose el tipo y presentarse en el aeródromo de Courchevel en agonía pura, como todos, pero con fuerzas todavía para firmar la hazaña y estrenarse en el Tour con 34" de ventaja sobre S. Yates y 1'38 sobre P. Bilbao, únicos tres escapados en no ser absorbidos por el amarillo. Grandes cambios en la general con Vingegaard ampliando su ventaja a 8'52 sobre Pogacar y 10'52 sobre Yates. La jornada servía al británico para afianzar su puesto de podio frente a Carlos Rodríguez, que se descolgaba previamente y P. Bilbao ascendía al 6º puesto. 
La 18ª etapa, del jueves se alejaba de los Alpes con una etapa llana propicia para los esprinters, de 185 km entre Moûtiers y Bourg-En Bresse. Jornada de transición para los hombres de la general y penúltima ocasión clara para los velocistas antes de llegar a París, no contaba en la salida con W. van Aert que abandonaba por el nacimiento de su hijo. 
La etapa se convertía en una bellísima lucha entre David y Goliat pues una fuga inicial con K. Asgreen, J. Abrahamsen y V. Campenaerts, tomaba terreno desde el primer kilómetro y, reforzada por P. Eenkhoorn a 58 km del final, lograba mantener a raya a todo un pelotón empeñado en forzar una llegada masiva y que se veía frustrada en la misma línea de meta. Así, sin excesiva ventaja en todo el desarrollo (sobre un minuto) sorprendentemente Kasper Asgreen se anotaba la victoria por delante de Eenkhoorn y Abrahamsen mientras el gran favorito, J. Philipsen al mando del pelotón, se veía obligado a conformarse con la cuarta posición. Sin cambios en la general.
La etapa 19ª del viernes 21, era una jornada rompepiernas por el departamento de Jura, y 172,8 km entre Moirans-En-Montagne y Poligny, apta para una fuga o para los esprinters si superaban las dos dificultades montañosas (3ªC y 4ªC. La lucha por integrar la escapada conseguía una primera hora de carrera rapidísima y que medio centenar de corredores quedaran definitivamente descolgados. En el km 54 M. Pedersen lograría marcharse en una potentísima escapada de nueve hombres que se encontraba con la resistencia de los equipos ausentes en la fuga, comprometidos a no dejarla prosperar. Los 1’15” registrados en el km 62 fueron la ventaja máxima de los aventureros, que perdieron a Politt en el 82 por rotura de cadena. Al paso por el sprint intermedio de Ney, km 97,7, la diferencia entre escapada y pelotón había disminuido a 35” y era entonces cuando saltabann por detrás 28 ciclistas que consiguieron enlazar con los fugados. Enseguida se adelantaban Campenaerts y Clarke, mientras el pelotón bajaba los brazos. En en la Côte d’Ivory (3ª, km 144,7), Asgreen, Mohoric y O’Connor rebasaban a Campenaerts que poco antes había perdido la compañía de Clarke por calambres. El trío coronaba con 15" sobre sus perseguidores más inmediatos y sería a 14 km de meta cuando un grupo de nueve con Laporte, Trentin, Pidcock, Bettiol, Pedersen, Van der Poel, Philipsen, Zimmermann y Mezgec, reaccionaba yendo en busca del trío cabecero, pero a 5 km de meta la diferencia se mantenía en 30" de diferencia y la victoria se la jugaban por delante. O’Connor trató de anticiparse con un ataque a 500 m pero Asgreen y Mohoric le superaron en un sprint muy ajustado y decidido por foto finish a favor del esloveno. Los perseguidores entraban a 39" y el pelotón a 5'46. La general no sufre cambios en sus puestos delanteros. 

La penúltima etapa, la 20ª, el sábado entre Belfort y Le Markstein Fellering, de 133,5 kilómetros, era la última jornada competitiva antes del paseo triunfal de París. En los Vosgos, montañosa, con seis puertos, tres de segunda, uno de tercera y los dos últimos de primera, el Petit Ballon (9,3 Km al 8,1%) y el Col de Platzerwasel (7,1 Km al 8,4%), con la cima a 8 km de meta, la etapa decidiría la foto definitiva del podio.El pelotón partía de Belfort a toda pastilla y con muchos proyectos de escapada, todos controlados. Sería en el descenso del primer puerto cuando C. Rodríguez y S Kuss, se veían implicados en una caída, aunque los dos pudieron continuar. Con una fuga de diez corredores controlada por el grupo del maillot amarillo, entre los escapados figuraba G. Ciccone, en busca del maillot de la montaña que conseguía al coronar primero el Ballon de Alsacia, la Croix des Moinats y el Col de la Schlucht. No vestía un italiano el jersey de puntos rojos desde 2009 con Franco Pellizotti. En el Petit Ballon atacaba F. Pinot, motivado en su tierra y a un solo día de su jubilación, abriendo hueco y cruzando en cabeza la cima, con Pidcock, Barguil y Harper a pocos segundos, y el grupo de favoritos a 1'20 minutos, con el Jumbo de Vingegaard al mando. El UAE custodiaba a Pogacar y A. Yates, por las otras dos plazas del podio, y los hombres del líder atentos a C. Rodríguez y S. Yates por los puestos 3 y 4. El Col de Platzerwasel , último de la carrera filtraba a los más fuertes del pelotón. Pogacar asumía la iniciativa llevándose a rueda a Vingegaard y al insaciable F. Gall. Por la cima pasaron juntos, con los hermanos Yates cerca y Rodríguez en apuros. Pogacar quería la etapa, pero tenía por detrás a A. Yates tratando de asegurar la tercera plaza del podio. Vingegaard no se jugaba nada más que el deseo de ganar en Le Markstein, y S. Yates estaba en la batalla por desalojar a Rodríguez de la cuarta. En meta Gall trató de apuntarse otro triunfo, pero se cruzó con Pogacar, el mejor al sprint con Vingegaard tercero y Simon por delante de Adam, a continuación. Por detrás Bilbao 8º, oliendo la quinta plaza final, pero C. Rodríguez llegaba a tiempo de evitarlo. El Tour quedaba sentenciado. 

La última etapa, la 21ª como ya es costumbre se disputaba a última hora de la tarde en Paris. En esta edición, la festiva jornada final partía de St. Quentin-en-Yvelines y tras 115 km prácticamente llanos, finalizaba como desde 1975, en la aclamada avenida de los Campos Elíseos y donde se imponía al sprint el belga Jordi Meeus, sorprendiendo a su compatriota J. Philipsen y al neerlandés D. Groenewegen. Sin suponer ningún cambio en la general, el danés Jonas Vingegaard inscribía su nombre por segunda y consecutiva vez en el palmarés del Tour mientras Tadej Pogacar se tenía que contentar nuevamente con el segundo puesto, en esta ocasión a 7'29" del título, completando el podio el británico Adam Yates, a 10'56 y con los españoles Carlos Rodríguez y Pello Bilbao quinto y sexto, a 13'17 y 13'27, respectivamente. 
Los demás maillots se repartieron de la siguiente manera 
Maillot Verde (Clas. por puntos.) para el belga Jasper Philipsen por delante del danés Mads Pedersen y del francés Bryan Coqucard. 
Maillot de lunares (Montaña): para Giulio Ciccone por delante del austriaco Felix Gall y de Jonas Vingegaard . 

El tercer maillot, el blanco, al mejor joven, se lo llevaba por segundo año consecutivo Tadej Pogacar por delante del español Carlos Rodríguez y de Felix Gall. 
El título al mejor equipo se lo llevaba el Jumbo, con UAE y Bahrain a continuación. 
Y el de la combatividad fue para el belga V. Campenaerts. 
Nombres propios. En la parte positiva 
Jonas Vingegaard: el danés ha demostrado una vez más su valía. Amparado en su potente equipo Vingo "solo" conseguía una victoria de etapa en este Tour. No necesitaba más. El danés dando una de las mayores exhibiciones contra el crono que se recuerda, rompía una carrera a la que antes de ese día solo le separaban diez segundos. Siempre estaba ahí y además rozaba la victoria en otras tantas etapas (conseguía 1 segundo y 2 terceros), pero la que ganó fue la más decisiva. Mató psicológica y moralmente a su rival. Líder durante 16 jornadas, en esta ocasión la diferencia final con el esloveno era de 8'. 
Tadej Pogacar: el esloveno no pudo repetir titulo y le tocó terminar segundo, por segunda vez. El brillante y joven campeón perdía la carrera en la 17ª etapa, en la ascensión al Col de Loze condicionado por la crono del día anterior y por la debilidad de su equipo. No obstante, lo más parecido a Eddy Mercks en los últimos años, ha ganado 2 etapas, terminando una vez segundo y cuatro veces tercero y fue el único en plantar cara durante toda la carrera a un inmenso Vingegaard, finalizando inmediatamente detrás del danés, liderando la clasificación de los jóvenes y figura muy bien situado en el resto de clasificaciones. 
Jasper Philipsen: máximo ganador de etapas, cuatro sprints fueron suyos y además se lleva el maillot verde de la regularidad. Valor seguro para su equipo, el belga del Alpecin ha permitido a su equipo figurar entre los grandes. 
Adam Yates, acabó siendo el primero de los terrenales que acompañó a las dos estrellas en el podio. Portó el amarillo las cuatro primeras y ha sido parte importante del balance final de UAE con tres victorias de etapa y la presencia en los Campos Elíseos de París por partida doble. Un resultado que firmaría casi cualquier equipo del mundo, excepto UAE cuyo objetivo principal era ganar el Tour, no lográndolo. 
Jai Hindley el australiano jefe de filas del Bora ganaba la quinta etapa y se vestía de amarillo esa jornada, ha estado siempre en todos los rifirafes pero sin poder luchar con los mejores finalizando 7º en la general. 
Felix Gall: el joven austriaco del AG2R ha cuajado un tour sensacional de menos a más, finalizando 8º, ha ganado una etapa, pujando hasta el último día por la montaña, pero sin atreverse a presentar cara a los dos mejores. 
Giulio Ciccone, ganador del maillot de la montaña, galardón que se decidía el día previo a París. En la mañana de la etapa del sábado solo existían seis puntos de distancia entre Ciccone y Gall y finalmente fue el italiano el que se acabó imponiendo. Un maillot por el que él y su equipo lucharon mucho. Mención especial para Carlos Rodríguez, Pello Bilbao y Ion Izaguirre por su victoria de etapa, consiguiendo Pello además un tercer puesto. 
Finalmente han sido 10 de los 21 equipos los que han conseguido etapa: UAE, Bora, Alpecin, Bahrein, Cofidis, Lidl, Jumbo, Ineos, AG2R y Soudal. 
También en este Tour 2023 se dio un hito que no se veía en la ronda gala desde 1975. Dentro del Top-8 de la clasificación general siete tienen su victoria de etapa: Jonas Vingegaard, Tadej Pogacar, Adam Yates, Carlos Rodríguez, Pello Bilbao, Jai Hindley y Felix Gall. Todos, a excepción de Simon Yates, tienen su victoria de etapa. Han tenido que pasar 48 años, desde la época de Eddy Merckx, para volver a ver algo así. 
Por el contrario se esperaba más en esta carrera de Sagan, Girmay, Van der Poel, Van Aert o o Landa, que rindieron por debajo de las expectativas. 
Y caso aparte es el de Movistar con una carrera repleta de contratiempos. Si a un varapalo tan grande como perder al jefe de filas en la primera etapa, le sumas las otras tres bajas de Guerreiro, Pedrero y Jorgenson de cara a la última semana, poco más de lo que ha hecho se le puede pedir a Movistar. Se dejó ver en muchas etapas y rozó la victoria con Jorgenson en un par de ocasiones pero a la tercera semana llegaron vacíos, sin poder filtrar a ninguno de los cuatro corredores restantes para pelear por triunfos de etapa. 
La mejor actuación de la escuadra española desde hace muchos años con tres victorias de etapas (tras cuatro Tours en blanco) y con dos representantes entre los diez primeros. Acabaron diez corredores: además de los top ten C. Ballesteros y P. Bilbao, J. Castroviejo 15º a 56'37, M. Landa 19º, G. Izagirre 37º, I. Izagirre 45º, A. Aramburu 52º, M. Soler 56º, O. Fraile 60º y JP. López 74º, de los 150 corredores que consiguieron finalizar. Abandonaron E. Mas (1ª), LL. Sánchez (4ª) D. De la Cruz (12ª) y A. Pedrero (14ª). 
El único pero que se le puede poner a la carrera: algunas situaciones entre las motos y coches de la organización dando una mala imagen que debe mejorar controlando la afluencia de público.
En definitiva ¡el mejor Tour en lo que va de siglo!

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